Capitulo 12 Confusión
Habían pasado unos cinco días de haber vivido aquel penoso incidente las huellas de moretones en la cara, ocasionado por las múltiples cachetadas por Ban en un intento de despertarlo, en la actualidad eran de un pálido verde apenas perceptible. Los rasguños presentaba una capa de costra ligera realzados por un color sonrosado que limitaba los bordes. Y la herida del pecho que había ocasionado Kuroudo con el escalpelo seguía siendo una línea actualmente café por la costra a punto de cicatrizar.
Podría decirse que si cualquiera lo encontrase con ropa común no se daría cuenta de lo que paso.
Sin embargo una herida profunda en su corazón no cicatrizaba, le dolía, le dolía respirar, platicar, sonreír, siempre le dolía.
Se encontraba cortando una col en pequeños cortes para hace una sopa que Jubei le contaba que era deliciosa.
El chico escuchaba como Jubei platicaba acerca de los beneficios de una sopa caliente de col, acompañada de pan tostado y un poco de pescado hervido y arroz.
Ginji de vez en cuando levantaba la mirada de la col y le sonreía, sin expresar palabra.
Como externar que se sentía triste, demasiado triste. No deseaba hacer nada solo dormir. Pero como contarle a su enamorado lo que sentía y que había un mundo de confusión en su cerebro intentando descifrar lo que había vivido.
Ese no era Ban Mido, El por muy furioso que estuviera, nunca lo castigaría así.
Ginji no era el hombre mas brillante del mundo, pero era noble y era capaz de ver lo mejor en los demás.
Muy al principio sintió tanta ira contra Ban, después sintió lastima y ahora concluía en que El lo había hecho rabiar al demostrar que Jubei era mas que un amigo y eso había desencadenado la impotencia e ira de Mido contra El.
Todo esto tenía sumido al menor en una depresión mezclada con una desesperación por aclarar la situación con Ban.
Levanto una vez mas la mirada su novio estaba cocinando le daba la espalda y ponía especias y sal al caldo para cuando empezara la ebullición echara la col y solo un par de minutos y la sopa seria servida.
El rubio se cuestiono la razón por la que estaba allí y no había abandonado el nido que le daba confort y seguridad.
Primero Jubei preocupado por El se ofreció a llevárselo a su casa.
Segundo Paúl al ver la apariencia del rubio, creyendo sin chistar que lo había arroyado un camión, le comento que no podía estar allí, trabajando que era una mala imagen para el lugar y le dio vacaciones sin sueldo. De por si no le pagaba, pero eran vacaciones al fin y al cabo.
Tercero Tenia miedo de encontrarse cara a cara con Mido. No por temor a que le atacara, si no por que se iba a derrumbar y todos sabrían que algo había pasado entre Ellos y dejaría muy mal parado a Ban.
Cuarto El estar al lado de alguien como Jubei le hacia feliz, no solo por la forma como lo cuidaba y trataba si no por que cuando estaba a su lado se sentía seguro, le daba calor a su corazón, le hacia sonreír y estaba enamorado de El.
Entonces que rayos le pasaba, por que sentía que la felicidad se le escapaba como el agua entre los dedos.
-Ginji...
-Ginji...?
-GINJI...?
-Eh? Respondió sorprendido.
-Pásame la col, el agua esta hirviendo. Externo Kakei al momento que extendía la mano para tomar el plato, donde el rubio depositaba el resultado de su trabajo.
-Lo siento no te escuche. Respondió mirando directamente al medico, para después entregar el plato y acto seguido rodar la mirada una vez mas hacia la mesa.
El mayor vertió todo sobre la olla y la tapo.- Menos de cinco minutos bastaran.
-Te pasa algo Ginji. Pregunto preocupado levantando el rostro por el mentón del rubio.
-No me pasa nada, estoy bien. Respondió esforzándose con una sonrisa fingida. El medico noto la mirada triste, nada que ver con la sonrisa. Y se preocupo aun más.
Le llevo hacia su pecho y le abrazo.-Tu sabes que cuentas conmigo Ginji, eres muy importante para mi. Después de unos momentos se dio vuelta apago la estufa tomo un par de platos hondos, tomo un cucharón y de un golpe sirvió aquella humeante y aromática sopa. Se acomodaron sobre la mesa. El pan frito ya estaba en el centro.
El rubio disfruto de colocar aquellos crotones sobre el caldo. Estaba hirviendo le soplo un poco ante la mirada divertida de Jubei.
Los japoneses acostumbran tomar bebidas hirviendo, así que la actitud del menor era nada común ante sus ojos. Le recordó un gato que nunca toma algo caliente.
Amano se sonrojo. - Perdón estoy haciendo el ridículo verdad?
- Para nada, solo me gusta observarte.
- Te amo Ginji, muchas veces cuando estas distraído, o platicando o comiendo o aun durmiendo me gusta observar tu rostro. Siempre me parece fascinante.
- Nunca te das cuenta de cuan hermosa te puede parecer una persona hasta que estas enamorado de El y le amas. Entonces esa persona viene a ser tu mundo.
Al rubio le pareció la filosofía de su medico tan sabia, era verdad Mido le parecía hermoso en todo. Era amor?
Jubei también era guapísimo a sus ojos. Definitivamente era amor.
-Pero por que pensó en Ban se cuestiono? Y de ser posible se hubiera cacheteado por tarado. No estaba hablando de Mido. Si no más bien era lo que El era para Jubei.
La sopa un poco menos caliente era deliciosa.
-Si la hubieras tomado antes te sabría mejor Ginji. Externo Jubei.
-Pero estaba caliente. Reclamo el menor con un tono de tristeza.
Después Jubei sirvió los trozos de pescado hervido y arroz.
-Espero que disfrutes la comida japonesa Ginji. Yo soy muy dado a lo tradicional y folklórico como te darás cuenta.
-Algunas veces temo que te aburras de mí.
-No para nada, me gusta. Yo nunca había vivido algo así.
-Es que mi familia era originaria de una aldea muy pequeña muy alejada de la ciudad. Mi padre era medico como Yo y a la vez teníamos tierras.
-Nosotros los Kakei desde muchos ancestros hemos estado al lado del clan Fuchoin para cuidarlo, apoyarlo, respetarlo.
-De mi aldea Yo fui el destinado para estar al lado de Kazuki...
-Te molesta que te lo mencione Ginji'
-No para nada, cuéntame más. El joven se acurruco sentándose sobre las piernas flexionadas del medico. Ambos estaban sentados sobre el piso de madera, Acomodados al estilo japonés tradicional.
Jubei al sentir el cuerpo de Ginji sobre el suyo le cruzo los brazos por el pecho, el menor levanto la cara y recibió un beso en la punta de la nariz.
Ginji nunca pensó que un hombre tan adusto como Kakei pudiera ser tan increíblemente tierno.
- Es verdad que te enamoraste de Kazuki a primera vista?
. Es verdad yo tenia unos diez años y Kazuki unos nueve, ese día estaba muy emocionado por conocerle. Cuando llegue vi. A un joven que tocaba un instrumento con el cabello corto y bestia una Yukata roja. Se veía tan hermosa que mi corazón se acelero. Sentía que esa niña desde el primer momento seria el amor de mi vida.
- Si no te rías, era un niño pero era romántico. Comento el medico apenado.
-Unos cinco minutos después me entere que era el príncipe y próximo Señor del clan Fuchoin.
- Me sentí un idiota...Te imaginas creí que era una niña y me había enamorado. Comento una vez mas mirando directamente al par de ojos color miel que seguían el relato fielmente.
Kakei una vez mas le dio un beso, solo que este fue corto y dulce, sobre aquel par de labios que se mantenían entre abiertos durante el relato.
-Y seguiste enamorado después aunque te diste cuenta que era hombre verdad?
-En parte, mi corazón había sido marcado. Pero no le di importancia. Sin embargo el estar tanto tiempo juntos lo hacia inevitable.
-Después de la tragedia en su clan, huí con El.
-Era mi deber, me aleje de mi familia, mas tarde Sakura se nos unió.
- Y el estar a su lado. Protegiéndolo, ya no me permitió volver a estar con nadie, ya no podía tener emociones o sentimientos hacia una chica. Mi deber era con Kazuki.
-Hasta que El se volvió mi todo.
- Dime Ginji. Crees que soy un tonto?
-Por que? Aun estas enamorado de Kazuki?
- Si es así lo entenderé y me iré.
- No Ginji te hable de mi pasado, lo que sentí.
-Pero ahora estoy enamorado de Ti.
-No quiero ser una molestia para ti Jubei.
-Tonto.
-Tonto?
-Ya te dije que estoy enamorado de Ti.
-Es que sentí que hablabas con nostalgia sobre tu encuentro con Kazuki.
-No, no, no....Hable de mi pasado...Pero tu eres mi presente y soy feliz.
-Además tú lo viviste también en la fortaleza ilimitada, en este lugar no hay lugar para otros sentimientos más que la lucha, la supervivencia.
- Tienes razón Jubei. Externo el rubio bajando la cara. Ocultándose entre los mechones de su cabello.
-Ginji, estos últimos días te he visto desanimado, triste aun cuando dormías llegaste a tener pesadillas.
-No entiendo el por que estas tan afectado...Pero eso quiero invitar a salir hoy...Tengamos una cita.
-Quiero animarte Ginji.
El rubio levanto la cara y le miro directamente al profundo azul oscuro de los ojos de su novio.
Unas cuatro horas mas tarde la pareja iba caminando tranquilamente sobre Shinjuku.
-Jubei me apena que hayas cancelado tus citas por mi, hoy no es miércoles es lunes...
- No hay problema, en verdad no te preocupes.
-Vamos a ver la puesta de sol y después iremos a saludar al Honky Tonk.
-Al Honky Tonk?. Y si mejor nos regresamos y vemos una película? (No me quiero encontrar con Ban) Pensaba pero no encontraba la forma de hacer cambiar de parecer a Jubei.
Sin embargo por más que se esmero fue imposible.
Las siete de la noche arribaron al lugar. Amano entro corriendo como un torbellino y saludando como si hubieran pasado cinco años y no cinco días.
Todo iba como miel sobre hojuelas (ese dicho siempre me ha gustado) Hasta que Mido acompañado de Kazuki arribo al lugar.
El rubio sintió como si un balde de agua le cayera encima, sintió como su corazón se aceleraba al igual que su respiración.
Jubei noto la palidez en el rostro de su chico, pero no comprendió la razón. Sin embargo se aproximo a El y le tomo de la mano discretamente solo para sintiera que estaba a su lado.
Amano giro su rostro hacia El y su mirada denotaba tristeza y húmeda.
Jubei le miro por unos instantes profundizando en esa mirada y comprendió que había algo que el ignoraba. Pero no iba a averiguarlo, amaba al rubio y lo único importante era que El estuviera bien. Más adelante le confesaría que sucedió.
Mido entro como de costumbre indiferente a todos, paso frente a la pareja sin mirar si quiera, lo mas seguro es que ya les había visto. Pero paso sin saludar fumando con las manos en los bolsillos.
Tomo un lugar en el fondo Kazuki después de saludar amablemente se sentó a su lado y empezó a hablar y agradecer que Natsumi les llevara café a su mesa.
Ginji rodó su mirada hacia Mido se sentía terrible, necesitaba hablar con El, pero de que?
Jubei permaneció a su lado sujetando su mano, solo apoyándole en silencio.
A pesar del incomodo silencio Ginji agradeció la compresión de su novio hacia El. Jubei era el mejor hombre del planeta, no entendía como Kazuki pudo será tan estupido de dejarlo y lo peor era como alguien como El podía estar a su lado. El no merecía a alguien tan increíble a su lado.
Después de una incomoda hora Mido abandono el lugar, se despidió de Wan abandono el lugar, se había sentido indispuesto y lo mejor era retirarse. Paso igual que a su llegada indiferente ante el rubio, ni una sola mirada.
Una vez afuera Kazuki pregunto a su pareja por que había actuado aun mas indiferente que en otras ocasiones ante su ex compañero.
-Paso algo que Yo no sepa Ban?
- Eh? Fue su respuesta con el cigarrillo entre los labios. Girándose para ver a su compañero actual.
-Dime Ban paso algo nuevo entre tu y Ginji?
-Nada importante, solo que el idiota de la anguila eléctrica ya no me importa. Externo sin mirar a su pareja.
-Ban. Deteniendo a su pareja por la muñeca para que dejara de caminar.
-Que pasa? Pregunto el poseedor del jagan desconcertado ante la respuesta del maestro de los hilos.
-Ban deja de engañarte y de tratar de engañarme.
-Por que dices eso?
-Por que se que aun le amas.
-No te voy a decir que me agrade. Pero tampoco quiero estar al lado de alguien que ama a su ex pareja.
- Kazuki Yo....
- Ban entra a ese local y habla con El.
Kazuki empujo a Mido por la espalda y lo dejo en la entrada del Honky Tonk.
Ginji levanto la mirada y lo vio frente a la entrada.