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AL FILO DEL PRECIPICIO por CheerioFan

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Notas del fanfic:

Debo ser sincera, soy súper fan de Sailor Moon, pero no era fan de Haruka o Michiru... yo soy más fan de Setsuna (Sailor Pluto) porque tengo una muy poca sana fijación por la moda y por Hotaru (Sailor Saturn) porque considero que es la Sailor más poderosa de todas y porque es Capricornio (igual que yo).


En fin, realmente no sé de dónde saqué esta idea... pero espero disfruten esta historia...

Notas del capitulo:

Díganme si debo continuar o no... simplemente debía sacarme esta idea de la cabeza, la cual ha estado ahí desde hace AÑOS.

 

 

El canto de las aves creaba la sinfonía perfecta de días de verano como este, expresaban melodiosamente el olor de las flores y la briza marina que era arrastrada por un gentil viento. Días como este parecían ser eternos, los secretos que escondían días de verano como estos no conocían la palabra tiempo…

La temperatura obligaba a mantener las ventanas abiertas, permitiendo así la circulación del viento en aquella hermosa residencia de playa. Una primera percepción indicaría que en esa casa no había nadie, en la sala sólo se escuchaba el tic tac del reloj antiguo estilo inglés que el abuelo Kaio le había dejado a su nieta, sin embargo, en la habitación principal se escuchaba algo que no armonizaba con el canto veraniego de las aves, eran gemidos de placer desmedido, sonidos eróticos que nunca escaparían de esas cuatro paredes…

Michiru mantenía sus ojos cerrados, disfrutaba de los labios de su amante en lo más íntimo de su ser. Eran en momentos como este en los que su aguda mente no se permitía razonar con eficacia. Michiru Kaio era una mujer inteligente y talentosa, pero al fin y al cabo, era una mujer de carne y hueso que disfrutaba de los placeres de la vida, de los placeres del sexo.

Su mano izquierda se atrevió a perderse en los mechones sedosos de la mujer que no le permitía pensar, obligándola a no separarse de su quehacer, invitándola a terminar lo que había iniciado. La sensación que crecía en su vientre era cálida y agradable, sus músculos se empezaban a tensar, su respiración era errática y podía sentir el rubor en sus mejillas, cuello y pecho… “sigue, no pares…” logró murmurar Michiru con dificultad.

‘Hacer el amor’ era un término que la chica de cabello verde azulado aún no comprendía del todo, a Haruka le gustaba decirlo una y otra vez, era una frase poética y encantadora… pero era un disfraz porque la acción seguía siendo sexo y el sexo, aunque no fuera poético, era algo que superaba a la razón en todo sentido, el sexo te llevaba a lugares inimaginables, te hacía hacer cosas impensables… y los orgasmos…

“Déjalo venir… déjalo venir para mi, Michiru.”

Escuchar esa voz ronca y llena de lujuria fue suficiente para que el éxtasis explotara en su ser y se expandiera por cada célula de su cuerpo. Su garganta dejó escapar un grito de satisfacción y, al mismo tiempo, sintió que su mente se nublaba por completo… este había sido uno de sus mejores orgasmos, ella siempre le ofrecía los estremecimientos eróticos más maravillosos de su existencia y siempre era atrayente el hecho de sentirla en su interior, disfrutando de los espasmos que había creado con sus talentosas manos y lengua.

Michiru sintió un par de labios escalar por su cuerpo, dejando huellas de su propia esencia íntima. Esta acción siempre era diferente, era difícil de explicar, había tanta emoción y adrenalina, cariño que quemaba su piel… unos segundos después, sintió ese mismo par de labios sobre los suyos propios, exigiendo paso entre ellos y con gusto se vio obligada a partirlos de inmediato; pudo saborearse en esa exquisita lengua mientras que unos suaves dedos acariciaron su mejilla. Cuando se separaron, la chica de cabellos azulados abrió sus ojos con pereza, la luz del medio día se veía opacada por largos cabellos verde oscuro y un par de ojos color amatista que aún estaban oscurecidos por el deseo carnal.

Ambas chicas se sonrieron satisfechas y fue cuando el tiempo volvió a adquirir su transcurso natural. El descanso post coital no era algo que durara lo suficiente, al menos eso era lo que pensaba Michiru, porque Setsuna siempre terminaba por encontrar la salida unos minutos después.

“Debo irme,” dijo la mujer de ojos amatistas cuando vio la hora en su reloj de pulso.

“¿Tan pronto?”

Setsuna se levantó de la cama mientras buscaba en el suelo su ropa, “me temo que sí. Tengo prueba de vestuario en treinta minutos y tengo que estar ahí,” la mujer de cabellos verde oscuro se vistió con rapidez y cuando lucía como si nada hubiera ocurrido miró a la chica que aún permanecía en la cama, “¿recuerdas que yo soy la diseñadora?” Setsuna sonrió coquetamente mientras se inclinaba quedando a escasos centímetros de Michiru, “te ves hermosa,” susurró la mujer antes de plantar un beso en los labios de su amante.

Setsuna intentó alejarse, pero la mano elegante de Michiru en la parte trasera de su cuello se lo impidió, “¿mañana quieres venir a tomar el té?”

“Por supuesto,” dijo la diseñadora antes de besar nuevamente a la otra mujer, “llámame ¿de acuerdo? Pero en serio Michiru, debo irme ahora.”

Michiru observó decepcionada como Setsuna se alejaba, unos segundos más tarde, escuchó como sus tacones de diseñador hacían eco en el pasillo y en la escalera y tres minutos después, escuchó el motor de su BMW Z4 alejarse de la residencia. Este era el momento en el que olvidaba que era verano, porque ahora su cuerpo sentía un frío desolador que no podía explicar por más inteligente y talentosa que fuera.

*****

El estudio de arte era como un templo, era el lugar más tranquilo de la casa, era espacioso y silencioso. Poseía un par de ventanales con vista a la playa… su elemento siempre era visible en esta parte de la casa.

Michiru entró en la habitación, vistiendo un par de jeans desgastados y una camisa negra holgada, remangada hasta los codos, su cabello estaba húmedo y atado en una trenza francesa. La chica tomó su banco y lo colocó frente a su caballete, el cual soportaba un lienzo con una pintura que estaba a punto de finiquitar.

Los ojos turquesas de la mujer observaron el cuadro. La imagen no se parecía a ninguna de sus anteriores obras, no tenía un sentido tal cual, no era una imagen nítida, pero los colores eran vivos, oscilaban entre un azul y verde, con matices anaranjados y rosas… las interpretaciones podían ser diversas pero Michiru ya había nombrado el cuadro mucho antes de haberlo iniciado: ‘fusión del mar y el tiempo’, los colores que eran plasmados en el lienzo eran los sentimientos de la violinista, eran confusos pero vivos y cautivantes.

Su delgada mano tomó el pincel, lo llevó a su paleta de colores y con suavidad siguió con su trabajo mientras recordaba como su perfecta vida se había vuelto en algo difuso…

Michiru Kaio siempre estuvo consciente de todo lo que ocurría con su vida, siempre fue madura para su edad, era afortunada de poseer talentos que mucha gente mataría por poseer. Cuando conoció a Haruka, estuvo consciente de sus sentimientos por ella, los cuales no sólo se centraron en su belleza singular o en su encanto ‘masculino’, sus sentimientos por la rubia iban más allá, se entendían, ambas tenían este aire sofisticado que las hacía verse bien juntas. No cabía duda de que eran la una para la otra. Sin embargo, no siempre congeniaban, Michiru era una artista, Haruka una deportista y, a veces, eso resultaba ser un problema.

Haruka era guapa, simpática y podía deslumbrar a la mujer más heterosexual del planeta con una simple sonrisa o con un movimiento de su cabello rubio cenizo… esto no se debe mal interpretar, Haruka Tenoh sólo tenía ojos para su novia, pero su amor se dividía con los deportes que practicaba.

Cuatro meses atrás…

Michiru llevaba practicando días para el evento de caridad que se celebraba cada Febrero. Asistirían las personas más importantes de Japón – empresarios, políticos, artistas – y la violinista era la atracción principal. Todo estaba casi listo, su vestido blanco ya había sido perfeccionado y su violín ya estaba afinado.

“Haruka,” la chica de cabello azulado entró a la cocina y notó que su novia estaba desayunando su cereal favorito mientras miraba en su lap top de seguro algo poco interesante, “no olvides que el evento de caridad empieza a las seis.”

Los ojos verdes de la rubia miraron con confusión a la chica de cabello agua marina, “oh, ¿para eso era el esmoquin?”

La violinista cerró los ojos y dejó salir un suspiro de frustración, “lo olvidaste ¿verdad?”

Haruka se levantó de su lugar y se acercó a la otra chica, “no… claro que no.”

“¿Pero?”

La rubia se mordió el labio inferior, claro signo de culpabilidad. “Michiru, hoy tengo una carrera muy importante, ya te lo había dicho.”

“Sí, pero nunca me dijiste que tu carrera era hoy.” Michiru mentiría si dijese que esta actitud no le molestaba, la verdad era que estaba furiosa con su novia, pero no lo demostraría… “¿sabes qué? No hay problema, ve a tu carrera.”

Los ojos verdes de Haruka miraron directamente a los turquesa de Michiru, buscando algún signo de enfado o molestia, pero a veces la rubia era tan parecida a un hombre, que no lograba identificar las emociones, “te lo recompensaré, lo prometo.” Haruka tomó la cintura de la otra chica y la acercó, “¿cómo suena una cena romántica en tu restaurant favorito y luego un paseo por la playa?”

Sin duda, tan parecida a un hombre.

Michiru sonrió forzadamente, “suena bien.”

Haruka se fue temprano para checar sus cosas mecánicas y demás, dejando a Michiru sola con sus pensamientos. Ese día resultó ser largo y agotador en un sentido emocional; cosas tan insignificantes comenzaban a tener un lugar importante en la mente de Michiru, ya no había constantes ‘te ves hermosa’ o ‘hoy luces muy sexy’ y eso incomodaba a la chica de cabello aguamarina. El sexo ya no era tan frecuente y las conversaciones ya no eran tan interesantes, era como si hubieran envejecido en un santiamén… sí, había lindos detalles, como ramos de flores o cenas románticas, pero simplemente ya no era lo mismo.

Los siguientes eventos fueron los que iniciarían un tórrido romance entre la violinista y la mejor amiga de la pareja. Era como si el destino hubiera planeado todo… su enfado con su novia le afectaba más de lo que se imaginaba, todo lo que hacía le recordaba el descuido de Haruka, ni siquiera estaba segura de poder tocar esa noche y por azares del destino, en un mal paso, el vestido blanco marfil se había desgarrado de un costado…

“¡Maldita sea!” Musitó Michiru y ese pequeño descuido, provocó un llanto que comenzaba a arruinar su maquillaje. Definitivamente esa noche sería un desastre… fue cuando alguien tocó suavemente la puerta. “¡Aún no estoy lista!” Gritó Michiru con una voz que parecía que se quebraría en cualquier instante.

“Michiru ¿estás bien?”

La violinista reconoció de inmediato la voz. Setsuna estaba al otro lado de la puerta. Con el dorso de su mano, se limpió las lágrimas, logrando con eso que su rímel se corriera aún más y con vergüenza se animó a abrir la puerta.

Los ojos de Setsuna miraron con horror a su amiga de pies a cabeza. La imagen sofisticada y sobria que identificaba a Michiru Kaio parecía que había desaparecido. Frente a Setsuna Meio había una chica desalineada, con el maquillaje arruinado y un vestido roto.

“¿Qué haces aquí, Setsuna?”

La voz de la chica de ojos turquesa despertó a su amiga de esa fatal imagen. “Me invitaron al evento y bueno…” la diseñadora miró una vez más a Michiru de arriba abajo, “cuando me enteré que tú tocarías quise venir a desearte que ‘te rompieras una pierna’.”

Michiru esbozó una pequeña pero sincera sonrisa, “gracias,” susurró la chica.

Entre ellas hubo un momento de silencio. Setsuna se introdujo en el camerino, cerrando la puerta con seguro, “¿te peleaste con Haruka? ¿Por eso ella no está aquí?”

“No, ella está…” la chica se sentó en la silla frente al espejo y miró su imagen, “en una carrera importante.”

Setsuna se paró tras de su amiga, mirándola a través del espejo, “sabes que puedes decirme lo que sea.”

Michiru respiró hondo, “no sé… es sólo que las cosas entre ella y yo ya no son como antes. No sé cómo explicarlo.”

Las manos de Setsuna tomaron los hombros tensos de su amiga, “es normal, son momentos que todas las parejas pasan. Verás que todo volverá a la normalidad pronto.” La diseñadora se interpuso entre la violinista y el espejo, “por ahora debemos arreglar tu vestido y tu maquillaje. Recuerda que tú eres la estrella esta noche.”

“No creo poder salir…”

“Michiru,” los ojos amatistas de Setsuna miraron a la chica con seriedad, “claro que podrás, eres una mujer talentosa, hermosa y con mucho estilo. Podrías conquistar el mundo su así te lo propusieras. Ahora, déjame ayudarte y luego, cuando todo esto termine, tú y yo nos escaparemos a tomar un copa. ¿Trato hecho?”

“De acuerdo, trato hecho.”

*****

Michiru observó la pintura una vez más. Al fin estaba terminada y no podía esperar por mostrársela a Setsuna… sus ojos turquesas miraron el reloj y notó que habían pasado horas desde que se internó en sus recuerdos. Haruka llegaría en cualquier momento y la cama aún estaba desordenada. Con prisa, subió las escaleras y al entrar a la habitación no pudo evitar sentir nostalgia… habían pasado apenas cuatro horas desde que Setsuna había partido y ya sentía que la extrañaba.

Comenzó a acomodar las sábanas blancas y detectó un perfume que no le pertenecía a Haruka y lo que la obligó a quitarlas y reemplazarlas por unas nuevas. Una vez que su cama no poseía indicios de infidelidad, se dirigió al cuarto de lavado y antes de depositar las sábanas en la lavadora, las acercó a su rostro… el aroma era embriagador, era un aroma que sólo podía ser descrito como intoxicante, quería fundirse con ese olor.

“¡Michiru!”

La voz de Haruka la obligó a dejar sus fantasías y a por fin iniciar el ciclo de lavado que escondería por otro día su terrible secreto.

 

Notas finales:

Sé que tengo dos historias por terminar, pero estoy enfadada por lo que han hecho los creadores de Glee con el personaje de Brittany (creo que ya la odio) y a causa de ello mi inspiración se fue... pero terminaré esos fics antes de que termine el año (espero).

Necesitaba un respiro, así que decidí escribir Yuri de verdad y no sólo femslash...

Dejen reviews y díganme si debo dejar esto como One Shot o debo seguir desarrollando la historia.


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