- Kouga… porque lo hiciste?
- Que cosa? *mirándolo divertido*
- Tu… tu sabes
- Ahh… pues, primero, porque eres mi empleado y no puedo permitirte hacer eso aquí y segundo… Inuyasha, aun no conoces bien a se muchacho… sabes que solo velo por tu bienestar, bastantes problemas tienes ya para sumarte otro.
- No se porque me deje llevar
- No digo que lo rechaces, solo conócelo un poco mas
- Si… así como lo hacen tu y Miroku
- Vaya… mira que hora es y no he realizado el balance del día… bueno, me voy a mi oficina… adiós
- Hhaha que cobarde
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Miroku había llegado directo a su habitación, se tiro en la mullida cama y con su brazo tapo sus ojos. Su mente divago, recordando aquel joven de ojos azules tono mar… dios, su cuerpo temblaba de tan solo recordarlo.
Remembro aquel encuentro que tuvo esta tarde con él… si antes dudaba que le gustaba aquel sujeto, ahora estaba completamente seguro que lo hacia.
**FLASH BACK**
Luego de buscar a su amigo y no encontrarlo en la academia, decidió buscarlo en su trabajo. Entro en el local y fue atendido nada más y nada menos que por el jefe de su compañero.
- Ehh… Miroku, que haces aquí?
- Bueno… es que Inuyasha no fue a la academia y vine a ver si se encontraba bien
- Mm… Inuyasha no ha venido aun a trabajar
- Este… le incomoda que lo espere aquí?
- Claro que no, porque no me acompañas a mi oficina, así hablamos mientras adelanto algo de trabajo
- Si no le incomoda
- Claro que no, acompáñame
Ambos se dirigieron a la oficina, era pequeña pero ordenada y acogedora. Miroku miro atento los varios diplomas que yacían pegados en una de las paredes; también se fijo en la decoración, era deleitable a la vista.
- Ven toma asiento
- Ehh, si gracias
- Y dime, como se conocieron Inuyasha y tu?
El menor comenzó con su relato, siendo observado atentamente por aquellos ojos turquesa. Kouga miraba complacientemente como Miroku se esforzaba en contar la historia, le parecía un joven sumamente atractivo y con clase… y como no serlo si era de alto estatus.
- Disculpa Kouga… podrías contarme de ti? *sonrojado*
- Bueno, no tengo mucho que contar o por lo menos no se me viene nada a la mente
- Mmm… como te hiciste dueño de este local?
- Ahh… pues, mis padres tenían un pequeño negocio familiar, por eso fui educado muy tediosamente para heredarlo, pero lo mas curioso es que no quería hacerlo… yo quería ser arquitecto
- Arquitecto?
- Así es. Me gradué del colegio a mis 15 años y mi padre me obligo a seguir la carrera de administración, cuando pretendía salirme mi padre enfermo gravemente antes de morir y me hizo prometerle que me haría cargo de su empresa… y bueno, aquí me vez.
- Lamento que no cumplieras tu sueño
- Espero cumplirlo algún día… y dime Miroku… que quieres estudiar tu?
- Yo… medicina
- Espero que estudies mucho para lograrlo
- Si… Kouga… cuantos años tienes?
- 23, tu tienes los mismos que Inuyasha cierto?
- Si… veo que estimas mucho a Inuyasha * con un poco de celos *
- Si, se que muchos de aquí piensan que tengo algo con Inuyasha, incluso creo que tu lo piensas pero no es así. La relación que tengo con Inuyasha es mas como hermandad, él es el hermano problemático que siempre quise tener; al que apoyaría y aconsejaría cuando me necesitara… el se ha ganado mi aprecio y por eso le colaboro cuando me es posible.
- Ya veo porque Inu se mantiene agradecido contigo
- Acaso pensaste que tenía algo con Inuyasha? *sonriendo divertido*
- Ehh… no… claro que no *sonrojado*
- Por el momento no salgo con alguien y tu?
- Tam… tampoco tengo pareja
- Y porque una persona como tu no tiene? * acercándose al menor*
- Yo… yo *sonrojado*
Cerró sus ojos y luego lo que sintió fue un pequeño roce de sus labios con los del mayor, aquel contacto le pareció tan placentero pero estaba nervioso por lo cual se aparto lentamente.
- Miroku… yo
- Te… tengo que irme
- Ehh… si, déjame acompañarte hasta la salida
Caminaron en silencio hasta la salida; aun sentía el agradable sabor de Kouga en sus labios pero también se sentía nervioso y confundido.
Miro a lo lejos como su amigo ingresaba al restaurante acompañado de Sesshoumaru… eso si que le daba mal espina.
**FIN DEL FLASH BACK**
Toco sus labios con las yemas de los dedos y suspiro, le gustaba… aquel hombre le atraía demasiado. Hasta donde estaría dispuesto a llegar Kouga?.... y hasta donde estaría dispuesto de llegar él?... lo desconocía, pero seria mejor dejar que el tiempo hiciera sus hazañas.
Se incorporo y tomo su móvil, se fijo en el reloj… Inuyasha ya debería a ver llegado a su casa por lo cual decidió llamarle.
- Inuyasha?
- Miroku?
- Si, soy yo… como estas?
- Bien, un tanto agotado y tu?
- Bien… Inu, porque andabas con Taisho?
- Dice que quiere ser mi amigo
- Mmm… Inuyasha, Sesshoumaru tiene reputación de ser un verdadero Casanova, casi todas las mujeres y hombres del colegio han pasado por su cama
- Gracias por preocuparte por mi, pero no seré de esos… mejor… cuéntame que pasa entre Kouga y tu
- Yo… Inuyasha… creo que me gusta tu jefe
- Me lo imaginaba… creo que también a el le gustas
- Pero… no te molesta?... es que, somos hombres además el es mayor que yo
- Y eso que?... no te dejes intimidar por esas cosas tan vanas Miroku… disfruta tu vida, ya que solo hay una
- Gracias Inu… descansa, nos vemos mañana
- Si, hasta mañana
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Aquella mañana había madrugado aun mas, preparo el desayuno para que su madre no hiciera sobresfuerzos. Se alisto y corrió hasta la parada del auto bus.
En el recorrido, pudo ver por la ventana como dos hombres intentaban robar a una pobre chica, se bajo del bus rápidamente y luego se enfrento contra los maleantes.
Eran dos hombres de unos aparentes 30 años, pero no tuvo miedo, había derribado a sujetos más grandes y fornidos que esos. Los golpeo con fuerza, noqueando a uno de inmediato; el otro logro golpear su rostro, pero esto no lo detuvo para darle la paliza que tenia merecida. Tomo de la mano a la joven y salió corriendo del lugar, no quería que aquellos hombres tuviesen refuerzos.
- Se encuentra bien señorita?
- Si… muchas gracias, pero mire su rostro… lo han golpeado por defenderme
- No se preocupe, con algo de hielo sanara *sonriéndole*
- Estoy en deuda con usted
- No se preocupe, disculpe señorita, pero tengo que irme o sino llegare tarde a mi colegio
- Vas al colegio Hayama?
- Ehh, si como lo sabe?
- Por su uniforme, yo también estudio allá
- Ohh, no lo había notado
- Mejor tomemos un taxi y vamos hasta allá, es lo mínimo que puedo hacer por tu ayuda
- Ehh, muchas gracias
Ambos subieron al taxi, la dama le había ofrecido un pañuelo a Inuyasha para que limpiara la sangre que corría por su boca.
No podía negarlo, la joven era hermosa, sus ojos marrones y cabello de igual tono, su piel durazno y su sutil maquillaje la hacían relucir.
- Puedo saber el nombre de mi salvador?
- Takuma…. Takuma Inuyasha
- Mucho gusto Takuma-san, yo soy Arada Sango
- Solo dime Inuyasha, no soy bueno para los formalismos
- Bien Inuyasha, entonces llámame Sango
Llegaron al colegio y como estaban con algo de tiempo, la chica acompaño a Inuyasha hasta la enfermería para que lo revisaran.
- Sango y en que curso estas?
- En tercero, sección 2
- Ahh, entonces conoces a Miroku?
- Asi es, es amigo tuyo?
- Si… que tal si salimos los tres al descanso?
- Me parece bien
- Entonces nos vemos… cuídate Sango
- Adiós Inuyasha