Regreso de un amor pasado por LycanZero

-Hace seis años… tu me salvaste- dijo Deidara cuando se hubieron separado- estaba en un laboratorio que pertenecía a los ninjas del rayo y con trabajo escape de ahí… habían matado a mis padres, yo me dirigía a Konoha a buscar a la amiga de mis padres… sin embargo esos tipos me acorralaron y cuando pensé que era mi fin… tu llegaste y les mataste como si nada, yo estaba muy asustado pero tú me mostraste una sonrisa amable que me tranquilizo… me pediste que te contara mi historia, platicamos toda la noche… inclusive fuiste tú el que me llevo al campamento donde estaban los shinobis de Konoha y de ahí partí hacia la aldea… pero antes de irme tu me dijiste que nos veríamos pronto y que jamás me olvidarías… porque…- nuevamente el rubio se puso rojo como jitomate, ya no podía seguir contando la historia.

Itachi escuchaba atónito la pequeña y breve historia del Namikaze, era algo que le alegraba oír porque de alguna manera desde hace tres años sentía que le faltaba algo y cuando vio a Deidara por primera vez su interior le había dicho que él quien tenía la respuesta, pero no se atrevió a acercarse a el por miedo a que lo que le fuera a decir le lastimara. Patético, Uchiha Itachi le tenía miedo a unas simples palabras que podrían salir de la boca de un desconocido… pero no era un desconocido cualquiera era uno que le había cautivado desde la primera mirada.

-Deidara… ¿Estás seguro que fui yo?- simplemente no se lo podía creer, deseaba hacerlo pero por culpa de su maldita pérdida de memoria. Deidara le vio con seguridad en sus ojos y le dio un corto sí.

-¿No me crees?- el rubio empezaba a alejarse de nuevo de Itachi pero este le atrajo a su cuerpo nuevamente, no quería que se alejara.

-Te seré sincero… no me acuerdo de nada… pero si tú dices que nos conocimos, lo creo… solo que espero tu me ayudes a recodar… desde hace años sentía que me faltaba algo… cuando perdí todos mis recuerdos me sentí tan frustrado por no recordar… y más aun por el hueco en mi pecho que no podía llenar.

-Claro que si- Deidara rodeo con sus brazos la espalda de Itachi- te ayudare a recordar… te lo prometo… pero ven sino tardamos mas esos tíos saldrán y… su carácter es algo… especial jejeje… bueno la mayoría de ellos- decía el rubio mientras una pequeña gota resbalaba por su sien. Sin pensarlo Itachi trago en seco ¿Qué tan raros podían ser los siete miembros de la organización Akatsuki?

Al entrar en la sala, pudo ver que Deidara no exageraba, todos ahí tenían pinta de ser súper extraños: uno parecía una gran planta carnívora, otro un tiburón, otros estaba perforado hasta más no poder, la chica se veía normal, otro tipo que tenia cosida su boca, uno mas estaba orando a quien sabe que deidad y por ultimo un pelirrojo de mirada grisácea que, por alguna razón, veía con deseo al rubio y eso no le gustaba.

-Hola a todos… les presento al nuevo integrante… es Uchiha Itachi- todos viraron a ver al pelinegro quien al instante pudo sentir que por algo eso tipos estaban en la organización guardiana de la paz del mundo shinobi, sus chakras eran verdaderamente poderosos, más el que estaba todo perforado y el tipo tiburón.

-Gusto en conocerlos- fue lo único que dijo, estaba entre los más poderosos shinobis de cada una de las ladeas existentes (bueno de algunas). Todos correspondieron al saludo.

-Mira el es nuestro líder… Pain- Itachi se fijo en sus ojos poseían varios círculos concéntricos de distintos tonos de gris, unos ojos especiales- ella es Konan, el es Sasori, Kakuzu, Hidan, Zetsu y  Kisame- la verdad Itachi ya no les tomaba importancia lo único que le era atrayente eran los ojos que poseía su líder, unos muy interesantes y, podía asegurar, unos poderosos.

-Ven, ten enseñare tu habitación- le agarro de la mano (cosa que no paso desapercibida por los otros integrantes) y le llevo al segundo piso (no me pregunten cómo es eso posible dentro de una cascada, porque yo no lo sé ¬w¬)

-Deidara- cuando hubieron entrado al cuarto, Itachi atrajo de nuevo al rubio y le beso con pasión y nuevamente esa imagen de luna llena le venía a la mente. El rubio sorprendido le responde para luego separarse.

-¿Por qué lo hiciste?- le había dicho todo lo que podía del pasado pero tampoco era para que le diera entender que lo podía besar cuando quisiera.

-Es que… sonara ridículo pero cuando lo hago… me viene la imagen… de dos jóvenes en una noche de luna llena… no sé si es parte del pasado pero me gusta verla y solo sucede cuando te beso- excusa tonta, lo sabia el pelinegro desde el principio, además de que estaba pisoteando su orgullo al tratar de justificarse siempre enfrente del rubio, pero era algo inevitable porque el lograba que su orgullo se fuera hasta la…

-¿En serio?... porque te puedo asegurar que si es un recuerdo… la luna estaba más plateada que lo de costumbre y nosotros platicamos toda la noche- un entusiasmo abrazador invadió el cuerpo del rubio, incluso estaba pensando en hacer lo que fuera porque los recuerdos de Itachi volvieran lo más rápido posible.

-Lo digo en serio- su respuesta sonó algo nerviosa.

-Bien, si es así- coquetamente Deidara se mordió el labio inferior- podemos ir un poco más allá… para ver si tu recuerdas algo- se acerco al oído de Itachi con tono provocador, intentaba que el Uchiha se encendiera y era algo que logro a la primera.

-Tentador… muy tentador- decía sensualmente el pelinegro, tomo al Namikaze nuevamente de la cintura y le beso fogosamente, su lengua inmediatamente penetro la cavidad bucal del menor y empezó a explorarla lo más lento que podía. Gemidos ahogados salían de la garganta de Deidara que atientas le iba quitando la capa negra al mayor.

Había esperado tanto tiempo para esto, que no dudaba en entregarse a Itachi en ese instante; le amaba porque fue su salvador, porque fue amable con él y por aquella frase hermosa que le había dicho antes de irse a Konoha. Con el tiempo le haría recordar esa hermosa frase, todo poco a poco.

-¡Ahh!- los dientes blancos del Uchiha rozaban con la sensible piel del cuello del rubio, el cual hizo su cabeza un poco más atrás para darle más espacio a Itachi, quería sentir su respirar, sus manos rozar su piel, su lengua dentro de su cavidad, su… se oyó un ligero toque detrás de la puerta obligándolos a separarse bruscamente.

-¿Quien?- pregunto Itachi con cierto enojo, le había interrumpido en una parte muy importante. Deidara por otro lado se estaba acomodando sus ropas con velocidad y luego siguió con las de Itachi.

-Soy Sasori… Pain me manda porque quiere hablar contigo- fue lo único que aquel guapo pelirrojo de ojos grises dijo, pero por otro lado se estaba conteniendo las ganas de adentrarse a la habitación y observar que es lo que rayos estaba habiendo el “nuevo” con su Deidara, sí, Sasori estaba enamorado de Deidara y le deseaba como loco incluso había tomado la decisión de poseerlo esa misma noche, aunque él no quisiera.

-Voy de inmediato- fe la contestación del mayor que estaba abrazando y aspirando el olor de aquel rubio que le hacía perder todo su uso de razón. Queipa tenerlo ya, pero su misión era más importante.

-Que lastima- dijo Deidara con muy mal fingida inocencia- se nos atrofio el plan- su mirada era lasciva llena de deseo. A Itachi le consolaba que no fuera el único que se había quedado con las ganas, pero quien iba a pensar que ese rubio con cara de angelito fuera más un demonio lujurioso.

-No te preocupes… en la noche podemos seguir- dicho esto le beso con intensidad, se siguieron besando hasta que el oxigeno se les hubo acabado completamente.

-Mejor apresúrate… a el líder no le gusta que le hagan esperar- anuncio el rubio.

-De acuerdo- le beso la frente al menor y salió de la habitación para dirigirse a la pequeña sala donde, momentos antes, había conocido al resto de la organización. Pero esta vez no había nadie, solo el líder y él.

-Siéntate- ordeno con voz severa y fría a la que Itachi no dudo en obedecer, ya estaba entendiendo porque él era el líder.

-¿De qué desea hablar conmigo?- dijo de la manera más respetuosa que podía y al mismo tiempo intentar no verle directamente a los ojos, no por miedo sino porque simplemente sus ojos le atraían y no sabía el porqué.

-Del pasado- fue la contestación del líder, lógicamente esa respuesta desconcertó mucho al genio Uchiha ya que el que recodara nunca lo había visto y a pesar de no recordar tres años de la guerra podía asegurar que tampoco lo había visto por ahí.

-No entiendo- sin saber el porqué su voz sonó más dura como intentándose poner al nivel de Pain.

-Yo no me refiero al de la guerra, si es lo que piensas… sino a la de hace 500 años- los negros ojos del poseedor del Sharingan se abrieron desmesuradamente ¿500 años? ¿Este tipo estaba bien de la cabeza? No comprendía cual era la broma por parte del líder, simplemente no procesaba toda la información que este le estaba dando.

-Diga todo si rodeos… ¿Quiere?- no es que el no tuviera sentido del humor, pero esa broma no tenía ninguna gracia, es más le causaba escalofríos.

-No me creerás al menos que te lo muestre- Pain se levanto del sillón individual y se dirigió a Itachi, se puso enfrente de él y se acerco tanto que el pelinegro sin dudar se alejo, pareciera que le quería besar.

-¿Qué hace?- seguía muy desconcertado.

-Te lo quiero mostrar todo… tienes que ayudar a tu hermano y a su amigo- su voz esta vez sonó impaciente, logrando que a Itachi le invadiera lo curiosidad.

-¿A mi hermano?- su hermano siempre había de ser uno de sus puntos débiles, le quiera mucho y si vender su alma al diablo era necesario para protegerle así lo haría.

-Activa tu Sharingan- ordeno Pain mientras se acercaba nuevamente al pelinegro pero esta vez, Itachi no retrocedió esta vez y opto por obedecer; ya cuando sus narices estuvieron unidas de punta a punta, el líder de Akatsuki activo su propio Dojutsu (técnica óptica) e inmediatamente se vieron transportados en una gran aldea, mas grande que la misma Konoha, la mayoría de las casas tenía el símbolo de la luna creciente.

-¿Qué es esto?- como experto en técnicas de Genjutsu sabía muy bien que esto no era una ilusión.

-Hace quinientos años, antes de que los shinobis existiéramos, el mundo conocido como Midgard era regido por dos poderosos clanes que tenían el asombroso poder de invocar enormes bestias con un gran poder; había solo dos tipos las bestias celestes y las infernales… Taiyō que significa sol y Tsuki que quiere decir luna; ambos clanes eran enemigos a muerte y siempre encontraban una razón para desatar una guerra… pero en esta época existía un líder con ideal único… una manera diferente de pensar que sus antecesores, su nombre era Kyo, el líder más poderoso del clan Tsuki- Pain con su dedo señalo a un joven de diecinueve años, con una armadura parecida a la de los ANBU, cabello negro y ojos carmesí, en su espalda portaba una katana. Pero eso no era lo que le atraía a Itachi, lo que le interesaba era el gran parecido que tenia con su pequeño hermano.

-Sasuke- fue lo único que dijo el Uchiha antes de mirar aun mas desconcertado a Pain.

-Este es el pasado de que te estaba hablando… poco a poco entenderás- comento Pain antes hacer sellos con las manos y transportarse a otra aldea casi del mismo tamaño que la anterior solo que esta tenia le símbolo del sol.

-Esta es la aldea del clan Taiyō… su líder también es la más poderosa de todas las generaciones su nombre es Sora, poseedora de poderes sagrados- en un pequeño rio se encontraba una chica de bellos y largos cabellos dorados, ojos azules como el mismo cielo y piel tostada por el sol, llevaba puesto un traje típico de las sacerdotisas.

-La historia es interesante… pero me puedes decir ¿qué tiene que ver conmigo?- demasiado interesante para el gusto de Itachi, es como si estuviera leyendo un libro de princesas y valientes caballeros.

-Como dije antes, ambos clanes se odiaban a más no poder y en cada enfrentamiento que tenían… Sora y Kyo desarrollaron algo más que una rivalidad amistosa- Pain volvió a hacer sellos y esta vez se encontraron en un campo lleno de flores de todo tipo, protegido por un enorme circulo de verdes arboles y luego por enormes paredes rocosas que formaban una luna creciente (ya lo conocen todas ustedes ¿Qué no? ¬w¬); donde mostraba como ambos jóvenes se besaban de una manera amorosa, era un beso lento y tierno. Itachi no pudo evitar sentir cierto bochorno por lo que estaba ocurriendo.

-Se amaban… pero al ser enemigos esto no podía ser ¿Cierto?- Itachi fijo su mirada en Pain que observaba la escena con cierto toque de melancolía.