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Keep On Smiling por kaleido_dance

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Notas del capitulo:

Kyaaaa!! que bueno que le guste a aguien!! ya pondré algun dibujo de la pareja...en este capi empieza a despuntar el lemon!!! Siii!! ya tengo ganas de subir de tono!! Lean lean!!

4

 

¡Shhh! ¡Será un secreto!

 

 

 

El primer día del nuevo curso sorprendió a Rui Takato, de segundo de instituto, con una inesperada nota en el interior de su pupitre que decía lo siguiente

 

Nos vemos a la hora del almuerzo en mi despacho.

 

Ven solo, quiero hablar contigo.

 

K. S.

 

Rui sintió arder sus mejillas, Sakurakoji Sama quería verlo, después de todo lo que había pasado aquel día en verano, estuvo pensando en ello desde entonces, no sabía que pensar, que hacer ni mucho menos si contárselo a su mejor amigo Seiji. Mientras pensaba en esto una mano rápida y ágil le arrebató la nota de la mano y la leyó en voz alta, para luego preguntar:

 

 -¿Quién es K. S.? –

 

Seiji Nomura escudriñaba a su amigo mientras agitaba el papel delante de sus narices.

 

-¿Y porqué estas tan rojo?¿Te encuentras bien Rui?-

 

Su amigo puso una mano en la frente del pequeño Rui para medir su temperatura.

 

-No es nada importante…es…es que la nota…esa nota es de…de…de mi profesora de repaso, ella es muy rara y suele dejar notas en los pupitres de sus alumnos je, je, je…bueno supongo que tendrás que almorzar sin mí hoy…-

 

 Rui sabía que no era de su profesora aquel mensaje pero no se atrevía a decir que él se encontraría a solas con el máximo ídolo de su mejor amigo, con quien aquel verano se había dado su primer beso. Procuró pensar en cosas menos vergonzosas para que se le quitara el color de las mejillas pero fue el profesor quien lo salvó del apuro dando comienzo a la clase.

 

En cuanto sonó la campana Seiji ya ni se acordaba de la nota y Rui estuvo durante esa y las siguientes horas de clase reflexionando sobre si ir o no al despacho de Sakurakoji Sama…¿Y si lo besaba de nuevo? Se descubrió a sí mismo sonrojado y con el corazón acelerado considerando la posibilidad de tan increíble acontecimiento…

 

pero por otro lado él era un hombre, a los hombre no les gustan los hombres, les gustan las mujeres y Sakurakoji Sama era un hombre que según se rumoreaba había estado ya con varias chicas. Por otro lado temía que lo ocurrido en las vacaciones no hubiera sido más que un malentendido y ahora intentara amenazarlo para que lo mantenga en secreto…

 

No podía saberlo, sufrió mucho por la intriga hasta que llegó finalmente el momento de afrontar sus temores y habiendose despedido de Seiji se dijo a sí mismo “¡Ánimos, Rui!” y con paso firme se dirigió al despacho. Sin embargo al llegar a la puerta no se atrevía a llamar, con la mano alzada preparada para golpear la madera, hecho un manojo de nervios, rojo como un tomate y temblando de pies a cabeza agradeció que en aquel pasillo no hubiera nadie para reírse de él. No sabría decir cuantos minutos estuvo paralizado delante de la puerta hasta que esta se abrió sola y la cabeza de el mismisimo Sakurakoji se asomó por ella.

 

-¿Porqué no entras de una vez?-

 

Le preguntó luego de unos segundo de observarlo allí de pié, temiendo que se le hubiese vuelto a quedar de piedra.

 

-¡Si…Sakurakoji Sama!-

 

y diciendo esto entro timidamente en la habitación. Ken, luego de inspeccionar que nadie los había visto, cerró la puerta detrás de ellos y echó el cerrojo.

 

 -Ven, siéntate aquí.-

 

Ken condujo a Rui al mismo sillón en que lo había besado la vez anterior, allí ambos se sentaron dejando cierta distancia entre ambos. Rui, rojo como la corbata del uniforme, clavó su mirada en el suelo y apoyó las manos en las rodillas, esperando a que el otro rompiera el silencio. Y así fue.

 

-Bueno…¿Cómo has pasado las vacaciones? ¿pasas cada verano en la residencia?-

 

-Sí..bien, gracias, suelo jugar al basket y repasar, soy gran admirador tuyo y siempre voy a animarte a los partidos…-

 

Rui se atrevió a mirar a Ken a los ojos

 

–Cada verano estoy aquí, porque mi padre trabaja mucho y le es difícil cuidarme…aquí no me aburro.-

 

 Ken por un momento se quedó hipnotizado por la expresión del niño, sus grandes ojos azules, aquella blanca piel, sonrosada en las mejillas, la boca tierna y rosada, la nariz pequeña y con pequitas, aquellos mechoncitos dorados enmarcando su rostro...¡Cuan grande fue el esfuerzo de el heredero Sakurakoji para contener la baba que amenzaba con caerle de la boca vulgarmente!

 

“¡Contrólate, Ken, eres un hombre hecho y derecho, mantén la postura!” y acercándose más al chico le dirigió unas palabras bien preparadas y que llevarían la conversación hacia el punto previsto:

 

-gracias por poyarme en los partidos…pero ¿Sabes? yo no he tenido un verano demasiado agradable.-

 

 y con la mirada seria y la vista clavada en los ojos del niño se le acercó aún más, con cuidado.

 

-No…no he podido dejar de pensar en…-

 

guardó silencio un momento mientras calculaba todas las soluciones de emergencia ante cualquier posibilidad de reacción inesperada por parte del chico. Y viendo con regocijo que las tiernas mejillas se encendían aún más se atrevió a coger una de las pequeñas y temblorosas manos de Rui, para luego acabar su frase

 

-…dejar de pensar en ti, Rui.-

 

y muy, muy, muy lentamente acercó su boca a la suya, acariciando delicadamente sus labios al mismo tiempo que soltaba sus manos para abrazarlo por la cintura. Esta vez ken no se sintió intimidado por que su presa fuera también un hombre, sino al contrario, el gusto por lo prohibido excitaba todos sus sentidos. Rui al sentir aquel beso, tan inocente, sin lengua, solo con caricias dulces y cálidas, se dejó llevar sin resistirse, cerrando los ojos y abrazandose al cuello de Ken.

 

Se sorprendió al sentir la suavidad de los cabellos de Ken, negros y lacios, caían por su cuello con una sensualidad de infarto, pudo sentir el calor de su piel debajo de la fina camisa blanca y no supo porqué pero se sintió extrañamente contento de poder tocar a su ídolo.

 

Ken al ver que el pequeño aceptaba su beso se atrevió a más, introdujo la lengua en su boca y alzandolo con mucha facilidad lo sentó en su falda pegándolo a su cuerpo, acarició sus cabellos, su nuca suave y cálida, su espalda, su cintura…le costaba creerlo pero se estaba excitando rápidamente y de una forma que no había sentido nunca.

 

 Decidió parar para no llegar a extremos indeseados, el niño al sentir que la lengua de Ken lo abandonaba en un intento por recuperar el beso apresó él mismo la boca del otro con la suya, pero cuando supo lo que estaba haciendo se detuvo de inmediato y muy sonrojado se llevó las manos al rostro para cubrirse de la mirada de Ken. ¡Lo había besado! ¡y además le había gustado…y mucho! no lo podía creer, él un niño inocente, que nunca había hecho nada parecido ni siquiera con chicas ¡ahora estaba morreándose con otro hombre!

 

Ken le hizo quitarse las manos y le obligó a mirarle a los ojos.

 

 -Me gustas mucho, Rui, quiero que seas mío…solo mío-

 

 lo volvió a besar tiernamente ante la mirada sorprendida del pequeño, quien apenas podía creer lo que ocurría.

 

-¿Qué dices?¿No te gustaría ser mi amigo especial?-

 

 y mirándolo atentamente esperó una respuesta, acariciando su espalda con suavidad.

 

-¿Si somos amigos me enseñarás a jugar al basket?-

 

Rui muy sonrojado aún, no estaba seguro que lo que significaba aquello pero no le importaba, él quería estar con la persona que más admiraba en el mundo.

 

-Bueno, sí…-

 

Ken intentó complacer al chico pero este al oír el sí esbozó una gran sonrisa y visiblemente más entusiasmado preguntó:

 

-¿…Y también jugaremos a la playstation e iremos a parques de atracciones y todo eso? –

 

-Bueno sí…pero-

 

al ver que Rui no entendía mucho lo intentaba decirle Ken procuró aclararle los terminos y condiciones de una “amistad especial”

 

 -…pero los amigos especiales hacen más cosas…cosas especiales y agradables…Pero no podrás contarle a nadie sobre tu nuevo amigo especial, a NADIE ¿entiendes?-

 

 -¡Sí!

 

-Será un secreto, ¿vale? y lo que hagas conmigo no podrás hacerlo con nadie más, serás solo MI amigo especial, ¿de acuerdo?-

 

-¡Sí!

 

 Y dicho y hecho Ken volvió a besar a Rui, con lengua y todo, acarició las nalgas del chico pero este se sorprendió y rompió el beso un poco asustado.

 

-Tranquilo, te gustará no tienes porqué preocuparte, si no quieres no haré nada que a ti no te guste…-

 

y volviendo a abrazarlo lo sentó en su falda nuevamente pero ahora con la espalda recostada en su pecho. Rui se dejó hacer calmado por las caricias tan cariñosas que recorrían su cuerpo.

 

 Ken besó su cuello y aspiró el aroma suave a champú que desprendía su cabello, no llevaba colonia pero el olor dulce de su piel y su transpiración de niño eran lo más erótico que había sentido nunca, podía sentir bajo la camisa el cuerpo tibio y blando, frágil entre sus manos.

 

Buscó su boca una vez más y besó aquellos tiernos labios que él mismo había desvirgado. incentivado por los tímidos gemidos del chico Ken se atrevió a desabrochar los botones de la camisa, aflojando la corbata roja de su cuello, dejó al descubierto su precioso pecho infantil, y muy cuidadosamente dirigió sus dedos hacia los pezones rosados y tiernos, tiesos, provocaban deseos de morderlos.

 

Mientras su boca devoraba el cuello y una de sus manos jugueteaba con el pezón izquierdo, la otra mano la fue deslizando por el abdomen hacia la entrepierna, sin atreverse a tocar nada la colocó en las caderas de momento, esperando a reunir el valor para…

 

 

 

 ¡pero justo en ese momento la puerta se volvió a abrir de forma repentina y violenta en medio de un montón de chillidos y gritos estridentes!

 

-¡¡¡Kyaaa, Ken, caro mío, esta mañana me he quedado dormido…tendrías que haber venido a levantarme como me merezco…!!-

 

pero en cuanto shootie vió lo que tenía frente a sus ojos tuvo que detener su griterío para reflexionar.

 

Y es que viendo a Ken, sonrojado, con el pequeño Rui sentado en su falda, con la corbata deshecha, la camisa abierta, con los pezoncitos al descubierto, el pelo todo alborotado y rojo como un tomate (característica principal del personaje), el recien llegado no pudo más que sospechar cosas de lo más marranas…

 

 -¡¡Ken, vaya por Dios, no creí que fueras tan desalmado como para aprovecharte así del pequeño de tu primito…!!!-

 

 y horrorizandose exclamó

 

–¡¡¡Esto es INCESTOOOO!!! ¡¡Cuando se lo cuente a tu madre…ay, Ken, si es que de verdad tenías tantas ganas hubieras venido conmigo que sabes que yo siempre estoy dispuesto a…!!!-

 

Pero Ken no se hizo esperar, quitándose a Rui de encima de un empujón, le hizo la corbata de nuevo, le abrochó la camisa lo más rapido que pudo y le arregló el pelo como una madre peina a su pequeño retoño, y todo esto gritando enfurecido:

 

-¡¡¡Que no, idiota, ¿n..no ves que no estamos haciendo nada?!!! ¡¡es solo que Rui se sentía algo mareado y yo le estaba…lo estaba refrescando un poco…!! ¡¡Y CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ENTRARAS A MI DEPACHO SIN LLAMAR!!!-

 

Y cogiendo a Rui por los hombros lo llevó a la puerta, le susurró un “recuerda: será un secreto, ¿vale?” y con una palmadita en el trasero lo empujó fuera, le dio un fugaz beso en la boca y cerró la puerta.

 

 Allí parado Rui podía sentir el griterío de dentro, aún no creía que todo aquello hubiera ocurrido de verdad, sintiendo todavía las caricias de Ken en su piel, la humedad de su boca, su aliento, su calor…con una risita nerviosa se fue corriendo de allí, ahora si que necesitaba refrescarse con un buen baño.

 

 

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

No olviden dejar reviews, espero que les haya gustado!! muy pronto la continuación y más lemon...chan!!! subiendo de tono!!!


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