Sherlock se aburria. Movia los pies con rapidez nerviosa ( y molesta, seguramente, para quien estuvera cerca) mientras esperaba a su compañero de piso, el doctor John Watson. Todavía no entendia como se había dejado convencer para ir con él a esa estupida exposición de medicina.
Estaba aburrido, muy aburrido desde que había resuelto su último caso y se había puesto un poco irritable (bueno, tal vez mucho) lo cuál desembocó a que un desesperado John decidiera llevarselo a la expo medica,teniendo la esperanza de que a lo mejor alli lograba entretenerlo con algunas de las novedades cientificas que se exhibian.
Holmes recorrió un stand tras otro, en tiempo record, con un Watson detras que lo seguia hechando maldiciones por tener que andar tan rápido. Finalmente llegó la hora en la cuál comenzaba una jornada sobre cancer de colon en la cual el doctor se habia acreditado para asistir. Sherlock no quiso acompañarlo en eso, lo cuál a decir verdad tranquilizo un poco a su amigo, que intuia que un cruce del detective con sus colegas podria resultar desastrozo teniendo en cuenta el trato tan "agradable" que tenia siempre para con todo el mundo.
Asi que ahí se había quedado el detective, sentado en una de las mesas del bufet con una taza de té que no probó en ningún momento, mientras aguardaba a que John saliera de la bendita charla sobre cancer para marcharse de alli de una vez.
Sherlock se entretuvo observando a la gente a su alrededor. La gran mayoria eran galenos, obviamente, y ninguno presentaba ninguna caracteristica que a ojos del investigador resultaran interesantes. Hasta que apareció un hombre alto, con un bastón que llamó su atención.
Era un medico, claro, pero no lucia como los otros. Aquel era un hombre muy alto, de aspecto desaliñado, con pelo rubio y ojos azules que parecian de hielo, y que Sherlock notó, observaban todo con rapidez. Al momento en que el rubio se sentaba en una mesa, junto a la de Holmes, sus miradas se cruzaron. El detective no se apuró en correr la vista por que la gente normalmente se limita a mirar para otro lado cuando sus ojos se topan con los de un extraño (como si estuviese prohibido mirar directamente a una persona que no se conoce), pero para sorpresa de Sherlock el cojo no desvió tampoco su mirada, por lo cuál permanecieron observandose por unos instantes.
Había un dejo de amenaza arrogante extrañamente familiar en los ojos de ámbos.
-¿ te conozco? ¿o tengo alguna cosa escrita en la frente?- sonó la voz burlona y profunda del medico,desde el otro lado, con un acento que Holmes identificó como norteamericano.
-no y no- respondió con su habitual tranqulidad demoledora- quizas usted me conoce a mi, por eso me observaba tan fijamente.
El doctor arquéo una ceja con gesto que era retador y divertido a la vez.
-Yo te miro por que tu me mirabas...ha, ya entiendo,es por mi rostro bonito- dijo acrecentando su tono jocoso- lo siento,pero no tengo "esos intereses".
Lo último fué dicho con un contundente tono despreciativo y de burla, que hizo que esta vez fuera Sherlock el que arqueara una ceja. ¿Que se creia ese idiota?
-se equivoca, señor, yo no tengo ningún "interes"en particular. Y si lo tuviera ciertamente no seria por usted- dijo el mas joven con aire de superioridad a la vez que giraba su rostro hacia otro lado, dando por terminada el curioso intercambio de palabras.
El medico quedó en silencio, observando fijamente a ese ingles de aspecto fino y respingado y luego, con un brillo juguetón en sus enormes ojos claros se incorporó y caminó rapidamente (tan rapido como podia esperarse con un bastón) hacia la mesa del investigador.
-¿esperas a alguien o puedo sentarme?- preguntó al estar junto al mas joven, con una naturalidad descarada.
Holmes miró al hombre con perplejidad que se acrecentó cuando el medico se sento enfrente de él, sin esperar su respuesta.
-¿disculpe? ¿ que cree que hace?- dijo con fria amenaza en su voz grave y baritona.
-me siento- respondió simplemente el otro- yo también estoy solo y esperando, a lo mejor es menos aburrido si lo hago en compañia.
-¿por que piensa que estoy esperando...?
- es obvio.¿Algun amigo doctor?
Holmes entornó los ojos mientras juntaba los dedos de sus manos frente a su barbilla con gesto adusto que le era habitual cuando analizaba algo. O a alguien.
-quizas yo soy el doctor...
-No, no lo eres.
-¿ y usted como lo sabe?
-soy bueno observando.
Una sonrisa socarrona apareció en los labios de Sherlock.
-¿de veras?
-sip.Me llamo House.¿Tienes nombre...?
-¿House? ¿escasean los nombres de personas en america?
-no, es que nos gusta ser originales- dijo House con una sonrisa cinica.
-¿y por que no lleva su identificación como los otros doctores?-preguntó Sherlock.
-yo estoy aqui solo acompañando a un colega, no me interesa ninguna de las jornadas aburridas o los aparatos estupidos que se exhiben.¿Tu por que estas aqui?
Holmes tardó un instante en contestar, él no era una persona que se podia describir como precisamente sociable.Entablar una de esas charlas casuales con otras personas le parecia absolutamente inutil y molesto, pero había algo que le resultaba llamativo en aquel americano. Y ademas estaba jodidamente aburrido.
-Estoy esperando a un amigo que esta participando de una jornada de cancer-dijo fianalmente en tono anodino.
-¿ la del colon?, mi amigo también esta ahi.
Antes de que Sherlock dijera nada un mozo se hacercó a la mesa para preguntar a House que queria ordenar. El medico pidió un café y medialunas.
-entonces,¡que increible casualidad!- exclamó luego el galeno con ese tono despreocupadamente burlón que parecia serle natural.
-¡increible,si!- respondió Sherlock con voz involuntariamente similar.
-no me has dicho tu nombre, ¿estas en plan secreto? ¿alguna aventura "indecorosa"...?
-soy Holmes- interrumpió con tono antipatico.
-ok, Holmes,y dime, ¿a que te dedicas? no te veo encajar en ningún estereotipo de profesión...
-¿encajar?
-bueno, luces raro.
Los ojos de Sherlock se entornaron aún mas, como los de un ave amenazador a punto de ensartar un picotazo.
-¡valla!, ustede no luce para nada como el "estereotipo de su profesión" presisamente...
-es cierto,en mi caso es algo buscado. No quiero que la gente ande por ahi pidiendome que los socorra si necesitan ayuda, prefiero evitar ese tipo de molestias.
Holmes lanzo una breve risita ironica.
-¡y yo pensaba que los profesionales de la salud amaban ayudar a sus projimos!.
-¡por supuesto que no!, nadie ama ayudar a sus projimos en este mundo, al menos no sin esperar algo a cambio.
"mmmm,este imbecil resulta entretenido..." pensó Sherlock. Su rostro no reflejó para nada sus pensamientos, por supuesto.
-todavia no me dices a que te dedicas....-agregó House, que era insistente como un perro de caza.
-soy detective consultor.
El medico frunció el seño, mientras daba un sorvo a su café.
-¿consultor?, es decir, como un detective privado.
-¡no!,como un consultor.Trabajo con las autoridades de seguridad.
-¡ha!, como un policia.
Esta vez Sherlock frunció el seño.
-¡no!, ¡como un detective consultor!-exlcamó molesto.
-esta bien, si tu lo dices, asi será.- dijo el medico con falsa cortesia- ¿y que haces exactamente entonces?
Sherlock suspiro con aire cansado.
-cuando la policia no tiene idea con respecto a algun caso acude a mi para resolverlo.
House entornó los ojos observando penetrantemente a su compañero de mesa.
-¡eso es cool!, me imagino que eres todo un cerebrito entonces, aunque a decir verdad tienes toda la pinta...
-pense que tan solo parecia raro- interrumpió Holmes quien, como toda persona con un ego enorme nunca olvidaba un adjetivo calificativo negativo dirigido a si mismo.
-bueno, si, es que los cerebritos son algo muy raro de ver en este mundo que esta, en el 90 % de los casos, habitado por imbeciles.Seguro que tendras mucho trabajo por que las autoridades nunca tienen mucha idea de nada.
La mirada del detective se suavizó, el galeno comenzaba a parecerle menos idiota que antes.
-¿ y cual es su especialidad medica ?-pregunto mientras House daba un mordiscon a una medialuna.
-soy nefrologo.Trabajo en el departamento de diagnostico.
-¿departamento de diagnostico?-repitió Sherlock con sorpresa-nunca escuché de eso en un hospital.
-no, por que el Plainsboro, mi hospital, es el unico que lo tiene.Yo lo invente- dijo el medico con sonrisa autosuficiente.
Holmes arqueó una ceja de grata sorpresa, solo por un segundo.
-¿y como funciona eso?
-bueno...a decir verdad se parece a lo que haces tu. En casos extraños,cuando no se sabe que anda mal con un paciente es derivado a mi departamento y mi equipo y yo lo diagnosticamos.Bue, en realidad soy yo el que diagnostica, mi equipo esta ahi mas que nada para que yo pueda joder con ellos.
Sherlock Holmes sonrió por primero vez en lo que iba del dia.
-eso es muy interesante-dijo con un leve tono de admiración, que sin embargo, en su voz era bastante.
-¿verdad?-dijo House con gesto engreido. Holmes lo ignoró.
-¿y por que acompañas a tu amigo sin acreditarte tu?
-ya te dije, estas cosas me aburren-respondió el mayor, con tono esquivo.
-Es un largo viaje de U.S.A a Londres...
-no tanto, sabes, desde que existen los aviones.Ademas me gusta "la islita", toda el cinismo y tiempo de mierda,¡es adorable!- comentó el doctor jocosamente.
Los ojos de Sherlock brillaron.
-o a lo mejor tiene mas que ver con ciertos habitos personales...
House miró al mas joven con seriedad,agudizando sus ojos.
-¿a que se refiere el "sabelotodo"? ¿estas usando alguna de tus geniales habilidades de detective en mi?
La voz del medico sonó desafiante y a Holmes, por supuesto no se le pasó.
-Puedo ver por ciertos gestos y la forma en que vistes que has sido un adicto, diria a pastillas analgesicas, seguramente inducido por tu daño en la pierna,lo has dejado sin embargo recientemente y tu terapeuta te ha dado de alta, pero no puedes estar solo mucho tiempo, necesitas un tutor que te heche un ojo, tu amigo colega, supongo.Él tuvo que venir a esta exposicíon y a ti no te quedo mas remedio que venir con él.¿Me equivoco?
El rostro del medico reflejó la mas pura perpeljidad por unos instantes, pero luego de arquear una ceja y mirarse a si mismo, como si buscara alguna mancha en su camisa, sonrió.
-¡ya veo!, ¡joder ,si que eres listo!. Tienes razon, solia tenerle mucho cariño a ciertas "medicinas". Pero vamos, que no te diste cuenta por algo que viste en mis movimientos o en mi saco.
-¿ah, no? ¿y como lo hice, entonces?-preguntó el detective con aire desastimativo.
-Simple y puro reconocimiento. Un yonqui reconoce a otro yonqui cuando lo ve. Yo te reconocí en un segundo.
Sherlock alzó la cabeza con gesto ofendido y también, ciertamente sorprendido.Pero luego, su cambiante semblante volvió a su neutralidad.
-Es cierto. Pero eso fue hace mucho tiempo y no era tan dificil de ADIVINAR- dijo, con tono determinante, especialmente en la última palabra.
-¡já!, ¿adivinar?, lo mismo digo-rió House.
Sherlock estaba a punto de hacer un comentario, venenoso, seguramente, pero se interrumpió al ver que el doctor levantaba una mano y saludaba a alguien a sus espaldas.
-¡Wilson!, ¡aqui!-exlaclamó el mayor.
El detective se volteó a mirar y se encontro con el hombre al que House habia llamado Wilson, un hombre de unos 40, de pelo castaño oscuro y rostro bondadoso. Pero lo que llamó la atención de Holmes fue que a su lado estaba Watson, hacercandose con él hacia la mesa.
-¿Sherlock...?- dijo a modo de saludo y pregunta el ex soldado al llegar ante él y verlo acompañado.
-John...
-¿él es tu compañero de piso?- preguntó el de pelo castaño a Watson.
-si, él es Sherlock Holmes, este es mi colega y amigo el doctor James Wilson, y...-John se detuvo observando inquistivamente a House.
-Y él es House, el doctor Gregory House, es mi compañero- agregó Wilson sentandose al lado del medico mayor,ante una señal de invitación de John. House observaba el gesto fruncido de Holmes y el perdido de Watson con sonrisa divertida.
-si, he escuchado hablar de usted señor House- dijo el ex soldado y House le sonrió enigmaticamente.
Holmes suspiro fastidiado.
-¿que haces aqui...?-le dijo en voz baja James a su amigo.
-¿Se conocen...?- interrogó por su parte John a Sherlock.
Gregory contestó antes que él, para toda la mesa.
-recien acabamos de conocernos, casualmente, como estabamos aburridos, nos pusimos a charlar.
Tanto Wilson como Watson dejaron ver en sus rostros un gesto de incredulidad.¿House poniendose a charlar con alguien? ¿Holmes siendo sociable con otra persona? Eso era de no creer.
-asi es, estabamos teniendo una agradable conversación- dijo con tono cansino Sherlock en respuesta a la mirada interrogadora de Watson.
-¿ a si que ustedes se conocen?- pregunto luego el investigador,observando fijamente a Wilson,analizadoramente, como le era habitual.
-si,nos conocimos hace mas de 10 años ya- contesto John- en una exposición como esta, pero en New Jersey. James es el jefe de oncologia de uno de los hospitales mas prestigiosos de Estados Unidos, es uno de los mejores en su especialidad- agregó sonriendo amablemente a su colega, que le correspondió el gesto.
-bueno, no se si tanto...-dijo algo alvergonzado.
-¡claro que si, Wilson!- intervinó House- ¡él es el chico maravilla de la oncologia!- exclamó luego abrazando uno de sus hombros en forma jocosamente cariñosa.
James miró al nefrologo con gesto de leve fastidio resignado.Holmes, por supuesto, no se perdia ni un detalle, observando atentamente a los dos hombres con ojos entrecerrados.
-¿cuanto tiempo se quedan en Londres?- preguntó Watson.
-Tenemos una semana...-comenzó a responder Wilson.
-¡se me ocurre una idea!- exlamó de golpe Gregory House- ¿ que tal si cenamos esta noche todos juntos?, no tenemos muchos conocidos por aqui, y somos todos..., bue, casi todos colegas.
James observó a su compañero boquiabierto y Watson miró a Sherlock quien había fruncido indisimuladamente el ceño al oir aquello.
-bueno, eso es un poco apresurado, no queremos molestar a John y a su amigo...-comento Wilson con tono amable y suave que le era tipico.
-¡no molestan para nada!, al contrario, será un placer para nosotros que nos acompañen esta noche- dijo Watson, ignorando la mirada de reproche que le dirigia Holmes insistentemente.
-¡perfecto!, ¡cena de parejas hoy!-dijo Gregory falsamente festivo.
Wilson lanzó una risita forzada, como para acentuar que su colega bromeaba y Watson rio también por educación.
Sherlock permaneció muy serio observando fijamente al jefe de diagnostico que le sonreia burlón.