Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos de un alumno y un profesor por Masterred 2

[Reviews - 40]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

¡HOLA A TODOS!!! (*LE REVOLEAN UN ZAPATO*) ¡ESTÁ BIEN SI, YA SE QUE ME TARDÉ MUCHO EN ACTUALIZAR PERO...! (*LE REVOLEAN UN 2DO ZAPATO*) ¡TIENEN TODA LA RAZON DE ESTAR ENOJADAS PERO TUVE PROBLEMAS CON LA PARTE DEL CALABOZO, SI ME DEJARAN EXPLICAR...!  (LE TIRAN CON UN LADRILLO Y LA DEJAN K.O.) =P

 

 

-ENTRA UNA CHICA PELIRROJA Y DE CAMPERA A CUADROS, SACA UN PAPEL Y EMPIEZA A LEER-

 

LU: HOLA SOY LUCÍA, UNA COMPAÑERA DE FACULTAD DE ANA ^___^

ME PIDIÓ QUE SI LA NOQUEABAN, LES DIJERA DE SU PARTE QUE DISCULPEN LA DEMORA EN ACTUALIZAR YA QUE NO SE LE DAN BIEN ESCRIBIR LOS ESCAPES...

PERO AHORA QUE LO RESOLVIÓ LE DARÁ LOS TOQUES FINALES AL CAPÍTULO FINAL (DIVIDIDO EN DOS PARTES PARA QUE NO SEA TAN PESADO DE LEER) Y LO SUBIRÁ ANTES DE EMPEZAR LA FACULTAD...! (LEE MÁS DE CERCA) "Y SI NO QUE CAIGA ALGO DEL CIELO Y ME GOLPEE LA CABEZA..." U.U 

 

¡LEAN Y DISFRUTEN!!! ^_____^

 

 El guardia se llevó a Hiroki a través de toda la casa y descendió por una escalera hasta el sótano, donde lo arrojó a la primer celda que encontró. El profesor aterrizó sobre el suelo polvoriento con un golpe y oyó cómo la cerradura crujía cuando el hombre dio 3 vueltas de llave.


Se levantó de un salto y aferró los barrotes, dispuesto a gritar un par de insultos más pero vió que el hombre se alejaba y subía las escaleras lentamente, llevándose con el la única antorcha encendida del lugar. Hiro suspiró, soltando los gruesos barrotes... era inútil seguir hablando o gritando, nadie lo escucharía allí...


El sótano lleno de celdas estaba sumido en una completa oscuridad sin la luz de la antorcha, y lo poco que el profesor había visto a la luz de ésta le había confirmado que en verdad era un laberinto, tal como Tsumori le había dicho.


Tsumori... ¡Maldito! Siempre tejiendo redes alrededor de Nowaki, como una vil araña... ¡Era un monstruo!!


Y lo peor era que no pensaba detenerse, pensaba llevar sus acciones hasta las últimas consecuencias con tal de realizar todo lo que se le antojaba a su enferma mente... Sin reparar nunca en todo el daño que ya había hecho... 


No sabía cómo, pero tenía que detener al rubio. Tenía que salir de esa celda a toda costa o sino....


_ Nowaki... _sollozó el profesor. Nowaki y Himeko corrían grave peligro.


No importaba lo que le pasara a él, si al menos hubiera una forma de salvarlos a ellos...


Tiritó y se frotó los brazos en un gesto más teatral que efectivo. Allí abajo el ambiente era húmedo y frío, y con lo rápido que lo habían sacado de la casa no tuvo tiempo ni de abrigarse. Caminó hasta el fondo de la celda y se sentó en el suelo lleno de polvo, abrazado a sus piernas. La celda estaba a oscuras, la única luz de luna que entraba se colaba por una ventanilla demasiado pequeña como para que el profesor pudiera ver más allá de sus manos... quizá fue por eso que se le escapó un pequeño grito al ver a un bulto moverse a su lado:


_ ¡Shhhh! _le dijo el vulto acompañado de un ruido de cadenas_ ¿Por qué hace tanto escándalo...? 


Hiroki pestaneó, con el corazón latiéndole en los oídos:


_ P-perdón... Creí que estaba solo... _tartamudeó. Intentó acostumbrar los ojos a la oscuridad y distinguió apenas una silueta.


_ Disculpa aceptada... _el ruido de cadenas cesó_ Solo me asusté porque estaba dormido...


La persona salió a la luz y Hiroki pudo ver que se trataba de un joven de 18 años más o menos, de tez blanca y ojos muy verdes. Misaki también lo miró de arriba a abajo y luego se sacó la colorida bufando que traía puesta;


_ Tenga, le presto ésto. Aquí abajo está helado... _comentó.


_ Gracias... _el profesor tomó la bufanda y se envolvió el cuello con ella_ ¿Hace mucho que estás aquí?


_ Uno o dos días. Creo que hasta el momento soy el único prisionero... _respondió_ No se escucha a nadie más, excepto a las ratas claro...


_ De casualidad te llamas... ¿Takashi Misaki? _preguntó Hiro.


Misaki abrió grandes los ojos, sorprendido;


_ Sí, así es... _confirmó_ ¿Cómo lo supo...? 


El castaño se miró las manos:


_ Pues... resulta que soy tu reemplazo... _le contó_ Van a entregarme a mí a los cazadores de brujos en tu lugar...


_ ¿Qué...? _el ojiverde se asustó_ ¿¡Van a sacrificar a una persona inocente por mí!? 


_ Me temo que sí...


_ ¿Pero entonces qué pensarán hacer conmigo...? ¿Tú lo sabes?


_ Emmm... _Hiroki dudó en responderle. Misaki era sólo un niño después de todo.


_ ¡Dímelo, por favor! _suplicó Misaki.


El profesor se lo pensó por última vez. Si quería salir de allí necesitaría ayuda, y de momento el único aliado posible parecía ser aquel niño... así que mas vale lo ponía en guardia contra Tsumori;


_ Tsumori me dijo que... hay alguien "interesado" en tí. _respondió por fin.


Misaki se quedó callado un momento, mirando fijamente al profesor:


_ ¿Pero quién es Tsumori...? _preguntó al fin.


El profesor se cayó de espaldas:


_ ¡¿No sabes el nombre del que te secuestró?! _se quejó_ ¡Es el hombre rubio que está allá arriba, probablemente negociando con tu comprador...!!!


_ ¡¿Y yo cómo lo voy a saber?! _le respondió a su vez Misaki_ ¡Un grupo de hombres se aparecieron en la casa de los Usami y me sacaron a rastras luego de inspeccionar mi cuarto y hallar un montón de amuletos y libros sobre brujería!! ¡Luego me trajeron aquí, y ninguno de ellos era rubio!


Hiroki comprendió de inmediato que habían sido "enviados" de Tsumori quienes habían llevado a Misaki hasta allí. Sin embargo, ahora lo que ocupaba su mente era otra duda:


_ Entonces... ¿Sí lo eres? _preguntó.


_ ¿Eres qué?


_ Ya sabes... un brujo... _arriesgó el profesor.


Misaki se desplomó contra la pared y se sentó junto a el;


_ ¿A tí tambien te han contado ésa ridícula historia...? _suspiró, fastidiado_ ¿Si fuera un brujo de verdad no crees que ya habría hecho algo para quitarme ésto del pie y salir de aquí? _le preguntó al tiempo que le mostraba el pesado grillete que tenía en un tobillo. 


_ Yo no creo en brujerías, ni en magia... soy profesor. _explicó el castaño_ Pero no se cómo terminan acusando a un niño como tú de tales cosas... 


Misaki se frotó el tobillo, en donde sentía el frío metal de las cadenas contra su piel;


_ ¿Puedes hacer algo con ésto...? _le preguntó_ Empieza a lastimarme... 


_ Haré el intento... _prometió Hiroki. 


En la oscuridad tanteó su camisa hasta encontrar lo que buscaba: un broche decorativo que se había puesto esa mañana antes del incidente con "Baby". Lo abrió y tomó el pie de Misaki para escarbar con el alfiler del broche en la cerradura:


_ No te aseguro nada... _le advirtió. 


_ Está bien... 


_ ¿Entonces nunca fueron verdad los rumores sobre brujería? _preguntó Hiroki.


_ No. Es una historia que alguien inventó sobre mí. _respondió el ojiverde_ Pero es largo de explicar...


Hiroki miró la luna a traves de la pequeña ventana y suspiró;


_ Tenemos bastante tiempo...     


_ De acuerdo. Es refrescante que alguien sí quiera escucharme… _Misaki se puso cómodo_ Soy huérfano, y desde que tengo memoria trabajé en una panadería junto con otros niños como yo. La paga era mala y no se estaba muy cómodo en ese lugar pero no teníamos de otra… Además me gustaba hacer pasteles. _Misaki se sonrió un poco al recordar eso_ Aprendí el oficio rápidamente y un día me atreví a modificar la receta de unos pasteles sin el permiso de mi jefe… El resultado fue que se vendieron muchos más pasteles que de costumbre y me descubrió.


_ ¿Y cómo lo tomó…? _preguntó el castaño.


_ Terriblemente mal. Supongo que temió que yo me volviera competencia en el futuro y me echó a patadas esa misma tarde… literalmente.


_ ¡Que tonto! Tu tenías talento… te hubiera tomado como su aprendiz.


El ojiverde se encogió de hombros;


_ Por suerte una clienta regular presenció el espectáculo y se acercó a mi. Me ayudó a levantarme y a sacudirme el polvo de mis ropas… _le contó_ Me apreció extraño que una señora tan elegante se tomara ésas molestias con un extraño…


_ ¿Y quién era?


_ ¡Nada menos que la señora Usami…! _se rió Misaki_ Había probado mis pasteles y me ofreció trabajo en su casa como cocinero. ¡No podía creer en mi buena suerte!


Misaki le contó al profesor sobre cómo la señora Usami lo había invitado a subir a su carruaje y lo había llevado a su casa –que era en realidad una mansión- donde le dio hospedaje, ropa nueva y un puesto en la cocina…


_ ¡Fue la época más feliz de mi vida! ¡No paraba de hacer pasteles! _rememoró Misaki_ Me volví muy popular en las fiestas de té que la señora Usami celebraba en su jardín, sus amigas –un verdadero ejército de señoras adineradas- devoraban mis pasteles… y me hice muy amigo de las viejas cocineras, todas señoras mayores que a su vez se encariñaron conmigo. _señaló la bufanda en el cuello de Hiro_ Ellas me tejieron ésa linda bufanda…


_ Si todo marchaba tan bien… ¿por qué de la nada te acusaron de brujo…? _preguntó Hiroki.


_ Ése problema vino después, cuando conocí al esposo de la señora Usami y a sus dos hijos… _el rostro de Misaki perdió un poco de su entusiasmo inicial_ Hasta el momento nunca los había visto, los tres estaban de viaje y la señora me presentó brevemente durante el postre. En ése momento sentí que los tres clavaban la mirada en mí al mismo tiempo y no me la quitaron de encima hasta que terminé de servir pedazos de pastel y me retiré…


_ ¿No pensaste que tal vez fue tu imaginación…? _se burló Hiro aún escarbando con el broche en la ranura.


_ Lo hubiera pensado… si después de eso no se hubieran desencadenado todas las cosas que pasaron. _se ofendió el ojiverde.


Durante los minutos que siguieron Misaki relató sólo algunos de los problemas que tuvo: la forma en que el señor Usami bajaba a la cocina por las noches, cuando solo quedaba él ordenando los utensilios para el día siguiente, y le ofrecía dinero extra a cambio de subir a “calentarle la cama”…


¡Calentarle la cama! Como si no estuviera contento con la paga que ya tenía y con el trabajo que realizaba…


Además –aunque era bastante claro que su matrimonio no iba nada bien- no iba a traicionar a la señora Usami así como así y poner en peligro su nuevo y amado trabajo.


Luego estaba el hermano mayor: Haruhiko. Que a opinión de Misaki era el más aterrador…


_ Se aparecía de la nada, salía de la oscuridad y me daba unos sustos tremendos. _Misaki hizo una mueca_ No sonreía nunca, y siempre me decía lo mismo: que yo debía ser suyo, que no perdiera más el tiempo en labores tontos, que si me iba con él ya mismo me daría todo lo que yo quisiera… 


_ La verdad es que sí suena aterrador…


_ Ni que lo diga. Una noche intentó propasarse conmigo y le estampé un pastel de crema en el rostro. _Misaki suspiró_ Creí que con eso lo ofendería y ya no me molestaría, pero solo contribuyó a aumentar su interés…


_ ¿Y qué hay del hermano menor? ¿Él también era así contigo?


_ La verdad es que era bastante tranquilo… No me molestaba para nada, aunque me miraba de la misma forma que los otros dos. _el ojiverde se frotó las manos_ Nunca habíamos cruzado palabra, hasta que una vez fui hasta la cocina a medianoche y lo pesqué robándose el pedazo de pastel que yo había guardado para mí… Me disgusté y le dí un breve sermón sobre comer a horario, pero entonces…


Lo que pasó en ése momento había sorprendido tanto a Misaki como a Hiroki, que estaba escuchando la historia: el menor de los hermanos Usami se había hechado a llorar y le había explicado que no era su intención andar robando comida, que sólo comía dulces cuando estaba nervioso.


Misaki se sintió un poco mal por haberlo reprendido –nunca había visto llorar así a un muchacho tan mayor- y le ofreció té y más pastel como reconciliación.


Justamente ésa tarde Akihiko había tenido una fuerte discusión con su padre y su hermano: ambos le recriminaban que eso de andar escribiendo poemas y novelas no era un trabajo digno de gente con como ellos, con tanto dinero y status social, ni siquiera como pasatiempo… Por lo tanto le pedían que lo dejara de una vez y se concentrara en cosas más importantes como buscar una esposa y administrar el negocio familiar.


_ Vaya… No pensé que una familia como ésa tuviera esa clase de problemas… _comentó el profesor_ Ése chico debió estar muy desilusionado entonces...


_ Sí. Además no era malo escribiendo… _dijo Misaki_ Esa noche me leyó un par de poemas y algunas de sus historias, eran muy interesantes… ¿Qué es tan divertido…?


_ ¿Um..? Nada, nada…


_ ¡Se estaba riendo! _le reprochó Misaki.


_ Sólo pensaba…


_ ¿En qué?


_ En que ése muchacho te interesa más de lo que estás dispuesto a contarme. _sugirió Hiro con una sonrisa.


_ ¡No es así! _se enojó el más joven_ Sólo me leía sus poemas de vez en cuando y comíamos lo que sobraba de pastel, ¡y eso era todo!


_ Por supuesto… _el castaño le siguió la corriente.


_ ¡No me cree…! ¡Estoy diciendo la verdad! _resopló Misaki.


 


::::::::::::::::Flash Back de Misaki:::::::::::::::::


 


_ ¿Qué te pareció? _preguntó Akihiko apartando el cuaderno que acababa de leer.


Misaki estiró los pies en la alfombra y sonrió:


_ Es lindo. Todas tus historia son muy tristes al principio, pero los finales son felices… _opinó.


_ ¿No crees que es un poco larga? _Akihiko tomó su lápiz y efectuó algunas correciones_ Tal vez si borro esta parte de aquí…


_ ¡No cambies nada! Me gusta así como está… _protestó Misaki.


_ Está bien. La dejaré así entonces… _dejó el cuaderno a un lado y se sentó junto a Misaki.


Estaba feliz de que el más joven hubiera aceptado verlo ésa noche para leer poesía y comer pastel. La sala de estar era el lugar de reunión, la luz de la luna entraba por una ventana y ellos llenaban la finísima alfombra de su madre con migajas de pastel. Afuera cantaban los grillos… para él era la noche ideal para un “acercamiento”…


Pero el de ojos verdes lo observaba con cautela;


_ Quiero preguntarte algo… _comenzó a decir éste_ ¿Eres tú el que viene tirando hojas con poemas de amor por debajo de mi puerta desde hace un par de días…?


_ S-sí… Ese fui yo… _confirmó Akihiko poniéndose rojo.


_ ¡No sonrías como tonto! _se enojó Misaki_ ¡No quiero que me envíes más poemas!


_ ¿No te gustaron? _se alarmó el de pelo gris.


_ Las cocineras se meten conmigo y se ríen de mí, ¡creen que somos novios! _Misaki lo señaló_ ¡Y todo es tu culpa!


_ Creí que te parecería muy romántico… _se excusó Akihiko.


_ No me gustan los hombres, Akihiko. Ya te lo había dicho antes y te lo repetí algunas veces, pero tú no entiendes…


_ Pero si al menos lo intentáramos… _comenzó a protestar.


_ ¡No!


_ Yo creo que…


_ ¡No!


_ ¿Ni siquiera me daras una oportunidad, Misaki? _se entristeció el de pelo gris.


_ Ya te dije que no. _Misaki mordió un pedazo de pastel_ ¡Y no me hagas tu cara de perrito moribundo! No quiero tener problemas con tu familia…


Akihiko frunció el seño:


_ Yo seguiré intentando. _juró.


_ ¡Qué testarudo eres! _se quejó el de ojos verdes_ ¿No podemos ser amigos solamente…? ¡Si sigues así dejaré de venir a nuestras reuniones nocturnas! _amenazó.


_ Tienes crema en toda la cara…


_ ¿Me estás escuchando?


_ Te limpiaré… _Akihiko se inclinó sobre él y de la nada intentó darle un beso.


Pero Misaki no era un hueso fácil de roer:


_ ¡Hey, estás loco! ¿¡Qué haces?! _le dio un empujón. Era el “acercamiento” más torpe que había visto en su vida_ ¿¡Te entra por un oído y te sale por el otro no es verdad?!


Akihiko en vez de salirse de encima iba a intentarlo otra vez pero entonces escuchó pasos:


_ ¡Shhh! ¡Alguien viene…! _advirtió. Apagó la vela de un soplo y arrastró a Misaki con él detrás del sofá –aprovechando la situación para tenerlo un rato entre sus brazos-. Pero a Misaki la situación no le parecía tan agradable;


_ ¡Me estás asfixiando! _se quejó con todo el peso de Akihiko encima de él_ ¡Quitate de encima…!


_ Shhhh… Los pasos se alejan, ¡se está yendo…! _lo ignoró_ ¿Crees que haya sido mi hermano…?


 


:::::::::::::::::::::::::::End Flash Back::::::::::::::::::::::::::::::::::


 


_ Sí te creo, sí te creo… _insistió el profesor para calmarlo_ ¿Pero él sabía que tu hermano y su padre te acosaban?


_ No. Ninguno de los tres parecía darse cuenta de nada… la única que debió presentir algo fue la señora Usami. _se entristeció Misaki_ De la noche a la mañana cambió su trato conmigo, ya no me sonreía y dejó de decirme si mis pasteles habían tenido éxito o no con sus amigas…


_ Seguramente notó que su marido estaba más distante que de costumbre…


_ No sólo eso; también notó que aunque muchas de sus amigas llevaban a sus hijas, ninguno de sus dos hijos mostraban el mas mínimo interés… _Misaki volvió a suspirar_ Los dos estaban en edad de casarse, y las señoritas que iban a verlos no se tomaban muy bien que no les prestaran atención. Fue entonces cuando empezó a circular el rumor de que ellos estaban…


_ ¿Embrujados?


_ Sí, embrujados. _Misaki dio vuelta los ojos_ Me pareció una tontería al principio cuando lo escuché, pero fue poniéndose cada vez peor… Supongo que debí marcharme en cuanto vi que la gente me señalaba en las calles, pero pese a todo lo que pasaba no quería dejar mi amado trabajo…


_ ¿Ni a Akihiko…?


_ ¿Qué dijo?


_ Que qué pensaba Akihiko al respecto…


_ No creía una palabra… y de todas formas sabía lo chismosas que podían llegar a ser las amigas de su madre. _suspiró Misaki_ Cuando pensé que las cosas se estaban calmando, aparecieron en la mansión un grupo de hombres buscando a alguien con mis características…


_ ¿Ellos fueron los que te trajeron aquí?


_ Sí. Creí que era todo una confusión, así que cuando los dejaron inspeccionar mi cuarto como pedían no me alarmé… y los dejé pasar.


_ Entonces encontraron tu habitación llena de libros sobre brujería como mencionaste hoy… _completó Hiroki_ Alguien te puso una trampa, y creo que sé quién fue…


_ ¿Tsumori? ¿Pero por qué? Ni siquiera lo conozco…


_ El mencionó que había alguien “interesado” en ti. Fuiste uno de sus trabajos, pero alguien tuvo que ayudarlo desde dentro de la casa… preparando tu habitación para cuando sus ayudantes llegaran.


_ Así nadie les impediría que me llevaran… _concluyó el ojiverde_ No lo creo del todo… pero si tengo que apostar por quién fue diría que…


* * * * * * * * *


Mientras Misaki y el profesor hablaban y sacaban conclusiones, Tsumori esperaba pacientemente en su oficina a que amaneciera y Nowaki fuera a verlo. Estaba bebiendo té cuando sus guardias dejaron entrar a Haruhiko Usami a la residencia:


_ ¡Haruhiko Usami! _lo saludó Tsumori cuando su cliente entró a la oficina_ Me has asustado, esperaba a alguien más…


_ Lo sé… he decidido pasar antes de lo esperado por Misaki. _respondió Haruhiko cerrando la puerta tras él.


_ ¿No puedes esperar eh…? _bromeó el rubio sacando un papel._ Siéntate y ponte cómodo.  ¿Trajiste el dinero que acordamos?


_ Sí. Tus métodos son algo indiscretos, esperaba que sacaras a Misaki de la casa de una forma menos escandalosa… _le reclamó.


_ Desde el principio te advertí que aprovecharía el rumor del “pequeño hechicero” para traértelo. Protestas ahora solo porque ya viste que todo salió a la perfección… 


_ ¿Y si alguien me veía colocando todos esos libros y cachibaches de brujo en su cuarto? Las cocineras no paran de defenderlo y defenderlo, mis padres tarde o temprano se darán cuenta de que no eran verdaderos cazadores de brujos los que se lo llevaron… _Haruhiko empezaba a ponerse nervioso_ Estoy comenzando a reconsiderar el dinero que te prometí.


Tsumori frunció el seño:


_ Si no me pagas ya mismo lo que prometiste no cumpliré y no te entregaré al mocoso. _le advirtió_ Me lo quedaré y se lo daré a los auténticos cazadores de brujos, tú decides…


_ Está bien, pagaré lo acordado. Pero primero quiero verlo a él…


 


* * * * * * * * *


De vuelta en el laberinto de calabozos, Hiroki había resumido un poco su historia y había logrado por fin zafar la cerradura del grillete para liberar a Misaki:


_ ¡Sí, lo has logrado! _festejó Misaki frotándose el tobillo donde había estado el grillete_ ¡Gracias!


_ No fue nada… _Hiro guardó el broche y consultó el reloj de plata en forma de insecto_ Falta poco para que sea de día…


_ Tenemos que planear la manera de salir de aquí cuanto antes… ¡Y te ayudaré a rescatar a tus amigos!


Hiroki sonrió, feliz por haber conseguido un aliado, pero pronto su sonrisa se extinguió al escuchar pasos:


_ ¡Alguien viene!


La luz de una antorcha se iba acercando, y con ella un guardia que había sido designado para acompañar a Harukiko hasta los calabozos.


Misaki y el profesor esperaron de pie hasta que el guadia se acercó y agitó el manojo de llaves para encontrar la que quería;


_ ¡Haruhiko! _exclamó Misaki al verlo detrás del guardia.


El mayor de los Usami lo miró de arriba abajo por un momento y luego dirigió su atención al profesor. Frunció el seño:


_ ¡Pedí específicamente que Misaki estuviera solo! _le dijo al guardia.


_ El amo no me dijo nada… _lo ignoró el guardia haciendo girar la llave.


_ ¡Haz algo con él, ahora! _exigió señalando a Hiroki.


El guardia resopló con fastidio y acabó por obedecer, Tsumori siempre insistía en que trataran bien a los clientes con dinero…


Haruhiko entró en la celda primero:


_ ¡Haruhiko explícame qué está pasando! _insistió Misaki avanzando hacia él_ ¿Tu no crees de verdad que soy un brujo, o sí…?


_ ¡Suélteme! ¡He dicho que me suelte!!! _rugió Hiroki detrás de ellos; pero el guardia se lo cargó al hombro y lo sacó de allí para dejarlo en otra celda.


Sin embargo, no cerró la puerta con llave y ésto no pasó desapercibido para el de ojos verdes que empezaba a sentirse más y más incómodo a solas con Haruhiko. Éste cerró la puerta de la celda, como si así pudiera conseguir algo de intimidad pese a los barrotes;


_ Misaki he venido a sacarte de aquí… _habló al fin.


Misaki lo miró, confundido:


_ Entonces… Ya has aclarado la verdad sobre mí… _dijo_ Todos saben que no soy un brujo…


_ No, en nuestra casa todos siguen creyendo esa historia. Me temo que no es tan sencillo para ti… _se acercó a él y lo miró fijamente_ He querido preguntarte, ¿qué hay entre tú y mi hermano?


_ ¿A qué viene eso…?


_ Contesta, Misaki... 


_ Sólo sómos amigos. _le aseguró Misaki_ Sólo eso.


_ Sin embargo no fue eso lo que vi la otra noche… _frunció el seño_ ¿Estás enamorado de él, no es así?


_ ¡No!


_ ¡Lo elegiste a él en vez de a mi! _exclamó_ ¡Lo pagarás caro!


Misaki vió que se acercaba a él cada vez más y retrocedió hasta que la pared del fondo se lo impidió. Haruhiko se quitó parte de su ropa y la dejó en el suelo. Siguió avanzando hacia el:


_ ¡No te me acerques! _protestó el ojiverde pero él mas alto le tomó la barbilla y le levantó el rostro para que lo mirara.


_ Te diré qué pasará ahora; vas a venir conmigo y me pertenecerás como deverías haber hecho desde un principio… _dijo_ Pagarás muy caro el haberte entregado a otro hombre, ¡y encima a Akihiko!


_ ¡Nunca pasó nada de eso! _Misaki apartó su mano de un golpe y lo enfrentó_ ¡Y estás loco si crees que iré a algún lado contigo! ¡Prefiero podrirme en ésta celda!!


_ Me temo que no tienes opción… _el mayor le aferró las muñecas_ Pagué mucho dinero por ti, no puedo permitirme dejarte aquí…


Misaki abrió muy grandes los ojos;


_ ¡Tú planeaste todo esto desde un principio! _gritó retorciéndose para librarse de su agarre_ ¡Me tendiste una trampa!


Haruhiko no lo soltó, sino que lo aferró con más fuerza y se inclinó sobre él:


_ Así fue… Una estrategia muy bien planeada con un poco de ayuda. _confirmó besándole el cuello_ Ahora serás mío para siempre. No puedo esperar…


Haruhiko comenzó a tironear de las ropas del más pequeño, que se retorcía bajo él y gritaba pidiendo ayuda. Estaba tan concentrado en desvestirlo que no reparó en que sostenía las muñecas de Misaki a una altura perfecta para...


_ ¡¡Ahhh!!! _Haruhiko dió un alarido y soltó las muñecas de Misaki un momento. En su propia mano brillaba la luna roja de sus dientes... 


El ojiverde no lo había dudado un segundo y al ver que alcanzaba perfectamente la mano de Haruhiko con la boca lo mordió con todas sus fuerzas y se escapó veloz, atravesando la celda hasta llegar a la puerta. 


Haruhiko pudo haberlo atrapado fácilmente con solo estirar el brazo, pero al ir tras él se tropezó con las cadenas de su grillete que habían quedado tiradas y se estrelló contra el suelo.


El ojiverde abrió la puerta de la celda y corriendo desapareció en medio de la oscuridad del laberinto...  


 


* * * * * * *


Mientras tanto el guardia había encontrado una nueva celda para el profesor y luego de abrir lo arrojó dentro de un empujón. Hiroki vió otra vez cómo la luz de la antorcha lo abandonaba una vez más hasta dejarlo a oscuras…


Pero antes de que tuviera tiempo de maldecir su suerte; oyó como el guardia emitía un quejido y tanto él como la antorcha caían al suelo con un golpe seco.


Cuando la luz se acercó de nuevo hasta él, Hiroki pudo ver que se trataba de un joven alto y de pelo gris quien sostenía la antorcha:


_ ¿Misaki…? ¿Estás aquí…? _preguntó iluminando la celda. Su rostro se entirsteció al ver al profesor_ ¡Rayos! Otra vez me equivoqué…


_ ¿Eres Akihiko Usami? _preguntó el profesor.


_ Sí… ¿Pero cómo supo…?


_ ¡No hay tiempo de explicar! _Hiroki aferró los barrotes_ ¡Tienes que sacarme de aquí, Misaki corre peligro!


_ ¿Qué? ¿Sabes en dónde está él? _el de ojos violeta desconfió por un momento.


_ ¡Sí! ¡Acabo de verlo…! _Hiroki se quitó la bufanda y se la enseñó_ ¿Me crees ahora?


_ ¡Sí, es de Misaki! _el rostro de Akihiko se iluminó_ ¿Pero cómo lo saco de aquí…?


_ Ése guardia tiene un manojo de llaves, ¡debe de haber alguna que abra la puerta! _le indicó.


Akihiko le entregó la antorcha para que la sostuviera y le quitó el manojo de llaves al guardia, que permanecía inconsciente por el golpe que el de pelo gris le había asestado con un ladrillo.


_ Llevo perdido aquí un rato… _le dijo una vez que encontró el manojo de llaves_ Del otro lado de la casa había una puerta clausurada y entré por ahí sin saber que esto era un laberinto.


_ ¿Cómo supiste que debías buscar a Misaki aquí…?


_ Seguí a mi hermano sin que él se diera cuenta. Me pareció extraño que saliera tan tarde de la casa… _Akihiko probó con una segunda llave.


Hiroki suspiró tristemente:


_ Tuviste razón en sospechar… Toda ésta historia del brujo fue preparada a propósito por él para poder apartar a Misaki de ti sin levantar sospechas.


El de ojos violetas se detuvo un momento y su rostro se entristeció:


_ Siempre a sido así. Se empeña en quitarme todas las cosas que amo… ¡Pero no le dejaré quitarme a Misaki! ¡Esta vez voy a luchar por lo que quiero! _probó con otra llave y el cerrojo emitió un chasquido_ ¿Se abrió?


_ ¡Lo logramos! _Hiro empujó la puerta y salió_ Rápido, ayúdame con el guardia…


Entre los dos metieron al guardia a la celda. Hiroki tuvo una idea y se apropió de su capa y la capucha que le cubría el rostro para disfrazarse. Por último se apropió también de la espada y se la pasó a Akihiko:


_ Ten, la vas a necesitar… Tu hermano está armado. _le advirtió.


Akihiko tragó saliva pero de todas formas aceptó la espada:


_ Ambos tomamos clases de espada… Pero él es diez veces mejor que yo… _le dijo_ No sé si me será de utilidad realmente…


_ Uno nunca sabe. _el profesor cerró con llave la puerta de la celda y se llevó el manojo_ ¡Vamos! ¡Hay que ayudar a Misaki!


0/0/0/0/0/0/0/0/0/0/0/0/0/0 


 


Hiroki dejó de escribir un momento. Misaki dejó de dictarle y silbó entusiasmado:


_ ¡Ohhh, está quedando muy bien! _Misaki tembló un poco de felicidad_ ¡Nunca he podido aparecer en una historia como un personaje aguerrido y valiente! ¡Siempre soy el niño dulce que no sabe cuidarse solo…!


Pronto se dio cuenta de que el profesor no compartía su entusiasmo, sino que miraba pensativo la pantalla:


_ ¿Voy muy rápido? Puedo dictarle más despacio si quiere… _ofreció.


_ ¡No me faltes el respeto, yo puedo escribir mucho más rápido que esto..! _gruñó.


Misaki tragó saliva:


_ ¿Entonces… continuamos o quiere descansar…?


_ No estoy cansado, es sólo que… _Hiroki dejó la computadora a un lado_  Mira Takashi… Me gusta lo que acabas de dictarme, y es muy divertida la forma en que haces ver como un idiota a Akihiko; pero siento que yo no debería estar escribiendo esto contigo…


_ ¿Prefiere escribir con ayuda de Usagi-san?


_ No. Quiero terminar la historia con la ayuda de la persona que me ayudó a escribir desde un principio… _confesó y trataba de parecer lo más serio posible, pero aún así se le notó un leve sonrojo_ Si no te molesta…


Misaki sonrió, conprensivo:


_ ¡Claro que no me molesta! _se levantó_ Sé que hará un buen trabajo con o sin nuestra ayuda…


_ Gracias. _Hiroki guardó el documento y apagó la computadora_ Aunque me llevaré algunas de tus ideas para incluirlas en el capítulo… _prometió.


Misaki sonrió aún más ampliamente;


_ ¡De acuerdo!


En ése momento se oyó una puerta abrirse y un Akihiko más dormido que despierto apareció en la sala:


_ Misaki… ¿Qué hay de comer…? _luego vió a Hiroki parado a un lado del sofá y mirándolo acusador_ ¡Hiroki! Perdona, se me olvidó que vendrías y me heché una pequeña siesta… _admitió sin problemas.


_ ¿Pequeña…? _murmuró Misaki.


_ Sí, me di cuenta de que se te olvidó… _lo regañó el castaño.


_ Pero te ayudaré ahora si quieres…


Hiroki sonrió, mientras guardaba la computadora en su bolso;


_ No hará falta. Ya no estoy más atascado, gracias a unas ideas nuevas que me han dado… _anunció mirando de reojo a Misaki_ Regresaré con Nowaki… y terminaré de escribir la historia con él.


Akihiko notó que el profesor se sonrojaba al decir eso y también sonrió:


_ Como debe ser… _dijo_ Sabía que lo resolverías tarde o temprano. Esperaré ansioso el capítulo final…


_ Te lo traeré mañana. _prometió el profesor. Luego consultó la hora_ ¿Es muy tarde para tomar un autobus que me lleve al hospital?


Las esperanzas de Hiroki decayeron un momento, pero por suerte Akihiko estaba de humor para salvar la siutación:


_ Yo te llevaré. _ofreció_ Son 5 minutos en mi auto deportivo rojo…


 


* * * * * * * * *


 


Cuando Hiro llegó al hospital ya era plena noche. Se bajó rápidamente del auto y entró corriendo en el edificio.


Llegó a la recepción jadeando y le pidió a una enfermera que le indicara dónde encontrar a Nowaki. La muchacha iba a responderle cuando el castaño escuchó una voz a sus espaldas;


_ ¡Oh no, corran niños! ¡Es el profesor Kamijou y trae una maleta el doble de grande para golpearnos a todosss!!!! _exclamó Tsumori.


Hiroki inspiró hondo antes de volverse y encarar al “villano” de la historia, sólo que éste era el de carne y hueso: menos peligroso, pero el doble de molesto y metiche.


_ No vengo a golpear a nadie. _anunció primero que nada para tranquilizar a los dos niños que acompañaban al rubio y se habían tomado en serio la advertencia_ Busco a Nowaki…


_ Está ocupado… Así que espero que tengas un buen motivo para molestarlo. _contestó.


_ E-es un buen motivo… sin duda… _Hiroki empezó a dudar si realmente era buena idea estar allí, estorbando el trabajo del más alto.


_ ¿De veras, cuál es? _quiso saber el rubio_ ¿Golpeaste a unas cuantas personas inocentes cuando venías para acá?


_ ¡Te voy a golpear a ti si no me dejas en paz! _Hiro estaba perdiendo la paciencia.


_ Hazlo, entonces puedo llamar a la policía. _repuso el rubio con calma.


_ ¡Fuera de mi vista!


Tsumori siguió parado en el mismo sitio:


_ Eso quiere decir: ¡Vete a la mierda!


_ ¿Hiro-san…? _Nowaki estaba parado detrás del profesor_ ¿Qué haces aquí?


_ ¡Nowaki! _el castaño se quedó boquiabierto.


_ Deberías controlar a tu novio, anda enseñándole malas palabras a los niños del hospital… _señaló Tsumori para mortificarlo aún más.


_ ¡No, yo no…! _intentó defenderse el profesor.


Nowaki puso una mano en sus hombros y trató de enfriar la situación:


_ Senpai, por favor, lo necesitan en el área de emergencias… _le dijo al rubio.


Tsumori resopló:


_ Qué aburrido. _murmuró y luego se fue, llevándose a los niños con él.


Cuando se hubo alejado, Nowaki devolvió su atención al profesor:


_ Hiro-san, ¿qué haces aquí? ¿Pasó algo..? _le preguntó.


El castaño sentía que la sangre le subía hasta las orejas. Ahora que lo pensaba, el hospital estaba lleno de gente que iba y venía, y era el lugar de trabajo de Nowaki quien por cierto estaba ocupado, no tenía tiempo para andar atendiendo cosas tan triviales como escribir una historia y además…


_ ¿Hiro-san…? ¿Estás bien? _Nowaki le dio unas palmaditas. Que Hiroki se quedara mudo no podía ser buen síntoma_ Estoy en mi descanso, ¿quieres que vayamos fuera?


Hiro asintió y una vez que estuvieron sentados el aire frío refrescó al profesor y pudo empezar a hablar:


_ Vine porque anoche dijiste algo equivocado y no te corregí… _comenzó a decir.


Nowaki lo miró con curiosidad;


_ ¿Qué es lo que dije?


_ Ésta no es sólo “una historia” es NUESTRA historia. Y nos corresponde terminarla, aunque nos quedemos toda la noche escribiendo…  _afirmó_ Sé que piensas que no es posible escribirle un final digno en una sola noche, pero yo creo que si trabajamos juntos en tus ratos libres… tal vez podríamos inventar algo bueno y yo traje muchas ideas también…


El ojiazul lo observaba con los ojos muy abiertos. Hiroki se puso de pie frente a él;


_ ¡Yo realmente, realmente quiero terminarla con tu ayuda! _afirmó_ Ni con la ayuda de Akihiko ni de nadie… ¡solo tuya! Quiero que seamos nosotros los que le pongamos la palabra “FIN”, Nowaki…


Nowaki seguía mirándolo sorprendido, sin articular palabra; así que el profesor le exigió una respuesta:


_ ¿Qué opinas? ¿Me ayudarás? _preguntó, temeroso_ En tus ratos libres estaría bien… y sería importante para mí. _confesó poniéndose rojo.


_ ¡Hiro-san! _Nowaki se levantó de un salto y lo atrapó en sus brazos. Sonreía de oreja a oreja, feliz por lo que Hiroki acababa de decirle_ ¡Lo haré, te ayudaré! ¡En cada rato libre que tenga vendré a escribir contigo! _prometió.


El profesor suspiró de alivio contra su ropa blanca de médico. Casi pensó que su discurso no había dado resultado…


Entonces Nowaki lo besó, tan sorpresivamente que a Hiroki no le quedó más remedio que abrazarlo también y dejarse besar.


_ ¡Nowaki…! ¡Tonto, si nos ven…! _empezó a protestar como de costumbre.


Pero el más alto lo tomó de la mano:


_ Ven a la sala de espera, cada vez que tenga un tiempo libre iré a buscarte y escribiremos juntos… _propuso alegremente. 


 


** * * * * * * * * * * * *


Y así fue como Hiroki y Nowaki terminaron de escribir el capítulo final de la historia. No sin esforzarse, claro está. Nowaki no dejó de cumplir con su trabajo en ningún momento, pero apenas se desocupaba iba a buscar a Hiroki que escribía a toda velocidad en la sala de espera junto a los pacientes que esperaban su turno para ver al doctor.


Hacia la madrugada la mayor parte de la gente ya había sido atendida y sólo quedaban en el hospital los médicos de guardia y los pacientes en tratamiento; así que mientras que no ingresara una emergencia Nowaki y Hiroki podían escribir tranquilos algunas horas más...


Para cuando salió el sol y la ciudad comenzaba a tornarse ruidosa otra vez, el ojiazul colocaba la palabra “FIN” al final del documento y lo guardó correctamente con una sonrisa:


_ ¡Lo hemos terminado! ¡Por fin! _festejó. Pero no obtuvo respuesta ya que el profesor se había quedado dormido en su hombro...


Nowaki le beso la frente y sonrió, habían estado despiertos la noche entera. Estaba guardando la computadora en el bolso del profesor cuando Tsumori se les acercó. Traía una bandeja en sus manos:


_ Café. _anunció secamente_ Para la feliz pareja…


El más alto aceptó el regalo del rubio y bostezó;


_ Gracias, Senpai… _sonrió antes de tomar un sorbo.


_ No hay por qué. También he traído uno para él… _Tsumori señaló al profesor_ Es lindo cuando duerme. _admitió.


El rubio dejó otro café en manos de Nowaki y tomó el suyo rápidamente. Luego descartó la bandeja y se quitó la bata de doctor;


_ Nos vemos mañana. _se despidió_ Si yo fuera tú me iría a dormir ya mismo…


_ Hasta luego Senpai, descanse usted también. _lo despidió el más alto.   


Cuando se hubo alejado le dio unas palmaditas al profesor;


_ Hiro-san, despierta… Ya es de día y debemos llevarle esto a Akihiko cuanto antes… _susurró.


_ Ummmm… _Hiro frunció el seño aún con los ojos cerrados_ Estoy muy cansado, apenas puedo permanecer despierto… _se quejó.


_ ¿Podemos grabarlo en un CD y dejarlo en el buzón de su departamento? _Nowaki le pasó el café_ Toma unos sorbos… te despabilará un poco hasta que lleguemos a la casa de Akihiko.


_ ¿De dónde lo has sacado? _Hiroki aceptó el café.


_ Senpai me los dio.


_ Mmmmm… ¿debería tomarlo tan confiado…? Tal vez le puso algo a mi café… _entonces recordó que anoche había estado insultándolo a todo volumen en medio del hospital_ Quería explicarte, que lo que oíste anoche… Bueno, él era el que estaba molestándome, y entonces yo…


_ Le gritaste: “vete a la mierda”, sí lo escuché Hiro-san… _Nowaki intentó ponerse serio un momento, pero la boca le temblaba_ Sé que Senpai es muy molesto a veces y se esfuerza por hacerte quedar mal… no creas que no me doy cuenta, pero no debes seguirle el juego ni prestarle atención.


_ Uhhmmm... _Hiroki tomaba café y fruncía el seño al mismo tiempo.


_ Sería muy infantil de tu parte ponerte a su altura... ¿No lo crees?


El castaño lo miró más enfandado que nunca:


_ No me gusta cuando pareces mucho más adulto que yo... _se quejó.


Nowaki se rió y le besó el cabello. "Hiro-san es tan lindo..." pensó mientras lo abrazaba.


 


 


 


 

Notas finales:

ANA: AHORA SÍ!! EL PRÓXIMO ES EL ÚLTIMO Y ES UNA PROMESA O SI NO QUE...!!

LU: ¬.¬ MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES... MEJOR DEJA DE PROMETER COSAS Y PONETE A ESCRIBIR O NO VAS A LLEGAR... U.U

ANA: (GOTA EN LA CABEZA) XD ESTA BIEN JEJEJE...

ESPERO LES HAYA GUSTADO MISAKI COMO BRUJO! SALUDOS A TODOS Y A TODAS!!!! ^/////^


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).