- Estas loco hijo?, como lo dejaras ir a estas horas, son las dos de la mañana, podría pasarle algo
- Muchas gracias por la preocupación mi señora, pero estaré bien
- Claro que no Sesshoumaru, quédate esta noche, no pienso dejarte por ahí a que te expongas
- Madre¡
- Como ves mi casa no es muy grande, por eso dormirás en la cama de Inuyasha y el dormirá en el suelo
- Estas demente madre¡
- No se preocupe Izayoi… en verdad estaré bien
- Inuyasha, no me contradigas y Sesshoumaru… tu tampoco *sonriéndole*
Ambos asintieron, Inuyasha a regañadientes fue y arreglo su cama y tiro una colchoneta en el frio suelo. Porque tenia que tener una madre tan considerada? … su amabilidad era excesiva.
Se acostó en el suelo, mirando de reojo como el mayor se instalaba en su cama.
Un silencio incomodo se formo en la habitación, deseaba que Sesshoumaru se durmiera rápido… no podía negarlo, sus nervios estaban a flor de piel… si algo pasaba entre ellos, tal vez no podría resistirse.
- Inuyasha
- Que quieres
- Perdóname
- Ehh? *sorprendido*
- Lo que escuchaste cuando hable con Naraku… no quise decirlo de esa manera, yo no te veo como a un juguete… en verdad me gustas, es la primera persona que ha llamado mi atención… que me ve como a alguien igual y no me idolatra. Naraku tan solo me provoco y me altere… diciendo lo que escuchaste.
- Y crees que te creeré así como a si?
- Que tengo que hacer para que me creas?
- No lo se… ingéniatelas
El mayor entrecerró sus ojos y suspiro, se deslizo de la cama y se posiciono encima de Inuyasha, apresándolo con su propio peso.
- Que crees que haces?... bájate de encima
- No se me ocurre nada mas *acercándose a su rostro*
El menor oji ámbar se pasmo al sentir de nuevo aquellos deleitables labios sobre los suyos. Sentía como los de Sesshoumaru tocaban los suyos y como poco a poco ingresaba su lengua; cerró sus ojos con fuerza y se maldijo al momento en que abrió su cavidad y jugo con la lengua del contrario.
Luego de enredar varias veces sus lenguas y besarse con pasión, sintió los labios del mayor posarse en su cuello, jadeo levemente, dejándose llevar por la intensidad de Sesshoumaru; al sentir como este colaba sus manos dentro de su camisa, lo retiro con brusquedad.
- Te dije que te detuvieras
- Inuyasha * aprisionando sus manos y recostándole de nuevo* me gustas, te deseo… te quiero, porque no quieres aceptarme
- Porque perdí todo interés en ti… porque no mereces mi aprecio
- Si es así… porque no me golpeas para que me quite de encima, eres fuerte y lo se… golpéame si no te gusta * lamiéndole la oreja*
Como resistirse…. Sesshoumaru era un infierno de lujuria que arrasaba con su cuerpo y voluntad; sin percatarse, enredo con fuerza sus dos brazos por la nuca del mayor, obligándolo a que lo besara con fogosidad.
Sin desaprovechar, el mayor peli plata metió sus varoniles manos en la camisa de Inuyasha, acaricio con presura el abdomen, subiendo hasta ambos pezones que apretó con algo de fuerza.
- Mmm… Sesshoumaru… mi madre esta aquí
- Entonces no hagamos ruido
Fue acallado por un nuevo beso, era tanta su necesidad que su cuerpo agonizaba desesperado por más contacto. Con sus piernas abrazo las caderas de Sesshoumaru y lo empujo para que rosaran ambas intimidades.
- Mmm… Sessho * jadeando pacito* sigue…
Aunque leves, aquellos jadeos rompían su autocontrol. Añoraba tener a Inuyasha bajo su yugo y hacerlo exclamar de placer… necesitaba sentirlo, fundirse con el… amarlo…
Paso su mano por el duro miembro del menor, sintiendo su dureza, después tomo la mano de Inuyasha y la llevo a su miembro
- Sesshoumaru¡ * exaltado por el contacto*
- Inuyasha… solo tu me pones al limite
Su cuerpo fue invadido por una gran desesperación… quería a Sesshoumaru en su cuerpo, sentirlo dentro, calando en su interior. Le retiro la camisa con presura y luego hizo lo mismo con la suya.
- Sesshoumaru… no se si mañana me arrepentiré de esto, pero si no me tomas… enloqueceré
Sonrió y volvió a besarlo, amaba la sinceridad de su amor… además se sentía igual que Inuyasha. Con su lengua, toco superficialmente los pezones del oji ámbar, mientras sus manos, retiraban el molesto pantalón.
Se percato que faltaba su pantalón solo cuando Sesshoumaru acaricio una de sus piernas. Más… deseaba mas contacto con el mayor.
- Sigue Sessho
Con ayuda de Inuyasha, pudo retirarle la ultima prenda para verlo completamente desnudo; se deleito como nunca antes lo había hecho… ningún cuerpo podría compararse con el que tenia su ahora amante. Mordió la parte interna de ambos muslos y después llego al miembro de Inuyasha; comenzó a lamerlo sutilmente, sin perderse ni una sola de las reacciones del menor.
Por otra parte, Inuyasha estaba extasiado… sentir como aquella lengua recorría sin pudor su anatomía, como aquella saliva se deslizaba por su tallo… además, el sentirse cohibido por estar en aquella situación donde su madre podría descubrirlo, aumentaba de sobremanera su libido y sabia que a Sesshoumaru le pasaba igual.
- Te gusta Inu?
- Si… no te detengas Sessho
Succiono aquella anatomía como el mejor manjar que hubiese probado, estaba tan ensimismado que no se percataba que el menor jadeaba cada vez con más fuerza.
- Sesho… ahh… detente….
Reacciono y se detuvo, repaso al menor y lo vio con sus mejillas encendidas, su pecho respirando con dificultad y su boca entre abierta... el mejor cuadro nunca antes visto.
Lo cargo hasta la cama y lo posiciono en cuatro.
- Que haces… Sessho? * jadeando*
- Estas gimiendo fuerte, tu madre podría descubrirnos; por eso... muerde la almohada * comenzando a lamerle la espalda*
Se sonrojó ante el comentario… pero luego volvió a ensimismarse en el placer puesto que la lengua del mayor recorría desde su medula hasta el final de su columna.
Se exalto al sentir como el mayor, lamia embelesado su entrada, hundiendo una que otra vez su lengua… intentando profanarlo.
Ante tal placer, mordió con fuerza la almohada… acallando los infinitos gemidos de placer; pero sintió un gran dolor en su parte trasera.
- Se… Sesshoumaru
- Shh, tan solo te estoy preparando, no quiero lastimarte
Asintió y dejó ingresar otro digito en su interior; le dolía pero era aguantable. Sintió un tercer dedo y varios movimientos que luego de ser dolorosos fueron placidos y excitantes. Jamás creyó que estar con un hombre fuera una experiencia tan deleitable.
- Inuyasha… voy a entrar
Se tenso ante lo dicho, pero los besos del mayor lograron aplacarlo. Sintió el grosor del pene de su amante entrando en su interior; aquella sensación era como si le estuviesen abriendo la piel, pero de igual modo aguanto hasta que la sintió en el fondo.
- Te duele Inu?
- Un poco… Sessho… lo tienes grande
- Solo tu me pones al limite Inuyasha
Había usado todo de su autocontrol para no embestir al menor, estaba tan excitado como nunca lo hubiese pensado. Hacer el amor y poseer la virginidad de su amante no solo aumentaban su ego… se sentía feliz y dichoso al experimentar eso, comprobándolo cuando de sus labios salió un “Te amo”.
- Que… dijiste Sesshoumaru
- Te amo Inuyasha
- También yo lo hago
Ante las palabras no pudo contenerse más y comenzó un lento vaivén. Podía ver su miembro entrar y salir del interior de Inuyasha, además el sonido de sus testículos chocar contra los torneados glúteos, lo hacían consumirse aun mas en el éxtasis del placer.
Para el menor aquel dolor fue cesando poco a poco, sentir su cuerpo profanado por Sesshoumaru, su desnudes, sus jadeos, su cuerpo… se sentía tan sodomizado en las manos de su amante.
- Mas… mas rápido Sessho
Penetro aun con mas velocidad y fuerza; aquella estreches había cesado un poco, así que podía moverse con mas ligereza. Mordía sus labios para evitar jadear y escuchaba los gemidos de Inuyasha ahogados contra al almohada que mordía.
- Cuanto daría por escucharte gemir… pero tendremos tiempo para eso Inuyasha
Su deseo creció aun más al imaginarse teniendo otra sesión de sexo con el mayor. Deseaba tanto que Sesshoumaru escuchara como gemía su nombre… y también escuchar esos sonidos eróticos de su boca.
El mayor peli plata salió del interior del otro, lo giro quedando frente a frente.
- Que pasa Sessho?
- Quiero ver tu cara cuando llegues al orgasmo
Lo abrazo por el cuello y lo beso con intensidad; amaba aquel orgulloso e imponente hombre. Se sentía un tonto al haber dudado de Sesshoumaru.
- Continua Sessho… sígueme haciendo tuyo
- Eres completamente mío… solo mío Inuyasha
Ingreso de nuevo en aquel interior; embistiéndolo con euforia y ansiedad. Las hermosas facciones de su amante lo excitaban aun mas; su boca abierta y con rastros de saliva, sus pupilas miel iluminadas como estrellas, sus mejillas sonrojadas y su cuerpo bañado en la mezcla de sus sudores… le encantaba.
- Ahhh… Sessho… no puedo mas
- También… yo Inuyasha…
Tomo la virilidad del otro y la movió al ritmo de sus estocadas, llegando casi al mismo tiempo al orgasmo. El mayor se dejo caer encima del otro, respirando con dificultad; luego de recomponerse, se miraron y volvieron a besar.
- Inuyasha… que somos después de esto?
- No lo se Sessho
- Vuelvo a preguntártelo… aceptas ser mi novio?
- Si… quiero serlo