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Ocultos en la niebla por Yaoilady y Kira

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Notas del fanfic:

Yaoilady: los personajes no me pertenecen , son de Kishimoto-sama

Kira: pero no importa, nosotras los usamos para hacer realidad nuestras perversiones.

Knife: ustedes...

Yaoilady: sip, porque no queres admitir que te gusta el Yaoi

Knife: soy hombre...

Kira: por eso XD

Knife: ejem... las correciones son de spirit-san

Notas del capitulo:

Yaoilady: fan del kisaita... solo espero que alguien lo lea y lo disfrute n////n

Kira: a casi nadie le gusta T.T

Knife: no es una pareja demasiado popular -_-

Yaoilady: si hay algun fan de esta pareja...

Kira: Yaoilady@hotamil.com no nos hagan sentir tan solas

Knife: solos...

Yaoilady: como sea ¬¬U

Dentro del espeso manto de niebla que cubría todo los alrededores y no permitía ver más allá de algunos escasos metros, dos ninjas caminaban en una dirección poco clara a un lugar que no conocían. Ambos ninjas llevaban puestos unos enormes sombreros que, gracias a las cintas que los rodeaban, no permitían distinguir los rostros de esas personas.


 


También llevaban puestos unos sobretodos de color negro intenso cuyas nubes rojas contrastaban y hacían esa vestimenta bastante llamativa. Pero dentro de la niebla no importaba nada de eso. Ambas siluetas caminaban una junto a la otra y no se oía mayor ruido que el de la tierra crujir a su paso.


 


-ahhhhh- suspiró profundamente uno de ellos- esto me trae recuerdos, creo que voy a llorar-


 


Quien había pronunciado esas palabras era el mayor de ellos, Kisame Hoshigaki. Sonreía cínicamente haciendo relucir sus afilados dientes de tiburón. Lucia orgullosamente una enorme espada que cargaba a sus espaldas.


 


-hmp- dejo salir el otro sin prestarle demasiada importancia a las palabras de su compañero.


 


Ese era Itachi Uchiha, un jovencito de belleza sin igual que contrastaba en muchos aspectos a la persona que caminaba a su lado. Puesto que era mucho más bajo y su piel exquisitamente blanca no se comparaba a la piel azulada de su colega.


 


Kisame sonrió de medio lado, el ex shinobi de la hoja llevaba mucho tiempo sin dirigirle palabra. Hacía un par de días atrás habían escapado de la persecución de los ninjas de la hoja, hacía un par de días exactamente, le había hecho un comentario…uno que parecía haberle afectado bastante.


 


“no me digas que extrañas tu antigua casa…”


 


Los ninjas que abandonaban las villas lo hacían por su propia voluntad. Entonces, por qué ese semblante cargado de angustia al escuchar el comentario que realizó? por su parte, había dejado lo que fue su vida atrás y nunca se había arrepentido de ello… nunca más desde que estaba con él.


 


-aun no te has recuperado del todo- dijo en tono casual- deberías descansar un poco más, no tenemos prisa después de todo y debes estar en perfecto estado para luchar-


 


Siguieron caminando como hasta el momento, en silencio, entre la niebla. El ceño del joven se frunció, acaso su salud era un asunto importante sólo a la hora de luchar? No era porque le importara tanto eso, pero Kisame estaba sumando puntos en contra.


 


-no me digas que hacer- exigió sin apartar del camino sus ojos color sangre.


 


-sólo digo que si no descansas tus ojos, estaremos en problemas más adelante-  ladeó apenas su cabeza para mirarlo, seguía sin prestarle atención.


 


Sonrió ampliamente, le causaba gracia ser tan masoquista. A pesar de que su compañero le había hablado de esa forma tan fría y distante, él se sentía feliz de poder oírlo nuevamente. Realmente estaba preocupado por él, en esos últimos días no había tenido tiempo de dormir…por su parte no se preocupaba, puesto que literalmente no dormía, lo hacía de una forma muy particular.


 


Considerando que el Uchiha seguiría caminando sin importar nada de lo que dijera, optó por no dar un paso más. Buscó con la mirada un lugar lo suficientemente resguardado y se dirigió allí, esperando que el más bajo notara su ausencia pronto. Para ayudarlo, tomó su enorme espada y la clavó en el suelo provocando un golpe seco.


 


Itachi volteó repentinamente y se halló solo, rodeado de la inmensa masa de agua que flotaba en el aire. Masajeó con sus dedos su frente y suspiró, a veces el tiburón era muy obstinado. Volvió sus pasos atrás buscando a su alrededor la alta silueta del ex shinobi de la niebla, la encontró a un lado del camino y se dirigió a ella con el ceño fruncido.


 


-déjame adivinar…estás enfadado- dijo divertido quitándose el amplio sombrero que cubría su cabeza.


 


-no me molestes- dijo imitando la acción realizada por el mayor- en cuanto descanse un momento, seguiremos-


 


-no necesitas descansar, necesitas dormir- afirmó acercándose al jovencito y sujetándole el mentón- deja de utilizar tus ojos, idiota-


 


A pesar de que la mirada del joven de piel pálida dejaba en claro sus intenciones homicidas, la misma perdió esa tonalidad roja para adoptar un color negro perfecto. Kisame sonrió satisfecho, lo había obedecido y no lo había notado. Aunque le hubiese encantado decirle “Itachi es un buen chico”, se quedó callado, era mejor no molestarlo más.


 


El joven de cabellera azabache se recostó contra el tronco de un árbol caído. Miraba la difusa imagen de su compañero. No había sido una elección viajar juntos, así se había dispuesto desde un orden superior y ellos obedecían…no podían hacer nada más al respecto.


 


Dentro de los Akatsuki no había grandes amistades, excepto por Deidara y Sasori que se llevaban excesivamente bien y el motivo era mas que claro, el resto se hallaba con un colega y eso no significaba que debían agradarse o ser buenos amigos. Era fácil ser el compañero de Kisame, a veces le molestaba que quisiera destrozar todo lo que respirara y también llegaba a cansarlo el constante sarcasmo que utilizaba.


 


Levantó la mirada y se encontró con que el tiburón ya no se hallaba donde lo había visto la ultima vez. Estaba parado juntó a él haciéndolo sentir aun más pequeño de lo que ya era, tomó uno de los largos mechones de cabello que ocultaban parte de su rostro y lo hizo a un lado… aunque éste retomó su posición inmediatamente.


 


-que pasa?- preguntó molesto, ya que sentía la mirada del más alto clavada en él.


 


-nada, es que acaso ya no puedo ni mirarte?- contestó sin despegar sus ojos del joven de tez pálida.


 


Itachi desprendió su capa y se la quitó. Inmediatamente Kisame se sentó junto a él con la capa abierta, el Uchiha se ubicó entre sus piernas y recostó su espalda en el firme pecho de su compañero. Desde hacía un tiempo se le hacía imposible conciliar el sueño si no se ubicaban de esa forma, se cubrió con la capa y cerró los ojos para dormir de una vez por todas.


 


El cabello del más bajo estaba tan cerca, que sentía ese suave aroma desprenderse de él y llegar hasta su rostro. En todo aspecto le parecía un niño muy frágil que podía ser derrotado con un solo golpe, pero no era un niño cualquiera, era un Uchiha y eso lo hacía alguien bastante orgulloso.


 


El joven de cabellera azabache ya no soportaba estar en brazos de su compañero y no poder hacer lo que siempre había deseado… saber como se sentía al tacto la piel de Kisame. Pero no podía hacerlo sin ser visto por el mencionado y hacerlo sin miramientos, lo llevaba a demostrar que su deseo no era sólo tocar… también ser tocado.


 


Soltó su cabello y lo hizo a un lado, dejando su cuello al descubierto. Si lograba que su compañero iniciara, podían hacer de cuenta que nunca había pasado nada y seguir su camino. Si el tiburón llegaba a saber que lo deseaba, todo se echaría a perder y cambiaría radicalmente su imagen recta de siempre. Al ver que necesitaba algo más para atraerlo, se ubicó un poco más hacia atrás rozando la masculinidad del mayor.


 


Kisame sonrió sumamente satisfecho. Desde el primer momento el pelinegro se veía demasiado tentador, pero nunca se había acercado a él como quería, porque si era él quien comenzaba, el menor lo usaría como pretexto para no hacerse cargo de lo que también deseaba. Como los juegos es más divertidos jugarlos entre dos, decidió seguirle la corriente hasta que se diera por vencido.


 


-estás incómodo?- preguntó en tono casual- si seguimos un poco mas adelante, tal vez, encontremos un mejor lugar para que repongas tu energía-


 


-no hace falta- respondió secamente y sin abrir sus ojos.


 


-como digas…- mantuvo su posición pero llevó una de sus grandes manos al vientre del menor.


 


Se sobresaltó ligeramente al sentir los leves movimientos de la mano del otro sobre sus ropas y aun más cuando sintió su respiración chocar contra su cabello. Se sintió aliviado al saber que pronto llegaría el momento en el que su compañero llegaría a sus límites.


 


-es todo- dijo volviendo a quedar en la primera posición y rompiendo todo el contacto innecesario – si quieres algo más tendrás que pedírmelo- sentenció ensanchando su sonrisa.


 


-de que hablas, Kisame?-  preguntó notablemente molesto ante el tono de voz de su compañero.


 


-de que no tiene caso seducirme de esta manera. Si quieres algo, puedes pedírmelo, como buenos compañeros-


 


-en ese caso… quiero que me beses el cuello-


 


-que fácil te rindes, Itachi… creí que lo negarías al menos un poco más- y llegó hasta el delicado cuello del pelinegro y lo rozó con los dientes.


 


El mas joven sintió un escalofrío al rozar los dientes del tiburón en esa zona, eran agudos y los sentía como el filo de un Kunai… llegaba a quedarle la duda de si había llegado a desgarrarle la piel. Su boca se abrió ligeramente pero ningún sonido salió de ella.


 


-se supone que te había pedido eso?-


 


-no… pero hice tu aburrida petición algo más interesante- sonrió -vas a negarme que te gustó?-


 


Sin perder más tiempo tumbó al chico en el húmedo césped y lo miró con su típica sonrisa burlona. Itachi lo miraba con el ceño fruncido y completamente serio… eso al mayor le fascinaba. Se dedicó a besarle el cuello sin nada de delicadeza, el pelinegro no dejaba salir ningún sonido de sus labios. Pero Kisame deseaba oírlo, así que apretó con fuerza la parte más sensible del cuerpo de su compañero arrancándole un gemido.


 


-así esta mejor. Piensas dejarme todo el trabajo?-


 


Ya era demasiado tarde, había arruinado lo que tenía en mente. Llevó sus manos al rostro de su compañero y descendió hasta la espada. Su piel era fría y bastante áspera… tal como lo había imaginado en un principio. Se levantó y lo besó, deslizó su lengua por las filas de agudos dientes y acarició su paladar sin prisa.


 


-… tómame- exigió mirándolo fijamente.


 


-que mal gusto tienes… pero si es lo que quieres…-


 


-no seas hipócrita- dijo despectivamente- tu también lo quieres…-


 


-yo no negué eso… pero al menos nunca lo oculté-… te amo, Itachi-


 


-cierra la boca y date prisa-


 


-encantador como siempre...-


 


Esa fue la primera vez en la que se unieron como siempre habían deseado. Nadie fue testigo de esa unión, donde sus cuerpos alcanzaron el éxtasis envuelto en caricias sutiles y bruscas, besos dulces y demandantes, en un ritmo suave y violento. Donde dejaron brotar por primera vez después de tanto tiempo todo lo que sentían en silencio.


 


La voz de Itachi transformada en gemidos y jadeos era sin duda alguna, la mejor de las melodías jamás oídas sino por su compañero. La sonrisa de Kisame se hallaba libre de todo sarcasmo y sobretodo los “te amo” jamás pronunciados que se oían incansablemente.


 


Esa fue sólo la primera vez de las tantas veces que luego surgieron en el futuro. Pero sin duda alguna de todas ellas, ninguna podía llegar a la perfección. La entrega y la pasión de esa primera vez que se unieron ocultos en la niebla. 


 


 


 

Notas finales:

Yaoilady: que les parecio?

Kira: esperamos aunque sea 1 review X3

Knife: y ahora?

Yaoilady: digamos que... dejen reviews o el KisaIta se extinguirá TT__TT

Knife: eso es bueno o malo?

Yaoilady: ¬¬**

Kira: LOL

Knife: n_nU


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