Entraron a una habitación que se encontraba llena de recortes de periódicos pegados a los muros, con un gran escritorio desordenado lleno de más papeles, Matt sacó una pequeña llave de una de las tantas bolsas de su chaleco, abriendo un cajón y sacando un gran sobre amarillo de él, dentro contenía papeles de la empresa a la que trabajaban mas a aparte un video, que según indicó el pelirrojo antes de marcharse, debería verlo después de leer toda esa información.
Pudo ver que toda esa información era sobre el supuesto gobernador al que debía matar… se trataba de un compañero de Shinigami, y tan solo era solo un títere más del jefe de la organización, al parecer Mikami había sido de las pocas personas en ver directamente el rostro del director y era algo asi, como su mano derecha… entonces realmente lo que querían era apoderarse de la ciudad. Leyó el expediente completo del pelinegro, siguiendo con otro expediente mas, la persona que le entregaba siempre las misiones que se le asignaban Kiyomi Takada, además de unos papeles más donde se informaba que medidas debían tomarse el día de la campaña de prensa que daría Teru en la plaza de la ciudad, siendo un doble el que hablara, para evitar muertes “innecesarias”. Continuó leyendo los demás archivos, eran misiones parecidas a la que se le había asignado a él, con la diferencia de que en todas las fotos de esos sujetos aparecía una marca roja, dando a entender que la persona había sido aniquilada… ahora seguía el disco, se dirigió una vez más a la sala y encendió los aparatos necesarios. Era un video de seguridad que mostraba a todos los agentes traicionados, primero los mostraba caminando dentro del edificio, como para probar que realmente habían trabajado ahí, seguido de la grabación donde eran asesinados. Definitivamente eran pruebas oficiales de la trampa que le habían puesto, sabía que él necesitaría de alguien que le ayudara a destruir al director de Shinigami antes de que intentaran matarlo a él también, pero lo que aun no lograba entender era porque precisamente él tenía que ayudarlo.
- terminaste?? – entró el pelirrojo con un cigarrillo en la boca – ahora me crees, cierto??
- … no te cansas del humo Mail?? – lo miró con desagrado
- no te cansas del chocolate?? Y ya te dije que me llamaras Matt – dijo el otro sonriendo, mientras señalaba la barra que tenía Mello en sus manos en ese momento
- idiota
- que te parece si mejor te explico lo que he planeado… – se sentó en el sillón lateral al que se encontraba el rubio – como ya sabrás, el “jefe”, no se ha mostrado a demasiadas personas, por lo que es difícil saber quién es en realidad, siempre ha mantenido oculto su nombre, además de que los únicos agentes que lo conocen son de su entera confianza y dudo mucho que pueda existir un traidor dentro de ellos… – lo miró serio de nuevo, dejando la ceniza del cigarro en un pequeño plato – no podemos atacar directamente porque tiene un gran número de guardias defendiéndolo, lo que se haría muy complicado siquiera acercarnos un poco a él
- … – intentó ser paciente con la aburrida explicación, mientras dio una mordida más a su chocolate
- dentro de mi estancia en esos edificios pude crear un mapa localizando cada área, rutas de escape eficaces, lugares de acceso restringido, he marcado también lo que parece ser su oficina… claro que no será nada fácil entrar, sobre todo si él se encuentra ahí, pero tendremos que arriesgarnos primero a entrar sin que nadie se entere.
- ya veo, es una magnífica idea – dijo con algo de sarcasmo – de no ser por las miles de cámaras de seguridad que deben estar alrededor
- no me subestimes Mello, para empezar como crees que conseguí los videos de las pruebas?? Me es fácil violar cualquier sistema de seguridad, por eso es por lo que me contrataron en un inicio… infiltrarnos será tarea sencilla, mientras no haya nadie dentro del edificio que pueda descubrirnos, pero si esto llegase a ocurrir, es ahí donde entras tu – le dio una mordida mas al chocolate y algo emocionado con la idea de matar a ese sujeto que siempre había odiado, a pesar de no conocerlo – tendremos que deshacernos de los testigos… y has probado que eres el indicado para este trabajo
- hablas de los idiotas de los autos?? … Ja!! Eso no fue nada
- jajaja, si claro – le dió un pequeño golpecito en la herida de su brazo, recibiendo a cambio una mala mirada de parte del rubio – ejem!! Lo que haremos una vez estando dentro de la oficina será colocar algunas cámaras y micrófonos escondidos en el lugar para poder averiguar sus próximos movimientos
- y eso para que?? Lo que queremos solo es deshacernos de él… para que tanto embrollo??
- bueno, porque podríamos acorralarlo en otro lugar menos custodiado que el edificio central
- tiene lógica
- bien pues eso es todo por el momento, descansemos el resto del día y mañana por la noche llevaremos a cabo el proyecto
El pelirrojo lo llevó a lo que le indicó como: “su habitación hasta que no tengamos que largarnos de aquí” y se recostó en la gran cama que se hallaba al centro de ésta, tenia buen diseño, como el resto del lugar, exceptuando la fachada exterior. Estos días habían sido de los más movidos de su vida, empezando con el hecho de que él no era del estilo de crear un plan y seguirlo al pie de la letra, más bien el era de la idea de actuar respecto al momento. Tenía que prepararse para la expedición al edificio de la empresa Shinigami, además de que no confiaría totalmente en el ojiverde, había algo dentro de todo esto que no acababa de convencerlo y de todas maneras la confianza hacia la gente era algo que ya había perdido años atrás…
………………………El siguiente día por la noche………………………
Notó que era un precioso Porsche negro el auto en que habían huido anteriormente y es que entre tantas persecuciones no había tiempo para fijarse en esos detalles… cuanto ganaba el pelirrojo, que tenia vehículos tan caros como ese y un escondite de lujo como en el que ahora se instalaban?? Efectivamente era una institución bastante poderosa, pero según tenía entendido sus empleados no eran tan bien pagados como deberían, algo en todo esto no cuadraba, sacó una barra de chocolate antes de entrar al carro. Se dirigieron a la empresa teniendo el cuidado de no ser perseguidos y circulando por calles alternativas sin llegar a tomar las principales.
Un alto edificio de pinta empresarial se dejaba ver desde lejos junto con el reflejo de las luces que daban todos sus grandes ventanales, tendría como mínimo unos 10 pisos que podrían engañar a cualquiera si alguien les dijera que se trataba de las oficinas de investigación tecnológica de una gran compañía… y que realmente la máscara era esa.
Se estacionó a unas pocas calles cerca de ese lugar y sigilosamente se acercaron a una de las calles laterales, que era poco concurrida, ahí se encontraba la salida de emergencia comúnmente en desuso y por ello, con poca seguridad… la cámara que vigilaba ese casi desconocido acceso, por lo regular se encontraba descompuesta o apagada, por lo que fue fácil tan solo encontrar su punto ciego y desconectarla. Matt se acercó con un aparato que colocó cerca de la manija de esa puerta electrónica, ésta se abría por fuera sólo con una clave numérica, y que, si ésta era errónea, activaba una alarma. Era obvio que si querían colocar las cámaras en el despacho del jefe, debían pasar desapercibidos para las cámaras y los sistemas de seguridad, y asi, poder seguir sus movimientos sin sospecha alguna de parte de él; después de unos segundos la puerta se abrió, dejándolos pasar. Caminaron por el deshabitado pasillo, Mello se acomodó la ropa incomoda de guardia de seguridad, tapándose un poco más el rostro al pasar al lado de las cámaras y pasando entre corredores como si fuera un simple recorrido de vigilancia. Al irse acercando poco a poco a la oficina directiva, las cámaras iban incrementando en cantidad.
- no podremos entrar asi sin ser descubiertos
- si eres tan bueno como presumes idiota, entonces porque no nos desviamos a la sala donde se ven las grabaciones y alteramos un poco las imágenes
- asi podríamos movernos con mayor libertad, pero sería más arriesgado matar al guardia
- yo nunca hablé de matar… hay peores situaciones que una simple muerte – el rubio sonrió de forma maliciosa
- las torturas tampoco ayudan Mello, solo bastaría con que se desmayara creyendo que se quedó dormido, es normal que eso pase a estas horas de la noche
- así no es divertido – dijo quitando su sonrisa
- y eso no nos aseguraría de que no alertara a nadie después de que nos fuéramos
- tsk!! Aparte de todo, antipático
Abrieron la puerta que dejaba ver todas las televisiones con videos a blanco y negro de lo que pasaba en todos los corredores, estancias, salas de espera y oficinas del edificio. Parecía casi coincidencia que el vigilante se hubiese quedado dormido sobre el escritorio y con dos tazas de café a su lado, no correrían el riesgo asi que usaron cloroformo para asegurarse. El pelirrojo se acercó a las maquinas tecleando rápidamente, las cámaras quedaron en una grabación repetida que les daría la oportunidad de pasar por ahí sin ser vistos.
- programé que las cámaras transmitieran en estos televisores las grabaciones de algunas horas atrás… tenemos 2 horas para salir de aquí
- será más que suficiente??
- eso espero
Se dirigieron de nuevo a la oficina, teniendo aún el cuidado de que esa puerta también tuviera un sistema de seguridad para abrirse… lo demás pareció un proceso de rutina para Matt, fue sencillo instalar las cámaras y probarlas, mientras Mello vigilaba la entrada y ayudaba a algunas cosas para terminar más rápido. Se dirigieron a la salida de ahí, asegurándose de dejar todo como estaba e instalando de nueva cuenta el sistema de protección de la oficina… intentaron pasar desapercibidos, estaban ya a unos pocos metros de la salida, pero a veces las cosas no salen como a uno le gustaría que salieran. Dos guardias parecían estarlos siguiendo desde algunos pasillos atrás y aunque intentaron evadirlos sin levantar sospechas, se fueron alejando poco a poco de su escape, llegando inconscientemente a la azotea del edificio, cuando vió que no había otra alternativa el rubio sacó su arma apuntando a la entrada y le entregó una al pelirrojo. Apenas la puerta se abrió, los dos se prepararon para disparar, pero antes de que pudieran hacer algo, esa persona llamó a Matt por su nombre real y nos indicó que nos detuviéramos.
- que haces aquí Near??!! – el pelirrojo se veía molesto
- supervisando – se mantenía inexpresivo
- y por qué carajos no nos los dijiste antes??!!
- podría haber arruinado su misión – miró por primera vez al rubio – además que debía mantener ciertas cosas bajo control – Mello lo miró con desagrado… obviamente se estaba refiriendo a él
- todo salió bien, ahora puedes irte – le regresó la pistola
- me han indicado que debemos proseguir juntos de ahora en adelante… supongo que tendrás una salida de emergencia, o acaso planeabas salir por el mismo lugar que entraste?? … eso es un grave error Mail – el mencionado lo miró con disgusto, mientras el albino seguía impasible
- de que se trata todo esto??!! – interrumpió Mihael, sabía que había algo sospechoso detrás, Matt no le había contado todo y quizá tan solo lo estuvieran usando para otros fines
- asi que no le has contado?? Lo estas protegiendo??
- solo supuse que sería lo mejor… vayámonos de aquí, ya casi se acaba el tiempo de repetición de las cámaras – miró al ojiazul – prometo contarte todo cuando salgamos
No había otra alternativa, él ya estaba dentro del juego y no planeaba retirarse sin siquiera enterarse de lo que hacía, no sabía porque, pero sentía que podía confiar en el pelirrojo… esperaría a que llegaran al escondite para hacer todas las preguntas que tenía pendiente desde antes de venir.
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