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Keep On Smiling por kaleido_dance

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Notas del capitulo:

Este es el segundo capitulo, e bastante gracioso creo yo, mi personaje preferido es shootie, es divino, tan salidorro y friki!!! 

 

2

 

A la Captura del Ángel

 

 

 

De forma inevitable acabó el curso; sonrisas, llantos, despedidas, promesas… Todos esperaban con ansias las vacaciones de verano, dos meses enteros para no hacer nada, para relajarse, para divertirse…pero Ken Sakurakoji no esperaba pasarlo nada bien.

 

Las vacaciones para él representaban recorrer el mundo junto a sus padres, yendo de conferencia en conferencia y saludando gente importante que le correspondia el saludo en idiomas que él no había escuchado nunca, aunque sabía mucho inglés, se limitaba a decir “Ken Sakurakoji, nice to meet you” como quien recita las tablas de multiplicar.
Aquella última tarde de instituto no pudo ver de nuevo a su angel, pero demás esta decir que cada día se sorprendía a si mismo pensando en él.

 

Rui Takato por su parte admiraba a Ken y durante las vacaciones continuaba jugando al basket para poder algun día ser tan bueno como su ídolo, los veranos los pasaba en el colegio mismo, su padre estaba pasando por una terrible situación económica, la que arrastraba desde que murió su mujer, dejando un marido destrozado y un niño de 5 años huérfano de madre.

 

Rui supo crecer sin madre, y con un padre que a pesar de amarlo no encontraba tiempo suficiente para estar con él, en sus años prosperos había pagado por la educación de su hijo para los proximos 20 años, primaria, secundaria, instituto y universidad incluidos, y pasando los veranos en la residencia sakurakoji haciendo deportes y repasando para el curso siguiente. Los fines de semana iba a casa a visitar a su padre.

 

Y aconteció un día en que Ken Sakurakoji fue llevado por su padre al instituto para solucionar algunos problemas de la administración, y grande como las instalaciones de la institución misma fue la sorpresa que se llevó al ver a su precioso angel dirigiendose a una clase estival de repaso. Su corazón dio un vuelco de la emoción, y sin dudarlo se dispuso a idear una estrategia para abordarlo en cuanto la clase terminara y así…

 

En este punto sus reflexiones se detuvieron en seco. ¡Él, Ken Sakurakoji, estaba urdiendo un plan para conquistar a un niño, a un ser de su mismo sexo, a un igual…! Pensó en Shootie, se burlaría de él por haberlo tachado de marica toda su vida cuando el mismisimo Ken comenzaba a inclinarse hacia el otro costado.

 

Pero lo peor no sería la venganza de aquellas burlas, sinó que los hasta ahora escasos y poco trascendentales intentos de seducción hacia su persona se verían exageradamente incrementados y mucho más pervertidos que nunca. Por tanto el plan era mucho más arriesgado de lo que se había imaginado, era necesario llevar a cabo la estrategia sin que Shootie se diera cuenta de nada.

 

La sola idea de peligro y prohibición aceleraba su ritmo cardíaco y estimulaba todos sus sentidos…Y así, luego de repasar mentalmente unas diez veces el plan se preparó a conciencia para el esperado momento.

 

¡Rrrriiiiiiiiiiiiiiiiiing!!! “¡La campana…hora de poner en marcha el plan!” Ken aguardó a que hubieran salido los pocos alumnos que conformaban la clase, y cuando Rui hizo su aparición se le plantó delante sorpresivamente y se presentó. La reacción del niño fue un tanto exagerada, se llevó un susto tan grande de pronto que tropezó con un escalon que había detrás y se golpeó la cabeza contra una pared. Al instante cayó aturdido en brazos de Ken.

-¡Niño....oye niño ¿estas bien...?!- Ni siquiera sabía su nombre, pensó en llevarlo a la enfermería, pero entonces le acusaría de haberle dado ese susto de muerte y posiblemente lo odioaría toda su vida. Decidió seguir con su plan y llevarlo a su despacho privado para hablar un poco con él, así podría intentar disculparse por el accidente. Cargándolo como a un saco de patatas se lo echó al hombro y corrió escaleras arriba intentando no cruzarse con nadie, por fortuna la escuela estaba practicamente desierta.

Así llegaron al tercer piso, en la puerta de su despacho se podía leer unas letras doradas que decían:

 


SAKURAKOJI K.


PROHIBIDA LA ENTRADA AL ALUMNADO, AL PERSONAL NO AUTORIZADO Y A TODO INDIVIDUO AJENO A LA ADMINISTRACIÓN.

 

 

Una vez dentro, Ken sentó a Rui en un lujoso sofá de terciopelo negro y le abofeteó suavemente la cara para que volviera en sí, pero no obtenía más que balbuceos. Entonces se desesperó. “¿Qué hago ahora? se me ha quedado incosciente, puede que hasta tenga un derrame cerebral o algo…¿y si se muere de pronto…?” No, no podía permitirlo, la primera vez que sentía algo tan repentino y violento por alguien no podía acabar así de mal, al menos desearía probar sus labios, su calor...lo que fuera...

El corazón le palpitaba en los oídos, los labios se le humedecieron involuntariamente, clavó su mirada en aquella boquita pequeña y tierna, entreabierta, en su interior asomaba timida una lengua rosada y virgen.

Despacio y con cuidado rozó sus labios con los suyos, muy suavemente, no se atrevía a adentrarse en su boca. Jamás se había intimidado delante de ninguna chica a la hora de dar un beso, ¿porqué delante de aquel niño no podía reaccionar con normalidad?

 

“¡Valor!” se dijo a sí mismo y cerrando los ojos y acercándose más, unió sus labios con los de él y se introdujo en su boca. Intentando contener los nervios, de forma muy apasionada, casi brusca, devoraba los labios vírgenes del niño, acariciaba su lengua con la suya, revolvía sus dorados cabellos y recorría su espalda con la mano…¡Era increíble! nunca había besado a nadie con tanta dulzura, su delicado cuerpo era cálido y frágil, temblaba; podía sentir como el chico le correspondía, oía suaves y enternecedores gemidos…

 

Por fin parecía que la criatura había vuelto en sí, aunque ahora parecía aterrado y su precioso rostro estaba completamente rojo, tamblando se llevó una mano a los labios sin dejar de mirar a Sakurakoji, quien respiró aliviado al ver que no se había muerto ni tenía lesiones cerebrales.

-Sa…sa…sa…sa…sa…sa…sa…sa…sa…sa- decía el chico mirando fijamente a Ken, como hipnotizado, rojo como un tomate y despeinado daba una imagen muy graciosa.

 

-¿Sa?- Ken se apartó un poco temiendo haberlo traumado.

 

-Sa….sa…sa…¡Sakurakoji Sama!- Dijo al fin, y como si hubiera recuperado, ademas del habla el resto de facultades que había perdido momentáneamente

- Lo siento, tuve que besarte…no…no pude despertarte de otra forma…- Ken intentó excusarse – Yo…necesito hablar contigo, quisiera saber cómo te llamas. – y dedicandole una sonrisa aguardó una respuesta.

 

Rui, muy timidamente se quitó las manos de la boca, aún más rojo que antes y evitando la mirada de su interlocutor procuró articular su nombre:

 

- Takato Rui…voy…voy a segundo de instituto- susurró con gran esfuerzo.

 

-El año pasado nos vimos un momento pero no pude conocerte como hubiera querido, me llamo Ken sakurakoji.

 

Y cogiendole la mano temblorosa se la estrechó cálidamente, pero un instante después su mirada se había vuelto mucho más seria, un terso rubor asomaba en sus mejillas, cogió entre sus manos las pequeñas manitas del niño.

 

- Rui, yo…yo…- intentó decir cuanto sentía en aquel momento pero desgraciadamente un portazo seguido de los más estridentes chillidos destrozaron el ambiente que tan duramente había conseguido crear. Era shootie.

 

-¡¡Ken, caro mio, tuve que volver a por unas cosas que me había dejado el mes pasado y escuché que andabas por aquí…!!-

 

Pero detuvo su griterío en cuanto se percató de la presencia de Rui y de la polémica pose en que estaba sentado junto a su Ken, pero en lugar de estallar en una rabieta como cada vez que descubria a su amigo con alguna chica en plan romanticón, él mismo se lanzó a estrecharlo en un abrazo mientras volvía gritar.

-¡¡Kyaaaaa…!!!¡¡¡Qué monada, ¿Quién es?¿un primito tuyo?¿Porqué no me lo presentas? Que egoísta…te lo has tenido escondido todo este tiempo…con lo que me gustan a mi los niñooos…!!!!-

 

-¡Imbécil! ¡Te he dicho mil veces que no entres en mi despacho sin llamar!-

 

Ken, hecho una furia apartó de un golpe las manos de shootie de sobre el pequeño y asustado Rui, y abrazó a este contra su pecho, protegiéndolo, entonces se le ocurrió una idea brillante

 

-¡..Y no vuelvas a tocar a mi primo Rui…que no quiero que me salga parecido a ti!- Ken, muy disimuladamente, guiñó un ojo al chico mientras Shootie se sentaba a su lado en el sofá, quejándose, para variar.

 

-¡Pero que malo eres, ni que le hubiera metido mano…!- y ya cambiando de postura completamente y con una radiante sonrisa añadió señalandose la cabeza

 

- ¡Por cierto, ¿te has fijado en mi pelo? Ahora lo llevo blanco plateado! ¡¡¡Mola muuuuuuchoo!!! ¿te gusta, eh? ¿no crees que parezco una de esas hadas de las nieves o algo parecido?...Es que ya me había cansado de aquel rubio tan aburrido, ahora todo el mundo va de rubio, pero nadie va de blanco plateado…-

 

Rui, quien a cada palabra estaba más asustado, obrservó la figura de quien había entrado, y se dijo a sí mismo que nunca había visto a nadie con unas pintas parecidas en sus 15 años de vida.

 

Aquel personaje tenia la piel de un precioso color dorado, llevaba el pelo blanco con mechones plateados por todos lados y un exagerado flequillo que le caía sobre medio rostro, por no decir que se entreveían en su melena diminutas trenzas acabadas en bolitas de metal.

Pero lo más sorprendente era su decoración, se había tatuado una estrella del tamaño de una canica en la mejilla que no estaba tapada por el pelo, justo debajo del ojo, y aquellos ojos…¡Qué ojos! los llevaba delineados en negro y tan cargados que las pestañas parecían postizas, los parpados eran blancos como la nieve y como el piercing que llevaba en el labio inferior.
En su cuello resplandecía una gargantilla negra con tachas de metal, y varios colgantes de diferentes medidas y con objetos grandes colgando.

Pero nada podía igualar en extravagancia a su ropa. Llevaba una camisa transparente y medio desabotonada, enseñando otro piercing en el ombligo que era ni más ni menos una flecha apuntando hacia abajo y en la cual se leían las letras “HEAVEN” en vertical. Debajo de la camisa se veia perfectamente lo que a todas luces era la parte superior de un bañador de chica, de color negro. Unos tejanos tambien negros, ajustadísimos y sujetos con un cinturón lleno de pinchos junto con unas converse blancas, acababan de completar el atuendo del personaje.


Y justo cuando Rui creía que no podía ver nada más, descubrió a ambos lados de sus caderas, sobresaliendo de debajo del pantalón, dos cadenas que sin duda eran los tirantes de un tanga diminuto.

Ken también miró a su compañero de arriba abajo deteniendose exclusivamente en el detalle de las cadenas.

-Cada día eres más marica…¿cuando comenzarás a vestirte acorde a tu edad, y a tu posición social? –


- ¡Ken, no digas eso ¿Qué va a pensar el niño de mi?! Pero tu, pequeño no creas que soy como él dice, es que ahora en un rato voy a una cita y hoy me vestido como para lucir en Shinjuku, pero ya verás que normalmente no llamo tanto la atención… Por cierto me llamo Ryotaro, pero tu puedes llamarme Shootie, ¿ok?-

 

Y diciendo esto extendió una mano hacia el chico para que se la estrechara.

- Ta..takato Rui, un placer…-Contestó el chico timidamente mientras estrechaba su mano.

- Y dime, rui, ¿estudiarás aquí este año?, porque si tienes algún problema sabes que puedes contar con Shootie para lo que sea, y si algún día te sientes solo sabes que mi habitación…-


-¡Ya es hora de que Rui se vaya!- interrumpió Ken repentinamente y cogiendo a Rui por los hombro los llevó como a un saco de patatas hacia la puerta y dejando allí, le susurró al oído un “Aléjate cuanto puedas de él” y tras un dulce beso en la mejilla cerró la puerta en sus narices.

 

A todo esto Rui estaba muy confundido, primero Sakurakoji Sama se le plantó delante dandole un susto de muerte, luego se encontró besandose con él…entonces sin darse cuenta se llevó los dedos a los labios, los labios que había besado Sakurakoji Sama, su primer beso…¡y con Sakurakoji Sama! una traviesa sonrisita asomó a sus mejillas sonrosadas y corriendo se fue a los dormitorios prometiendose a si mismo no contar a nadie nunca sobre lo sucedido.

 

 

 

 

Notas finales:

Y no te pierdas el proximo capitulo de Keep on smiling, la primera escena de Lemonnn!!!!


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