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El ángel de la navidad por Elitsuki

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Bien, seré breve para los que no conocen lo sucedido.

Este historia fue escrito por Elizabeth o mejor conocida por ustedes  como "Enma".

Esta tal como lo encontré en sus documentos.

Ella no se encuentra bien de salud y me pidio desde hace tiempo que publicara los nuevos capitulos de algunas de sus historias, pero por lo mensa que soy o por algún motivo que desconozco no pude entrar en su cuenta a pesar de intentarlo hasta el cansancio.

Estoy muy avergonzada con ustedes y con ella por lo que hice, es por eso que cree una nueva cuenta con un seudónimo que usaba ella anteriormente. (Si alguien me puede ayudar a recuperar su cuenta, les agradecería infinitamente, por que si Diosito quiere y ella regresa pronto, sere una exmejor amiga muerta a menos que pueda recuperar todas sus historias y comentarios que ya le dejaron y de los que ella estaba muy orgullosa) pero como no se si podré recuperar su cuenta volvere a subir sus historias al menos hasta que ella regrese y se haga cargo de mi estupidez.

Y pense que lo mejor era empezar por que ya están terminados, perdonen que se haya pasado la feche de esta historia pero no me fue posible hacerlo antes y la prioridad de ella era la historia de Déjame amarte, por eso empece con ella y ahí explico lo sucedido.

ATTE: ANEE-CHAN (así me dice la inche amiga que me hace hacer estar cosas)

 


 Hola!!!

 

Pss este fic es un regalo de navidad para todos ustedes... que esperó sea de su agrado, ya casi esta terminado así que ire actualizando cada que pueda, aunque pretendo subir el ultimo capitulo antes de año nuevo.

Gravitation no me pertenece...

 

La misión 

 

Escucho el fuerte sonido del despertador y se revolvió con molestia en la amplia cama, hasta alcanzar aquel aparato y arrojarlo lo más lejos que sus escasas fuerzas le permitieron... se cubrió el rostro con el brazo y volvió a quedarse profundamente dormido... hasta que los intensos rayos del sol invadieron todo a su alrededor y le hicieron despertar de aquel extraño e inquietante sueño... 

Suspiro con cansancio... en realidad se sentía tan agotado que no deseaba levantarse, y no era para menos, ya que paso la mayor parte de la noche trabajando en su nueva novela, por lo cual no pudo dormir lo suficiente, pero ese día tenía que realizar muchas labores que no le permitirían quedarse en cama. 

- Despierta ángel durmiente... -  

- Mmm... no quiero, solo un poquitín más Hiro... -  

- Anda Shu, que parece que ya te tienes un nuevo trabajo. - 

- ¿En... en serio? - pregunto, abriendo sus grandes y hermosos ojos violetas. 

- Pues no me creas mucho, pero los rumores dicen que tú fuiste el elegido para esta misión. - comentaba un apuesto chico pelirrojo, mientras acariciaba las suaves hebras rosadas del pequeño. 

- ¡Qué bien! - expreso sonriente mientras se levantaba con apuración. - ¿pero no crees que es muy extraño? Tiene como seis siglos que no me mandan a ninguna... - reflexiono el chico, al tiempo que extendía sus enormes y blancas alas, tan blancas como la nieve de invierno. 

- Pues supongo que tienes razón, pero escuche que han mandado a otros ángeles y ninguno ha tenido éxito, al parecer es un trabajo muy difícil... - respondió pensativo. - Bueno eso no importa, lo importante es que el consejo quiere verte, así que démonos prisa... - dijo extendiendo también sus alas, para emprender el vuelo a lado de su amigo. 

- Buenos días señor... - saludaba con nerviosismo el moreno. 

- Jaa... ¿Qué tienen de buenos Sakano? - respondió el rubio mientras entraba en su oficina. - Dime que tengo pendiente. - ordeno molesto. 

- Yo... lo siento señor... - dijo buscando algo entre unos documentos que sostenía en sus manos. - Tiene una cita con el señor Usami dentro de dos horas, una comida con los representantes del nuevo grupo y su editora llamo hace como veinte minutos, diciendo que venía para acá, así que supongo que ya no tarda en llegar... además hablo el joven Tatsuha y le dejo dicho que por favor contestara sus llamadas, que era muy importante lo que tenía que hablar con usted. 

- ¿Qué diablos querrá el mocoso ahora? - se pregunto en voz alta, al tiempo que encendía un cigarrillo y se sentaba en un cómodo asiento, tras su escritorio. 

- No... no me dijo nada señor... - dijo acomodándose sus lentes. 

- Puedes retirarte y en cuanto llegue Kanna hazla pasar. -  

- Por... por supuesto señor... - respondió asiendo una leve reverencia, para luego salir y cerrar la puerta tras él. 

Una vez solo, se recargo en el respaldo de su asiento y dio una extensa calada al cigarrillo que aún sostenía en su mano... 

- Ahhh... ¿pero que diablos me esta pasando? - murmuro con fastidio, ya que nuevamente llegaba su mente aquel sueño que llevaba inquietándolo desde hacía un par de días. 

******************   

Estaba solo, no podía ver ni oír absolutamente nada... pero presa del terrible frio comenzó a caminar con mucha cautela por miedo a tropezar o ha caer por algún precipicio, debía de encontrar alguna salida pronto o moriría de hipotermia. 

Sentía el cuerpo tan adormecido que le costaba caminar y un fuerte dolor se apoderaba de su pecho cada vez que respiraba aquel gélido aire, haciéndole más difícil avanzar... hasta que alcanzo a ver una tenue luz que aún se encontraba muy lejos de él... 

Parecía como que hubiese caminado por muchas horas pero aquella luz seguía estando tan lejos, que iba perdiendo las esperanzas de alcanzarla, mientras sus piernas dejaban de obedecerle y caía agotado en el áspero suelo... 

******************  

- Profesor... ¿me escucha? - decía la mujer delante de él. 

- ¿Ehh? Ahh... Kanna, ¿Por qué no toco la puerta antes de entrar? -  

- Si lo hice, pero como no respondió decidí entrar... -  

- Ya no importa... ¿Qué es lo que quieres? - 

- Bueno solo deseaba informarle que todo lo que me pidió esta listo, y que el Sr. Claude Winchester lo invito a una cena de beneficencia mañana por la noche. -  

- Bien... ¿y que tiene de especial el día de mañana, para que el gran K me haya invitado a ese tipo de cena? - pregunto irascible. 

- Pues es víspera de navidad y el señor Claude espera que lo acompañe... he escuchado que cada año hace un evento como ese para las personas sin hogar... - 

- Ohh... que emoción... - dijo sarcástico. - ¿Cómo diablos pretende que pase una noche con esos indigentes... que aún no puede entender que me vale un bledo la navidad? - respondió con furia. 

- Quizás sean indigentes, pero en navidad todos somos iguales... es un día para compartir con los demás, es un día para dar y recibir... además... - no pudo seguir al ser interrumpida por el rubio. 

- Pues no me importa, para mi la navidad es un día como cualquiera... así que si es todo lo que tenías que decir, ¡retírate! - 

- Lo... lo siento... sé que no debí hablarle así... ya me retiro... pero antes quisiera pedirle un favor... - comento nerviosa por la fría mirada que se posaba en ella. 

- .................................. - no dijo nada, solo la observaba de manera intimidante. 

- Yo... yo quisiera pedirle el día de mañana... sé que a usted no le interesa la navidad, pero... pero quisiera poder tener el día libre, para estar con mi familia... llevo muchos años sin poder pasar las fiestas con ellos y mi hija quiere que este en casa para hacer las compras juntas y preparar la cena para recibir la navidad. - comento esperanzada. 

- ¿Mjaa... pues no se supone que el inútil de tu esposo es el que siempre se encarga de tu hija y todas esas cosas? - 

- Si... pero... pero él ha estado muy enfermo y ya casi no puede hacer nada... - respondió al borde de las lagrimas. 

- Eso es algo que no me interesa... tendrás toda la noche para recibir "tu" navidad y pasarla con tu familia... - 

- ¿Entonces me podría tomar libre el día de navidad? - se aventuro a preguntar, mientras aguantaba las inmensas ganas de llorar. 

- No... tampoco puedes faltar ese día, así que no olvides que te quiero desde las siete de la mañana... - dijo al tiempo que se levantaba de su lugar y abría la puerta de su oficina, invitándola a salir. 

- Co... como usted diga... profesor... - respondió al tiempo que le daba la espalda y salía de su oficina, con unas cuantas lágrimas resbalando por sus mejillas. 

Se sentía molesto... solo era un simple día y todas las personas se volvían locas... para él, solo era uno de tantos pretextos que ponía la gente para flojear, gastar de más y convivir con una bola de gorrones...  

- La navidad es para compartir con los demás... Mjaa que estupidez... - musito irónico. 

Llegaron hasta un hermoso jardín, atravesaron por un angosto camino hasta llegar frente a una enorme puerta de madera color blanco con hermosos decorados en oro, entraron por ella y siguieron por un pasillo hasta llegar a un amplio salón... el cual era todo blanco y se encontraba casi vacio, pero el ambiente era agradable y cálido, aunque se podía apreciar unos hermosos arreglos florales en cada una de las cuatro esquinas y una larga mesa rectangular en el centro, cubierta por un hermoso mantel blanco con bordados en oro y sobre esta se encontraba una especie de corona de adviento, hecha de fino cristal con incrustaciones doradas y cinco largas velas en color rosa, morado y blanco, un hermoso canasto lleno de distintas variedades de frutas y una copa del más dulce vino se encontraba puesta frente a cada lugar, en donde se hallaban sentados siete hombres alados, que esperaban por ellos. 

- Ahh... Hiro, Shuichi que bueno que ya están aquí... - comento uno de ellos al tiempo que se levantaba y les invitaba a tomar asiento frente a ellos. 

- Hola a todos... - saludo con confianza y se sentó en dónde le habían indicado. 

- Shu... - le reprendió su amigo, por la falta de respeto con la cual actuaba, ya que esos hermosos seres delante de ellos eran tres de los arcángeles y ángeles de la más alta jerarquía. 

- No tiene importancia Hiro... - comento otro de ellos con una amplia sonrisa en el rostro. - Después de todo, Shu es quien siempre esta ayudándonos en nuestras labores y nos alegra los días con sus hermosos canticos... - 

- Jejeje, eso es cierto... - respondió el pelirrojo tomando su lugar al lado de su amigo. 

Uno de los arcángeles sorbió un poco del contenido de su copa y miro fijamente al menor... 

- Shuichi te hemos mandado a llamar por que tenemos una misión para ti... es un caso muy especial, ya que los demás ángeles que hemos enviado a realizar el trabajo han fracasado... se trata de salvar un alma. - dijo el arcángel Rafael. 

- ¿Pero yo... qué podría hacer? Solo sé cantar y custodiar la luz y las estrellas... -  

- Así es... pero tu luz toca la vida de las personas, la luz divina que filtras desde el Cielo manifiesta la sabiduría divina... además todos aquellos que se han visto reflejados en tus ojos, han visto la bondad de Dios... - comentaba el arcángel Gabriel. 

- ¿Por qué es tan importante? - pregunto su amigo. 

- Por que fue un inocente al cual le corrompieron su alma... -  

- Entonces acepto y prometo que haré lo posible para rescatarle... - dijo al tiempo que levantaba su puño con decisión. 

Todos los presentes lo miraban complacidos... después de todo ese era Shuichi, un ángel tan bueno y noble que era capaz de tocar el corazón de cualquiera, definitivamente él era el indicado para cambiar la vida de ese hombre, para iluminar su camino y derretir aquel hielo que poco a poco se había apoderado de su corazón...  

********

Bueno, solo quería avisarles que trataré de actualizar el fic de Dos vidas contigo más tardar la próxima semana y pedirles disculpas por no dar respuesta a los lindos reviews que me dejaron en el fic de Déjame amarte, pero lo haré en cuanto tenga un tiempo.

Muchas gracias por leer...


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