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The Shadow of Vengeance por Alhen Lawliet

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Notas del capitulo:

Espero les guste el nuevo capitulo. a apartir de este punto comeinzan las muertes (si ya se que ya dos murieron, pero este es el punto donde todo se hace más siniestro)

Kurt había pasado una mala noche. Sus ojos se veían muy cansados y su cuerpo se movía con pereza. Caminó hasta la azotea donde últimamente le gustaba ir para esconderse y pensar. Abrió la puerta y caminó hasta la cerca de acero y miró hacía los dormitorios de las chicas. En realidad no sabía por que miraba a ese lugar, simplemente su vista para en ese sitio cada vez que miraba hacia ese lugar. De hecho, no miraba ninguna otra zona que no fuera ese lugar.

Estaba tan pensativo, recordando todo lo que había estado viviendo desde aquella noche. No sabía que hacer, se sentía confundido. Veía como aquel ser parecía burlarse de el. Ya había matado a dos estudiantes. Se sentía desesperado. Veía como sus compañeras morían y el no podía hacer nada. ¿Por qué lo hacía? ¿Acaso ellos también lo habían visto como el? De ser así ¿Por qué a el no lo mataba también? Seria acaso que… ¿Ellos lo vieron primero y los estaba matando en orden? Entonces… ¿Ya era su turno?

Algo le llamó la atención. En el jardín del aula de la chicas, estaba sentada una muchacha de cabellos negros, largos y sueltos. La mata de cabello le caía por los lados, ocultando su rostro. De entre las sombras pudo ver como aquel ser se acercaba a ella.

Sus ojos se agrandaron y su respiración se agitaba. ¡Iba a matarla! La joven levantó la mirada para ver al espectral ser. El pelinegro fantasmal le tendió la mano y ella la tomó como si no temiera que fuera un espectro.

¡Oh, no! Haría lo mismo que hizo con aquel rubio. La conduciría a algún lugar y la mataría. Debía hacer algo. Notó entonces como el ser se marchaba y ella regresó a su asiento, junto al árbol donde le hacía sombra.

Kurt estaba muy confundido. ¿Qué era lo que pasaba? Estaba muy confundido. Una mano en su hombro lo alteró. Giró y vio que era Lance.

- ¿Qué es lo que te pasa Kurt?

- Yo… nada… solo pensaba.

- Pues te ves muy pálido.

- No es nada.

- Bien, como tu digas. La verdad no me importa. Me mandaron a buscarte.

Eso sorprendió al joven Alemán.

- ¿Buscarme?

- Si.

- ¿Quién?

- Bueno, eso lo sabrás si vas. Ven.

Kurt siguió a Lance y se encaminó a la puerta. Miró sobre su hombro para ver de nuevo en la zona donde sabía que se encontraba aún la muchacha que fue visitada por aquel fantasma.

Estaba muy nervioso. ¿Quién lo mandó a buscar y que Lance no se atrevía a nombrar? ¿Era acaso la madre superiora? ¿alguno de los chicos? ¿alguna otra monja? Se detuvieron frente a una gran puerta de madera marrón. Lance tocó y del interior una suave voz lo hizo pasar. Lance abrió la puerta.

- Hermana.

- Lance. ¿Encontraste a Kurt?

- Si.

- Muchas gracias. Por favor, déjanos solos.

- Si, hermana.

- Gracias.

Lance se marchó. Kurt miró a la joven monja frente a el.

- ¿Hermana?

- Kurt, he notado que últimamente pareces estar…

Miró a un lado, escogiendo bien sus palabras.

- Ausente… ¿Puedo saber por qué?

La monja volvió su mirada a Kurt y sus ojos se miraron. Kurt se puso nervioso. ¿Qué le iba a decir a la hermana? ¿Qué estaba asustado por que creía que un fantasma lo perseguía y jugaba con el antes de matarlo? Eso sonaba muy loco y estaba segura que nadie le creería.

- No es nada. en serio, hermana.

- ¿Seguro?

No parecía muy convencida.

- Si.

Kurt trató de sonar convincente. La hermana suspiró y bajó su cabeza. Tras breves instantes la levantó y miró muy fijamente al joven frente a ella.

- Esta bien, pero te reitero, que cualquier cosa que te preocupe puedes confiar en mí, no importa que sea. Recuérdalo.

- Si, muchas gracias.

Kurt salió de la habitación y se encaminó por el largo pasillo, pasando justo donde había ocurrido aquel fatal encuentro con el fantasma y el chico rubio. Su piel se erizó y comenzó a retroceder. No quería acercarse a ese lugar nuevamente. Se dio la vuelta y fue al lado contrario.

Desde las sombras, una silueta observaba a Kurt marcharse. Las sombras cubrían por entero su cuerpo excepto por su mano que apenas era iluminada por los rayos del sol.

Las clases de ese día pasaron muy lentamente. Cuando al fin dio la campanada de final de clases, los alumnos se retiraron de sus aulas. Kurt y los demás estaban en su sitio preferido. Lance estaba sentado, muriéndose por un cigarrillo. Pietro estaba recargado en la pared junto a la puerta cruzado de brazos y Todd estaba junto a Kurt que no dejaba de mirar el jardín donde estaban las chicas. Todd le preguntó.

- ¿Qué observas?

- Nada.

Respondió secamente. Los tres chicos estaban confundidos. Aquel chico comenzaba a actuar muy extraño, casi parecía un fantasma, siempre silencioso y últimamente tan ausente. Su aspecto melancólico lo hacía ver como un ánima en pena.

Lance miró a donde sabía que Kurt miraba.

- Miras a las chicas. ¿Alguna que te guste?

- No.

Miraba a aquella misma muchacha, que ahora estaba sentada en el escalón del pasillo de columnas. Su mirada era melancólica. No sabía por que, pero tenía una extraña sensación en su pecho, como si supiera lo que sucedería.

Pietro se acercó a el y miró a donde Kurt miraba.

- Conozco a esa chica. Últimamente parece triste.

- Va a morir.

Todos se sorprendieron por lo que Kurt había dicho. Lance se alteró.

- ¿De qué hablas?

- Va a morir. Lo se. lo he visto… aquel fantasma la matará.

Lance, Pietro y Todd estaban sorprendidos. Todd preguntó un poco asustado.

- ¿Por qué dices eso?

- Por que lo se… ya lo había visto antes y no hay nada que se pueda hacer. Algo esta pasando aquí y no quieren decirlo.

Lance gritó furioso.

- ¡Odio este lugar! Demonios… no lo soporto… si permanecemos aquí seguro terminaremos todos igual. Quiero largarme de aquí.

Se levantó.

- No se ustedes, pero yo no quiero permanecer un minuto más aquí.

Todd y Pietro lo miraban sin saber que decir o hacer. Kurt no quitaba la vista de encima a aquella joven que parecía reaccionar a algo. Si, era el fantasma que ya había venido por ella. Moriría.

Más tarde, ese día, se estaba corriendo el rumor de que una de las chicas se había suicidado cortándose las venas dentro del cuarto de baño.

La escena era horrible. Sangre regada por casi todo el piso mientras la chica yacía con su brazo extendido y la navaja ensangrentada a un lado del cuerpo. Las muchachas gritaban alteradas y algunas más se ponían a llorar. La madre superiora junto a otras monjas no podían creer lo que había pasado. Ya casi todo el plantel para esas horas ya estaba enterada de lo ocurrido. No habría manera de ocultarlo.

Notas finales:

espero les haya gustado, espero no tardar para el prox capi.


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