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Recogido por dark_amassones

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Notas del capitulo:

Disclaimer: Naruto no es mío, lo creó Kishimoto. Recogido no es mío, lo escribió Kanari Shinobu ¿entonces que es mío? La edición, corrección y la cuenta para publicarlo n.n

¡Disfruten el leer como yo el transcribir!

RECOGIDO
By Kanari

Capítulo XVIII

— »†« —

– ¿Qué te parece que celebremos juntos?

– No, gracias- movió el brazo para soltarse, peor el Uchiha no lo iba a soltar tan fácilmente.

Y de un tirón lo dejo sentado en su regazo. – Mucho mejor, ¿sabías que te pareces algo a mi hermanito?- recorrió lentamente con sus dedos el rostro de Sai.

– Permiso- trató de levantarse, pero Itachi lo sostuvo por el rostro y le plantó un beso salvaje en los labios vaciándole el aire de los pulmones.

– ¿Cambia las cosas?- Preguntó con una sonrisa de superioridad, una vez se hubieron separado.

– Creo que si- esta vez el tomó el rostro del Uchiha y hundió su boca en la del contrario recorriéndola por completo y aferrándose a su cuerpo.

– Estás con ganas de jugar- las ansiosas manos de Itachi viajaron por el torso de Sai, debajo de su camiseta, hasta capturar con sus dedos uno de los pezones que se endurecieron al contacto de sus frías manos.

Sai gimió ante el contacto y en respuesta lo volvió a besar. Por su parte, el Uchiha, aceptó gustoso aquel beso y siguió con su tarea de torturar el pezón para luego pasar al otro y darle el mismo trato, con su mano libre bajó hasta la cremallera del pantalón del pelinegro con la intención de impacientarlo. Sai emitió un quejido de protesta y dirigió la mano de Itachi hacia su entrepierna.

– ¿Eso es lo quieres?- dijo sonriendo con malicia a la vez que hacía presión en aquella zona.

– Ah- un gemido escapó de los labios de Sai, éste sintió una punzada... se estaba entregando demasiado fácil. – No- dijo apartando la mano del Uchiha mayor y tratando de levantarse.

Por su lado, Itachi sonrió ante la oposición de su "amigo", pero le demostraría que era capaz de doblegarlo, así como lo había hecho tantas veces. De un tirón dejó a Sai bajo él y abrió su pantalón.

– Creo que después de algo como esto no te vas a negar- dijo al tiempo que tomaba el miembro del contrario y comenzaba a masajearlo lentamente. – Así está bien- le susurró al oído mientras mordía sin ningún cuidado su cuello.

Sai se mordió sus labios con fuerza evitando que cualquier sonido de placer saliera de su boca, no se dejaría hacer tan fácilmente, aun cuando aquellas caricias le estaban haciendo perder la razón.

– Su-suel... tame- logró decir apenas.

Itachi algo molesto, fue desvistiéndolo por completo, dominándolo con caricias cada vez que intentaba resistirse. Una vez que consiguió que permaneciera quieto lamió y mordisqueó la suave piel de las caderas del pelinegro, una vez que logró que aquella piel quedara enrojecida siguió bajando hasta la altura de los muslos y abrió por completo las piernas de Sai para poder lamer con facilidad aquella zona. Sai apretó con fuerza las manos y se mordió fuertemente los labios para no dar a entender que le estaba gustando... sabía que Itachi quería hacerlo suplicar.

El mayor de los Uchiha no se iba a dar por vencido, quería demostrarle que lo podía vencer y controlar a su antojo, se llevó su mano a su propia boca y empezó a ensalivar sus dedos mientras que con la otra continuaba con sus caricias sobre la, ahora, erección de Sai.

– ¡Ah!- un gemido tanto de dolor como de placer salió de la garganta de Sai; Itachi introdujo tres dedos, debidamente lubricados en su entrada al tiempo que se llevaba su miembro a la boca. Su respiración se agitó completamente y fue como si toda la sangre que estaba bombeando su corazón se fue directo a su hombría. Viendo como Sai caía rendido y sin dejar de mover sus dedos en el interior preguntó:

– ¿Quieres que continúe?

– Mm… Si…

Complacido, Itachi, sacó sus dedos del interior y alzó un poco la cadera del otro posicionando su miembro en la entrada. Se acercó para apoderándose de la boca del pelinegro a la vez que lo penetraba. El fuerte gemido que emitió fue acallado por el beso del Uchiha; sin dejar su boca empezó a marcarle un ritmo que iba aumentando poco a poco; Sai gemía descontrolado provocando que Itachi intensificara sus movimientos. Itachi bajó una de sus manos hacía el mimbro del pelinegro masajeándolo con rapidez, sin dejar de embestirlo. Con un par de movimientos más ambos llegaron al clímax respirando con dificultad.

– Ves que te ha gustado- dijo con su típico tono de superioridad.

– Idiota- resopló Sai molesto.

— x — x — x —

Dos años.

Dos años lejos...

¿Por qué todo tenía que ser tan difícil? ¿Porque ahora que pro fin podía ser "feliz" todo debía volver atrás?

¿Se lo merecía?

Tal vez si. Todo el mal trato que le dio a Naruto, las veces que lo humilló y prácticamente abusó de él, se había comportado como un monstruo… y él nunca se quejaba, no le reprendía nada, se limitaba a quererlo y esperarlo.

– Soy un idiota.

Todo era su culpa. Si no se hubiera fijado en él, si hubiesen huido antes de que se enfermara, si no lo hubiese preocupado de es forma no se hubiese enfermado y no los habían descubierto, era un imbécil, un estúpido y encima de todo, lo abandonaba con la peor persona del mundo.

– Su vuelo sale en diez minutos más- le aviso una de las mujeres encargadas.

– Gracias- tomó su maleta y se puso en pie.

¿Y si no se iba? ¿Y si se quedaba oculto en el país? No, su hermano lo sabría de todos modos, de aquella universidad lo contactarían para decirle que nunca llegó.

Veinte minutos más y el avión despegaba de la pista.

Sin más remedio Sasuke estaba en su interior viajando a Estados Unidos.

— x — x — x —

Llevaba media hora despierto, no quería abrir los ojos porque sabía que Itachi estaba allí sentado aun lado de su cama. Cuando él se fuera, se "despertaría".

– Señor Uchiha- esa la reconoció como la voz del doctor.

– Buenos días doctor- tenía razón.

– ¿Piensa dejar al joven unos días más?

– Creo que deberíamos hablar ese tema en otro lugar.

Eso captó la total atención de Naruto ¿de qué estaban hablando? Prestó mayor atención a lo que conversaban.

– No se preocupe, el muchacho está sedado, igual que los dos pacientes de allá y el tercero es sordo

– Bien, pues pienso llevarme a Naruto ésta tarde cuando despierte.

– De acuerdo, entonces le daré el alta.

– Gracias su actuación fue magnífica doctor Hatake. Asustó mucho a mi hermano con aquella enfermedad.

– Los síntomas eran parecidos, por eso le hice un diagnóstico de aquella enfermedad, pero solo presenta un cuadro de estrés.

– ¿Sólo estrés?- preguntó intrigado el Uchiha mayor.

– Sí, sólo estrés. En un cuadro de estrés extremo puede llevarlo, incluso a sudar sangre.

– Interesante.

¿Qué? ¿Cómo que era estrés? ¿Qué le habían dicho a Sasuke que tenía? ¿Dónde estaba ahora?

– Con respecto del…- empezó el doctor.

– No se preocupe, este fin de mes su sueldo será triplicado.

– Muchas gracias. Iré por los documentos para el alta.

– Adelante pues, doctor Hatake.

Oyó los pasos alejarse y a Itachi correr la silla en la que estaba sentado. ¿Qué diablos era lo que estaba pasando? ¿Qué estaba tramando?

– Naruto ¿cómo reaccionarás cuando…- sintió las manos de Itachi acariciando su cabello. –…sepas que mi hermano te ha abandonado?

Luchó contra todas las reacciones de su cuerpo para que no descubriera que estaba despierto ¿qué Sasuke lo había abandonado? Pero si apenas ayer le había dicho que lo quería ¡no! Eso no podía estar pasando ¿por qué siempre que creía que todo iba a ir bien ocurría algo así?

– Y tú te podrás triste, lo odiarás, y yo estaré ahí para consolarte y apoyarte.

Naruto sentía ganas de llorar, pero no lo iba a hacer, no iba a permitir que lo viera llorar.

– Bueno Naruto, vendré por ti dentro de algunas horas, tengo que resolver unos negocios- le dio un beso en la frente y salió del cuarto.

Al verse solo Naruto dejó correr sus lágrimas, no entendía muy bien que era lo que estaba pasando, pero tenía un mal presentimiento: sabía que Sasuke ya no estaba cerca, no era una simple broma de Itachi... Sasuke lo había abandonado.

¿Y qué iba a hacer solo?

"Te quiero mucho, no podría decir cuanto, sólo te amo".

Recordó las palabras dichas por Sasuke y por más que trató de reprimir su llanto, no lo logró.

Aunque, si de verdad estaba sano podría buscarlo. Ahora él tendía que engañar a Itachi, encontrar a Sasuke y huir una vez más, si era necesario.

Se secó las lágrimas y trató de dormir con ese pensamiento.

— x — x — x —

Sai buscaba su ropa, que estaba toda tirada alrededor del sillón en el que había dormido la noche anterior.

¿Y ahora que iba a hacer?

Ya no tenía nada que hacer en esa casa. Cuando Itachi y Naruto volvieran del hospital él tendría que desaparecer y volvería a estar solo.

— x — x — x —

Gaara se encontraba sentado en el jardín de la pensión, se había quedado preocupado cuando Kanari le contó que Naruto se había quedado hospitalizado, mal que mal ese chico no le caía pesado, era muy amable y simpático.

– Hola, hola ¡mi pelirrojo favorito!

El aludido levantó la vista y se encontró con el hermano mayor de Sasuke mirándolo sonriente.

– ¿Cómo estas? Te ves preocupado, ¿problemas en la universidad? ¿Problemas económicos?

– ¿Qué quieres?

– Me encanta ese temperamento tuyo- se sentó a un lado de Gaara. – ¿Sabes? Te tengo un trabajo ¿te interesa?

– Depende...

– ¿De la paga?

– De lo que tenga que hacer.

– Oh, claro- ese chico, tenía algo especial, tenía las cualidades perfectas para ser su socio. – Pues es algo muy sencillo, creo que hasta te gustara y además ganarás dinero.

– Entonces adelante.

– Quiero que te mudes a mi casa, te hagas muy amigo de Naruto, sólo amigo ¡eh! Te sobrepasas y te mato- le aclaró de inmediato. – Y lo mantengas vigilado.

– ¿En que sentido?

– Verás, mi hermanito tuvo que salir de urgencia del país y no quiero que mi rubito se comunique con él, de ninguna forma. Ah, y también que te encargues de la labores de la casa. No te importa, ¿verdad?

– Claro que no- debía reconocerlo: ese Uchiha Itachi era bastante retorcido.

– ¿Aceptas?

Gaara pareció pensárselo un minuto, le iba a ser sumamente fácil, ya compartía un pequeño lazo de amistad con Naruto, sólo debía esperar generar la suficiente confianza y listo. – Acepto.

– Pues aquí está la dirección de tu nueva casa- le dio un papel con unos datos. – Empiezas mañana mismo, no te preocupes por tu carrera; que se pagará sola y tendrás un sueldo para tus gastos.

– Ok.

– Nos estaremos viendo entonces- se levantó y se fue tan rápido como llegó.

Gaara suspiró hondo ¿por qué diablos no se negó?

— x — x — x —

Estaba decidida, congelaría sus estudios sólo por ayudarlos, a toda costa buscaría el método de entrar en esa casa, hacer entrar en razón a Naruto porque de seguro ahora estaría pensando que Sasuke lo había abandonado; le explicaría como fueron las cosas.

Y encima de todo tendría que trabajar como empleada, cuando todo se arreglara esa parejita se las pagaría muy caro.

— x — x — x —

– Debe comer algo- repitió por enésima vez una de las enfermeras, pero el rubio negó con la cabeza. – Por indicaciones del doctor debe ingerir alimentos o sino no podrá salir hoy del hospital- le indicó otra enfermera.

– No tengo hambre- se limitó a responder y desvió el rostro de las dos mujeres, que suspiraban molestas.

– Qué bueno que ya esta despierto, joven Uzumaki- el doctor Hatake hacía su entrada. El rubio le dirigió una mirada de odio sin que este lo notara. – ¿Cómo se siente?

– Me duele la cabeza- mintió. Tal vez si inventaba síntomas conseguía quedarse en el hospital un tiempo más, estaba seguro de que Itachi se lo quería llevar a su casa. – Y los brazos también.

– Eso se explica por la cantidad de catéteres que fueron puestos en sus brazos, el dolor de cabeza se debe a que no ha ingerido alimento adecuadamente.

Bufó molesto. Y recibió la comida que les dieron las enfermeras, era verdad que no tenía nada entonces.

– ¡Oh! ¡Naruto, ya estás despierto!- exclamó cierta voz conocida entrando en la habitación. – ¿Cómo te sientes?- le tendió un enorme ramo de rosas. – Para ti.

Naruto desvió la vista de aquel individuo y de un manotazo apartó las flores.

– Tan temperamental como mi hermanito- sonrío ampliamente. – Y… doctor, ¿cómo van los trámites?

– El joven ya puede irse a su casa, señor Itachi- dijo el doctor pasándole todos los documentos. – Le recomiendo guardar cama durante, por lo menos una semana.

– Yo me encargo de eso doctor Hatake. Aquí está tu ropa, Naruto- le dejó sobre la cama una maleta.

– Señor Uchiha, me permite cruzar unas palabras con usted.

– Claro mi estimado doctor. Volveré dentro de unos minutos, para entonces debe estar listo- dirigiéndose a las enfermeras. Salió del cuarto seguido del doctor.

Naruto suspiró hondo: ya no le quedaba más remedio que ir hasta ese lugar. Las enfermeras sacaron rápidamente la ropa de la maleta y se dispusieron a vestir al rubio.

Naruto miraba fijamente por la ventanilla, no prestaba atención alguna a los comentarios de Itachi; estaba preocupado y el mal presentimiento de hace unas horas atrás se volvió a hacer presente ¿dónde estaba Sasuke?

¿Por qué permitía que se lo llevara Itachi? Esa última vez le había parecido una… despedida.

– Sasuke- murmuró encajando todas las piezas: Sasuke se había ido, era verdad, pero al parecer tenía algo que ver algo con Itachi, él no se iría así como así dejándolo con su hermano, ¿verdad?

– ¿Qué pasa, te acordaste de mi hermanito?- pero no le contestó, suspiró hondo y empezó a jugar con sus dedos. – A propósito, mi hermano ya no está aquí, decidió largarse- se limitó a escucharlo, aparentando no prestarle atención. – Se dio cuenta de que no valía la pena permanecer al lado de un chico enfermo como tú, ya sabes: le causabas muchos y problemas y luego le podías contagiar algo o qué sé yo. El punto es que parece que no te quiere tanto como te dijo... o sólo te quiere para llevarte a su cama, lo que parece más obvio, ¿no lo crees?

Naruto apretó los labios en un intento por reprimir todas las cosas que quería decirle.

– En fin, supongo que ahora que te abandonó, no tienes a donde ir- le miró dubitativo y continuó. – Así que te irás a vivir a mi casa.

– Quiero ir a buscar mis cosas a la pensión- dijo con firmeza, cosa que sorprendió a Itachi ¿no se suponía que el rubito debía estar llorando y pidiendo consuelo?

– Vale, sólo las necesarias.

Naruto volvió a mirar por la ventana como si no hubiese oído el último comentario.

Acaso Sasuke lo había abandonado para siempre. ¿Lo volvería a ver? ¿Qué podría haberle dicho Itachi para que se fuera así como así?

"Te quiero mucho, no podría decir cuanto, sólo te amo".

Y una vez más resonaban en su mente las palabras de Sasuke. Sabía que no debía dejarse por convencer por ningunas de las cosas que le dijera Itachi.

Naruto entró a la pensión seguido de Itachi, a esas horas del día ya no había nadie, todos salían a realizar sus distintos deberes y labores. Subió directo a la habitación que compartía con Sasuke; al abrir la puerta lo primero que vio fue su cascabel, se agachó a recogerlo antes de que el Uchiha mayor lo viera y lo guardó en su bolsillo.

– ¿Con que a esta pocilga te trajo mi hermano?- preguntó con tono despectivo, pateando una zapatilla.

En silencio, el menor empezó a guardar una de las cosas. Metió entre su bolso algunas de las de Sasuke, incluyendo sus documentos y una poco de dinero que el Uchiha menor tenía guardado allí, le podría servir.

– ¿Te falta mucho?- Naruto salió de la habitación. – Ya verás que lograré que me hables, tengo tres años de ventaja.

Continuará...
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Notas finales:

Notas: Bueno, un capítulo cortito pero no menos importante ;) gracias por la ENORME espera, he estado la mar de ocupada y me era imposible actualizar, pero como compensación, subiré el siguiente capítulo el martes 16 ¿qué les parece? Un agradecimiento enorme a  BaekHyunnie, lulubell(x2) y ChiineSannin por sus comentarios, no sé qué haría sin ustedes ¡gracias! Me despido, os quiero.

Leona Dark
2026 – 300415


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