Recostado, placidamente en mi departamento escuchando el sonido de la brisa chocar levemente contra mi ventana, es tan aburrido como lo imagine.
Debí haber salido eso esta claro ¿Por qué no lo hice? La maldita estupida que da el pronostico del clima dijo que habría fuertes lluvias y el muy estupido Akira creyó en sus mentiras. Me asomo por la ventana, esta bastante nublado y frió pero al parecer no lloverá, las calles están vacías, claro es muy tarde pero… es raro. Quizás todos estén disfrutando en un grandioso bar o cogiéndose con una grandiosa puta, cosa que realmente envidio.
Estoy dispuesto a volver a la cama pero unos gritos me lo impiden, maldita sea.
- ¡No! Por favor no lo haga… ¡déjeme! – Sollozaba un pequeño rubio
- ¡Cállate imbecil! Eso te ganas por andar paseándote como puta en la calle
- No… por favor- decía el menor casi sin fuerzas
Me asomo a la ventana nuevamente y veo a un rubio pequeño de no más de 14 años, forcejeando con un gordo, bastante feo. Creo que trata de… violarlo, bueno aya él, espero que tenga suerte…
- Ven imbecil, esto seguramente te dolerá.- decía jalando al pequeño
- ¿Sí? Y esto- Dijo un rubio alto golpeándolo directamente en la cara haciendo el extraño perdiera el equilibrio y cayera- ¿Duele?
- ¿Quien te crees maldito imbecil?- Dijo el gordo tomándose la cara con ambas manos.
Tome al pequeño de la mano ignorando al muy imbecil, y lo guié hasta mi departamento, el pequeño casi ni hablaba y estaba temblando tal vez de frió, tal vez de miedo, que se yo…
Lo deje en el sillón y traje una mantita para el, lo cubrí y me senté a su lado, era realmente tierno y me miraba con timidez, algo sonrojado. Acaricie su cabello con lentitud, y lo acurruque en mi pecho, no lo haría hablar, no si el no quería.
Rodeo mi cintura con sus pequeños brazos y acurruco su cabeza en mi pecho, haciéndome sentir su embriagante aroma, Dios dame fuerzas para no violarlo aquí mismo.
- Gracias…
- Akira.
- Gracias Aki-chan
Admito que odio que me llamen de esa forma tan infantil, pero como reprochárselo a este pequeño, no simplemente no puedo, levanto su cabeza dejándola peligrosamente cerca de mi rostro, podía sentir su respiración chocar contra mis labios.
- Aki-chan tengo hambre, quiero galletas- dijo abrazando al rubio más alto
- Pero como te aprovechas…
- Takanori- dijo algo bajito
- Taka- dijo sonriendo de medio lado
- Perdón Aki-chan no es mi intención- dijo separándose un poco de él - por cierto ¿Por qué usas eso? – dijo tratando de quitarle la venda que cubría parte de su rostro
- No lo sé, creo que me da confianza- dijo acariciando su nuca- bueno iré a prepararte… no, espera no sé cocinar Taka.
- Bakka- dijo en un tono divertido- Yo te ayudare- dijo tomando de la mano al más alto haciendo que lo siguiera.
¿Por qué me hacia sentir eso? Es raro, no sé, Akira piensa claramente, Ayudaste a un niño que no tienes idea de quien es ¿Por qué? No sé. No puedes dejar de mirar cada uno de sus movimientos ¿Por qué? No sé. Estas como estupido enlistando cosas que realmente sabes no tienen explicación lógica, al menos no ahora ¿Por qué? ¡Por ese niño! Te gusta y lo sabes, ¿Por qué no lo admites infeliz? ¿Tienes miedo de enamorarte verdad? Tienes miedo de que te lastime como tantas veces lo hiciste tú. Ciertamente te asusta ser herido, más por un niño. Realmente patético Akira.
- Aki-chan están listas, gracias por la ayuda, tonto. – Dijo con sarcasmo, ofreciéndole galletas al más alto.
- P-perdón Taka estaba…
- Sumido en tus pensamientos
- Sí, p-perdón
- ¿En que pensabas Aki-chan? ¿En tu novia?- Dijo divertido tratando de disimular su tristeza
- No tengo una- dijo acariciando el cabello del más bajo
- ¡Vamos a comer!- dijo el menor entusiasmado
Fuimos nuevamente al sillón, las galletas de Taka eran realmente estupendas, seguramente seria una buena esposa ¡¿Qué dices Akira!? No pienses estupideces… solo, solo cocina bien, nada del otro mundo.
- Cuantos años tienes Taka?
- 15 ¿y tú Aki-chan?
- 21 – dijo el mayor acercándose a sus labios, robándole un beso, corto y bastante tierno
- A-Aki-chan ¡eres un pervertido! - dijo riendo nervioso, algo sonrojado
- Vamos Taka, a dormir- dijo desviando el tema
- ¿Juntos?
- Y luego el pervertido soy yo- dijo cargándolo
Te quiero, Takanori.
- Aki-chan te quiero- dijo agarrando la camisa del mas alto
- Yo no puedo quererte-
Perdón Taka… pero no puedes sufrir por un estupido como yo.