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She's my twin sister por Suke-Chan

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Notas del capitulo:

Hola!

No es mi primer fic de HP, pero si el primero que publico.

Se me vino esta idea a la mente, despues de una maratón que hice hace poco de las 6 pelis.

Bueeeno, ahora a leer ^^

Era un día lluvioso en Londres y toda la familia Malfoy se dirigía hacia la estación Kings Cross con motivo del comienzo de un nuevo ciclo lectivo. A la usual caravana platinada, se le sumaba una joven que si no fuese por sus marcados rasgos femeninos, sería una copia exacta del presunto unigénito Draco. No hubo afectuosas despedidas una vez en el andén y luego de que ambos jóvenes subieran al tren, los adultos se marcharon. Los chicos se relajaron en un compartimento vacío, a la vez que el tren comenzaba su marcha.

- Disculpa dragón, pero no quiero soportar a tus amigos durante el viaje.

- Lo sé, pero si nos encuentran no de hay de otra.- Suspiró el rubio mirando hacia el pasillo nerviosamente.

- Entonces procura que no pregunten por qué deje Durmstrang, ¿sí?

- Lo intentaré Alex.

Ella era Alexandra Rowena Malfoy, había tomado ese mote masculino cuando aun era una mocosa enfundada en un vestido rosa de volantes. Enfrascada en el paisaje, no se inmutó por el movimiento de la puerta, pero la risa patosa de Pansy Parkinson la sacó de su ensimismamiento.

- ¿Y quien eres tu?.- Preguntó fingiendo no reconocerla.

- Pansy, querida. Lo que tengo es contagioso. ¿Por qué no te acercas más, así se te pega y mueres? :D

- Siempre tan sutil, Alexandra.

- Siempre tratando inútilmente de obtener la atención de mi hermano.

- Touché.- Murmuró Draco.

La odiaba y era mutuo, pero el principal problema eran sus celos insanos por el dragón. Primero porque era su hermano, segundo porque no la consideraba digna de él y tercero porque sabía que el pobre estaba hastiado de Parkinson. Volvió su mirada a la ventanilla, cuando vio a otros muchachos acercándose a la puerta, no tenía planeado dirigirle la palabra a nadie.

En algún punto del trayecto el tren se detuvo, no supieron por qué de repente un frío inmenso se coló al compartimiento, calándolos hasta los huesos. Tomó las manos del rubio y comenzó a relajarse, a pesar de que el pánico estaba golpeando las defensas de su calma. Cuando escuchó el grito que salió de los labios del otro, miró directamente a la puerta por primera vez, viendo del otro lado a una criatura. Era una mancha negra casi, altísima, que parecía buscar algo. En un segundo todo se volvió de otro color, como una imagen a través de una cortina de agua, y un recuerdo invadió su mente. Estaba consiente, lo sabía porque aún sostenía las manos de Draco entre las suyas y porque sus músculos tensionados por el frío se estaban relajando a medida que la temperatura volvía a la normalidad. Sabía que era un recuerdo, a pesar de ser sólo una voz, una voz que la llenó de calidez a pesar de lo que transmitía. Era una voz de mujer susurrante, que rogaba por la vida de alguien, repetía incansable “no los mates, no. Matame a mi, pero no ellos”. Cuando salió del trance, notó los ojos grises gemelos a los suyos, mirándola fijamente. No logró preguntar nada, puesto que ya habían llegado.

Bajaron directo a los carruajes, que eran tirados por unas extrañas criaturas a las que no prestó atención. Pensaba en si su padrino habría recibido la lechuza que le había enviado esa mañana a escondidas y esperaba que él hubiese podido encontrar solución a aquel pedido. Lo cual fue confirmado cuando en la entrada principal el mismo Severus Snape estaba esperándola, con una cara no muy amigable a la que ella no estaba acostumbrada. Le hizo una seña para que se detuviera a su lado mientras el resto de los estudiantes entraba. Una vez solos su rostro cambió completamente de expresión.

- Alex, bienvenida a Hogwarts.- Dijo Severus con una sonrisa en sus labios.

- ¿Qué fue esa ciclotimia Severus?

- Tengo una imagen que mantener. Esa es la cara que verás en clases y espero que no me llames por mi nombre de pila frente a otros, “profesor” sería el término adecuado.

- Está bien, pero ahora no hay nadie. ¿Pudiste hacer algo respecto de lo que te pedí?

- Sí, pero aún no lo entiendo. ¿No estás cómoda en la casa de Slytherin?

- No es ese el problema padrino. Tu sabés por qué dejé Durmstrang, y estoy contenta de que no me juzgues, - agregó quedamente.- pero aún así no puedo hacer TODO lo que mi padre quiere. Si tan seguro está de que mi lugar es en la casa de las serpientes, una comprobación no vendría mal.

- Lo que sea por fastidiar a Lucius ¿no?

- Estoy en mi etapa de rebeldía, según él.

- Debo concedértelo, el plan no es del todo descabellado.

- Soy una Malfoy, no se que esperabas.- Puso su mejor sonrisa “marca” Malfoy, mientras arqueaba una ceja.

- Esta bien, basta de cháchara. Acompáñame.

Se adentraron en el castillo por los interminables pasillos, hasta llegar a la puerta de lo que supuso era el Gran Comedor. Allí se habían congregado los alumnos de primero, junto a una profesora.

- Minerva.- Dijo Severus al tiempo que inclinaba la cabeza en su dirección.

- Severus.- Pronunció ella devolviendo el gesto.- Supongo esta jovencita es la Srita Malfoy.

- Alexandra Rowena Malfoy, un placer profesora.- proclamó con una sincera sonrisa.

- Colóquese con el resto de los alumnos, por favor. Es la primera en la lista.

Las puertas se abrieron, y ellos, en una desordenada fila, ingresaron al gran comedor. Pudo ver por el rabillo la cara de sorpresa de Draco. En realidad de muchos.

- Maldito Draco.- Pensó para sí.- Si alguien me reclama algo por tu culpa, te colgaré de los tobillos.

Las miradas de asombro y los cuchicheos se extendieron por el salón. Sonrió un poco, arrogante quizás para los otros, pero simplemente porque le estaban dando lo que esperaba. Una vez delante de la mesa de los profesores, Minerva McGonagall la llamó al frente, hacia un banquillo en el que se sentó recibiendo en su cabeza al Sombrero Seleccionador.

- No necesito ver mucho. Gran valor, personalidad inigualable y fuerte. Gryffindor.

El silencio se hizo notar, nadie lo esperaba, ni siquiera ella. Se bajo del banquillo despacio, siguiendo con la mirada la dirección en que su profesora señalaba, la mesa de los leones estaba en completo silencio, igual que todas, y las miradas de todo el salón estaban clavadas en ella. Se dirigió por inercia hasta la altura de la mesa de Slytherin donde Draco se encontraba. Cayó de rodillas a su lado y se abrazó a él, enterrando su cabeza en el pecho de él.

- Lo siento, lo siento dragón.- Susurró.

- Querías molestar a papá, esto es un poco excesivo, pero sirve.- Dijo con una sonrisa que escondió entre los cabellos de ella.- Ahora ve a sentarte a tu mesa, disfruta la cena. Mañana hablaremos.

Se levantó, con toda la dignidad que la escena le permitió y buscó un lugar vacío en la mesa de los leones. Una joven castaña la miró durante un momento y se hizo a un lado, dejando el espacio que antes ocupaba junto a un chico de cabello negro azabache. Una vez sentada miró en su dirección con una sonrisa.

- Gracias...

- Granger, Hermione Granger.

- Granger. Gracias, de verdad. Mi nombre, bueno ya lo sabes. Al parecer todos me ven como si estuviese en el bando equivocado.

- El Sombrero jamás se equivoca, no creo que comience a hacerlo ahora. Aunque si es raro ver a un ingresando directo en tercer año.

- Lo sé... Han pasado... Ciertas cosas.- Dijo mientras se servía un poco de puré de patatas y una porción de tarta de verduras.

Entre todas las cosas de sí misma que su padre reprochaba se encontraba su vegetarianismo. Se llevó un poco de puré a la nariz, lo olio para descubrir que no tenía mantequilla por lo que se lo llevó a la boca, luego hizo lo mismo con un trozo de tarta. Al menos no tenían grasa animal ni nada similar. Escuchó una carcajada ahogada a su lado, el azabache la estaba mirando divertido.

- No van a envenenarte aquí, Malfoy. Al menos no hoy.

- Gracias por la esperanza de una estancia pacifica Potter. De todas formas no me asusta el veneno, después de toda una vida de convivencia con serpientes, simplemente cuido lo que como.

Hermione lo miraba con reproche desde el otro lado.

- No puedo creer lo maleducado que estas siendo Harry.

- No te preocupes Granger, el tiempo me ha hecho inmune a los idiotas, recuerda que soy hermana de Draco. Sus amigos son un compendio constante de idiotez.

Dos chistes seguidos y tenía a Weasley escupiendo su jugo de calabaza y riendo a todo pulmón del otro lado de la mesa.

- Un completo león hasta en la forma de hablar.- Carcajeó el pelirrojo.

- ¿Eso es un cumplido? Al parecer lo que te quedó de león se llevó tus modales en la mesa.- Observó con cinismo mientras se limpiaba las salpicaduras de jugo que le habían llegado.

- Lo siento.- Dijo colorado hasta las orejas.

- Nada que no pueda solucionarse Weasley. Ahora les agradecería a todos que me llamaran Alex. Mi apellido es una palabra que, particularmente en sus bocas, es pronunciado con un tinte desdeñoso.

Otro atragantado con su jugo, Harry se había quedado pasmado.

- ¿Demasiada confianza para ti, Potter? Tengo la esperanza de que al estar todos en el mismo año, seamos al menos buenos compañeros. Lo que implicaría llamarnos por nuestros nombres de pila, o motes como en mi caso.

- ¿Alguna vez apagas el modo robot, o es así como te manejas a diario?

- No hay muchos robots con mis hábitos Potter, pero eso es robótica avanzada para ti ¿cierto?

- Podrían dejar de insultarse.- Pidió Hermione con un claro tono cansado.

- Ahh.- Suspiró Alex.- ¿Tregua Potter? Creo que ya expuse que mi hermano no es una extensión de mi personalidad.- Aclaró extendiendo la mano en su dirección.

- Está bien.- Contestó tomando su mano.

En ese momento, un golpe de magia se extendió por sus palmas, como tanteándose. Ellas se conocían, se rozaban como si se hubieran extrañado. No quería saber el por qué de aquello, pero lo sabía, sólo esperaba que el otro no. Tan de golpe como se había iniciado, terminó, permitiéndoles separar sus manos.

- Lo...- Pasó saliva, para aflojar el nudo en su garganta.- ¿Lo sentiste?

- ¿Qué diablos fue eso?- Preguntó él.

- No...- Sintió sus parpados pesados.- lo sé.

Y todo se volvió oscuro.

Notas finales:

Y? Qué les parecio?

Qué piensan que causó la conexión mágica entre Harry y Alex?

Espero leer algún review... Aunque sea unito *----*


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