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Dragonia por kaleido_dance

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Notas del capitulo:

Hola!! esta historia se escribe un poco a partir de fantasias, no sigue ningun guion pero es muy interesante en verdad, me encanta escribir estos capitulos tan agradables....

VIII


El principe Aon

 

 


Kyon poco a poco se fue sintiendo mejor con el paso de las horas, y a pesar de no haber podido comer nada, por la tarde ya se encontraba mucho más animado.

Aon debió dejarles otra vez para ir a hablar con su padre sobre asuntos reales, y estando solos en el jardín del heredero Kyon le suplicó que continuara con la historia, parecía imposible que su propio padre alguna vez hubiera sido divertido y hubiera hecho grandes fiestas en su torre, ademas se moría por saber si lo habían hecho aquella misma noche en que se conocieron.

-Sé que ahora tu padre parece muy serio por todas las cosas que ha vivido y las responsabilidades de ser el señor de Dragonia, pero él también fué joven y ademas muy agradable y despreocupado, pero sigue teniendo la misma seguridad y soberbia que tenía entonces...

Aon me llevó de la mano por la puerta hacia otra habitación, allí había otra cama adoselada pero esta estaba en un rincon de la habitación donde había paredes y techo de cristal, unas finas cortinas de seda daban intimidad y la luz de la luna entraba por el techo.

Era un mágico rincon en el pequeño jardín del interior de la torre de Aon, en el altar parecía que ya no había tanto alboroto, se oian voces suaves y quedaban pocos farolillos encendidos.

No hizo falta ninguna luz, él se desnudó antes de sentarse en la cama y me abrazó para desnudarme también.

-No se si deba...- intenté mpedirselo cogiendo sus manos. Él me besó con cariño mientras contenía mis manos temblorosas.

-Sabes que no te haré nada, no porque estemos solos significa que eres más vulnerable...solo quiero ver como eres realmente, lo que dije en la fiesta de conocernos mejor era literal, no era ninguna metafora sexual ni nada-


Me sonrió con su precioso rostro real, era mayor que yo pero le sentí muy cercano en aquel momento,- Déjamen quitarte todo este maquillaje, me molesta bastante en verdad...-

Con su propia túnica intentó remover parte de la pintura que cubría mis ojos, pero en verdad creo que lo dejó peor porque entonces cogió una jarra de agua que había en una mesilla de la habitación, y mojando una toalla me limpió a fondo.

Dejé que me quitara la túnica, y para mí sorpresa también hizo desaparecer mi ropa interior, él se quitó su pantalon, debajo no llevaba nada.

Muy avergonzado me cubrí mi miembro excitado con ambas manos, pero él en cambio no lo hizo y pude ver que no estaba excitado para nada ya, me supo mal porque en verdad deseaba verle en todo su esplendor, pero empecé a relajarme un poco por ello.

¿Significaba entonces que realmente solo nos dedicaríamos a hablar?

El me llevó a la cama otra vez para meternos dentro de la suaves sabanas , las cortinas bancas nos ocultaban del jardín pero a travez del techo veíamos las estrellas y la luna, brillaba tanto que no habría podido cerrar los ojos por muy cansado que estuviera, y el rostro de Aon, tan puramente iluminado parecían aún más blanco si podía y sus ojos aún más negros.

-Sé que todos esperan de mí que monte una orgía legendaria y salvaje, a veces es duro vivir respecto a lo que todos esperan de tí, cuantos más años pasan más se espera, más pesa ser el príncipe de Dragonia...-

Me miraba a los ojos con una expresión relajada y tranquila. Yo de pequeño siempre fuí muy tímido asi que estar allí con él me resultaba un poco incómodo, pero él me abrazaba, sentía nuestras piernas entrelazadas dándonos calor, pronto mi erección fue apaciguandose, y me fui sintiendo mejor, Aon solo quería que le escuchara de momento, aquello se me daba bien.

-No digo que en verdad no quiera hacer una super orgía con todos esos hombres tan atractivos, simplemente, no se...puede que hoy por ser el primer día me sienta un poco inhibido o algo, y aunque estoy acostumbrado a ser el centro de atencion, la tension que hay detras de todo este ritual me mata un poco. Por suerte Ethien me acompaña, él en verdad es uno de los amantes de mi padre ¿sabes? Mi padre...-

Desvió la mirada, parecía un poco pensativo, casi triste, como si dudara en contarme aquello, pero en verdad como estabamos allí tan tranquilos, sentí que quería oír todas esas cosas que normalmente no le contaría a los demas. Besé sus labios y me acerqué más a él.

-¿Te estoy aburriendo...? odiaría que pensaras que soy un aburrido por estar aqui hablando en vez de meterte mano...-

-No es eso, quiero que continues, me gusta como hablas.- Volví a besarle sin dejar de sonreir, empezaba a sentirme afortunado.

-Bueno pues mi padre On, el señor de Dragonia, es un ser superior y divino que está demasiado ocupado como para atender a su hijo, ni siquiera para tener una pareja de verdad, nunca me mostró ningun cariño, ni a mí ni a nadie, tal vez solamente a Ethien. Ellos eran amigos, no se como se conocieron la verdad, pero como era la única persona en quien confiaba, desde que nací he estado más tiempo con Ethien que con mi padre, él me cuido siempre y me daba todo el cariño que mi padre nunca me dió.-

Su rostro parecía volverse amargo cuando pensaba en su padre.

-Pero a On no puedo considerarlo como un padre en verdad, lo unico que hacía era cumplir con sus obligaciones protocolarias y nada más, incluso me desvirgó el dia que alcancé la pubertad, fue muy violento y muy duro para mi, pero he oído que aquello era la muestra de amor más grande que era capaz de expresar. El nunca tenía amantes fijos, todos le odiaban, y ninguno deseaba volver a pasar una noche con él, oí terribles historias en las que torturaba a sus parejas... Ethien me enseñó todo sobre el amor y el sexo, pero igual que mi padre no puedo considerarle mas que como a un amigo. Realmente es el único amigo que tengo, los herederos no somos demasiado sociables, estamos siempre rodeados de sirvientes, maestros, políticos y amantes...pero encontrar alguien en quien puedas confiar no es facil. -

Hizo una pausa y me acarició la mejilla con mucho cuidado sin dejar de mirarme.

-Cuando te ví entre todos los aprendices supe que eras el tipo de persona que quiero tener cerca, eres tan transparente y sincero con tu mirada que quedé impresionado por tu pureza, no creo que hubiera nadie esta noche más puro que tú... y siento que he estado buscandote desesperadamente Allen...estoy cansado de hacer el amor con hombres que no sienten nada por mí, que son falsos, que buscan el poder a cualquier precio...-

Me abrazó con fuerza y me besó por todos lados, sentí su pasión desde lo mas hondo de su corazón acelerado, se acercó a mi oído para confesarme:

-Sé que se supone que los herederos descubriríamos el sexo en esta fiesta, pero la curiosidad es demasiado grande, ningun heredero llega virgen a su emancipación, por eso no me excita la idea de acostarme con un monton de hombres en una noche, ni de desvirgarte a ti y a todos tus compañeros. Sé que esta es la única oportunidad de tenerte para mí durante una noche entera, no quiero dormir ni cerrar los ojos mientras estes conmigo...-


Sentí sus manos recorrièndome, nuestro abrazo era demasiado intenso, su pelo estaba alborotado, y comenzaba a sudar, quité la sabana y recorrí su cuerpo desnudo con mis ojos, era demasiado impresionante, tan sensual y provocador, sería imposible no excitarse al verlo.

-¿Te gusto, Allen? ¿Me deseas?- Me volvió a abrazar a pesar del calor- Dime la verdad...no quiero que mientas nunca...tienes que contarmelo todo sobre tí si quieres que seamos más cercanos...¿te gusto lo suficiente como para estar conmigo por el resto de tu vida? ¿querras vivir a mi merced y complacerme por encima de todo...?-

Me estaba preguntando directamente si yo estaría a su lado como amante, nunca me habían preguntado si realmente deseaba ser el amante de un heredero, en ese momento debía decir realmente lo que deseaba desde el fondo de mi corazon, si mentía o me escondía entonces no tendría sentido.

-Seguramente como futuro amante debería decirte que sí sin dudarlo...pero la verdad es que soy aun demasiado joven para saber lo que es el amor, y es aun demasiado pronto para saber si te amo...se que propablemente muchos amantes no se preocupen por esto, y yo mismo si quiero ser parte de este palacio y vivir aqui el resto de mi vida entonces te diría que sí. Pero necesito tiempo para saber si realmente llegaré a sentir algo por tí, amo Aon, tu me gustas, eres muchisimo más atractivo y encantador de lo que jamas hubiera imaginado, y aun ni siquiera puedo creer que estemos aqui solos...ni siquiera puedo creer que esté hablando contigo de lo que siento y de lo que pienso.-

él me sonreía y estrechaba el abrazo en que me tenía atrapado, parecía tan seguro de sí mismo pero sencillo a la vez, sentí que necesitaba decirle todo tal y como lo pensaba.

-Tal vez hasta ahora la impresión que tenemos los aprendices de la realeza esta un poco distorcionada de la realidad, eres muy diferente a como nos hacían creer en la escuela, el gran principe heredero de Dragonia, primogenito del señor de los dragones, suena todo muy increible pero debajo de tu exquisita ropa eres un hombre hermoso y atractivo, y puedo hablar contigo sin miedo...en el fondo me es igual si soy tu amante o un sirviente o amante de otra persona...se que aunque no lleguemos a ningun lado siempre estaré feliz de poder compartir con mi amo un momento como este...-

-Supongo que lo que más os dicen de nosotros es la importancia del sexo, ya que se supone que es lo que más compartiríais con un heredero, pero como será la primera vez que tenga mis propios amantes yo lo que necesito encontrar de verdad es una pareja, sabes que me falta poco para llegar a la madurez, puede que 200 años como mucho, y necesitare a alguien a mi lado para convertirme en el señor de Dragonia y dar un nuevo heredero a la familia. En verdad, los amantes que quiera puedo cambiarlos y tenerlos donde y cuando quiera, incluso si quiero tener un sirviente como amante, pero ya tendré tiempo para todo eso, lo que me importa más es encontrar a alguien especial.-

Me sonrojé por la forma en que se quedó mirandome luego de decir aquella palabra, ¿se estaría refiriendo a alguien como yo?

-Si no considerara que fueras especial, tal vez habría intentado otras cosas contigo...- sentí como aspiraba el olor de mi cuello. -Tambien te deseo...-

-Aunque deba cuidar mi castidad en verdad me encanta el sexo, me gusta demasiado...y en parte envidio a los amantes con quienes harás el amor mañana, me siento idiota al intentar negar lo que siento estando aqui contigo, y realmente me muero de ganas de hacer el amor con alguien como tú...-

Solo de imaginar lo que estaba diciendo me puse muy caliente otra vez, habíamos estado hablando mucho rato y la luna ya comenzaba a irse, dentro de la torre de Aon apenas si llegaba ninguna luz, en la penumbra me sentí protegido.

Ya no podía ocultarlo de ninguna forma, mi glande mojado estaba ensuciando la piel del joven heredero mientras nos besabamos, y sentí que él tambíen empezaba a endurecerse, me moría de ganas de tocarle la entrepierna, me llegaba el dulce olor de su miembro caliente y empecé a salivar mientras imaginaba que se corría en mi boca.

-Allen, estás muy excitado...me estas tentando...-su lengua me lamía los labios para luego entrar hasta el fondo, cogí su cabeza y le acaricié los cabellos, los tenía tan suaves y finos...su olor me volvía loco.

-Sí...si Aon ya no puedo más...necesito tocarte, dejame tocarte por favor...-

El me miró sonriendo, parecía complacido y con ganas de jugar, sabía que sería peligroso pero realmente necesitaba hacer algo. quité la sabana por completo y observé su cuerpo en la oscuridad, apenas podía verlo pero me pareció magnifico, su pene era grande y hermoso, y su olor me embriagaba como un veneno.

No quise entretenerme con el resto de su cuerpo, por un momento olvidé todo lo que me habían enseñado, me importó muy poco todo, despues de saber como era Aon de verdad me sentí mucho más seguro.

Con los dedos recorrí sus genitales lentamente, para sentir cada ligero temblor, y me acerqué para olerlo más aún, sabía que estaba siendo vulgar, pero él me miraba igual que cuando estuve a solas con el maestro. Masturbé suavemente la punta de su miembro, era tan suave que casi no me hizo falta mojarle, y le oí gemir deliciosamente, me impresionó muchisimo verle así.

Lamí una pequeña gota de fluido que salió de la punta, luego bajé hasta sus testículos y los acaricié con mi lengua sin dejar de masturbarle lentamente. No tardé demasiado en ir hacia donde quería, fui subiendo la lengua sin dejar de lamerle, besando su carne y lubricando con mi saliva. sería él unico de mi clase en dar placer al joven Aon, su voz me volvía loco.

-¡Ah..Allen...nn no pares...! aahg...sí...- Me acariciaba el cabello sin dejar de mirarme con ojos implorantes, el hombre mas poderoso de Dragonia en mis manos, suplicando.

Aparté mis dedos del glande para lamerlo con la punta de la lengua, muy suavemente, sabía lo tortuoso y placentero que podía ser aquello por todas las veces que Tan me lo había hecho, mi mano continuaba masturbandole lentamente, deslizando sobre el tronco duro y empapado de mi saliva.

Me metí la punta en la boca sin dejar de acariciarle con la lengua, y poco a poco comencé a meterlo más y mas adentro mientras me retiraba y volvía a bajar. Viendole alli sacudirse y gemir de aquella forma me excitaba tanto que me toque yo mismo tambien mientras se lo hacía, chupando cada vez más fuerte, más adentro y más rápido, su pene era grande y olía bien, no podía dejar de imaginar como sería cuando lo metiera dentro de mi cuerpo por primera vez, quería que fuera él, que me abrazara en aquella cama bajo la luna..

-¡Ah Allen, Allen ya no puedo mas! aahg ah voy a...voy a correrme...¡aah!-

Ya no gemía solamente, ahora estaba dejando salir su voz de verdad, me estiraba del pelo y sus caderas se movían para entrar más y más profundo, estaba medio incorporado sin dejar de mirarme, parecía fuera de control noté el sabor de sus fluidos y succioné más fuerte para que no dejara de sentirme ni un segundo. Apenas podía respirar y tenía que contener las arcadas que me producía el glande al chocar contra mi campanilla.

Pero ya no duró mucho más, intentó ahogar sus gemidos con una mano mientras se dejaba caer hacia atras sin soltar mi pelo, su semen me llenó la garganta y bebí hasta la ultima gota sin soltarle, intenté limpiarle cuidadosamente con la lengua antes de separarme de él.

Lo volví a mirar, ahora ya no me miraba, parecía exhausto, su piel estaba cubierta de sudor y aun respiraba de forma acelerada. Me tumbé sobre su pecho suavemente y oí como los latidos poco a poco iban recuperando su ritmo normal.

-Supongo que te han enseñado bien...lo has hecho perfecto...Allen pequeño...-

¡Me había llamado Allen pequeño! Me gusto mucho oir aquellas palabras, me acerqué a su rostro para besarlo pero él me cogió por el cuello y me mordió los labios en un beso desesperado y sensual, me sorprendió agradablemente y me deje hacer por sus manos. Me tumbó con cierta violencia y me pellizcó los pezones, chillé de placer y dolor, me lamió y me besó todo el pecho mientras su mano bajaba hasta mi entrepierna para masturbarme.

Lo hacía todo con cierta brusquedad pero se sentía tan bien que incluso deseaba que fuera mas rudo, y cuando creí que ya bajaría para chuparme, me obligó a flexionar las rodillas sobre mi pecho para exponer mi trasero a su antojo.

Por un momento había olvidado que yo era virgen y me vino de golpe todo el miedo, ¿estaría bien darle en ese mismo momento mi virginidad sin saber si sería escogido entre sus amantes...? ¿me seguiría deseando despues de entregarme tan facilmente?

-¡Aon alli no...!- Me hizo callar con una mano, sonriendo con ojos traviesos.

Estaba aterrado, pero no encontre fuerzas para resistirme, quería que me tocara y que hiciera con mi cuerpo lo que quisiera. Sabía que estaba exitado otra vez, pero despues de la conversacion que habíamos tenido antes estaba seguro de que no me haría nada.

Me miró con lujuria, acarició mi pene con un solo dedo lentamente y luego jugueteó con mis pequeños e hinchados testículos, pero los dejó para ir a lo que realmente le interesaba.
Me dio unas palmadas en ambos gluteos y me los cogió con fuerza, como si quisiera ver cuan blandos estaban.
Pero entonces dejé de ver su cara cuando se inclinó entre mis nalgas para lamerme la entrada, dio suaves lamidas con la punta de la lengua que me hicieron cosquillas y luego me devoró de verdad, sentía sus labios besando mi trasero como si fuera mi boca, intentando meter la lengua.

Se sentía realmente increíble, nadie me lo había hecho con tanta vulgaridad ni tan bruscamente, arañandome las piernas y pegándome en los glúteos, pronto comencé a chillar.

-¡Aaah...Amo Aon...no...eso no está bien..aah ah..!- Sentía como si estuviera delirando, no sabía lo que estaba diciendo, se sentía demasiado bien, tan caliente y mojado.

Con la mano libre cogió mi pene y me masturbó deliciosamente, era rapido y suave, yo estaba demasiado excitado y sabía que no duraría mucho. Pero él parecía no conformarse fácilmente, y chupandose su propio dedo me acarició la entrada empujando hacia dentro para penetrarme, casi sin pensarlo relajé el esfinter lo más que pude para abrir los labios y dejar que entrara. Fascinado contempló como mi ano succionaba su dedo hacia lo más profundo, luego lo retiraba un poco y lo volvía a introducir lentamente.

Pero me miró a los ojos y supe que no iba a detenerse allí, yo estaba volviendome loco de placer pero tuve miedo de que en cualquier momento decidiera cambiar el dedo por su magnífico miembro que ya tenía otra vez duro.

-Amo Aon...aahg...no me hagas daño porfavor...uhg...no aguantaré mucho más...aaahgah..porfavor...- Le supliqué entre lágrimas sin saber lo que ocurría ya...entre el alcohol y el placer todo me parecía distorsionado, ni siquiera estaba seguro de que hubieramos estado hablando tranquilamente un rato antes.

El no dijo nada, solo se limitó a sonreir mientras se incorporaba un poco más para llegar hasta mi pene enrojecido, deslizó los dedos hasta mis testiculos y me masajeó mientras se lo metía en la boa directamente, comenzó a chupar con una facilidad y gracía que nunca había visto antes, su rostro era hermoso.

Sentí como introducía un dedo más en mi trasero, la entrada se había ensanchado un poco y sentía el aire allí, pero cuando él giró los dedos hacia arriba comenzó a penetrarme con mucha más fuerza, no tan hacia el fondo sino más bien hacia arriba, justo donde mi prostata inflamada era más vulnerable y realmente sentí que iba a correrme en ese mismo momento.

-¡Aaahg...Aon para...ya llega...aahg ahg voy a correrme...!- Chillé para intentar advertirle, pero entonces hizo algo que no me esperaría, se apartó de mí y me dejó con el orgasmo en la punta. cogió mis piernas y me hizo girarme mientras yo aun estaba jadeando.

Me tumbó boca abajo y me golpeó los gluteos otra vez, era increíble que algo tan violento se sintiera tan rico, y con la misma violencia volvió a enterrar la cara en mi trasero, esta vez metió la lengua con facilidad y me penetró con Ella ruidosamente. Su saliva estaba empapando las sabanas bajo mi pelvis pero no me importaba nada ya, se sentía tan bien aquella intrusión que cada vez deseaba más, me moría de ganas de sentir su glande suave y grande se deslizara hacia dentro con la misma facilidad, que entrara de una sola vez para saber lo que realmente podía sentir allí.

Ahogué los gritos en la almohada, él paraba de a ratos para pegarme o morderme el trasero, yo no pude evitar abrir mis piernas, ofreciendome viciosamente, nunca nadie había sido tan rudo ni tan masculino conmigo, quería que me estirara del pelo como había hecho antes y que me violara.

De pronto paró y sentí como la punta de su pene estaba ya sobre mi entrada, a punto de meterlo, él se inclinó sobre mí y cogiendome del cuello me obligó a besarle.

-Podría desvirgarte ya mismo si quisieras, Allen...-

Nunca había sentido tantas contradicciones a la vez, estaba loco por él, lo deseaba con fervor, pero sabía lo mucho que valía mi virginidad, y a pesar del placer tan grande que estaba sintiendo, se me llenaron los ojos de lagrimas al pensar que si perdía ese valor posiblemente nunca podría ser amante de Aon.

-Porfavor...no lo hagas...- Apenas si pude susurrar unas pocas palabras, estaba completamente deshecho en sus manos, a punto de correrme y tan aterrado como si fuera a apuñalarme.

El me beso con dulzura, y lentamente deslizó su pene tieso entre mis gluteos, no hacia dentro sino por fuera, y juntando mi trasero con sus dos manos se masturbó con mi carne hasta volver a correrse, justo en mi entrada, incluso noté como entraban algunas gotas calientes.

Pero no hizo nada mas, me volteó otra vez y bajando directamente hasta mi miembro se lo introdujo en la boca, me miró fijamente mientras lo hacía, yo le miré tambien, e hicieron falta pocos segundos para derramarme como no recordaba haberlo hecho nunca.

El se apartó ligeramente, y abriendo la boca, dejó que mi semen le ensuciara los labios y la lengua, se relamió hasta tragar todo e incluso bajo a limpiarme tambien. Nunca habria creído que un principe fuera tan vulgar y sucio en la cama.

Me quedé allí tumbado jadeando y sollozando, intentando secarme las lagrimas con las manos, el me cubrió con las sabanas otra vez y se tumbó a mi lado. Me abrazó contra su pecho para que yo pudiera esconderme y llorar. El no dejó de acariciar mi pelo ni un segundo, y cuando ya estuve mas tranquilo volvió a preguntarme:

-¿Te doy miedo, Allen?-

Yo sabía que había sido tonto por mi parte llorar asi, y ponerme tan nervioso, sentía que estaba haciendo todo mal aquella noche, pero despues de todo era mi primera noche con un desconocido, y este era ni más ni menos que el heredero de Dragonia.

-No...nnh no es eso...yo te adoro y te admiro...solo, solo tengo miedo de que pierdas el interés en mí si me dejo llevar...si me entregara ahora...ya no quedaría nada de valor en mí...- Se me llenaron los ojos de lagrimas otra vez y temblé al pensar que estuve a punto de entregarme como si nada.

-Eso no es cierto Allen, pero sí que debo tener cuidado por los protocolos del palacio...para mí tambien son una mierda. Sé que mañana no te vere, y tal vez pasen algunos días hasta que tengas noticias de mí, pero hasta entonces no quiero que dejes de pensar en lo que hemos hablado hoy...no se como serán el resto de amantes de Dragonia, pero de todos los aprendices tú eres el que más me gusta y no descanzaré hasta hacerme con tu virtud.-

 

Me besó nuevamente, yo estaba demasiado cansado, despues de correrme sentí todo el peso de la noche, pero aquellas palabras retumbaron en mi cabeza incluso en sueños.


Deseé que el sol no volviera a salir nunca.

 

 

 

 

 

Notas finales:

oh que bonito!! bueno este capitulo era bueno pero el siguiente es mucho mejor...me encanta este palacio xd


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