Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Recogido por dark_amassones

[Reviews - 140]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disclaimer: Naruto no es mío, lo creó Kishimoto. Recogido no es mío, lo escribió Kanari Shinobu ¿entonces que es mío? La edición, corrección y la cuenta para publicarlo n.n

Nota: Flash Back ~ j3; ~ j3;

¡Disfruten el leer como yo el transcribir!

RECOGIDO
By Kanari

Capítulo XIX

— »†« —

Tres años después.

Por fin. Los malditos meses habían pasado y podría volver otra vez a Japón.

Tres años en los que estuvo solo e intentó por todos los medios que lo expulsaran de aquella Universidad: era uno de los alumnos más irresponsables, faltaba el respeto de sus profesores, iba a clases dos veces por semana, no entregaba los informes y descuidaba los exámenes, pero aún así no fue expulsado y aprobó con una de las notas más altas de la clase... todo gracias a que más de la mitad de la universidad pertenecía a la familia Uchiha.

Y lo peor de todo fue que durante todo ese tiempo no se pudo comunicar con Naruto.

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

El teléfono sonaba insistentemente, no pensaba contestar pues de seguro era Itachi para molestarlo, así que lo dejó. Minutos más tarde volvía a sonar aquel aparatito, esta vez decidió contestar por la sencilla razón de que su hermano no insistiría tanto para fastidiarlo... así que no era él.

– Diga.

– ¿Sasuke?

– Sí, hablas con él... ¿con quién hablo?

– Soy yo, Kanari... ¿Por qué rayos no me contestabas? ¿Sabes a cuanto sale una llamada a Estados Unidos?

– ¿Sucede algo?- había algo extraño en la voz de la chica.

– Pues... hay un problema.

– Y tiene relación con Naruto, ¿verdad?

– Si, no he podido contactarme con él, tu hermano lo tiene completamente aislado...

– ¿Cómo? ¿Y no sabe nada de...?

– ¿Te acuerdas de Gaara? Pues está viviendo en la casa con ellos y cuando me presenté por el trabajo de empleada Gaara me reconoció y le dijo a Itachi que era amiga de ustedes... así que no me contrataron.

– Pero...

– Déjame continuar; iba todos los días a pasearme cerca de la casa por ver si veía a Naru, para hablar con él. Estuve una semana así hasta que lo vi cerca de la ventana, me hizo señas pero llegó Itachi y lo sacó de allí, después llamó a la policía... estuvieron a punto de llevarme detenida.

– Lo siento- no pensó que Itachi llegara a tanto.

– No sería la primera vez, pero de eso no es porque te llamo, lo que sé es que Naru está bien, estaré vigilando en los próximos días y te llamaré.

– De acuerdo, gracias.

– De nada, supongo. Adiós.

– Adiós.

Por lo menos Naruto estaba bien... ¿Pero que rayos hacía Gaara ahí?

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

Esa llamada la había recibido al primer mes de su estadía fuera. Mensualmente se encargaba de llamar a Kanari pero no obtenía mayor información, pues a la chica le era cada vez más difícil saber de Naruto, hubo un tiempo en que estuvo en vilo porque Kanari ni siquiera había avistado al rubio y unos cuatro meses después, como a las tres de la madrugada lo había llamado para informarle de una fugaz visión de Naruto caminando en el patio de la casa.

Ahora estaba en el aeropuerto esperando su vuelo a Japón, sus bolsos ya estaban siendo embarcados y en sus manos solo llevaba un maletín pequeñito, en el cual estaban todas las cartas que le escribió a Naruto y que no pudo hacérselas llegar.

— x — x — x —

– ¡Es hora de levantarse!

– ¡Ya voy!- exclamó saliendo de debajo de las sábanas, hacía demasiado frío para levantarse, estaba nevando.

Sin muchos ánimos buscó algo de ropa en el armario y salió para ducharse.

– Buenos días, Naru-chan.

– Buenos días, Itachi- exclamó en respuesta dándole un beso en la mejilla a quien anteriormente lo había saludado.

– Gaara ya preparó el desayuno y dice que se va a enfriar si no te das prisa.

– Me doy un baño y voy.

– De acuerdo, te esperaré en la cocina.

Vio al rubio alejarse dirección al baño, una vez que éste entró en dicha habitación volvió a la cocina.

– ¿Y cómo está?- preguntó el pelirrojo sirviendo agua en las tazas.

– Bien, ya se olvidó de todo casi completamente. Hace ya un año que dejó de llorar por las noches.

– Debió ser molesto tenerlo en tu cama mientras lloraba.

– No creas- rió a la vez que cogió una tostada. – Fue una linda experiencia...

– Me imagino.

– Ya, no te pongas celoso- se levantó y abrazó a Gaara por la espalda. – Sabes que a ti también te quiero.

– Imbécil- murmuró por la bajo.

– Sh, cuidado con esa boquita.

– Ya estoy aquí- anunció Naruto sonriendo ampliamente, Itachi soltó bruscamente a Gaara y fue asentarse cerca del rubio.

– Bien ¿quieres algo para desayunar?

– Ramen estaría bien.

– Ya oíste Gaara, ramen para Naru.

– No soy tu cocinero.

– Venga, te aumentaré la paga.

– No hay problema, yo puedo prepararlo- Naruto se puso de pie con intenciones de cocinar pero el Uchiha lo detuvo.

– No, Gaara lo hará, no te preocupes- observó fijamente al muchacho hasta darse cuenta de un detalle que lo enfureció. – ¿Hasta cuando piensas ponerte esa idiotez en cuello?

– Bueno…- el cascabel que le había regalado Sasuke para su cumpleaños aún lo usaba, es más, nunca se lo quitaba. Itachi había intentado botarlo muchas veces y él se había visto obligado hasta hurgar en los contenedores de basura para encontrarlo; en los primeros meses Itachi le había prohibido usarlo.

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

– ¿Por qué diablos no dejas de usar eso?- le gritó el Uchiha mayor sacándole de un tirón el cascabel que colgaba en su cuello. – No ves que ese idiota te abandonó y tú lo único que haces es dañarte recordándolo.

Itachi por fin lo había convencido de que Sasuke lo había abandonado, aún así lo seguía queriendo y si el Uchiha menor aparecía en ese momento en la puerta y le pedía perdón, él lo perdonaría... aún lo quería, y mucho.

– Yo…- sintió como sus ojos se humedecían. – Devuélvemelo- susurró.

– No, hasta que te olvides por completo de ese bastardo.

– No puedo...

– Tendrás que poder, pues él no te quiere tanto como te dijo... sino no te hubiese abandonado.

Naruto volvió a negar y bajó la cabeza para dejar de ver al Uchiha mayor.

– No puedo- repitió. – ¡No puedo!- exclamó más alto logrando que Itachi levantara su mano irritado, dispuesto a golpearlo. Naruto le dirigió una mirada llena de ira que lo hizo cambiar de decisión; dejó tirado el cascabel y se fue caminando hacia el jardín.

– Tarde o temprano entenderás tu error.

Al día siguiente de lo ocurrido Itachi se había hecho con cascabel y lo mantuvo oculto cerca de tres meses, ya que fue encontrado por el rubio mientras limpiaba la habitación.

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

– No me lo quitaré, creo que combina con mi ropa- soltó Naruto despreocupado cogiendo el ramen que le alcanzaba Gaara.

– Lo que digas- el Uchiha estaba consciente de los cambios que había sufrido Naruto. Estaba más independiente, lo trataba con más confianza a él y a Gaara, le respondía a todo y no se dejaba influenciar. Tal vez se había equivocado: el hacer que Sasuke se fuera solo había fortalecido a Naruto; aún así había conseguido de nueva cuenta la confianza del rubio y al parecer los sentimientos hacía su hermano habían desaparecido por completo.

— x — x — x —

Ya estaba en Japón, parado en la puerta de su casa... o de la que se suponía era su hogar. Podía haberse ido a cualquier lugar pero prefirió ir a la residencia Uchiha sólo para ver a Naruto.

No se atrevía a tocar, pues si salía su hermano de seguro este lo echaría de allí y no tendría posibilidad de ver al rubio, lo mismo si salía Gaara y… ¿Qué pasaría si salía él? ¿Le recibiría bien? ¿Le reprocharía algo? ¿Naruto aún sentiría algo por él? ¿Se habría olvidado de todo? Habían demasiadas preguntas y ninguna respuesta a menos que se atreviera a golpear esa puerta de una vez por todas. Llamó y para su sorpresa él abrió.

– Naruto...

– Sasuke.

Ambos chicos se observaron durante unos segundos, descubriendo en el contrario todos los detalles que habían cambiando mientras no se veían, preguntándose por que ocurrieron las cosas de ese modo, controlando las ansias de fundirse en un abrazo, de escapar de aquello nuevamente, de...

– ¿Quién es, Naru?- la voz de Itachi los sacó de su ensoñación y desviaron sus miradas avergonzados. – ¡Ah, Sasuke, hermano!- exclamó fingiendo sorpresa, siendo sus ojos los que delataban lo que en verdad pensaba de aquel momento.

– Itachi- masculló el Uchiha menor sin observarlo. – Cuanto tiempo.

– Tres años, creo... me han llegado tus calificaciones, te felicito hermano. ¿A que has venido?

Mientras ambos hermanos mantenían su conversación cargada de sarcasmos ninguno reparó en Naruto, que estaba entre uno y otro tratando de comprender la situación, miles de preguntas sin respuestas, de recuerdos malos y buenos, cientos de sentimientos se agolpaban en su mente formando un remolino increíble de confusión. Sintió de golpe sus ojos llenarse de lágrimas, quiso salir corriendo, pero a la vez quería abrazar a Sasuke, decirle que aún lo quería y que no se olvidaría que él también le correspondía sin importar lo que Itachi dijera o hiciera. Optó por la segunda opción y se abrazó a Sasuke sin importarle las consecuencias de aquello; lo abrazó tan fuerte susurrando un te amo.

– No te vuelvas a ir así.

El Uchiha menor estaba en shock: Naruto no estaba reprochándole nada, como siempre estaba allí esperándole. Sonrió y correspondió aquel gesto. – Lo siento.

Itachi tosió para hacer notar su presencia, los jóvenes se distanciaron pero unieron sus manos. – Veo que se extrañaron. Te invitaría a la cena, pero esta noche teníamos planeado ir al cine y tú no estás invitado.

– No importa, no pensaba quedarme aquí- como desafiando a su hermano acercó su rostro al rubio y le dio un suave beso en los labios. – Nos vemos mañana, sólo pasaba a saludar.

– Bien, espero que te reciban en algún lado y no vayas a esa pocilga a la que habías llevado a Naruto.

– Que no te preocupes a donde me vaya.

Itachi, sin decir nada más cerró dando un portazo, habiendo dado antes un tirón a Naruto para dejarlo dentro de la casa. Se volteó para encarar al rubio pero éste se soltó y se fue a encerrar a su habitación, no a la que compartía con Itachi, si no que a su antiguo cuarto.

– Estúpido hermano menor- susurró con el humor de los mil demonios hacía la cocina. – ¡Gaara! ¿Dónde estás?

— x — x — x —

Naruto estaba tendido en su cama con una cara de completa felicidad Sasuke había vuelto... pero ¿Cómo le haría para salir de la casa y poder verse con él? Sin poderlo evitar soltó una risita tonta: Sasuke se veía mayor pero seguía conservando esa aura que lo caracterizaba, estaba igual de bien parecido. Obviamente el también había crecido en ese tiempo pero seguía siendo más bajo por unos cuantos centímetros y no aparentaba para nada los veinte años que ya tenía, aunque Uchiha menor tampoco.

Ah, si Sasuke estuviera con él en ese momento. Se mentiría a si mismo si negara que había sentido ganas de intimar con Sasuke durante esos años, pero tuvo que conformarse con...

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

– ¿Estás dormido?- preguntó el Uchiha mayor resbalando de a poco su mano por el pecho de Naruto hasta llegar a su entrepierna.

– Déjame- hizo un intento de salir de allí pero Itachi lo detuvo.

– Sólo cierra los ojos e imagina que todo está bien- susurró en su oído a la vez que iniciaba el recorrido de su mano nuevamente.

– No quiero- murmuró antes de ser besado por el Uchiha; igualmente trató de zafarse, pero sabía que no tenía tanta fuerza como él.

– ¿Ves? Así está mejor- susurró acariciando el cabello rubio del resignado Naruto.

– Sabes que yo no quiero hacer esto- dijo con voz apagada mirando de forma directa los ojos de Itachi.

– Cállate y relájate.

Por supuesto que sabía que Naruto no quería, si todas las noches anteriores se había pasado suspirando como un estúpido el nombre de su hermano; sin embargo no perdió oportunidad al ver que no le presentaba mayor resistencia. Sin mucha delicadeza desnudó a Naruto, que se limitaba a mirar hacía otro lado con expresión indiferente, como si allí nada estuviese ocurriendo.

Acarició el cuerpo del rubio con lentitud, al ver que éste ya no haría intento de escape; poco a poco la respiración de Naruto se fue descontrolando y convirtiéndose en una serie de jadeos. Itachi lo tomó como una invitación a continuar y comenzó a trazar caminos con su lengua través de la piel del pecho del chico, dedicándose de vez en cuando a mordisquear los pezones.

– ¡Ah! ¡Sasuke!- aquel gemido con el nombre de otra persona logró que Itachi se detuviera a contemplarlo. Naruto permanecía con los ojos completamente cerrados y las mejillas rojas a más no poder.

Las ideas más desquiciadas llegaron en ese momento a su mente. ¿Por qué estaba pensando en su hermano? ¿Qué acaso el chico era masoquista? Se levantó reprimiendo su ira y salió del cuarto dando un portazo; cosa que alertó a Naruto, que no hizo más que vestirse y acomodarse para dormir.

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

A pesar de las muchas veces que Itachi había intentado, él había logrado zafárselo con mil y una excusas o con el método anterior. Y una pregunta llegó a su mente: ¿Sasuke habría intimado con alguien mientras estuvo fuera? La respuesta no quiso saberla.

Se acomodó sobre la cama para ver por la ventana que estaba a un costado de ésta y casi pega un grito al ver quien estaba observándolo por el cristal.

– Sasuke- susurró y con dificultad logró correr el seguro y abrirla, aunque no era lo suficientemente grande como para que Sasuke entrara o Naruto saliera por ella.

– ¿Cómo estas?- con una de sus manos acarició el rostro del rubito, jugando con sus mejillas y esas extrañas marcas.

– Supongo que bien. ¿Tú cómo has estado? ¿Por qué no llamaste? Te extrañé tanto…

– Ahora estoy bien- sonrió cuando Naruto cogió su mano entre las suyas. – No podía llamar ni mandar cartas, pero te he escrito muchas.

– Tonto.

– No me llames así, usuratonkashi. ¿Y durante este tiempo porque no saliste al patio o te acercabas a las ventanas?

– ¿De qué hablas?

– ¿Te acuerdas de esa amiga tuya?

– ¿Cuál? ¿Kanari?- vio a Sasuke asentir. – No entiendo...

– Venía periódicamente a visitar la casa, para saber como estabas, no podía entrar porque estaba ese tipo pelirrojo y si la descubrían le iba a costar caro.

Una sonrisa se formó en los labios de Naruto y besó la mano del Uchiha. – Gracias Sasuke. ¿Cuándo nos veremos?

– No lo sé. ¿Esta noche?

– ¿Estás loco?- preguntó el rubio, aunque sonreía... no podía dejar de hacerlo desde que lo vio parado en la puerta de la casa.

– Claro... por verte. Te amo Naruto.

– Sasuke...

Si pudiera haber salido por esa ventana lo hubiese hecho de buena gana, y se hubiese arrojado a abrazarlo para no soltarlo jamás.

– ¿Qué pasa? ¿Tú ya no me quieres?

– No digas eso, Sasuke yo te quiero demasiado como para olvidarlo- y bajó la mirada, aún le daba pena decirle sus sentimientos a la cara.

– Bien, esta noche... a las tres y media de la madrugada te espero en la esquina.

– ¡Sasuke!

– ¿Qué? ¿No irás?

– Claro que iré... bueno, más bien trataré. Aunque no creo que Itachi y Gaara hagan de perro guardián en mi puerta. A propósito... ¿Cómo entraste aquí?

– En el patio, en el muro que esta cubierto de hiedra hay un pedazo que falta, como está tapado por las plantas tanto por fuera como por dentro no se nota.

– Entonces saldré por ahí.

– Naruto, ¿estás bien?

La voz provenía desde fuera y pertenecía a Gaara. Naruto miró asustado al pelinegro pero este le sonrió y se deslizó silenciosamente hasta perderse por el patio.

– Si, estoy bien. ¿Ocurre algo?- preguntó mientras miraba la hojita de hiedra que le había dejado Sasuke en la mano.

– Itachi pregunta si vas a cenar.

– De acuerdo- metió la hojita en su bolsillo. Al abrir la puerta se encontró con los dos fuera de la puerta. No dijo nada y se encaminó hasta la cocina.

— x — x — x —

Sasuke se paseaba nervioso... ¿tanto faltaba para las tres de la madrugada? miró su reloj y faltaban minutos para las ocho de la noche.

Aun tenía cerca de siete horas... ¿en que diablos las gastaba? Decidió ir a darse una vuelta por el centro y podría comprar algo para acompañar el regalo que le tenía pensado dar a Naruto.

— x — x — x —

Naruto estaba sentado frente a Itachi, este escrutaba cada uno de sus movimientos, como si con eso pudiera descubrir que es lo que estaba pensando hacer. De lo que estaba casi seguro era de que no se iría juntar con Sasuke: ninguno de los dos era tan tonto como para reunirse el mismo día en la noche. ¿O sí? Tendría que descubrirlo aunque tuviera que montar guardia toda la noche en la puerta del rubio.

– Lo siento- exclamó Naruto al manchar el mantel con comida, eso de estar comiendo y tratar de no estar con sonrisas equívocas no era fácil.

– No importa, no me gustaba el mantel- dijo Gaara tratando de parecer divertido.

– Pues a mí sí- Itachi se veía muy molesto. No había podido ver ningún cambio de expresión o reacción en Naruto y el hecho de que botara su comida era cosa de todos los días, eso no era sospechoso.

– Sólo es un mantel- el pelirrojo lo miró con cara de "te-enojai'-por-too'".

Naruto siguió comiendo, ignorando por completo la pelea que los otros dos habían iniciado por el mantel, lo único que tenía que hacer ahora era actuar con normalidad, hacer lo común y corriente. Hoy se iban a la cama cerca de las medianoche pues se quedaban viendo un programa en la tv, iba atener que verlo con ellos. ¿Qué estaría haciendo ahora Sasuke?

— x — x — x —

Bien... y ahora ¿Cuánto faltaba? Consultó su reloj, eran las veintidós y treinta... ¿y que rayos haría en casi cinco horas?

Se sentó en una de las banquitas del parque.

Debía conversar todo con Naruto: decirle que pasó, por que se fue así como así y por sobre todo... pedirle perdón por lo mal que se había comportado con él los años anteriores. También debía idear un plan para sacarlo de esa casa. ¿Cómo podría hacerlo? ¿Sacándolo del país? Debía ser de una forma segura, ya no quería andar escondiéndose y menos darle a Naruto una vida de fugitivos, y mucho menos de su propio hermano.

Itachi.

Por supuesto, en esa misma casa estaba la respuesta. Tendría que funcionar y conversar con Naruto para que lo ayudara.

— x — x — x —

– Buenas noches- se despidió Naruto. Por fin había terminado el estúpido programa, ni idea de que había tratado esa vez, sólo estuvo pensando en como escapar sin que lo notaran, después de mucho idear cientos de métodos y planes llegó a la conclusión de que Itachi o Gaara, o en el peor caso ambos estarían vigilándolo, así que podría inventar que iba al cuarto de baño y salirse por esa ventanita, no era muy grande pero aún él podría pasar por ahí. Aunque con eso corría el riesgo de que lo descubrieran y los salieran a buscar, si Sasuke había vuelto ¿habría necesidad de volver a esa casa otra vez?

— x — x — x —

Sasuke caminaba de un lado a otro, ya eran las dos de la madrugada y ninguna persona se paseaba por allí, salvo el guardia del condominio, del cuál tuvo que esconderse muchas veces, los focos iluminaban poco así que no había tenido que preocuparse mucho por eso. Alterado apoyó su frente contra el muro de piedra.

En una hora y media más vería a Naruto ¿y si lo habían descubierto? si se había puesto nervioso e Itachi se había dado cuenta ¿y si lo habían escuchado y ahora Naruto estaba pagando las consecuencias? No, no debía atormentarse, todo estaba bien, se había preocupado de que no lo vieran pero… pero si Itachi se hubiese enfadado tanto con Naruto por abrazarlo cuando llegó y le haya hecho algo malo… ¿Cómo iba a salir Naruto si era probable de lo que tuvieran encerrado? No, Naruto era inteligente y sabría como hacerlo ¿pero si no?

Vale, la ansiedad le estaba comiendo los nervios, debía relajarse y pensar que todo estaba bien.

— x — x — x —

Miró por centésima vez el reloj de la mesita de noche ¿Por qué avanzaba tan lento? Hace rato lo había mirado y tan solo había avanzado dos minutos, ya faltaba quince minutos para las tres de la madrugada. Tenía pensado ir al baño alrededor de las tres y cinco.

Se puso de pie y abrió un poco la ventana; una brisa helada se coló por allí ¿debía ponerse algo más abrigador? Es que las veces que había conversado con el guardia… ¡El guardia! ¿Y si había visto a Sasuke rondando la casa y pensó que era un ladrón? ¿Y si se lo había llevado detenido? No, por lo que le había contado Itachi, Sasuke había robado para él y no lo habían descubierto...

– Y fue por mi- susurró recordando…

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

– ¿Estás así por ese bastardo?- Itachi iba entrando al salón y se encontró con Naruto tendido con medio cuerpo sobre el sofá y el resto en el suelo, cambiando los canales de televisión a una velocidad que ni siquiera le permitía saber que estaban pasando.

– No- masculló y dejó un canal en el que estaban pasando las noticias del día, informando de un asalto.

– ¿Sabías que tu Sasuke robaba?

– ¿Eh?- con esas palabras captó su atención de inmediato y sonrió internamente por su triunfo.

– Así es; durante todo ese tiempo que estuvieron fuera se dedicaba a robar casas de gente rica... supongo que a veces no pasaban mucho tiempo juntos, ¿me equivoco?- el rubio agachó la mirada y eso lo tomó como un sí. – Era cosa de atar cabos, me estuve informando de todos los robos y supe que era él, por su estilo; cuando le pregunté el no me lo negó.

– Mm.

– Supongo que no sabes por qué lo hacía- Naruto simplemente comenzó a cambiar de canal. – Lo hacía por ti- con esa frase volvió a tener su atención. – Para mantenerte con ciertas comodidades, toda esa ropa que te compró, los obsequios, los lugares donde te llevó… todo eso lo compró con dinero mal habido- se fijó en la expresión del rostro de Naruto y casi le da un ataque al ver que éste sólo había atinado a sonrojarse y parecer conmovido... justamente la reacción contraria a lo que había esperado.

Molesto, se levantó y lo dejó mirando televisión.

~ j3; ~ j3; ~ j3; ~ j3; ~

Ah, también debía decirle que su enfermedad era mentira. Volvió a mirar la hora... ¿Cómo era posible que aun faltaran diez minutos para las tres?

Buscó dos bufandas, una para él y otra para Sasuke...

Algo que no había tomado en cuenta, si iba al cuarto de baño no podía salir abrigado, es más, tendría que ir en pijama ¿y ahora cómo lo hacía? Una brisa helada le dio la solución.

– ¿Dónde dejé mi mochila?

Sólo tenía que echar la ropa en su mochila y tirarla al patio por la ventana del cuarto y cuando estuviera fuera, pasar por ella.

Ya hubo tirado la mochila y se cambió a su pijama le habían dado la hora del plan.

– Aquí vamos. Kami-sama, ayúdame- rogó y salió con cuidado del cuarto, tratando de no hacer ruido; se deslizó silenciosamente hasta pasar por delante de la puerta de Gaara la que se abrió de inmediato.

– ¿A dónde ibas?.- le preguntó de forma autoritaria.

– Al baño, creo que la cena no me sentó muy bien- puso su mejor cara de enfermo y se sostuvo el estómago.

– Te acompaño.

– Ya no le tengo miedo a la oscuridad, gracias- se hizo el ofendido, debía hacer cada movimiento sin levantar sospecha. – Pero si quieres puedes encender por mí la luz del pasillo.

– ¿Por qué tanto alboroto?- Itachi hizo acto de presencia, exigiéndole a Gaara con la mirada que le explicara.

– Quiere ir al baño y me pidió que le encendiera las luces. Y le iré a preparar algo para el dolor de estómago.

– Gracias Gaara- sonrió el rubio, moviéndose de un lado para otro como si necesitase ir al servicio con urgencia. – ¿Ahora prendes las luces del pasillo?

– Claro- el pelirrojo caminó delante del rubio.

– Buenas noches- se despidió Itachi y se metió en su cuarto.

Naruto siguió a Gaara y se metió al cuarto de baño, mientras el otro se fue hasta la cocina.

El rubio miró la hora, eran las tres y veinte... de seguro Sasuke ya estaba esperándolo; aseguró bien la puerta, y se subió al lavamanos para poder salir por la ventana, por suerte fuera de ésta habían unos arbustos que hicieron más suave su caída y más silenciosa. Dio la vuelta para buscar su morral bajo su ventana. Sacó una chaqueta y se la puso ya que hacía mucho frío.

Fue hasta el final del patio un muro enorme los separaba del exterior, pero eso no era lo malo, sino que habían demasiados tipos de enredadera. Consultó su reloj: las tres y treinta y cinco.

Recordó que Sasuke le había dado una hoja y debía estar en su pantalón... en su cuarto. Encima no veía nada, pues no había mucha iluminación, tampoco le hubiese servido. Estiró los brazos y a tientas empezó a empujar en distintos lados del muralla, se empezó a desesperar al no encontrar una parte que no estuviera dura... hasta que por fin sus brazos salieron al exterior.

– Usuratonkashi- escuchó claramente la voz de Sasuke y que lo tomaban de las manos.

– Sasuke- susurró tratando de sacar su cabeza por entre las ramas. Con dificultad logró pasar del otro lado; ahora estaba todo jadeante, sudoroso y lleno de ramillones y hojas.

– ¿Viniste en pijama?- preguntó el Uchiha menor divertido mientras le quitaba las hojitas.

– Si, de alguna forma tenía que engañarlos.

– Vámonos de aquí- tomó la mano del rubio y salieron corriendo.

— x — x — x —

Había preparado una infusión de hierbas medicinales y se dirigió a buscarlo. Golpeó la puerta del cuarto de baño varias veces pero no recibió respuesta. Curioso preguntó:

– Naruto... ¿estás ahí?

Continuará...
- - - - - - - - - - - - - - - - - » »

Notas finales:

Bueno, como ya vieron Sasuke ha regresado después de tres años (como yo tratando de actualizar de nuevo xD) De antemano les pido una disculpa por no haber separado mejor los Flash Back´s, como vieron hubieron muchos en este capítulo. ¿Qué más? Oh si, ya sé que dije que iba a actualizar el martes (como verán, mi percepción de los días está un poco distorsionada :v), pero les juro que desde el domingo me enfermé y me estaba muriendo x.x apenas y pude terminar este capítulo que estuvo un poco más largo que el anterior.

Y ¿qué creen? Ya entramos a la recta final del fanfic, sólo quedan tres capítulos por subir y se termina :) haré lo posible por subir el siguiente el viernes (o el sábado) pero mas tiempo no pasa, ¡lo prometo! Ah, y no puedo irme sin darles las gracias a Akary6589 por su comentario, eres un sol :) nos vemos. Se cuidan.

Leona Dark
1722 – 160615


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).