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Historias ninjas de Navidad X3 por Yaoilady y Kira

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Notas del fanfic:

Yaoilady: los personajes no me pertenecen X3

Knife: menos mal XDDD

Yaoilady: ¬¬*

Kira: pero algun dia los vamos a comprar XDDD ya tenemos ahorrados...

Knife: $0,50 -___-U

Yaoilady: peor es nada XD

Notas del capitulo:

Yaoilady: holis X3

Kira: este fic es un regalito para la navidad... y para quienes no lo celebren tambien XD

Knife: aclaracion_ la ultima pareja llego de repente a ultimo momento n_nU

Yaoilady: asi que disculpen si me confundi con algo... erm.. no conozco a esos personajes XD

Kira: gracias a Okami-san por la inspiracion

Knife: nos gustaria saber que historia les gusto mas  n////n

Yaoilady: sip, o cual no les gusto

Kira: creo que hay un poquito de lime X3

Yaoilady: nos vemos abajito

Konoha estaba bañada de luces de todos los colores, los adornos en todas partes y el olor de los dulces típicos de la fecha sólo indicaban algo: ya había llegado la época navideña. Y lo peor de todo era que debían preocuparse por el obsequio para la persona que era apreciada por ellos… escoger un presente siempre era problemático, en palabras de uno de los ninjas que por obvias razones no menciono su nombre.


1º el mejor regalo.

Kakashi caminaba junto con su novio de la mano, a pesar del sonrojo que éste tenia en toda la cara. Las personas no sabían de la relación que ellos llevaban, el hecho de caminar tranquilamente por la calle de forma tan cariñosa sin duda alguna…

-es el mejor regalo del mundo, Iruka sensei- sonrió el peli plata apretando mas el agarre que llevaba de su novio- tienes frio? Te esta temblando la mano-

-puede ser... es que… hace mucho que no nevaba tanto y…- trataba de excusarse el menor.

-no te preocupes, sensei- sonrió- en cuanto compremos lo que necesitamos, vamos a casa y nos “calentamos”- dijo sonriendo de forma pervertida.

-Kakashi!!!- grito escandalizado y dando un par de pasos hacia atrás.

-que?... en que piensas?- dijo poniendo su mejor expresión inocente- eres un pervertido, sensei- le dio un pequeño beso en la frente-

-a…aquí no…me… apena, Kakashi…- dijo con la cabeza gacha y sonrojado.

-tendría que apenarte si yo hiciera esto- con una velocidad asombrosa se bajo la mascara, lo tomo del mentón y lo beso profunda y románticamente- pero no lo hare…- dijo una vez se subió la mascara rápidamente. Siguieron caminando de la mano.

-acabas de hacerlo…- dijo algo molesto.

-no me di cuenta… lo siento, sensei- sonrió como siempre lo hacia cuando se salía con la suya.

Iruka lo miraba, el peli plata era imposible, pero después de tanto tiempo había encontrado a una persona especial y pasaría con el la primera navidad. La primera que celebraría desde la muerte de sus padres, la primera en la que Naruto no seria su única compañía… sonrió dulcemente y tomo al jounin del brazo.

-Iruka… la gente nos mira- susurro y era cierto, podía pasar desapercibido el hecho de que estuviesen tomados de las manos, pero del brazo era notable-… no te apena?-

-no… porque te quiero y no tengo por que avergonzarme de ello- dijo con una sonrisa tímida.
-Iruka sensei- paso un brazo por su cintura y el otro en su espalda- acabas de condenarte… porque ahora, aunque me lo pidas, no te dejare ir-

-espero que cumplas con tu palabra…- sin importar la conmoción general que habían causado por el hecho de abrazarse, Kakashi bajo sus manos a la cadera de su novio y se besaron debajo de las luces de colores que titilaban frente a esa tienda.

Tener a Kakashi a su lado y amándolo como lo amaba era el regalo mas grande que había recibido. No sabía si lo merecía, pero sabía que no quería que nunca lo dejara escapar de sus brazos.


2º la belleza de la nieve

Neji mantenía su vista en el cielo, los copos de nieve caían danzando hasta llegar a posarse en el suelo donde se unían a los demás para formar esa capa fría que cubría las superficies a la intemperie. El estaba sentado en una banca con un pequeño techo, se estaba refugiando de la nieve… esa que a su padre le encantaba.

-“la nieve tiene una belleza única… es pura, sincera, a pesar de su helada condición es noble y hasta podría decirse que cálida”- recordaba la voz de su progenitor claramente.

- “no lo entiendo”- su voz de niño hacia eco en su cabeza.

-“luego lo harás, cuando encuentres a alguien que vea la belleza de la nieve”-

-hace tanto frio que se me congela hasta la conciencia, que fastidio- ladeo el rostro para encontrarse con Shikamaru sentado junto a él y llevando su chaleco de chuunin debajo de una chaqueta abrigada que lucia abierta.

El chico de las sombras era alguien muy sencillo, veía las cosas por su lado más simple. Se preguntaba si el era capaz de ver la belleza que tenia la nieve, esa de la cual le había hablado su padre. Estaba a punto de preguntarle, pero era una cuestión tonta y que, tal vez, al otro no le interesaba.

-querías decirme algo?- pregunto Shikamaru, había notado que los labios del mayor, de los cuales siempre estaba pendiente, se habían abierto ligeramente.

-es una cuestión sin importancia- dijo el pelilargo volviendo a dirigir la vista al oscuro cielo nocturno.

-y cual seria esa cuestión sin importancia?- era capaz de hablar de la peor estupidez con tal de estar junto a él y poder seguir escuchando su voz salir de ese par de jugosos y tentativos labios sonrosados.

-tu… que piensas de la nieve?- dijo cerrando los ojos y desviando luego la mirada al menor.

-de la nieve… es problemática- soltó en tono tranquilo- deja el paisaje monótono y el clima helado. No puedes estar cómodo afuera y es demasiado aburrido estar adentro… si eres niño y juegas con ella terminas resfriado, pero si no juegas con ella te parece un desperdicio. Además hace que las misiones se entorpezcan… no puedes desplazarte sin dejar huellas o tener un buen camuflaje… te transforma en un blanco fácil-

Escucho al otro soltar un “tienes mucha razón” con una sonrisa pequeña. Shikamaru vio como el pelilargo se ponía de pie y se disponía a dejarlo. El verlo debajo de la nieve que parecía girar a su alrededor le hizo seguir con su opinión.

-adoro la nieve- dijo en tono casual y el mayor lo miro confundido- es tranquila, fría, delicada… cuando la tienes en tus manos no quieres que desaparezca… es única… hace que te sientas cálido y afortunado cada vez que el paisaje se inunda con ella…-

Neji no entendía el por que de la bipolaridad de ese chico, se quedo observándolo durante un momento… entonces entendía la belleza de la nieve que el buscaba?

-te parece bella?- pregunto.

-me parece maravillosa- se puso de pie y deposito un beso suave en los labios del pelilargo- porque me recuerda a ti-

Sonrió antes corresponder al nuevo beso que sellaba sus labios, tal vez la nieve era como Shikamaru… difícil de entenderla y simple a la vez.


3º resfriado

-hay mucha nieve, dattebayo!!!!!- gritaba el rubio mientras agitaba sus brazos en alto muy emocionado- es la primera vez que veo tanta-

Sasuke miraba al ojiazul que estaba encantado con la cantidad de nieve que había caído. Ese chico era todo un niño, jugaba con la nieve como si nada. Vivía de una manera tan alegre y despreocupada… disfrutaba de todo, era realmente feliz.

-guerra de nieve!!!!!- grito y lanzo una gélida pelota de ese material a su compañero.

-oye, dobe. No juegues con eso, vas a resfriarte- lo regaño- no eres un niñito-

-no molestes, además yo no me resfrío- dijo mientras formaba otra pelota pero esa vez mas grande
-claro, los bakas no se resfrían- soltó en un suspiro de resignación y molestia.

-que dijiste, teme?!!!- le arrojo la nieve y esa vez si lo golpeo de lleno en la cara- jajajajaja te di, dattebayo!!!! Jajajajaja-

-te divierte, usuratonkachi?- dijo con cara de asesino en potencia y en dos segundos una bola de nieve golpeo al rubio y lo hizo caer al suelo.

Naruto se sorprendió al ver que el otro había respondido de esa forma, esperaba un grito o algo por el estilo. Pero ya que estaba jugando podían seguir, entre ambos varias esferas volaron y fueron a parar al suelo o en sus ropas. Sin darse cuenta Sasuke reía también.

-cuando quieres te diviertes…- dijo el rubio que estaba acostado en la nieve- oye, Sasuke…-

-que quieres, dobe?- dijo acostado junto a él… los dedos de sus manos se rozaban y sintió como el rubio sujeto su mano- Narut…-

-te vas a resfriar… tu mano esta fría, además llevas puesto un pantalón corto y tu playera azul… no deberías abrigarte mas?-

-yo no me resfrío…- dijo tranquilo y soltando su mano de la del otro.

-los bakas no se resfrían- sonrió zorrunamente- tu mismo lo dijiste-

-usuratonkachi, yo nunca me he…a…a –estornudó.

-lo ves, te resfriaste dattebayo!!!!- se levanto- tenemos que ir a un lugar en el que estés cálido-
-esta bien…- se levanto y ambos se dirigieron a la casa del pelinegro-.

-no adornaste nada…- comento al ingresar. No celebraba desde ese día.

-Naruto… necesito algo cálido- bajo la vista un momento- algo que me quite este frio que siento-

-encendamos la calefacción, donde esta el…- en un momento estaba en el suelo y Sasuke lo besaba como si no tuviese otra ocasión para hacerlo- Sa…Sasuke?...- lo miro confundido.

-Naruto… eres la única persona que puede hacerme sentir cálido- lo miro, sus ojos estaba cubiertos de deseo y también de cariño.

-esta bien… no quiero que enfermes…- paso sus brazos alrededor del cuello del moreno.
 
Los besos fueron uno detrás del otro, interminables. En poco tiempo la sala se lleno de los gritos de placer del rubio, quien sentía a su compañero invadiendo cada fibra de su ser. El calor era insoportable, cada vez aumentaba más y los llevaba a ambos a un lugar en el que ambos se sentían completos.

El moreno entrelazo sus dedos a los del otro y aumento el ritmo de su cuerpo suspirando el nombre del rubio. Los ojos cubiertos de lágrimas del rubio se abrieron ampliamente cuando dejo salir el gemido más alto y sensual que se había oído por el momento. El moreno y el habían llegado simultáneamente al punto mas alto del placer que experimentaban.

-Sa…Sasuke…- pronuncio con dificultad- el piso … esta frio. Me… hace doler la espalda… y además…- estornudó.

-te resfriaste, dobe- acaricio su cabeza- no eres tan baka como creí… no te preocupes, tu me sanaste y hare lo mismo por ti- sonrió.

-NI SUEÑES QUE LO VAMOS A HACER OTRA VEZ!!!!!!!-

-que sea mi regalo…- dijo besándole el cuello a lo que Naruto no resistió.


4º un paisaje distinto

La verdad no disfrutaba ni un poco de todo ese frio, era demasiado, jamás en toda su vida había sentido tal cosa. Estaba en silencio solo viendo como el pelinegro miraba la atestada vidriera de esa tienda de obsequios, era tal como todas las demás pero el chico estaba convencido de que allí estaba lo que buscaba.

Desvió su vista hacia el chico en cuanto le dijo que había conseguido lo que estaba buscando, lo jalo del brazo hasta hacerlo ingresar y adquirió lo que necesitaba. Quería comprar un obsequio para su sensei del mismo lugar del que el hombre había conseguido el que le regalo el año anterior.

-crees que le guste?- dijo con un leve dejo de preocupación.

-si, no te preocupes- respondió automáticamente.

-siquiera sabes de lo que estoy hablando?- pregunto con gracia.

-eh?... bueno…- se rascaba la nuca con nerviosismo.

-en que piensas?... ya se, es la nieve- adivinó aunque erróneamente.

-si, si es la nieve- miro hacia arriba- creo que va a empeorar-

-no te gusta, Kankuro?- detuvo sus pasos y lo sujeto de la mano.

-no es eso… es que…- no quería mentirle, Lee tenia una mirada inocente y sincera… si le mentía seria un verdadero desgraciado.

-no me digas que es la primera vez que ves nieve, o si?- cerro los ojos y sonrió ampliamente.

-bueno, en el desierto no la vemos mucho que digamos- dijo sin intención de ser rudo, después de todo preguntar eso era bastante tonto- Lee…- dijo al ver que el chico estaba en silencio- oye yo…-

-tienes razón- y comenzó a reír avergonzado por su comentario, antes que nada era la primera vez que el chico estaba en temporada de nevadas.

El paisaje era distinto al de Suna, sin lugar a dudas. Era un lugar muy agradable, aunque no disfrutaba del frio, si disfrutaba de la cálida compañía del pelinegro que parecía un niño: lo disfrutaba todo, lo curioseaba todo, lo preguntaba todo… adoraba a Lee con todas sus fuerzas.
-el frio es bastante pesado… no suele estar así- dijo el shinobi de la hoja.

Una pequeña idea cruzo por la cabeza de Kankuro, abrió el sobretodo que llevaba puesto y envolvió con el al chico de verde. Lee lo miro de lado sin decirle nada, se divirtió mirando el vapor que escapaba por la boca del mayor. Pero el chico de la arena no era el único con ideas.

Busco un lugar mas apartado, un sector que estaba debajo de uno de los arboles desnudos le dio el lugar perfecto. Jalo al muchacho hasta que ambos tomaron asiento, Lee aun estaba cubierto con el amplio abrigo negro.

-estoy algo incomodo- dijo y se puso de pie para después sentarse en el espacio que le brindaban las piernas separadas del otro- mucho mejor- apoyo su espalda en el pecho del otro.

-aun tienes frio?- pregunto suavemente en su oído.

-no… ahora tengo demasiado calor- se giro lo suficiente como para alcanzar los labios de Kankuro. Su saliva estaba tibia, le encantaba, se notaba más a causa del frio. Ambos movían escasamente la cabeza para encontrar una posición más favorable que les permitiera más.

Se separaron ante la falta de aire, el vapor salía de sus bocas en nubes pequeñas y consecutivas. Lee sonrió, con esa sonrisa cálida y alegre que siempre tenia. El chico de Suna no lo soporto más y apretó aun más al chico contra su cuerpo.

-Kank..- dio un suspiro al sentir como una de las manos del otro estaba acariciando una zona sensible de su anatomía- espe…ra-

-no quiero…- dijo mientras su otra mano pasaba por uno de sus muslos- quiero quitarte el calor…- le mordió la oreja suavemente-

-en serio… vamos a un lugar menos publico- intentaba resistirse.

-aquí esta bien… ya nos vieron-

-Kankuro…- se sonrojo ante ese comentario.

-voy a venir siempre a Konoha en las fiestas… el paisaje es distinto… y me encanta- fue lo ultimo que dijo antes de que el pelinegro lo besara y comenzara un juego de caricias.


5º muérdago

Si había algo que Inuzuka Kiba tenia era buen oído, en ese momento estaba dentro de una tienda de te y disfrutaba de la silenciosa compañía de su amigo de lentes. La tienda era grande y el bullicio también, sin embargo oía claramente la conversación que mantenían unas jovencitas.

-muérdago?- pregunto una chica con el cabello de color naranja- pero para que hay que colgar eso?-

-es sencillo, en otros pueblos es costumbre y comenzaron a traerlo aquí- sonrió algo sonrojada- si te paras debajo de el con una persona, tienen que besarse-

-kya, que lindo detalle- una pelinegra llevo ambas manos a sus mejillas- pero… no veo muchos colgados por ahí…-

-como que no?... cerca de la barra hay un ramo- señalo- creo que esta obsequiándolo para ponerlo en las entradas de las casas-

-deberíamos pedirle uno…-

Dejo la conversación para centrar su vista en el muchacho que tenia enfrente, estaba demasiado distraído para notar como Kiba se relamía al ver deslizar el dango hasta que se consumía. Despertó y regreso a la realidad… muérdago… beso…

-Kiba…- sorprendentemente la voz del Aburame fue la que llamo su atención- ocurre algo?-

-no, por que lo dices?- respondió confundido.

-el té…- el castaño bajo la vista y se dio cuenta que había mantenido la bebida en sus manos desde hacia rato sin siquiera prestarle atención, estaba demasiado pendiente de la conversación de la otra mesa.

De un solo sorbo se bebió toda la infusión, que ya estaba fría, y propuso  que ya era hora de marcharse. El otro chico estuvo de acuerdo, se puso de pie y se ofreció a pagar por el gasto total, lo que era extraño porque el Inuzuka lo había invitado con intención de pagar él.

-te espero- dijo y salió mientras el chico pagaba por lo consumido.

Miró hacia una de las bancas que había en medio de la zona comercial y descubrió una pareja que se besaba.

-Kiba…-

-eh?...Shino, te tardaste- dijo comenzando a caminar de vuelta a su casa.

-no me tarde, estaba junto a ti y no me oías…-

-lo siento… qué decías?- preguntó con una sonrisa.

-en qué pensabas tanto? Desde que entramos a la tienda estas así-

-en nada, yo solo… pensaba en algo… sabes lo del muérdago?- dijo sonrojado y bajando la cabeza.

-la costumbre del beso?... la conozco bien, pero no se utiliza en la aldea de la hoja-

-ahora sí. Estaba escuchando eso…y me preguntaba algo, si…- pensó y llevó sus manos detrás de la nuca- si pudieses estar debajo de uno con una persona… con quien seria?- sonrió mostrando sus desarrollados colmillos.

-con Hinata- respondió rápidamente, Kiba se puso serio- eso es lo que tú dirías… no tengo dudas-
 
-pe…pero no estamos hablando de mi ahora- insistió- estoy preguntándote a ti-

El chico saco una de sus manos de los bolsillos y calzo mejor sus lentes. Siempre con su andar tranquilo y pausado como si estuviese perdido.

-no estoy obligado a responderte- dijo sencillamente.

-cómo que no? Vamos Shino, quiero saber- se detuvo y el muchacho lo imito- no me voy a burlar ni nada de eso…- estaba molesto, no quería que Shino quisiera besar a nadie. Si le hubiese dicho “a nadie en particular” hubiese estado conforme… pero había alguien y necesitaba saber.

-bien… espera un momento- el chico dio vuelta en una esquina y desapareció algunos segundos- ven…-

-que pasa, Shino?- fue hasta donde el chico se encontraba, Shino se acerco y con el dedo índice levanto su mentón haciéndolo mirar hacia arriba- que es eso?-

Lo próximo que paso fue que termino contra un muro, el chico de los insectos había tomado sus labios en un beso demasiado experto, sentía su lengua pasar por cada rincón de su boca y degustar de su sabor. Al separarse bruscamente un pequeño rastro de saliva quedo en la comisura de los labios del castaño, el otro lo lamió borrando esa evidencia.

-ahora ya lo sabes…- dijo sonriendo, con una sonrisa que Kiba jamás había visto- le pedí al dueño de la tienda que me obsequiara uno-

-tramposo…- frunció el ceño y miro hacia arriba- o…oye Shino…-

-que pasa?...-

-aun estamos debajo del… muérdago- señalo hacia arriba. El Aburame volvió a sonreír y lo besó, pero con calma esa vez. Kiba se aferró a su cuello y disfrutó de sus besos mientras pensaba que debía colgar muérdagos en toda su habitación e invitar a Shino a dormir.


6º sorpresa

-que vas a regalarme?- pregunto mientras sonreía con su mejor cara de uke inocente.

-nada- respondió tajante sin siquiera detenerse un momento.

Hidan hizo un puchero tremendo al oír lo que su pareja le había dicho y Kakuzu se maldecía por haber sido tan idiota de aceptar la propuesta del peli gris estando tan cerca las fiestas. Odiaba todo aquello que implicara un gasto inútil de dinero y las fiestas de navidad eran las peores.

-… que te pasa? Estás increíblemente tranquilo- dijo fastidiado, el hecho de que su niño no le hubiese dado el insulto mas grande sobre la faz de la tierra lo preocupaba demasiado.

-debería pasarme algo?...- contesto con otra pregunta.

-no te portes como un niño, Hidan. No me importa que uses “tratamiento del silencio” eso solo funciona entre Sasori y Deidara… por mi puedes estarte tranquilo todo el camino, será mejor-

Dirigió sus ojos verdes a los violáceos de su compañero, este no pronunciaba ni media palabra.

 Realmente en todo el tiempo que eran compañeros se llevaban terriblemente mal y se había acostumbrado a la forma particular de hablar del albino: dos palabras y un insulto.

Chasqueo la lengua con molestia, se sentía un imbécil pero que Hidan no le dirigiese una palabra era escalofriante. Siempre había pensado que el día que se callara lloverían billetes, pero al levantar la vista hacia el cielo sólo veía nieve… nieve que caía cada vez con más intensidad.

-debemos buscar un lugar donde pasar la noche, va a empeorar…tal vez haya mucho viento-

-de acuerdo- la simple respuesta tranquila que le dio. Estaba deprimido, no era que esperase un trato diferente del mayor, bueno si buscaba un trato diferente del mayor. Ni siquiera sabia por que le dolía tanto si tenia por seguro de que nada iba a cambiar.

Llegaron a una posada, la más barata que consiguieron por supuesto, y entraron a la habitación que iban a compartir como buena pareja que eran. El hombre que los recibió los miro extrañados, tanto por su apariencia, como por la razón de que habían pedido una habitación matrimonial.

Kakuzu vio a Hidan pasando sus dedos por el filo de la guadaña y distinguió los pequeños hilos de sangre que se deslizaban por la hoja de la misma. Una vez conforme con el resultado de su pequeña automutilación tomo un paño y limpio las hojas.

-no vayas a matar a nadie mientras no estoy- dijo el mayor que solía salir dejando al peli gris por un asunto de comodidad, por no decir que no le gustaba como lo miraban todas las personas.

-tranquilo… voy a dormir- tomo su medallón y lo ubico entre sus manos. Parecía que estaba rezando a su dios, rogaba que el otro se fuera pronto.

Salió del lugar y comenzó a recolectar información sobre su nuevo blanco. En uno de esos recorridos, se encontró frente a una joyería, no estaba nada mal la idea de conseguir algo de capital para la organización. Sus ojos se paseaban por los accesorios que había en toda la vidriera hasta que, lamentablemente, algo llamo su atención.

Se maldijo una y un millón de veces así mismo y a toda la humanidad existente. Llegó a la habitación que ocupaba, miró al chico dormido y se internó debajo de las mantas abrazándose a su perfecta figura.

-te odio- susurró en su oído antes de dormirse, mientras una cajita fina con un listón dorado reposaba sobre la mesita de noche.


 

 

 

Notas finales:

Yaoilady: gusto?

Kira: de ser asi, dejen un review... no cuesta mucho y hacen a una autora y sus dos inners muy felices

Knife: a mi no me metas... u_uU

Kira: te gusta el yaoi, no mientas!!!

Knife: soy un chico, por eso no me gusta!!!

Yaoilady: bueno... mientras esos dos pelean les digo, dejen reviews o Santa no me va a dejar regalo TT__TT


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