-Pero líder… ¿No cree que se está haciendo mucho escándalo solo con la muerte de Orochimaru?- dijo el más avaro de todos los Akatsuki, Kakuzu, solo porque su paga era grande permanecía fiel a la organización y a su nación.
-Sigues siendo un idiota Kakuzu- recrimino Hidan, que le miraba con total desprecio.
-Repite lo que dijiste- reto el ninja avaro.
-Lo repetiré cuantas veces quieras- contesto Hidan con una sonrisa retadora- En verdad deberías de entender el tamaño de la situación… no estamos así porque mataron a Orochimaru, sino porque quien lo hizo fue una mocosa de apenas trece años… un legendario Sannin fue derrotado así de fácil por la mocosa, si fuera una organización con integrantes mas grandes significa que son mucho más fuertes…
-Y nosotros estaríamos en problemas si eso fuera verdad, ya que si todos tiene la habilidad de la niña… las posibilidades de ganar una guerra serian casi nulas- complemento Zetsu.
-¿Alguna otra pregunta?- Pain observaba a todos los ahí presentes, el silencio perduro unos segundos más- bien, entonces… Kisame, iras con Sasori; Itachi con Deidara, Hidan tu vas con Kakuzu, Zetsu tu puedes ir solo… las ubicaciones de los lugares que tienen que visitar están al final del reporte… suerte a todos- todo se volvió sombra y poco a poco cada miembro fue desapareciendo.
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Por otro lado, una pequeña niña de cabello castaño, ojos color miel y cubierta por la capa negra de la organización Shoku se adentraba a una cueva residida en las faldas de un volcán. Su misión había sido cumplida, tenía que notificarle a su princesa cuanto antes, sabía que se pondría feliz al enterarse de ello, ya que Orochimaru había estado investigando cosas que no debía y pues al meterse mucho a la boca del lobo, este lo trago.
-Fuiste rápida… Shana- le dijo un hombre de unos 35 años, recargado en una de las rocosas paredes. Su identidad era cubierta por su capa.
-No fue tan difícil matar a esa serpiente- contesto la mencionada con voz chillona- tengo que notificarle a la princesa Sakura de mi misión- dijo casi emocionada.
-Sera mejor que esperes- dijo serio aquel hombre- ella no está en el templo- afirmo.
-¿A qué te refieres, Viper?- Shana se volteo para quedar cara a cara con el mencionado.
-Sakura-sama, no está en el templo… salió a atender un asunto- la niña le vio con incredulidad ¿Le estaba viendo la cara? Sakura nunca salía de los territorios marcados, solo era de la habitación obscura donde residían las estatuas sagradas al hermoso campo que era protegido por la misma naturaleza.
-Eso no es posible- Shana veía a Sakura casi como a una diosa, era su idolatración ¿Qué era aquel asunto tan importante que tenía que resolver, que le obligo a salirse fuera de los territorios de protección?
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Todos los shinobis se quedaron quietos, la simple presencia de aquella chica le impedía moverse ya que su chakra salía de cada poro de su cuerpo y lograba que la gravedad fuera más pesada, haciendo que sus cuerpos en verdad se sintieran muy pesados. Incluso aquella enorme bestia de tres cabezas sentían su poder, regresando rápidamente a su gema donde se sentía más segura; por otro lado Naruto y Sasuke sabían que ella no era como los otros dos, la tal Leila se sentía fuerte pero nada comparado con la pelirosa, algo en su interior les decía que en verdad estaban en grandes problemas e inclusive el rubio podía sentir la tensión de su compañera de cuerpo.
-¿Qui… quien eres?- el Uchiha le veía con frialdad a pesar de que sus vacios ojos querían mostrar temor, nunca se había enfrentado a tal emoción y menos por una chica.
-Haruno… Sakura Haruno- su voz sonaba como una melodiosa melodía, solo que esta melodía estaba completamente vacía, sus ojos no mostraban ningún brillo de vida alguna, solo era un simple recipiente de una poderosa alma.
-Princesa… no debería… estar aquí- Yoru veía fijamente el suelo, no tenía cara que mostrar a su líder, había fallado como servidor fiel, como mano derecha y como asesino.
-Tú no deberías ni dirigirme la palabra- viro su rostro hacia su fiel lacayo, aquel que había fallado en una fácil misión, ahora ella se veía en la necesidad de intervenir en la pelea. Yoru solo bajo aun más la cabeza, la pérdida de sangre le estaba mareando y luego estaba el poder de su líder suprimiendo su cuerpo no tenia las fuerzas suficientes como para poder curarse, levantarse e irse aponer a lado de Sakura.
-¿Qué rayos es esa tipa?- Naruto sentía como automáticamente todos sus músculos se tensaban, parecía un cachorro indefenso expuesto ante una gran fiera y lo único que marcaban sus instintos es que se preparara para morir luchando. Gaara fue el primero de todos es recuperarse, desapareció su fortaleza de arena y con velocidad se dirigió a la pelirosa, su tridente con sus puntiagudas puntas atravesaría aquel “frágil” cuerpo de la muchacha sin problema. Pero eso no ocurrió, al contrario, el lastimado fue Gaara, que recibió dos cortadas en su pecho. Sakura había convocado de manera súper rápida sus Claymore y con agilidad tajo el pecho del pelirrojo, que cayó inerte en la arena después, tanto su arma como la bestia se volvieron pura arena.
Todos se quedaron atónitos ante el acto, todo había sucedido de manera rápida, lo único que habían visto era como Gaara se dirigía a la chica y después de ahí se encontraba en el suelo en un charco de sangre; Sasuke y Naruto se convirtieron en dos estatuas, el shock había sido demasiado fuerte. El Uchiha solo observaba al que apenas se había convertido en su amigo inerte en el suelo; no sabía qué hacer por primera vez sentía temor ante algo, esa chica no era un humano de eso se podía estar más que seguro, tenía que huir, agarrar a Naruto e irse de ahí, pero no podía dejar solo a su amigo, el primer amigo de la aldea Suna.
-Sasuke- la voz quebrada de Naruto le hizo reaccionar, estaba temblando de pies a cabeza, y como no estarlo si presenciaron algo fuera de lo normal. El poder de esa chica era bastante fuerte, sin embargo no se podían dar el lujo de huir como vil cobardes, si morían lo harían luchando; es mas Sasuke estaba decidido a vengar a Gaara y proteger a Naruto.
-Naruto, toma a Gaara… y aléjate de aquí- sentencio el pelinegro en voz baja, haciendo que Naruto lo viera con mas horror que nunca ¿Pensaba sacrificarse para salvarlos a ellos? No, eso no era lo que él deseaba, el también pelearía. Su cuerpo dejo de temblar para asombro del Uchiha y le miro con determinación, aunque Sasuke no quisiera el también pelearía hasta el final.
-Yo te pienso ayudar- después de estas palabras desapareció y reapareció en un abrir y cerrar de ojos con Gaara en su espalda.
-Pero no estorbes- dijo burlón el pelinegro mientras observaba como su amigo pelirrojo era entregado a los ninjas de Suna, y a los que los chicos rogaron irse cosa que los shinobis acataron de forma inmediata. Después de unos segundos solo quedaron en aquel campo, el herido de Yoru, los dos shinobis de Konoha y la pelirosa que les veía sin emoción alguna en el rostro.
-¿Creen poder ganarme?- su voz sonaba tranquila, pero no arrogante.
-¡¡Claro!!- fue la contestación de Naruto, que a pesar del tremendo poder que le suprimía empezaba a emanar ese típico entusiasmo en el. Sasuke tomo aire y empezó a estudiar a su enemiga, para desgracia se dio cuenta que la chica poseía una de las cuatro gemas cardinales por lo que daba a entender que su poder estaba muy por encima del de Gaara, pero tenían que intentar algo, además si ella tenía una gema debía saber al menos un dato acerca de la ubicación de las demás gemas.
-Ten cuidado… no es cualquier enemigo- Sasuke observo como su compañero empezaba a sudar frio, se veía a leguas que estaba tan nervioso como el pero eso no los detendría, si tenían que morir lo harían peleando.
-Sí, ten cuidado… Naruto- ambos chicos abrieron sus ojos desmesuradamente, Sakura se hallaba detrás de ellos sin que se dieran cuenta de dicho movimiento. La pelirosa blandió las dos Claymore, esta lista para clavarlas por la espalda de ambos chicos.
Sin embargo eso no sucede, antes de que las puntiagudas puntas de aquellas pequeñas espadas llegaran siquiera a tocar sus cuerpos, Naruto en forma de instinto tomo a Sasuke del brazo e hizo el Shunshin no jutsu (Técnica de parpadeo de cuerpo), esta técnica le permitía moverse a una velocidad considerada, ya que es usada especialmente en el Taijutsu por el motivo de que gracias a los rápidos movimientos los golpes tienen más fuerza y causan más daños. Pero en esta ocasión Naruto la utilizo para salvar sus pellejos, no es que lo tuviera pensado, sin embargo, al sentir a la muerte cerca su cuerpo reacciono.
-Bien hecho, Naruto- a pesar de que no habían hecho ni ningún ataque ambos jóvenes respiraban con dificultad, esa chica en verdad era un peligro y uno muy grande; ahora de daban cuenta de que habían vencido a Leila de pura chiripa y no por otra cosa.
-Esa tal… Sakura es… muy rápida- Naruto sentía que su cuerpo pesaba nuevamente, como la última vez cuando se desmayo, pero ahora no se podía dar ese lujo, la mínima distracción le podía dar a Sakura la oportunidad de matarle.
-No puede ser posible… vencieron a Leila, Yoru está herido… sin embargo lo han hecho sin invocar… ¿Qué clase de humanos son?- la pelirosa avanzo dos pasos mismos que los chicos retrocedieron.
-Creo que esa pregunta… deberíamos hacerla nosotros- dijo Sasuke con sarcasmo, era imperdonable que una mujer fuera más fuerte que él; el que era del clan Uchiha, uno de los más poderosos de la aldea.
-Eres muy grosero con las chicas… ¿No lo crees?- dijo Sakura de manera sensual, haciendo que hasta el más pequeño de sus vellos se erizara. Pero no fue por asco sino por… bueno por simple atracción, ya que no negaría que aquella chica tenía lo suyo.
-No, solo lo soy con las que me quieren matar- sonrió con arrogancia, la chica correspondió a aquella sonrisa, ese tipo tenia agallas eso no iba aquedar en duda, sin embargo todavía no mostraban lo que ella deseaba, quería que les mostraran su poder. Si en verdad eran las reencarnaciones de los líderes de los clanes más temidos en el mundo, tenían que demostrar su poder.
-Toma… te doy este regalo- de en medio de sus bustos saco un añillo en donde residía una gema, se veía como un diamante, un hermoso diamante ¿Sera que le estaba regalando una de las gemas cardinales? ¿A él, a su enemigo?
-¿Por qué debería aceptarlo?- Sasuke se estaba haciendo el importante, mientras que Naruto permanecía callado, si Sasuke le estaba dando tiempo para ver los puntos descubiertos de la chica no iba a desperdiciarlo viendo la gema que le estaba dando. Tenía que analizar a su enemigo para que al menos tengan una posibilidad de vencer, pero si era pedir demasiado al menos una para distraerla y poder huir de ahí.
-No te emociones… es una piedra de topacio (15)