RECOGIDO
By Dark
Capitulo IV
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– Los más involucrados primero- dijo haciendo una reverencia para que entrara. Naruto entró seguido del otro, miró a todos lados como en busca de algo fuera de lo común, era una habitación muy parecida a la del resto de la casa; una cama, un armario, un escritorio, una televisión… nada en especial.
– Aquí no hay nada- murmuró para sí intentando buscar algo extraño dentro de la normalidad de aquella habitación.
– Espera un momento, ¿acaso tú crees que pondría eso a la vista de todos?- preguntó mientras se dirigía al escritorio.
– ¿Eso qué?- fue hacia donde estaba Sasuke, que revolvía las cosas de los cajones.
– Pues… esto- le enseñó una gran caja rectangular de color negro con un pequeño candado dorado.
– ¿Una caja?
– Mi inocente e ingenuo Naruto- dijo negando con la cabeza y saliendo del cuarto con la caja entre manos – Mejor vamos a revisar esto.
Naruto encogió los hombros sin terminar de comprender todo el drama que estaba haciendo el pelinegro, suspiró agotado y siguió a Sasuke hasta el salón, ahí se sentaron en el suelo – ¿Cómo lo va a abrir?
– Hum…- el Uchiha miró la caja desde diferentes ángulos buscando una forma para poder abrirla sin dañarla demasiado –Igual que como abrimos la puerta- sacó los tornillos que sostenían las bisagras y la volteó para dejar caer todo su contenido en la alfombra.
Un pequeño frasquito, cintas de video, un gran archivador, pequeñas tiras de lo que parecía cadenas y algo que Naruto reconoció como su propia ropa interior. Sasuke tomó el frasquito y le quitó la tapa.
– Con que estas son sus "vitaminas"- rió sacando una cápsula –Menos mal que nunca me las quise tomar- se volteó para ver al otro muchacho – ¿Y qué dices ahora?
Naruto se había quedado en un estado de shock, no podía terminar de entender como es que el Uchiha menor sabía de esas cosas que supuestamente estaban bajo llave, le costaba trabajo aceptar que algo malo estaba sucediendo en verdad "Pero ¿cómo? No es posible… este truco lo inventó Sasuke para inculpar al señor Itachi, eso lo sé".
– Jah, te ves muy bien aquí- exclamó mientras revisaba el archivador.
– ¿Qué?- preguntó saliendo ligeramente de ese estado de estupefacción, el pelinegro le alcanzó la carpeta. Cuando enfocó no podía creer lo que estaba viendo, eran… fotografías de él mismo, pero estaba desnudo y en distintas poses –Pero, yo no…
– Sí Naruto, eres tú ¿me crees ahora?
– Yo nunca hice esto- exclamó asombrado cerrando el archivador ya arrojándolo lo más lejos posible.
– Por eso Itachi usa esto- le tiró el frasquito a las manos.
– ¿Qué son?- preguntó examinándolo desconfiado.
– No lo sé, alguna clase de narcóticos, drogas, sedantes, pastillas para dormir tal vez.
– No entiendo.
– ¿Qué es lo que no entiendes Naruto? ¿El por qué mi hermano usa esto y hace eso?- señaló las fotografías desperdigadas en el piso –Simple, porque es un enfermo.
Aún con la angustia, el rubio tomó una de las cintas de video como si temiese que algo malo sucediera de sólo tocarla.
– Ya me imagino lo que debe haber ahí…- notó a Naruto estremecerse de sólo mencionarlo – ¿Me creerás o quieres ver los videos?
– Los veré- dijo aparentando firmeza cuando en realidad estaba temblando por fuera y destruido por dentro, pero necesitaba comprobar la verdad por cruda que fuera.
– Aún no me crees ¿cierto?
– No, no es eso.
– ¿Entonces?
– Quiero… quiero saber que me… hacía.
– De acuerdo, haz lo que te plazca, pero revísalos tú solo. No pienso ver como mi hermano te viola, ya estoy harto de eso- se levantó y se fue con dirección a la cocina para desayunar.
Naruto, con manos temblorosas, tomó la cinta de video, la puso en el aparato y encendió la televisión. Cerró los ojos, no estaba muy seguro de querer verlo, pero era necesario, debía hacerlo para comprobar que quizá Sasuke le estuviese mintiendo.
Pasaron unos segundos de la cinta, se escuchó una risa que reconoció como la de Itachi, entreabrió un poco los ojos y en las imágenes se mostraba al mayor de los Uchiha entrando en su habitación por la noche, por el movimiento que hubo en la cámara, supo que la estaba situando sobre la mesita que estaba al lado de su cama, pudo ver como Itachi le zarandeaba un poco y le preguntaba "¿estás despierto Naruto-chan?" y después de comprobar que estaba profundamente dormido, lo besaba en la boca, luego le sacaba su pijama, se despojaba de su propia ropa y se metía en la cama con él. Sin parpadear vio como el mayor de los Uchiha lo acariciaba y él entre sueños gemía. El muchacho rubio apagó el televisor, no quiso saber nada más, se tapó su carita con sus manos y echó a llorar amargamente sintiéndose peor que antes.
Sasuke estaba tranquilamente comiendo sus manzanas con miel cuando los sollozos y lamentos de Naruto llegaron a sus oídos. Meditó un momento si iba o no a consolarlo, tomó un sorbo de su ya frío café y fue al salón a ver al rubio. Y allí estaba, arrodillado en la alfombra, con su rostro cubierto de lágrimas, temblando de arriba a abajo a causa de su llanto, el Uchiha fue hasta su lado y se arrodillo para quedar a su altura, pasó uno de sus brazos alrededor de su cintura y le levantó el rostro para verlo, con mucho cuidado lamió tiernamente sus lagrimas y depositó un suave beso en cada parpado y luego en sus labios.
– ¿Me crees ahora?
– ¿Por qué me pasa esto a mí?- preguntó con su voz entrecortada, ahogada en el pecho de Sasuke.
– ¿De verdad quieres saberlo?
– No- susurró "¿por qué me pasa esto a mi? No lo entiendo ¿qué pecado cometí para que me castigaran de esta forma? Sasuke tenía razón… pero él se comporta de la misma forma que su hermano, creo que lo mejor será…"
– ¿Estás bien?- le preguntó acariciando su cabello.
– Sí- la actitud de Sasuke lo confundía, a veces se portaba tan bien con él y después lo humillaba como si fuese cualquier cosa.
– ¿Quieres tomar algo?
– N-no gracias- se soltó de los brazos de Sasuke y se levantó.
– Naruto- lo llamó.
– ¿Qué pasa?
– Recuerda qué te dije, que si era verdad tú debías hacer algo por mí…
Con lo que había visto ya lo había olvidado "¿y ahora qué me pedirá que haga Sasuke? Ya no quiero seguir viviendo aquí, pero no tengo a donde ir, tendré que acostumbrarme… pero ¿qué pasará cuando vuelva Itachi? No quiero… no pensaré en eso por ahora, tengo que pensar en lo que me va a pedir Sasuke"
– ¿Qué es lo que debo hacer?- dijo resignado.
– Pues, desde hace un tiempo que quiero terminar mi relación con Iris, porque ya no me gusta, en realidad nunca me gustó, era sólo para que Itachi no me molestara…- explicó como si Naruto le estuviese pidiendo que lo hiciera –Y ahora no sé cómo librarme de ella...
– ¿Y qué tiene que ver conmigo?- preguntó más por costumbre que porque en realidad quisiese saberlo.
– Quiero que me ayudes a quitármela de encima, ya sabes…- agregó al ver la incomprensión en el rostro del rubio –Que vea una escena que nunca se le olvide con tal que no me busque más.
Ahora sabía perfectamente a lo que se refería, pero tal vez otro día o nunca, no quería acercarse a nadie, no quería que nadie lo tocara, quería desaparecer.
– Me ayudarás- le susurró al oído antes de besar su cuello y rodear su cintura para acercarlo a su cuerpo –Tú lo prometiste, te enseñé la verdad así que ahora te toca cumplir tu parte.
Iba a contestar, pero Sasuke lo besó estrechando aún más el cuerpo del rubio contra el suyo. Inconscientemente entreabrió sus labios para darle paso a la lengua del Uchiha, pero éste último se alejó.
– ¿Qué ibas a decir?- le preguntó en un tono sensual, alegrándose por la reacción inconsciente del rubio.
Naruto suspiró con la vista baja – Sí.
– Entonces…- lo besó como Naruto quería; hundió su lengua dentro de la boca del otro, recorrió su cavidad para después dejarlo bruscamente, le miró y comenzó a bajar lentamente por su cuello.
– ¡No!- gritó empujándolo y apartándose de él.
– ¿Y ahora qué te pasa?- preguntó molesto.
Lo miró por un momento pensando en si decirle o no lo que le había ocurrido. Prefirió guardar silencio –Nada…- y optó por retirarse a su habitación.
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No supo cuanto tiempo estuvo dormido, pero cuando se despertó Sasuke estaba sentado al borde de su cama mirándolo fijamente, al parecer esperando a que se despertara. Dormir era para él la única forma de descansar, por lo menos no soñaba nada relativo a lo que se había enterado hace unas horas.
– Por fin abriste los ojos- dijo sonriendo –Falta que cumplas la parte de tu promesa.
– Sí…- suspiró "Ojala me volviera a dormir, sólo que ahora para nunca despertar".
– Ya te dije lo que quiero hacer. Necesito que llames a Iris y le digas que venga a verme porque… no sé, tú inventa algo con tal de que ella venga… y el resto te lo explico luego ¿de acuerdo?- Naruto asintió –Pero lo debes hacer ahora, en este momento- se acercó para besarlo, pero se arrepintió antes de tocar los labios del rubio –Bueno, ya tendremos tiempo más tarde, tú ve a llamarla.
Se levantó sin ganas, pasó a lavarse la cara al baño y luego fue hasta el salón y cogió el teléfono, discó el número Iris; de la novia de Sasuke.
– ¿Diga?
– ¿Señorita Iris?- preguntó tratando de ocultar el tono soñoliento de su voz.
– Habla ella, ¿Naruto eres tú?
– Sí señorita, sólo llamaba para decirle que el señor Sasuke me tiene muy preocupado.
– ¡¿Qué le sucede?- la voz de la chica se escuchó realmente asustada.
– Desde esta mañana ha estado decaído, sin ánimos de nada y yo pensé que tal vez usted podría animarlo, ya sabe, como es su novia y…- "¿por qué estoy haciendo esto? Estoy mintiéndole a una persona sólo por un capricho de Sasuke, y ahora tengo que participar en esto" – Podría tomar muy bien una visita suya…
– Claro, no tengo ningún problema…
– Le sería agradable al Señor Sasuke que usted llegara como de sorpresa, yo no le diré, tendré todo preparado para que pueda venir como en una media hora más, a las 17:30, ¿esa hora le acomoda?
– Hum… sí, a esa hora ya estoy de vuelta en casa. ¿Te molestaría dejarme la llave de la casa?
– De acuerdo, no hay problema- "Pobre chica, aún no creo cómo pudo caer en el juego de Sasuke… y cómo pude caer yo también" –Gracias, hasta luego.
– Nos vemos Naruto- cortó.
– Muy bien hecho- el Uchiha se le acercó por la espalda y le empezó a hablar en susurros mientras recorría con la yemas de sus dedos el cuello del rubio, provocándole escalofríos –Eres buen actor, aunque ojalá que esta noche no actúes, si no que en verdad lo sientas…- mordió el lóbulo de su oreja – ¿Sabes qué hora es? Falta media hora para que venga Iris, necesitamos preparar muy bien lo que viene a continuación, ven- lo tomó de la mano y lo condujo hasta el sofá, situándose él primero y haciendo que el otro chico se sentara sobre sus piernas –Supongo que tu inteligencia y capacidad de razonar te hayan permitido comprender lo que quiero hacer…
– Sí…- "¿por qué Sasuke me trata así, como si fuese un objeto, como si no pensara por mi mismo?"
– ¿Sabes una cosa? Me encanta cuando me dices "señor Sasuke" ¿podrías decirlo?
Se quedó helado, al parecer Sasuke era tan "retorcido" como su hermano.
– Dilo- ordenó en tono amenazante.
– Señor Sasuke- murmuró avergonzado.
– No es cierto, odio cuando lo dices, me haces sentir con más edad- posó su mano en el trasero del rubio provocándole un sobresalto –Eres hermoso… tu cuerpo es perfecto y tus ojos son tan azules y brillantes…
Naruto se sonrojó ante aquellas palabras sin comprender su extraño cambio de actitud de Sasuke ¿por qué le decía eso ahora?
– Tu voz es suave como la de un niño pequeño, tus labios de tan solo verlos dan ganas de besarlos, el aroma de tu piel es tan dulce…
Un montón de preguntas se arremolinaban en su cabeza "¿por qué está diciéndome esto? Es que no entiendo ¿por qué lo hace? Pareciera como si yo le…eso no puede ser…"
– Tu forma de ser… eres tierno, eres obediente…- rió sin dejar de mirarlo –Te preocupas por el resto aunque los otros te traten mal, me agrada tu carácter, me...
"¿Qué es lo que quiere lograr, qué quiere que haga? Me está confundiendo, tal vez quiere que crea que está…" –Enamorado de mi…- soltó sin darse cuenta, cuando hubo visto la expresión del Uchiha se llevó las manos a la boca, había dicho sus pensamientos en voz alta, todo era culpa de Sasuke que no lo dejaba pensar con claridad.
El pelinegro lo miró entre divertido y asqueado – ¿Yo… enamorado de ti? Por favor... no te creas tan importante…- esperó un momento que Naruto tomó para hablar.
– Per…- ni siquiera alcanzó a terminar la palabra por que Sasuke estaba hablando de nuevo.
– ¿Por qué crees que me fijaría en alguien como tú? Un simple huérfano…
Naruto cerró los ojos. ¿Por qué siempre tenía que recordarle eso?
– Que fue recogido de la calle por caridad. Ni siquiera tienes hogar, vives aquí porque Itachi te desea, porque te convertiste en su juguete, pero ahora…- una sonrisa que a Naruto se le antojó entre diabólica y pervertida cruzó su rostro –Pero ahora que él no está yo me quedo con su juguetito…
¡Cómo podía cambiar tan rápido si hace segundos atrás estaba diciéndole las cosas que le agradaban de él y ahora estaba restregándole en la cara que era huérfano y todo lo demás!
– Así que por favor no digas estupideces como esa, y que te quede bien claro…- tomó aire y endureció su voz –Si me gusta tu cuerpo no significa que este enamorado de ti…- y para finalizar el discurso lo besó salvajemente hasta dejarlo sin aire – ¿Te quedó claro?
El rubio lo miró aterrado.
– ¿Te pregunté si te quedó claro?
– Sí…- dijo secando una lágrima antes de que resbalara por su mejilla.
– De acuerdo, ahora vamos a lo nuestro- acomodó al muchacho de modo que quedara a horcajadas sobre él, pero antes se quitó su camiseta. Puso una mano tras su nuca para acercarlo – Veamos ¿dejaste la llave donde corresponde?
– Ah…- gimió cuando Sasuke rozó con sus dedos la entrepierna de Naruto sobre su pantalón.
– Vamos, te pedí que me dijeras si habías dejado la llave en el lugar adecuado para que la encontrara Iris.
– Mmh…ah…- el Uchiha metió su mano en el interior del pantalón del rubio y empezó a moverla suavemente para estimular al otro chico.
– Responde…
– S-sí…- dijo en un tono muy bajo.
– No te oigo- dijo Sasuke, que ya estaba bastante excitado tan sólo de ver las reacciones en Naruto –Habla más fuerte…- cerró su mano sobre la, ahora, erección de Naruto. Éste último gimió más alto y apegó más su cuerpo al del pelinegro – ¿No me responderás? ¿Es que quieres más?
– Nh… s-si…
– Con que eso, puedo hacer más cosas- Sasuke tenía muy claro que Naruto no estaba pensando con claridad y por eso le respondía preguntas de ese tipo – ¿Te gustaría que hiciera otra cosa mejor?
– Sí- respondió con la respiración agitada gracias a las caricias del Uchiha.
– De acuerdo, pero antes tu tienes que hacerme algo- dijo de forma insinuante antes de besarlo pasionalmente – ¿Lo harás?
– Sí…- echó su cabeza hacia adelante para besar el cuello de Sasuke.
– Bien, entonces…- se acercó y le susurró algo al oído. Naruto adquirió un color rojo en sus mejillas, pero luego sonrió – Me gusta más esta parte de tu personalidad, cuando estás tan caliente qué eres capaz de todo… mmh…- cerró sus ojos disfrutando del contacto de las cálidas manos del rubio bajo su camiseta.
Naruto miraba fijamente los negros ojos de Sasuke, se bajó de su regazo y bajó lentamente la cremallera del pantalón, tomó el miembro del pelinegro en sus manos y comenzó a acariciarlo con lentitud. Escuchaba atentamente los suspiros agitados de Sasuke y el intento de reprimir un jadeo cuando empezó a repartir pequeños besos en la extensión de éste.
– L-lo… lo haces muy mmh… bien…- desordenó los cabellos rubios –Sin tener... practica…
– Aprendo… de ti...
– ¿Qué… a qué te ¡ah! - se interrumpió a si mismo al no poder contener un gemido producido cuando Naruto introdujo la mayor parte de la erección de Sasuke en su boca. Movió sus labios y su lengua para proporcionar mayor placer a su "amo", haciendo presión ante la hinchazón de su miembro, los gemidos del Uchiha eran cada vez más altos, complacido, Naruto lo metía y sacaba de su boca, apretándolo con su mano mientras mordía la punta. No supo cuanto pasó hasta que Sasuke se derramó en su boca; llenándolo con su esencia.
– ¡Sasuke!
Naruto se apartó rápidamente y como si fuera un niño pequeño asustado adoptó la misma posición de un principio; sentándose a horcajadas de Sasuke, ocultando su rostro en el cuello del moreno.
– Sasuke por qué… con Naruto… ¡¿qué pasa aquí!- gritó histérica Iris.
– Te puedo… explicar…- suspiró para poder hablar ya que aún estaba muy agitado.
– Pero… ¡¿Cómo puedes tener una explicación para algo así?
– Si la tengo, Naruto, ahora no…- murmuró al sentir que el rubio estaba besándolo tras la oreja. Estas palabras provocaron que Iris se echara a llorar.
– Dime Sasuke, ¿para qué me tenías a mi si… si…? ¡No lo entiendo!
– Prefiero a Naruto- dijo fríamente mientras rodeaba el cuerpo del rubio con sus brazos.
– Sasuke...
– Se acabó, terminamos- pronunció lentamente como para dejárselo bien claro y luego besó al chico que tenía en sus brazos –Adiós.
La chica salió sin decir palabra. Cuando ya hubo salido, Naruto se levantó y se fue a su cuarto.
– Ya te vas ¿es qué no quieres continuar?
Pero Naruto ya no lo escuchó, se echó a correr a su cuarto. Sasuke suspiró hondo, se acomodó su pantalón y encendió la tv sonriendo.
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El teléfono sonaba y sonaba. Naruto de seguro estaba encerrado en su habitación sintiéndose demasiado apenado y avergonzado por lo que había acabado de hacer, "Qué infantil" pensó levantándose para responder él mismo.
– Diga- contestó malhumorado.
– ¿Sasuke?
– ¿Itachi?
– Sí ¿qué pasó con Naruto?- quiso saber ya que no había contestado el rubio.
– Creo que está dándose un baño- mintió.
– Ah… ¿entonces no ha pasado nada extraño, nada malo… o algo que me deberías contar?
– No- volvió a mentir y luego agregó fastidiado – ¿Para qué llamas?
– Te tengo una buena noticia…
– ¿Qué cosa?- preguntó disimulando interés.
– Volveré antes de lo previsto, se adelantaron muchas cosas y el negocio está casi cerrado, así que en menos de una semana estoy de vuelta.
– Qué bien- dijo sin demostrar el fastidio que le provocaba la noticia.
– También he comprado algunas cosas para la casa y obsequios para ustedes.
– De acuerdo…
– Recuerda decirle a Naruto que pronto estaré de vuelta.
– De acuerdo.
– Entonces, qué estén bien, no hagas nada estúpido Sasuke, nos vemos- cortó sin decir más. Sasuke también colgó, se volteó y notó que Naruto estaba tras de él, mirándolo.
– Lo siento, usted ya había contestado cuando vine- se disculpó.
– Era Itachi- dijo antes de que el muchacho rubio preguntase.
– ¿Y puedo preguntarle para que llamó?
– Bueno...- guardó silencio mirando la expresión casi muda del rubio ¿debía decirle la verdad? Sonrió antes de sentarse de nuevo en el sofá –El dijo qué…
Continuará…
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