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Secretos de un alumno y un profesor por Masterred 2

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* * * * * * * * * * * EPÍLOGO* * * * * * * * * *


 


ALGUNOS MESES DESPUÉS…


 


Himeko apagó las velas de su pastel de cumpleaños y todos los invitados aplaudieron alegremente;


_ ¡Papi no te comas las flores de mi pastel! _protestó la pequeña.


_ ¡No las estoy comiendo! _mintió el ojiazul con la boca llena de azúcar coloreada de rojo.


_ ¡Deja algunas para mí! _volvió a protestar Himeko intentando alcanzar sin éxito la parte más alta de su pastel de tres pisos.


_ ¡También quiero una! _exigió una niña invitada.


_ ¡Y yo!  _dijo otra.


Pronto el más alto se vio rodeado de un ejército de niñas, todas amigas de su hija, y no le quedó más remedio que repartirles las flores de azúcar una por una para que no pelearan.


Hiroki y Misaki observaban el espectáculo de lejos. El profesor estaba tan impresionado por el tamaño del pastel como los abuelos de Himeko y el resto de los invitados:


_ El un pastel increíble, Misaki… _admitió_ Aunque estaremos un rato para apagar las velas de hasta arriba…


_ Gracias. _Misaki aceptó el cumplido_ Y gracias una vez más por darme trabajo aquí, han sido muy generosos conmigo…


_ No hay por qué. Era un crimen que tu talento se desperdiciara… _el castaño comenzó a caminar y el más pequeño lo siguió_ Ojala la señora Usami lo hubiera entendido…


Aunque Akihiko sabía la verdadera historia sobre el asunto del “hechicero” y la repitió hasta el cansancio a sus padres, la señora Usami decidió despedir de todas formas a Misaki. Sólo por si acaso…


El ojiverde se encogió de hombros:


_ No puedo culparla del todo… además haré mas bien aquí que en ésa casa. Solo extrañaré a mis amigas de la cocina. _admitió.


_ Al menos no extrañarás a Akihiko… _se burló el profesor.


_ ¡Corte ya con eso, quiere..! _se enojó Misaki poniéndose colorado_ ¿¡Tenían que invitarlo a la fiesta?! _se quejó. 


Ambos se detuvieron frente a una ventana que daba al jardín y observaron al ejército de niñas que salía y correteaba por todas partes.


_ Hoy escuché a un par de señoras cuchicheando acerca de lo doloroso que le resulta a Nowaki olvidar a su esposa muerta, y que sabían de buena fuente que no volvería a casarse… _dijo el profesor_ ¿Es obra tuya?


_ Sí, así es… _Misaki no dio muchas vueltas para admitirlo_ Yo empecé ése rumor…


_ ¿Por qué lo hiciste?


_ Por pedido de Nowaki, por supuesto… _se rió el de ojos verdes_ Fue muy fácil iniciarlo, ya sabes cómo son las cosas con la alta sociedad… Los rumores y las relaciones extra maritales son los pasatiempos favoritos.


_ ¿Cómo es que dices ésas cosas con ésa cara tan inocente que tienes…?? _Hiroki lo pensó un momento_ ¿Y por qué te pediría Nowaki algo así?


_ No lo sé… Tal vez así será más fácil mantener lo de ustedes en secreto sin que nadie los moleste… _Misaki miró sobre su hombro y vio que Akihiko y Nowaki se acercaban conversando por un pasillo_ Parece que Nowaki también quiere descansar un poco del bullicio de la fiesta… _observó antes de que llegaran.


Akihiko dejó atrás al más alto y se acercó a ellos:


_ Hiroki, Nowaki quiere hablar un momento contigo a solas… _le informó el de pelo gris.


_ Bien, de acuerdo. Los veré después… _se despidió.


Misaki y Akihiko lo observaron alejarse y entrar en la biblioteca junto con Nowaki. El de ojos verdes suspiró largamente;


_ Que bueno que me topé con él y con Nowaki… _comentó_ Las cosas al fin me están saliendo bien después de todo lo que me pasó.


_ Ajá… Son amigos muy valiosos. _Akihiko ocupó el lugar que dejó el profesor junto a la ventana.


_ ¿Qué tanto hablabas con Nowaki?


_ Le pedía permiso para traer a dos amigos míos que vienen de visita aquí. Uno es un experto en poesía que conocí durante mi viaje y está dispuesto a ayudarme con mi próximo libro… _le contó Akihiko_ Se llama You Miyagui. Pero como viene con un acompañante no sabía qué me diría Nowaki respecto de hospedarlos…


_ ¿Y te a dicho que sí…? _se sorprendió Misaki.


_ Así es.


_ Oye… no abuses de su hospitalidad, Akihiko. También retribúyeles algo de vez en cuando… _lo sermoneó.


_ Tú también te estás hospedando aquí. _le señaló Akihiko.


_ Sí, pero yo TRABAJO aquí… _se defendió el más pequeño_ Tú no.


_ Pero estoy trabajando en mis proyectos, algún día les pagaré por todo lo que están haciendo al permitirme quedarme aquí… _juró solemnemente el de ojos violetas_ Y para comenzar, le he regalado mi libro de poemas a Hiroki.


_ ¿Un libro? ¿Ésa es la tarifa por ayudarte a rescatarme? _se burló el de ojos verdes.


_ ¿Qué mas podía darle…? No olvides que ahora soy un pobre diablo sin un centavo… _le recordó suavemente.


Misaki tragó saliva; se había pasado de la raya ésta vez con Akihiko.


_ Ah, sí… Lamento eso… _se disculpó_ Y lamento que tu padre te desheredara por completo.


Akihiko sonrió;


_ No te preocupes por eso.


_ Y que te echara de la casa… _enumeró Misaki.


_ Ya te dije que está bien.


_ Y todo solamente porque decidiste dedicarte a escribir…


_ ¡Misaki, ya está bien! _protestó Akihiko_ No te preocupes por mí, estoy mejor así… Ahora puedo dedicarme por fin a hacer lo que me gusta, y estoy seguro de que funcionará. Ya verás…


_ Está bien. También pienso que tendrás éxito… _confesó.


_ Gracias, Misaki.


Se quedaron en silencio por un momento, observando el jardín. Luego una idea pasó por la mente de Akihiko;


_ ¿Esto de que no tenga dinero… emmm… modifica de alguna forma lo que piensas de mí? _preguntó, temeroso.


_ ¿Qué? ¡No digas tonterías! _le aseguró Misaki_ Sigues siendo el mismo Akihiko para mí, no cambia en nada mi opinión de ti…


_ Bien. ¿Entonces seguimos siendo amigos…?


_ Seguimos siendo amigos… _corroboró Misaki.


_ ¿Y crees que algún día podemos ser algo más que solo amigos…? _se atrevió a preguntar el joven escritor.


Misaki se tensó un momento y desvió su ruborizada cara para que Akihiko no la viese. El peligris se entristeció un poco;


_ ¿Eso es un “no”…? _suspiró, decepcionado una vez más por las tantas negativas de Misaki.


Pero ésta vez el de ojos verdes estaba dudando; ¿acaso estaba harto de darle negativas y de mandarlo a tomar aire? Si de todos modos Akihiko nunca quería entender por las buenas y siempre terminaba por volver a insistir a la primera oportunidad…


¿O quizás era que… ésta vez no quería realmente decir “no”…? 


Como Akihiko aún aguardaba una respuesta suya, carraspeó un poco y se aclaró la garganta:


_ Mas bien es un… “Tal vez”… _decidió.


El de pelo gris quería abrazarlo con todas sus fuerzas... ¡Misaki le había dado esperanzas, por fin!


Pero como no quería arruinar el increíble avance que acababa de tener, se limitó a sonreír ampliamente y se acercó lentamente a él para tomarlo de la mano. Misaki no lo rechazó, pero tampoco lo miró a los ojos.


Se quedaron allí, mirando por la ventana en silencio, y tomados de la mano.


 


*  *  *  *  *


Al mismo tiempo, Hiroki conversaba con Nowaki en la biblioteca.


El ojiazul cerró la puerta y al acercarse al profesor éste hizo una mueca al verlo de más de cerca;


_ Mas vale que lo que tengas en la boca sea azúcar coloreada… _amenazó sacando un pañuelo de bolsillo y limpiando los rastros rojos en la boca de Nowaki.


El más alto se rió como un niño pequeño:


_ ¿No pensarás que puede ser labial, verdad? _bromeó_ Si quieres puedes besarme y averiguarlo por ti mismo…


_ Ya deja de decir tonterías… _el profesor frunció el seño y guardó el pañuelo en su bolsillo otra vez. Luego se fue hasta el otro extremo de la biblioteca, para ocultar que estaba sonrojado_ ¿De qué querías que habláramos?


_ De lo que vas a hacer ahora con tu vida… Quedamos en que lo discutirías conmigo. _le recordó el ojiazul.


_ Oh… Claro, es que… _Hiroki caminó hasta una ventana y observó el paisaje_ Aún no decido nada… lo siento.


_ ¿De verdad? ¿Luego de todos éstos meses aún sin decidir, profesor? _se burló el más alto.


Hiroki trató de no hacer caso a su tono de voz. Escogió un libro al azar y ojeó algunas páginas para aparentar tranquilidad:


_ Supongo que me sentía tan a gusto aquí que…


_ ¿Disculpa? _lo interrumpió Nowaki_ Creo que no te escuché bien… _se hizo el tonto.


_ ¡Dije que me sentía a gusto aquí!


_ ¿O sea que te quieres quedar? _Nowaki se acercó a él con una sonrisa traviesa en los labios.   


_ ¡Yo no dije eso…! _protestó Hiroki, pero el más alto ya había llegado junto a él y lo tomaba en sus brazos para besarlo hambrientamente. El castaño no tuvo más remedio que cooperar y se dejó besar por un largo rato, dejando caer el libro que tenía entre las manos al suelo;


_ Hiro-san… ¿Por qué sigues poniendo resistencia…? ¿No ves que esto no puede ser de otra manera…? _susurró Nowaki contra su boca.


_ Eso… eso… ¡eso es un fragmento de los poemas de Akihiko! _protestó Hiroki empujándolo.


Nowaki volvió a reírse;


_ Me sugirió que tal vez te gustaría… _confesó_ Pero también resume muy bien lo que pienso…


Hiro se apartó unos pasos de él y le dio la espalda, confuso en cuanto a lo que debía hacer a continuación. Por supuesto que deseaba quedarse, para siempre, pero su orgullo no le permitía admitirlo tan fácilmente… quería que Nowaki diera el primer paso… 


Nowaki siguió hablándole, dispuesto a darle el gusto si con eso bastaba para retenerlo a su lado:


_  Hiro-san, ya sabes que no me creo capaz de dejar que te vayas otra vez… _empezó a decir.


_ Lo sé… _el profesor permitió que Nowaki lo abrazara por detrás_ ¿Pero qué se supone que haga aquí? _inventó.


Sabía de sobra que podía ser útil en cientos de cosas, el caso es que el castaño le había cogido el gusto a “hacerse el difícil”, sobre todo con Nowaki…


Lo que no esperaba era que éste ya tenía una respuesta planeada para él;


_ Ya que prometiste hacer lo que sea para compensarme, ¿podrías ser profesor de Himeko? _le propuso_ Necesitará uno pronto…


Hiroki abrió muy grandes los ojos:


_ ¿E-en serio quieres que yo sea su profesor…? _se emocionó el castaño volviéndose hacia él_ ¿No bromeas?


_ Nunca he hablado más en serio. _Nowaki le sonrió ampliamente_ Pero aunque no fueses profesor, te pediría que te quedaras conmigo de todos modos…


Nowaki buscó algo en sus bolsillos y Hiroki no lo pudo creer cuando lo vio: era el anillo que el más alto le había regalado hacía tantos años, el de la piedra enorme, que había pertenecido a su madre…


_ Hiro-san, puedo preguntarte… ¿Qué decía la carta que me escribiste aquella vez? _le preguntó tomándolo de la mano_ En verdad quiero saberlo…


El profesor aspiró profundamente, sintiendo que los ojos se le llenaban de lágrimas. Aún era doloroso hablar de ésa noche para él, pero así y todo hizo un esfuerzo, y se transportó a sí mismo hasta ése día…


_ Está bien, te lo diré. _decidió haciendo un esfuerzo por no llorar y hablar claramente_ Comencé la carta diciéndote… que me perdonaras, por haberte despertado sólo para despedirme de ti. Porque cuando amaneciera, yo tendría que irme lejos… para siempre.


Nowaki lo escuchó atentamente, sin interrumpirlo. El profesor se irguió y volvió a tomar aire lentamente. De pronto se veía a sí mismo frente al piano, acariciando las teclas, despidiéndose de todo… sintiéndose tan solo que deseaba morir…


_ También decía que… no sabía a dónde iría, pero que no te preocuparas. Yo iba a estar bien, pero también te extrañaría… Y si fuera por mí te pediría que me abrazaras y que no me dejaras ir; pero como te amaba… tenía que pedirte lo contrario: que no me buscaras, y que te olvidaras de mí.


_ Hiro-san… _Nowaki iba a pedirle que se detuviese, no quería que Hiro sufriera. Pero éste continuó a pesar de las lágrimas, que empezaban a correr por sus mejillas.


_ Decía: “Promete que vas a intentar ser feliz, prométeme que sonreirás por mí. A cambio, yo te prometo que a donde vaya pensaré en ti. Cada vez que toque el piano y cante, lo haré para ti. Y siempre, siempre, tendré conmigo tu reloj…” _entonces hizo una mueca, que pretendió ser una sonrisa_ ¡Qué tonto soy…! Contándote la carta cuando podría recitártela de memoria, la he oído tantas veces en mi cabeza…


 


“Nowaki, sé que hubo ocasiones en las que te decepcioné, y ocasiones en las que peleamos y que yo te regañé. Pero debes saber que no significan nada.


Mi amor, odio tener que irme… me siento tan solo nada más al pensarlo que quiero morir, pero es algo que debo hacer por ti.


Porque si me quedo, me dejaré arrastrar por esto que siento y la sociedad te condenará y lo perderás todo por mi culpa… cuando te mereces mucho más. Te lo mereces todo, Nowaki. Por eso, este es mi regalo para ti…


La idea de no verte nunca más me parte el corazón en pedazos… pero te amo, y por eso hago esto.


Nunca te olvidaré, y quiero que ésta herida me queme, así siempre tendré presente que soy solo tuyo por alejados que estemos…


 


Sé feliz. Te amo con todo mi corazón.”


 


Cuando acabó de recitar, el castaño tenía toda la cara mojada y le había dado hipo. Se pasó una mano por los ojos;


_ Bueno… era algo así lo que decía. _sollozó.


El más alto lo abrazó con todas sus fuerzas y limpió sus lágrimas con el pulgar;


_ Hiro-san… Te amo tanto que duele… _susurró contra su cabello. Luego le levantó el rostro para poder mirarlo a los ojos_ Te fuiste porque pensaste que no tendría una vida feliz. _comenzó a decir_ Pero te equivocaste, sólo puedo ser feliz si estás conmigo…


El castaño sintió los ojos llenos de lágrimas otra vez;


_ Y yo nunca pude olvidarme de ti… _dijo cuando Nowaki volvió a tomarlo de la mano y deslizó el anillo en uno de sus dedos.


_ Es hora de dejar el dolor atrás, Hiro-san. Quédate conmigo, seamos felices juntos… Como lo éramos antes... _el más alto se llevó su mano a los labios y la besó.


Se miraron a los ojos un momento, pero el profesor no resistió por mucho tiempo y dejando su orgullo de lado completamente le echó los brazos al cuello;


_ Eso será fácil, esto es mucho mejor que antes. _susurró mientras lo abrazaba_ Te amo, Nowaki. Me quedaré a tu lado para siempre, no importa lo que pase…


Nowaki le rodeó la cintura con sus brazos y lo apretó contra él:


_ ¿Me lo promete, profesor…?


_ Te lo prometo. _Hiroki le acarició el rostro_ Mi alumno… Mi dulce Nowaki…


 


Entonces profesor y alumno sellaron ésa promesa de amor con un tierno beso…


Ya todo estaba bien, ahora no tenían que huir de nada ni nadie…


Eran libres para ser felices uno en brazos del otro, y tenían todo el mundo para amarse...


Lo único que debían hacer a cambio era guardarlo todo en secreto…


 


Secretos de un alumno y un profesor…


 


:::::::::::::::::::::::FIN DE LA HISTORIA ALTERNA::::::::::::::::::::::::::


 


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