Maldecirse… era lo único que podía hacer en aquel momento mientras corría lo máximo que sus piernas daban de sí, por las calles de Tokio, mientras lograba esquivar casi de milagro aquella cantidad enorme de personas que aquel día había decidido invadir la ciudad para asegurarse un regalo de Navidad justo una semana antes del 24 de diciembre. Llegaba como poco, veinte minutos tarde a su cita con su amigo, y acabando de esquivar a una señora mayor, notó como en su abrigo, su móvil comenzaba a vibrar y sonar. Deceleró un poco el ritmo de aquella carrera mientras sacaba del bolsillo aquel aparato que sonaba estridentemente.
-Nao perdóname, es que me surgió un imprevisto, pero llego en cinco minutos – soltó sin siquiera darle la posibilidad a su interlocutor de decir algo
-Aaah… - suspiró – esta bien, aquí te espero – pudo decir al final, para luego cortar la llamada.
Se guardó el móvil, y enseguida volvió a echar a correr mientras seguía maldiciéndose por llegar tarde…
-No se como te las apañas que siempre soy yo el que te espera, podrías ser puntual por una vez en tu vida!!?? – exclamaba un poco frustrado el castaño por la impuntualidad de su amigo
-Los siento Nao!! Ya te he dicho que me surgió un imprevisto!! – volvía a disculparse apurado el rubio bajito
-Que imprevisto fue hoy?? Mirar guitarras en internet?? – preguntó de forma sarcástica
-Nooo!!! – mentira, en realidad su amigo tenía razón, pero como lo admitiera, sería peor para él – se presentaron unos familiares en casa de improviso y no me dejaban salir… - ante aquella confesión Nao no pudo evitar mirarlo de reojo con aires de desconfianza, mientras entraban al centro comercial- que es verdad!! – exclamó el rubio adivinando los pensamientos de su amigo
-Esta bien – suspiró – tendré que creerte – sentenció para después dibujar una sonrisa de medio lado
-Bueno dime donde esta Shou-elfo, que quiero reírme un rato – dijo divertido Hiroto mientras tomaban las escaleras mecánicas
-Ya lo verás, la verdad es que está muy gracioso – comentó Nao mientras subían en ellas y los llevaba a la segunda planta de aquel centro comercial. Y conforme ascendían, al fondo del pasillo que comenzaba a hacerse visible ante ellos, podían ver como una especie de escenario muy bien decorado con nieve artificial, un trineo y una casa de madera típica de Laponia y a un lado una silla de madera con un falso Papa Noel escuchando pacientemente las peticiones de quien sabe cuantos niños – Ven por aquí – le dijo Nao agarrando a Hiroto de su muñeca
-Pero por que?? – se quejó el rubio – si Shou está por ahí!! – exclamó señalando con su mano libre en la dirección contraria hacia donde lo estaba llevando su amigo
-Vamos a dar un pequeño rodeo para que Shou no nos vea – le explicó pacientemente
Atravesaron por entre los estantes y perchas de ropa, por el capricho, estúpido según Hiroto, de su amigo. Cuando se acercaban por uno de los laterales de aquel “escenario” ambos chicos vieron a su amigo con un pololo verde, unas medias a rayas rojas y blancas y un gorro verde con tres picos de los cuales colgaba cascabelitos, mientras sacaba una foto a un niño pequeño que parecía estar a punto de echarse a llorar por estar en brazos de un gordo desconocido, que le inspiraba un terror inmenso, mientras que sus padres le hacían cucamonas para que la pobre criatura saliera un poco mas sonriente en aquella foto.
Justo al lado de aquel Papa Noel, había otros dos chicos, uno haciendo monigotes con globos y otro pintándoles las caras a los niños, mientras que al lado de Hiroto y Nao, había otro chaval recibiendo las fotos en el ordenador, para mandarlas a la impresora y sacar las imágenes en papel, para después entregárselas a sus padres y que tuvieran un “hermoso” recuerdo de aquellas fechas. Hiroto se quedó mirando fijamente al que hacía los muñecos con los globos su cara le sonaba muchísimo pero no sabía donde la había visto antes.
-Mira, ahí viene Shou – Nao le sacó de sus cavilaciones dándole un pequeño codazo en el costado – a ver si se da cuenta de nosotros – terminó de decir. Su castaño amigo, pasó justo al lado de ellos dos y ni cuenta se había dado, por lo que ambos chicos se echaron a reír, y Nao fue a llamar a Shou – perdone señor, queremos hacernos una foto con Papa Noel – dijo Nao poniendo voz de niño, que le salió fatal a oídos de Hiroto. Shou se sobresaltó, mirando a su castaño amigo un poco asustado.
-Ey! Nao!! No me di cuenta!! – dijo el castaño por todo saludo, para después darle un amistoso abrazo – hace cuanto que estáis aquí??
-Pues unos minutos – contestó
-Hola Hiro-chan!! – saludó ahora a su bajito amigo con otro abrazo como el que le había dado a Nao – cómo estás??
-Bien – sonrió amablemente – que tal el trabajo?? – preguntó desviando la mirada hacia los niños que había en aquel lugar.
-Pues bien… - dijo no muy confiado, a lo que Hiroto lo miró confundido y Nao divertido – es que al principio empiezas con muchas ganas y espíritu navideño… pero cuando un día tras otro tienes que soportar a, mínimo, 5 niños incordio de esos pesados… - resopló cansado, los otros rieron ante el gesto tan cómico de su amigo – bueno Hiroto quieres un globo?? Nao también tiene el suyo
-Vale!! – exclamó
-Uruha – le habló al chico que hacía los globos – podrías hacerle un globo a mi amigo??
-Claro – respondió con una esplendida sonrisa – qué quieres que te haga?? – preguntó directamente a Hiroto. Pero cuando le vio la cara no podía creerlo… era el chico que siempre miraba en clases de Geometría II, y ahora lo tenía enfrente suya… no podía creerlo…
-Emm… un perrito estaría bien – sonrió tímidamente, ya que aquel chico le había intimidado un poco, pero en el buen sentido.
-Ahora mismo – contestó mientras cogía un globo de color azul y comenzaba a inflarlo, pensando por qué le sonaba tanto su cara
-Yo, es que ya estuve el otro día – explicó Nao – hasta nos hicimos una foto y todo – sonrió divertido
-Bueno Hiroto que tal en la facultad?? – preguntó Shou ya que hacía unas dos semanas que no se veían
-Pues bien, haciendo un trabajo que tengo que entregar después de Año Nuevo – dijo poniendo una mueca de desagrado, Shou rió ante aquel gesto y le revolvió el pelo
-Bueno, ya será para menos, señor matematicoguióncerebrito – chinchó el mayor.
-Mira Shou-elfo no me toques la moral… - se defendía el mas bajo, mientras que Uruha se sonreía al escucharlos picarse – que de cerebrito tengo poco. Al decir aquello Nao y Shou se miraron con una expresión de “si, si lo que tu digas…”
-Toma, aquí tienes tu perrito – dijo aquel chico levantándose de su taburete, para entregarle el globo con forma de perro al rubio, dedicándole una esplendida sonrisa
-Gracias - contestó Hiroto, no sabía por que, pero su cara le sonaba de mucho
-Ya se por qué me sonaba tu cara – dijo como si nada, sonando de lo mas informal y despreocupado, aunque en realidad estaba a punto de irse flotando en una nube el tener enfrente suya al chico que le rondaba la cabeza desde que habían comenzado el curso– tú estás en la clase de Yamamoto-san cierto??
-Es que acaso tú también estudias matemáticas?? – preguntó sorprendido
-Si – dijo con una sonrisa, dándose la vuelta y yendo hasta su asiento donde un niño ya le había reclamado por que le hiciera un globo. Hiroto se había quedado como poco congelado con aquella respuesta.
-Oye Shou qué harás después del curro?? – preguntó Nao
-Pues habíamos quedado los chicos – dijo señalando a sus compañeros de trabajo – y yo en ir a tomar algo, por qué no os venís?? – preguntó Shou, y en ese momento Uruha “pego” la oreja en la conversación, “que diga que si, que diga que sí” pensaba mientras hacía una espada a un niño con un parche pintado en un ojo
-Es que no se… - comenzó a decir Hiroto
-Hiro-chan no seas muermo, que llevamos dos semanas sin salir, vente, no se hable mas, tu te apuntas verdad Nao??
-Claro, ya sabes que yo me apunto hasta a un bombardeo si hace falta
-Bien! – exclamó Shou – pues os espero aquí a las nueve menos cuarto vale?? – terminó sentenciando y decidiendo por sus dos amigos
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-El mundo es un pañuelo – dijo en voz alta Nao, mientras miraban ropa en aquel centro comercial
-Por que dices eso?? – preguntó Hiroto haciéndose el desentendido, aunque sabía perfectamente a donde, su amigo, quería llegar
-Por lo del chico ese que trabaja con Shou, también está estudiando Matemáticas como tú, nunca lo habías visto en clase?? – preguntó curioso
-Pues si te soy sincero, su cara me sonaba, pero no sabía donde ubicarlo… - contestó sin mas, aunque al recordar la sonrisa que le dedicó cuando le entregó el perrito con forma de globo sintió un cosquilleo en el estomago.
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A la hora acordada Nao e Hiroto se acercaron de nuevo al lugar donde trabajaba Shou, viendo que apenas quedaban un par de niños pintándose la cara y otro haciéndose la foto pertinente. El rubio no pudo evitar fijar su mirada en Uruha que se encontraba haciendo un intento de león con un globo pero que se le explotó, e inmediatamente fue en busca de otro.
-Tu sigue así Uruha, que nos quedan muchos globos – le dijo el chico que estaba en el ordenador retocando la última foto que había recibido desde la cámara con un gran acento irónico, a lo cual el castaño le sacó la lengua y siguió en su intento de hacer un león con el globo, pero se le volvió a explotar, y fue en busca de uno, así que Hiroto, cuando vio que Uruha había inflado y anudado el globo se acercó a él
-Me dejas?? – le preguntó tendiéndole la mano para que le diera el globo. Uruha se le quedó mirando con una expresión indefinida en el rostro, a lo que Hiroto sonrió divertido, y luego tomó el globo – mira se hace así – añadió sentándose a su lado y explicándole como se hacía.
-Oye chicos nos esperáis en la puerta principal mientras nosotros vamos a cambiarnos?? – preguntó Shou cuando dieron las nueve, y su turno había finalizado
-Claro, allí nos vemos – respondió Nao
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-No sabía que supieras hacer formas con los globos – comentó Nao mientras esperaban a su amigo
-Es lo que tiene trabajar de cuidando niños en verano, mientras que otros se la pasan de parranda todo el rato – le dijo con retintín, a lo que Nao rió.
-Ya estamos aquí!! – anunció Shou que venía hablando con Uruha. Hiroto sintió que su corazón empezaba a latir fuertemente cuando vio que Uruha venía hablando con Shou – bueno os voy a presentar formalmente. Uruha te presento a Hiroto y a Nao, chicos, este es Uruha. Y así fue presentado al resto de sus compañeros: Reita, que hacía de Papa Noel; Ruki, que retocaba las fotos y Kai que pintaba las caras a los niños.
Se fueron a un pub a tomarse unas copas y la verdad es que lo estaban pasando realmente bien, sobre todo Uruha e Hiroto, que habían descubierto que tenían muchísimas cosas en común. El mas alto estaba en el cielo, si ya en clase no podía dejar de mirar a Hiroto por que le parecía muy lindo, de cerca, el más bajo sin saberlo, lo estaba embelesando absolutamente. Por su parte el rubio estaba encantado con la compañía que le daba el mayor, al parecer todavía tenía algunas asignaturas de otros cursos colgando y por eso coincidían en la clase de Geometría II que se daba en segundo curso de la carrera; la verdad es que aquel chico le caía muy bien, lo que no sabía era el por que de ese nerviosismo que tenía en aquel instante.
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-Adios Saga!! – se despidió Hiroto al terminar la clase de Estadística aplicada, ya era lunes y Hiroto no había podido sacarse de la cabeza a Uruha en todo el fin de semana.
-Adiós Hiro-chan, nos vemos mañana – dijo su amigo levantándose de su asiento. Mientras Hiroto se puso a anotar un par de cosas en su agenda para que no se le olvidaran. En aquel momento Uruha entró en la clase e inmediatamente se puso a buscar a Hiroto con la mirada, iba a aprovechar que el viernes pasado pudo hablar con él para ahora sentarse con él. Había estado todo el curso observándolo desde la distancia, y había llegado el momento de que aquello terminara…
-Perdón está ocupado este asiento??
-Ehh no, pued… - Hiroto se quedó mirando al mayor con asombro, para después sonreír – puedes sentarte – terminó de contestar, notando que estaba poniéndose nervioso
-Gracias – respondió Uruha tomando asiento – que tal el fin de semana?? – Uruha quiso comenzar a entablar una conversación con el más bajo. La verdad no podía creer que ahora estuviera hablando con él, simplemente no podía, todos estos meses esperando por este momento…
-Bien estudiando y eso… - respondió un poco nervioso
-No has salido de fiesta??
-Que va, tengo que entregar un trabajo de Teoría Numérica para Utada-san que me tiene bastante ocupado… - contestó con cara de fastidio – y tú?? Que tal en el trabajo?? Muchos niños??
-Si… - dijo poniendo una expresión de cansancio que a Hiroto le hizo mucha gracia – pero bueno solo son tres horas al día y el 24 se acaba así que… - añadió poniendo cara de “podría ser peor”
En aquel momento el profesor apareció por la puerta cerrándola tras de sí y un silencio trémulo se creó en aquel aula, dando por comenzada la clase, mientras que Hiroto al ver aparecer al profesor puso cara de “lo bueno dura poco” para después con un teatral gesto echarse sobre la mesa, lo que provoco que una divertida sonrisa apareciera en el rostro del castaño.
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Su turno de trabajo por fin había dado a su fin y Uruha y Shou se habían quedado un rato mas hablando frente a la puerta del centro comercial donde trabajaban, el menor, le estaba contando que ese día había estado con Hiroto en las clases
-Oye Shou, puedo preguntarte algo?? – dijo poniéndose inmediatamente rojo, por lo que Shou no pudo evitar que una sonrisa divertida se asomara en su rostro
-Dime – contestó adivinando de que podría tratarse la pregunta, el otro día en el pub no es que Uruha fuera muy disimulado precisamente
-Hiroto… Hiroto es gay?? – no pudo evitar que tras formular la pregunta, escondiera su cara entre la bufanda que llevaba al cuello
-Te gusta Hiroto?? – si, quería molestarlo un poquito…
-Si, en realidad llevo todo el curso mirándole desde las últimas filas del aula cada vez que iba a dar Geometría II y bueno… - admitió más que avergonzado, Shou mientras seguía con la misma expresión
-Estás de suerte, Hiroto también es gay… si quieres puedo averiguarte algo… - Uruha lo miró sin entender – que si quieres puedo averiguar si le gustas o no… - aclaró. Uruha sonrió con una expresión de agradecimiento
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-Oye chicos que tenéis pensado hacer en Nochevieja?? – preguntó Reita cuando salieron de trabajar
-Pues yo no había pensado nada aún – contestó Kai
-Ni yo – contestó Ruki poniéndose un gorro al salir a la calle, ya que el frío de finales de diciembre era jodidamente insoportable
-Y vosotros chicos?? – preguntó el que hacía de Papa Noel a Shou y Uruha, ambos se miraron y negaron con la cabeza dando a entender que tampoco tenían planes
-Por qué lo preguntas?? – dijo Kai
-Pues por que un amigo tiene un local y me ha dicho que lleve a gente, por si os apuntáis, si queréis primero vamos a Shibuya que van a dar allí la cuenta atrás y seguro está muy animado, después nos vamos al pub, os parece?? – propuso el rubio mal teñido
-Por mi genial – dijo Shou- puedo invitar también a Hiroto y Nao??
-Claro, cuanta más gente seamos, mejor – dijo Reita con una sonrisa. Mientras Uruha internamente daba gracias de que a Shou se le hubiera ocurrido aquella idea
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Desde aquel día en el que conoció a Uruha en el centro comercial parecía que se lo encontraba a cada poco en cualquier lugar de la facultad, ya fuera en la cafetería, biblioteca o fotocopiadora y lo mas curioso de todo ello, es que ya habían comido un par de veces juntos y habían tomado bastante confianza, y encima cada vez pensaba mas en el mayor. Por su parte Uruha estaba que se subía por las paredes, Shou aun no había podido averiguar si él le gustaba a Hiroto y estaba deseando saberlo.
-Has hablado con Shou?? – preguntó Uruha aquel miércoles, habían coincidido en la cafetería para comer, a tan solo dos días de Fin de Año
-Para lo de Nochevieja?? – “respondió” – Si, me lo ha dicho – concluyó volviendo su mirada a su tazón de tempura
-Vas a venir?? – preguntó intentando parecer normal, con un tono de voz neutro
-Si – contestó como si nada – no tengo nada mejor que hacer, además puede que sea divertido – sonrió – lo malo va a ser el trabajo… - añadió con gesto compungido…
-No te preocupes si quieres yo te ayudo a terminarlo – se ofreció mientras veía como un gesto agradecido aparecía en el rostro del menor
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-Veo que ya le has comentado a Hiroto lo de Nochevieja – dijo como si nada Uruha, que estaban en la zona de personal cambiándose de ropa para el trabajo
-Si, me costó un poco convencerlo, pero al final accedió – respondió contándole algo de aquella conversación que tuvieron
-Y… no le preguntaste nada mas?? – dejó caer como quien no quiere la cosa el castaño menor
-Sobre si le gustas?? – contestó inmediatamente – pues… a ver… no se lo pregunté directamente porque Hiroto es muy suspicaz… pero solo con escuchar como habla de ti… pude deducir que al menos, le atraes bastante
-O sea… que tengo posibilidades?? – preguntó para si mismo mas que para Shou
-Yo creo que por intentarlo no pierdes nada – le sonrió.
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Se encontraban en pleno centro de Shibuya, concretamente en el Scramble Kousaten, en medio de una multitud inimaginable de gente preparados para despedir el 2010 y dar la bienvenida al 2011. La gente chillaba, cantaba, hacía sonar los matasuegras, mientras esperaban la ansiada cuenta atrás.
-Qué le vas a pedir al nuevo año?? – preguntó Uruha a Hiroto, milagrosamente había conseguido ponerse a su lado, mientras de fondo tenían a los X-Japan cantando en las gigantescas pantallas de televisión el nuevo single que estaban promocionando
-Aún no lo pensé – dijo llevándose su mano a la barbilla por aire pensativo – y tú??
-Qué el 2011 sea mejor que el 2010 – sonrió. Tras eso los gritos de la gente anunciaban el comienzo de la cuenta atrás, por lo que todos los chicos: Shou, Ruki, Kai, Reita, Nao, Hiroto y Uruha se unieron al resto de la muchedumbre para corear los últimos segundos de ese año
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-Hiroto – lo llamó Uruha, pero este no le escuchó debido al ruido
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-Hiroto – volvió a llamarlo, pero seguía sin hacerle caso
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-Hiroto – volvió a reclamarle su atención acompañado de un leve zarandeo en el hombro
-Que pasa?? – preguntó mirándolo confundido
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No hubo respuesta solo un beso en los labios, mientras que todo el jaleo que se formó en aquel instante ante el recién estrenado año dejó de existir para ellos. En un primer instante, Hiroto no supo como reaccionar, pero lo que si tenía claro es que aquel beso por parte de Uruha le estaba encantando, por lo que lo volvió a besar en aquel beso, mientras que sus brazos le rodearon el cuello y el mayor le abrazó por la cintura apegándolo más a él, mientras que todo su alrededor dejó de desaparecer, hasta que alguien sin querer empujó al mas alto obligándolos a separarse, fue en ese momento que Hiroto volvió a la realidad, y verdaderamente se dio cuenta de lo que había pasado, y se sonrió, para luego, sin saber como, verse rodeado por un amistoso abrazo de Shou quien le dedicó una sonrisita cargada de significado, y luego de Nao, y después de los demás chicos que esa noche lo acompañaban. Tras un rato de estar allí de fiesta y sin haber vuelto a cruzar palabra con Uruha, fue que Reita dijo de ir encaminándose hacia el local de su amigo, y sin previo aviso sintió su mano siendo tomada de forma suave pero firme por la del castaño mayor, quien le dedicó una dulce sonrisa, que no pudo evitar devolver.
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-Nao, Kai vámonos a bailar!! – les hizo un gesto con la cabeza indicando la pista de baile, para dejar así solos a Hiroto y Uruha y que pudieran aclarar las cosas
Llevaban como unas dos horas en aquel establecimiento y aún no habían cruzado palabras aquellos dos, pero que decir?? Bueno mas bien tendría que decir Uruha que fue quien le besó, cierto?? Pero que contestaría Hiroto cuando le tocara hablar a él… le había respondido el beso… pero no sabía si realmente le gustaba… solo sabía que el mayor le atraía mucho… bueno vale… quizás le gustara, pero solo un poquito muy pequeño…
-Hiroto… – le llamó la atención tímidamente Uruha, viendo como el rubio jugueteaba con su vaso sobre la mesa, este tan solo lo miró sin decir nada, invitándole a hablar – bueno verás… seré directo, por que no se me da bien dar rodeos, el beso de antes… me gustas – soltó sin mas – desde comienzo de curso que me fijé en ti y comenzaste a gustarme, en clases no podía dejar de mirarte desde atrás, y cuando viniste al centro comercial a buscar a Shou y vi que era tu amigo, no pude dejar pasar la oportunidad de acercarme a ti – terminó de confesar de sopetón mientras se ponía todo colorado. Hiroto simplemente suspiró
-Bueno yo… no puedo decir lo mismo – contestó tras unos instantes. Uruha abrió los ojos exageradamente, mientras que sentía que su corazón era estrujado violentamente – a ver… me explico… me atraes bastante, incluso puede que me gustes un poco… - terminó por reconocer a la vez que miraba tímidamente a Uruha, quien sonrió aliviado de verse al menos con ciertas posibilidades entre sus manos
-Te parece si… no te voy a pedir salir, por que se que es muy precipitado, pero… y si empezáramos algo así como a conocernos?? – propuso – sin compromiso – levantó las manos como si estuviera declarándose inocente de algún delito – y luego veremos que pasa… - sonrió de medio lado
-… - Hiroto sonrió – me parece – aceptó mientras veía como Uruha volvía a acercarse para besarlo, tímidamente al principio y mas profundo después. Y mientras sentían como los labios del otro se movía rítmicamente entre los propios no podían dejar de pensar que no podía haber mejor comienzo de año…