-Kai- se acomodo la máscara algo nervioso- Mira te presento a Gaara… es el hijo del Kazekage y nos enseñara a cómo usar las gemas- dijo mientras ponía una mano sobre el hombro derecho de este en forma de compañerismo
-¡¿Ah?!- estaba confundido, hijo del Kazekage, usuario de una gema y ¿Qué era de Sasuke?
-Gusto en conocerte- Gaara extendió su mano y una sonrisa en su rostro, Naruto tardo en reaccionar pero le devolvió el saludo. Todavía estaba algo conmocionado puesto que era una buena noticia el que pudiera alguien enseñarles a usar las gemas, pero no le agradaba el rápido acercamiento que tenia con Sasuke, se sentía amenazado ¿Pero de qué?
-“De que te lo quiten”- dijo una voz femenil dentro de él.
-“No es algo que me pertenezca”- contesto el rubio.
-“Tu corazón no piensa eso”- siguió insistiendo aquella hermosa voz.
-“Mi corazón no sabe lo que piensa”- siguió a la defensiva.
-“Tú eres el único confundido”- sonó enojada.
-“Y tú no conoces nada”- se estaba enojando.
-“Eres ingenuo”- la voz sonó más suave y casi estaba desapareciendo, Naruto ya no dijo nada, no sabía de dónde había salido aquella voz pero le era conocida, sin pensar en nada mas Gaara les dirigió a un espacio grande donde podían entrenar sin interrupciones Naruto solo observaba como Sasuke le hablaba con mucha confianza a aquel rubio; y en esta ocasión el era el callado ya que se sentía fuera de lugar.
-¿Tienes gemas, Sasuke?- el rubio abrió desmesuradamente sus ojos no creía lo que había escuchado, no referente a la gema sino como le había llamado Gaara, sabia el verdadero nombre del Uchiha.
-¿Puedo hablar contigo?- Naruto se acerco a Sasuke para que le oyese.
-Claro… espera un momento Gaara- Sasuke se alejo junto con Naruto para poder platicar sin restricciones.
-Se puede saber ¿Qué paso?- se oía enojado, muy enojado.
-¿A qué te refieres?- las mascaras impedían que ambos vieran sus expresiones faciales así que costaría trabajo definir sus emociones, tendrían que valerse de el tono de voz.
-¿Por qué ese tío sabe tu verdadero nombre?- el rubio se acerco mas a Sasuke.
-Porque yo se lo dije… es una buena persona así que me sentí en confianza para decírselo… tu deberías hacer lo mismo, además se está tomando la molestia de enseñarnos a usar las gemas… si en verdad tenemos esa capacidad él es el único que nos puede ayudar- se oía orgulloso de decirlo, el Namikaze no se podía creer que el tal Gaara lograra obtener la confianza plena del Uchiha con tan solo estar unos momentos con él, además estaba a “eso”… el acercamiento que tuvo Sasuke con Gaara no era algo que le agradara y ahora con esto menos le agradaba.
-¿Pero qué tal si es una trampa?... el descuidado debería ser yo… pero estas siendo tu el que baja la guardia- justificar su enojo de alguna manera era lo que Naruto tenía planeado pues era tanta la rabia en su interior que no podía contenerla y debía sacarla de alguna manera.
-¿Qué parte de “es hijo del Kazekage” no entendiste?- el Uchiha estaba extrañado con el comportamiento del rubio, si hubiera tenido la oportunidad de conocerlo mejor sabría qué es lo que tenia pero gracias a su gran estupidez, que jamás se iba a perdonar, no tendría esa oportunidad.
-A mi no me da confianza… así que te prohíbo decirle mi verdadero nombre- le apunto con un dedo y Sasuke agradecía tener su máscara pues el dedo del rubio amenazaba con picarle un ojo.
-Si no quieres decirle, está bien… yo no diré nada, pero al menos compórtate cuando estés con el… porque lo creas o no el siente lo cortante que estas siendo- Sasuke se oía enojado, pero ¿Cómo no estarlo? Si Naruto estaba agrediendo al que fuera su primer amigo en la aldea de Suna.
El pelinegro se acerco rápidamente a Gaara para decirle que empezaran con el entrenamiento; el pelirrojo asintió y empezó a explicarles todo cuanto sabía del arte ya que su madre había sido la primera y única habitante de la aldea que logro dominar las artes. Pero como todo gran enigma la manipulación de las gemas tenía un secreto.
-El chakra también es vital para esto… digamos que es un tributo para la bestia invocada que ustedes les den chakra… al implantarlo en la gema, la bestia le devora y como agradecimiento al alimento ofrecerán sus servicios a ustedes- Gaara extendió su mano y de su palma salía una pequeña llama pero era de un color arena- al ser ANBU ya sabrán dominar al menos el 90% de su chakra ¿no?
-No lo dudes- dijo Naruto pero esta vez con algo de emoción pues aquella pequeña llama representaba el chakra de Gaara, lo que significaba que el también podía hacerlo y deseaba hacerlo.
-Bien, como mi padre ya les ha explicado… las bestias son encarnaciones en sus cuerpos, es decir, las bestias viven dentro de su alma y la gema es una especie de médium que les ayuda a transportarse en este mundo.
-¿ah?- Naruto no entendió nada, la explicación científica del pelirrojo no era muy clara para él.
-Mira- comenzó a dibujar en la arena lo que parecía ser un mapache y a el mismo- Esto no es como una técnica de invocación, en ella se necesita hacer un contrato con sangre con algún animal en especifico… pero el caso de las gemas es muy distinto… tu mismo eres la bestia, por decirlo de alguna manera yo soy este mapache en forma humana pero para traerlo a su forma original utilizo la gema… ¿Comprendes?
-Lo esencial- fue la única respuesta del rubio, Gaara se sintió satisfecho y siguió con su explicación ya que si en verdad esos dos chicos podían invocar posiblemente tendrían grandes habilidades, esto podía deducirlo por la gran cantidad de chakra que ambos tenían en su interior.
-Bien el primer paso será que me enseñen su chakra… intenten concentrarlo en su mano- una vez más el shinobi de Suna les mostro su pequeña llama de chakra color arena. Sasuke y Naruto rápidamente empezaron a concentrar su energía en la palma de su mano, no sería tan difícil ¿O sí? Era casi como trepar arboles.
Pasaron unas cuantas horas antes de que Sasuke pudiera sacar su chakra de una forma definida, puesto que las otras veces intentadas solo salía lo que parecía ser un humo de color azul con el contorno rojo. Y según la explicación de Gaara saber tu tipo de chakra es necesario para poder saber qué tipo de bestia saldría de la gema (la cual todavía Sasuke tenía que conseguir). Su chakra sacaba pequeñas extremidades como pequeños rayos, sin embargo eran rojizos mientras que el centro de esta llama permanecía de un tranquilo color azul.
-Muy bien Sasuke… manipulas dos tipos de chakra… fuego y rayo- comentaba el pelirrojo mientras golpeaba suavemente con su palma la espalda del Uchiha. Naruto les ignoraba por completo, no tenía derecho de reclamarle nada a Sasuke pues no eran nada y el podía tener los “amiguitos” que quisiera. Poco después fue Naruto quien lo logro, el de él era una hermosa esfera azulina con el centro de un color blanco puro.
Gaara iba a felicitarle pero antes de poder acercarse el chakra que Naruto tenía en su mano empezó a desbordarse, el rubio intentaba pararlo pero era imposible había perdido el control total sobre su cuerpo, su chakra parecía agua que se filtraba por los huecos de sus dedos y caía al suelo pero esta vez pasaba de una manera desmesurada. Sasuke intento acercarse para ayudarle pero una fuerte ráfaga de viento le alejo; el viento poco a poco fue encerrando a Naruto que luchaba por detenerse. La piedra que su padre le había regalado empezó a brillar con mucha fuerza y fue en ese instante que la fluidez paro y el chakra lentamente fue regresando al cuerpo del rubio.
Cuando el chakra hubo desaparecido, todos se quedaron quietos, con un gran asombro plasmado en sus rostros ¿Qué había sido eso? Gaara nunca había visto cosa igual. Naruto estaba algo agitado, la respiración le empezaba a faltar poco a poco la hiperventilación comenzaba pero el rubio luchaba para que no pasara.
-Naruto… ¿Cómo te encuentras?- era obvio que nada bien pero a Sasuke o se le ocurría otra mejor pregunta el rubio solo volteo a verle; clavar esa azulina mirada nuevamente en la vacía de su compañero. No podía hablar por más que quería no podía y tampoco debía, algo en su interior le decía que mantuviera la boca cerrada pero no sabía el que. Sasuke le agarraba por la espalda de los hombros, temiendo a que llegase a desmayarse. Gaara fue en busca de un medico por si las cosas se complicaban.
A Naruto su vista empezaba a nublarle, sus pies empezaban a fallarle, su cuerpo se sentía en verdad muy pesado y de repente de hundió en un oscuridad total; no sabía cuánto tiempo había pasado si solo unos minutos o unas cuantas horas pero por más que lo intentaba no podía despertar. Además ahora su cuerpo se sentía bastante ligero y de repente una pequeña pero tenue luz le saco de toda esa oscuridad.
-¿Dónde estoy?- Naruto se fue levantando poco a poco, ya que la luz se hacía cada vez más grande.
-Te encuentras en las profundidades de la tierra- el rubio abrió desmesuradamente los ojos por dos razones, una era por la respuesta dada y la otra por que la chica que le había contestado parecía ser su mismo reflejo pero en versión femenina y sin sus marcas en las mejillas.
-¿Qui… quien eres… tu?- no cavia de su asombro, aquella hermosa joven le tenía un parecido asombroso si no fuera porque sabía de sus orígenes hubiera creído que era alguna gemela perdida.
-Me llamo Sora… y tu Naruto… eres yo.
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Sakura se movía de nuevo hacia la habitación donde las estatuas se encontraban, tenía un presentimiento pero no sabía si era bueno o malo, solo lo sentía y también la opresión en su corazón. Se acerco a la estatua con forma de mujer y pudo ve que la gema residida en su pecho estaba brillando fuertemente a tal punto de iluminar mitad de la habitación como si fuera el sol de mediodía. Aquel hermoso zafiro en forma de gota llamaba a alguien y Sakura sabia a quien.
-Yoru- al instante el joven de ojos distintos hizo su aparición.
-¿Se le ofrece algo?- pregunto respetuosamente, cosa que siempre hacia enfadar a la pelirosa.
-Quiero que vayas a Suna… averigua lo que pasa y si “eso” ocurre ponlo a prueba- uno de los delgados dedos de la chica empezó a acariciar la hermosa gema de esmeralda que residía en su cuello.
-Como usted ordene- al terminar de decir eso desapareció. Sakura se quedo inmóvil en ese mismo lugar, con la mirada inexpresiva como siempre. Desde hace mucho tiempo que había perdido la razón de ser ella misma; solo servía para cumplir esta misión que desde hace siglos le fue encomendada.
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Naruto utilizaba todas sus capacidades mentales para poder resolver esto, ¿él era la chica y la chica era él? ¿Cómo estaba eso? No entendía en lo más mínimo esto, la joven llamada Sora se acerco lentamente a Naruto pero este retrocedía los mismos pasos.
-No tengas miedo Naruto… todo tiene una explicación- Sora intentaba tranquilizarlo pero Naruto no escuchaba, pues su mente estaba todavía adentrada en las palabras que anteriormente la rubia le había dicho.
-No te acerques- las palabras por fin podían desplazarse por sus cuerdas vocales para poder hablar, la chica obedeció y paro. No quería hacer nada que alterara más al rubio de lo que ya estaba lo que menos quería era que se echara a correr por el camino oscuro que estaba tras él.
-Tranquilo… déjame explicarte las cosas- sus voz era tranquilizadora pero no podía ocultar un toque de ansiedad.
-Pues explica… porque no entiendo nada- Naruto era un chico muy conocido por su inevitable curiosidad por las cosas, siempre intentaba encontrarle una explicación a todo lo que le sucediera por lo mismo no podía evitar ser atraído por la historia que “su gemela imaginaria” (como él le había nombrado mentalmente) le iba a contar.
-Como ya te había dicho mi nombre es Sora… antigua y ultima líder de los Taiyō- los ojos de Naruto amenazaban con salir de sus orbitas, si estaba en un sueño era uno extraño y genial a la vez puesto que se hallaba frente a, la que según los escritos de los antiguos era, la líder más poderosa que había tenido el clan en muchas generaciones.
-Sora- Naruto se acerco lentamente a la chica, esta no se movió ni un solo milímetro ya que estaba logrando tener la confianza necesaria de Naruto para que pudiera explicarle mejor las cosas. Tenía que saber todo de todo… de nada a algo.
-Sígueme Naruto- la chica se dio media vuelta y para mas sorpresa del rubio se abrió una pequeña puerta de la cual se podía ver que dentro estaba todo envuelto en llamas, eso hizo que dudara en entrar pero al ver la mirada tranquila de la chica le siguió, su mirada se parecía mucho a la de su madre cuando sabia que algo saldría bien o no había ningún peligro.
-¿Qué es este lugar?- viera por donde le viera, todo era de llamas incandescentes, las rocas estaban a un rojo vivo y no se veía nada en la parte superior.
-Es el mundo infernal… de donde el clan Taiyō encarnaba hacia el mundo humano- Sora caminaba despreocupadamente mientras que Naruto tena dos espirales en vez de ojos puesto que no entendía nada, eran cosas muy complicadas, al menos para él.
-¿Ah?
-Veras, tu mundo no es el único que existe… hay un sinfín de mundos donde hay seres distintos… este es uno de ellos… el mundo infernal es donde están las deidades del fuego y el aire… por ejemplo la criatura que te encontraste en el desierto- eso logro toda la atención del Namikaze, la aparición de esa enorme serpiente tenía una explicación y una complicada según las deducciones del rubio.
-¿Cómo sabes de la serpiente?
-Ya te dije… yo era la líder de los Taiyō y por lógica conozco los orígenes de estas criaturas- Sora cruzo un puente colgante de madera hacia el otro extremo, que parecía más lúgubre que el camino que estaban recorriendo- La serpiente literalmente era la chica.
-¿Cómo está eso?- Naruto lo cruzo con cuidado pues temía que en cualquier momento el puente se prendiera fuego y callera al rio de lava que estaba hasta lo más profundo.
-Encarnación quiere decir que un alma de cualquier tipo se adentra en un cuerpo humano… en este caso sería el alma de aquella serpiente en el cuerpo de la chica…sin embargo al ser un ser de gran tamaño no se puede contener siempre en el pequeño contenedor, además de que al ser un animal sus instintos de supervivencia logran ser muy fuertes y eso logra la materialización de su antiguo cuerpo… en otras palabras mientras su cuerpo humano pelea con una arma convocada gracias a la gema él se defiende por medio de su cuerpo original que sería la enorme serpiente.
-Me duele mi cabeza- fue la única exclamación del chico pero la explicación de la joven era más entendible que la de Gaara, ya que el selo había mencionado anteriormente pero para que negar que no se le había quedado nada.
-Tranquilo… en verdad es algo fácil de entender pero toma su tiempo- se adentraron en otra cueva donde no había fuego sino un viento terriblemente frio, las piedras eran azulinas y había picos de hielo por todos lados.
-Espera… si para eso se necesita convocar a esas enormes bestias… ¿Cómo es que tú soy yo?- las explicaciones complicadas no se le daban muy bien a Naruto pero tenía que comprender todo aquello de una u otra forma.
-Veras… tú no eres encarnación de ninguna bestia… tu eres una reencarnación, es decir mi alma ahora reside en tu cuerpo y a la vez tiene la habilidad de convocar al alma de la bestia que encarno en mi hace siglos.
-¿Eso quiere decir que…?- Naruto dio vueltas a sus muñecas unas cuantas veces antes de extender las manos hacia Sora que suspiro algo cansada pero decidió acortar la explicación.
-El alma de la bestia que encarno en mi… es esta- Sora señalo a un hermoso zorro de nueve colas que dormía tranquilamente en un risco, su pelaje rojizo se veía hermosamente sedoso y a pesar de estar dormido algunas de sus colas todavía se movían en el aire como si bailaran. Naruto no se había dado cuenta cuanto había caminado pues ahora nuevamente se encontraban en un lugar que era cubierto por incandescentes llamas.
-¡Genial!- se acerco sigilosamente a la bestia, temiendo despertarla pues su tamaño era algo… “grande” para Naruto.
-Esta bestia soy yo… Kyubi decidió encarnar en mí hace siglos… pero para encontrar al amor de mi vida decidí regresar a este mundo y Kyubi me acompaño ¿entiendes?- sus ojos azules mostraban algo de profunda tristeza, Naruto asintió suavemente.
-Sí, es como esas muñecas ¿No?- una sonrisa surco el rostro del Namikaze.
-¿Muñecas?- ahora era Sora la que no entendía nada.
-Sí, esas que se abren y adentro ahí una muñeca más pequeña pero al mismo tiempo esta una mucho más pequeña y así sucesivamente- buen ejemplo se había tomado Naruto, eso Sora lo tuvo que admitir-Así somos Kyubi, tu y yo… Yo soy la “muñeca grande” tú eres la mediana y Kyubi es la más pequeña.
-Me alegra que hayas entendido- la sonrisa de Naruto se plasmo en el rostro juvenil de la chica- yo contengo al Kyubi mientras tú me contienes a mi por lo que si quieres aprender a invocar a Kyubi tienes que confiar en mí.
-Eso ya lo hice desde hace tiempo- admitió el rubio, ambos sonrieron por unos segundos mas pero después a Naruto le surgió otra duda- ¿Por qué se desbordo mi chakra?... estaba practicando y cuando lo logre, mi chakra se salió de control.
-Fue por culpa de Kyubi, es mucho su poder y a ti todavía no te reconoce como su amo… en otras palabras todavía no se cree que tú seas mi reencarnación.
-Eso sí es un problema- dijo Naruto recargando su mejilla en su mano derecha.
-Pero ¿Por qué esta piedra le pudo detener?- Naruto agarro aquella delicada piedra color verde entre sus dedos y la mostro a Sora.
-Yo me vi en la necesidad de intervenir… y la única manera de hacerlo era por medio de ese collar- el dedo meñique acaricio lo largo de la pequeña piedra.
-Entonces eres como…Kyubi- Naruto bromeaba un poco con la intención de ver si la pequeña marca de tristeza que Sora tenía en el rostro desaparecía.
-Jajaja… sí, algo así