RECOGIDO
By Dark
Capitulo IX
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Sasuke miró directamente a su cuello en busca del cascabel. Naruto se percató y sonriendo le enseñó la muñeca agitándola para que tintineara.
– Aquí está- una mueca parecida a una sonrisa se dibujo en el rostro de Sasuke.
– Más te valía que lo hubieras guardado. No gasté dinero en vano por eso- le tiró de vuelta el zafiro. Abrió la puerta para salir, el muchacho rubio estaba preparado para recibir el ya acostumbrado beso violento de las despedidas, pero no llegó.
– Sasuke…
– Cállate- salió del cuarto con el ya clásico portazo, dejando a Naruto sorprendido. Recordó las palabras de su hermano mayor: "Naruto no ha recibido una gota de afecto en su vida y por lo tanto se irá con el mejor postor".
Al momento en que se vio solo el muchacho rubio, borró la sonrisa que le había dedicado a Sasuke y se echó a llorar amargamente. Se repetía mentalmente que lo mejor hubiera sido permanecer viviendo en la calle, así nada de eso le estaría pasando, así nunca Itachi se hubiera aprovechado de él y nunca hubiera conocido a Sasuke.
Tal vez podía sonar algo masoquista, pero en su interior se había desarrollado un sentimiento especial hacía el menor de los Uchiha; trataba de negárselo a sí mismo con las clásicas excusas; somos del mismo sexo, es imposible, soy un enfermo, jamás me podrá corresponder, etc., para llegar a la conclusión de que ya no podía hacer nada al respecto y que, de una u otra forma, había aprendido a amar a Uchiha Sasuke.
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A la hora de la cena se podía percibir la tensión del ambiente, parecía que al caer la noche se desataría una tormenta inevitable, los cuatro hombres presentes se enviaban miradas furtivas transmitiéndose diversos sentimientos, pero tres de ellos compartían el mismo, quedarse con cierto muchacho rubio que a duras penas lograba tomar su sopa debido a esa terrible sensación de ser observado.
– Permiso- Naruto sin poder soportar la presión del ambiente se levantó de la mesa y llevó su plató al fregadero.
– Creo que no puedo más- suspiró Sai con una gran sonrisa –Gracias por la comida, estaba deliciosa- había tomado su plato con intenciones de llevarlo a la cocina también, pero Sasuke lo detuvo.
– No te preocupes, yo los llevo. Gracias por la comida.
– Siempre tan amable, Sasuke-chan- rió Sai apretándole una mejilla –Pero no te creas que no se lo que quieres hacer.
– Déjalo Sai- intervino Itachi –Toma, lleva mi plato también.
– De acuerdo- Sasuke, aguantando el enojo contra su hermano, tomó todos los platos y los llevó a la cocina. Al entrar vio a Naruto sentado en la mesa de a diario con el rostro oculto entre sus brazos – ¿Qué te ocurre?
– ¡Ah, no, nada!- exclamó sobresaltándose y pasando una mano distraída para secar las lágrimas de su rostro.
– Estás llorando otra vez.
– No- bajó su cabeza para que no viera sus ojos enrojecidos, prueba de que si había llorado.
– ¿Te han hecho algo?- preguntó dejando los platos sobre la mesa para pasar uno de sus brazos por los hombros del rubio.
– No...
– No me mientas.
– Tengo miedo- confesó ocultándose en el pecho de Sasuke –Tengo miedo de todo lo que pueda pasar.
– Baka…- suspiró mirando esa cabecita rubia –No pasará nada, mientras tú no permitas que pase, y cualquier cosa que ocurra, cuéntamelo, ¿oíste?
Naruto asintió enlazando delicadamente sus manos con las del pelinegro, pero éste último se soltó de inmediato al sentir el roce –Ah, no importa…- murmuró el ojiazul cerrando lo ojos.
– ¿Qué dices?
– Nada- "no importa que no sientas lo mismo que yo" se abrazó más a Sasuke, estaba temblando por el nerviosismo; no sabía si contarle o no lo de Sai, no quería darle problemas.
– ¿Puedes soltarme?
– Claro- una débil sonrisa curvó sus labios y deshizo el abrazo, tomó los platos y se dispuso a lavarlos.
– ¿Qué ibas a decirme?- preguntó Sasuke ubicándose tras él y lo tomó por los hombros nuevamente.
– ¿Eh? Nada importante- hacía esfuerzos sobrehumanos por detener las lágrimas que amenazaban con salir de nuevo.
– De acuerdo- se acercó a su rostro con intenciones de besarlo, rozó su mejilla y resopló sobre sus labios para después salir de la cocina sin decir una palabra más, dejando a Naruto que rompió a llorar silenciosamente. Estaba completamente desesperado, no sabía que hacer, debía tomar una decisión: ir al cuarto de Sai o enfrentar a Itachi.
Miró su muñeca en donde lucía el cascabel y se decidió, quizás no fuera el camino correcto, pero no quería que ocurriera nada malo con Sasuke si Itachi se llegaba a enterar de lo que habían hecho.
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La casa Uchiha estaba en completo silencio, ninguno de los cuatro moradores podía conciliar el sueño. El único muchacho rubio miraba el reloj de su pared esperando la medianoche; cinco minutos para la hora. Se levantó con mucho cuidado tratando de no hacer ruido, abrió la puerta de su cuarto y se deslizó silenciosamente hasta el pasillo, caminó por él buscando el cuarto de los invitados, estaba apunto de llegar cuando una voz lo hizo detenerse.
– ¿A dónde vas Naru-chan?- Itachi encendió las luces del pasillo.
El aludido se sorprendió al escuchar esa voz ¿qué hacía Itachi levantado a esas horas? Trató de recuperarse lo más rápido posible para responder –Voy al baño.
El mayor lo inspeccionó con la mirada –Entonces vuelve rápido a tu cama pues la noche está muy fría.
– Claro- Naruto abrió la puerta del cuarto de baño que quedaba muy cerca y entró.
– Aún no es mi turno- sonrió Itachi y se fue a su cuarto. El rubio pegó su oído a la puerta para escuchar los pasos del Uchiha mayor alejándose, cuando ya nos los oyó decidió salir y continuar hacia el cuarto de los invitados.
"Siento que cometeré una infidelidad, pero es involuntaria, además entre Sasuke y yo no existe nada, pero..." pensó al girar la manilla de la puerta de la habitación.
– Por fin llegas, ya me estaba aburriendo- Sai estaba sobre su cama mirándolo con su típica sonrisa cínica –Pasa y asegura la puerta- le ordenó. Naruto lo hizo sin decir una sola palabra –Toma asiento- le indicó un sitio al lado de él –Bien…- una vez que lo tuvo cerca pasó un brazo alrededor de sus hombros –Antes de todo, quiero que conversemos.
– ¿Qué quieres?
– No seas tan violento Naru-chan, sólo quiero saber que clase de relación tienes tu con Sasuke.
¿Qué relación tenía con Sasuke? ¡Ninguna! Alguna vez durante su infancia habían sido amigos, pero todo había cambiado de la noche a la mañana pero por justas razones, aunque últimamente...
– ¿Acaso son novios, amantes, amigos con derecho a roce, sólo amigos o… tú eres el juguetito de Sasuke?
Lo ultimo era lo que más se acercaba a la realidad y lo hirieron bastante aquellas palabras –Yo… yo no tengo ninguna relación con Sasuke.
– Pero tú sí sientes algo por el, ¿verdad?- preguntó pasando sus dedos por el cuello de Naruto, éste simplemente se estremeció –La forma en que lo miras, la forma en la que te diriges a él, el hecho de que estés aquí, es por que lo estás protegiendo, ¿o no? Estás enamorado de él y déjame adivinar, él no siente nada por ti, se aprovecha de tus sentimientos y abusa de tu persona…
– Cállate…- murmuró conteniendo las lágrimas. ¿Cómo Sai sabía todas esas cosas si venía recién llegando, por qué se las decía, qué quería conseguir? Y lo peor de todo, era que tenía razón...
– Es verdad…- soltó una risita y empezó a recorrer su cuello con sus labios –Pero ¿sabes qué? Yo también tengo cierto interés en Sasuke, pero nunca tanto como tú, me gustaría divertirme un poco con él… y también contigo. Itachi me hablaba maravillas de ti y quiero comprobarlas por mi mismo...
El rubio apretó los ojos y trató de no pensar en sus palabras. Sintió como era recostado sobre la cama y Sai se acomodaba sobre él.
– Abre tus ojos Naruto que esto no será nada malo…- quitó su pijama, y el suyo propio, se detuvo a observarlo un momento –Itachi tenía razón, eres realmente guapo… aunque esos morados*, por Kami ¡qué posesivo es Sasuke!- exclamó fijándose en las marcas que cubrían su cuello, hombros y pecho para después recorrer toda la figura del rubito con sus manos. Se acercó un poco para besar tras su oreja –Apuesto que si Sasuke hace esto tú te excitas de inmediato…
No hizo más que llevar su mente a otro momento y lugar, para no sentir ni pensar en lo que ocurría.
– Vaya que estás poco participativo- rió al bajar sus manos hasta el miembro del rubio, el cual procedió a estimular con suaves caricias.
– Ah…- un gemido escapó de los labios de Naruto, pero Sai inmediatamente puso su mano sobre la boca de éste.
– Sh, no sabes como me gustaría oírte, pero no quiero que nos descubran- mantuvo su mano en la boca de Naruto y con la otra continuaba con su labor, a la vez que hacía nuevas marcas sobre su cuello –Mh, espero que Sasuke no se ponga celoso...
Sentía sus ojos llenarse de lágrimas, y más aún al sentir placer ante las caricias de Sai.
– Ah, no tengo mucho tiempo- llevó su dedos a la entrada de Naruto para empezar a dilatarla, éste sólo mordió la mano que Sai, que aún mantenía sobre su boca, al sentir la forma brusca en que lo hacía –Deja de moverte tanto- le susurró al ver que Naruto trataba de zafarse pues el dolor le era insoportable –Puedes hacer que nos descubran y tú sabes que a ninguno de los dos nos conviene.
Naruto se quedó quieto al oírlo y se dejó hacer. Al momento sintió a Sai adentrarse en su cuerpo, cerró los ojos intentando reprimir las ganas de echarse a llorar, si no fuera porque el pelinegro aún tenía una de sus manos sobre su boca hubiese gritado.
– Mh, eres realmente delicioso…- susurró en su oído al momento de empezar a embestirlo sin ninguna consideración. El cuerpo del muchacho rubio se tensaba y apretaba los puños, tanto que logró hacer sangrar la palma de sus manos; cada vez le costaba más trabajo respirar a causa del dolor que sentía en su interior, como si lo estuviesen desgarrando por dentro. Sai continuaba con sus movimientos, rápidos y desesperados hasta alcanzar el clímax, sin preocuparse en lo más mínimo de lo que sentía Naruto. Se apartó de él respirando agitado –Cuanta razón tenía... Itachi- articuló mirando al rubio que permanecía con los ojos cerrados y la misma mueca de dolor – Puedes irte- se acomodó el cabello con la mano.
Con algo de dificultad se levantó y buscó su pijama para vestirse.
– ¿Cuándo nos veremos otra vez? Créeme que me ha gustado mucho- sonrió acariciándole el rostro.
Permaneció en silencio, se dirigió a la puerta una vez se hubo vestido, pero Sai lo detuvo antes de salir.
– Esto se repetirá…
Naruto se soltó del agarre y salió de inmediato.
Caminó por el pasillo y casi de forma inconsciente dirigió sus pasos a la habitación del menor de los Uchiha. Tocó la puerta débilmente.
– Abre por favor- murmuró apoyando su frente en la madera. Volvió a tocar y escuchó ruidos en el interior.
– ¿Qué demonios quieres ahora…?- Sasuke abrió la puerta sorprendiéndose bastante al ver el rostro asustado y lleno de lágrimas del chico rubio –Naruto...
– Sasuke…- sollozó y rodeó con sus brazos el cuello de éste. Algo confuso el pelinegro miró a ambos lados del pasillo antes de hacerlo entrar.
– ¿Qué te ocurre?- preguntó acomodándose en su cama con Naruto.
Se echó a llorar con más fuerza. Se sentía horrible, sucio, miserable. Además no jamás debería haberse ido a meter al cuarto de Sasuke, pero simplemente no pudo evitarlo.
– Estás temblando- sacó una de las mantas y lo cubrió con ella –Dime que te pasó.
– Tengo miedo.
– Tranquilo- acarició delicadamente su cabellera rubia. Naruto en respuesta levantó su rostro para unir sus labios con los de Sasuke, necesitaba ese beso, de verdad lo creía necesario. El Uchiha profundizó el beso mientras el rubio se aferraba a su cuerpo; se separaron lentamente y se miraron a los ojos.
– Sasuke…- secó algunas lágrimas que continuaban adheridas a sus mejillas –Te quiero…- soltó sin más. Sintió disminuido uno de sus problemas al decirlo.
Pero no escuchó respuesta de su parte.
– ¿Sasuke?- el aludido lo soltó y se alejo de él – ¿Qué pasa?
El pelinegro se limitó a mirarlo, cuando cayó en cuenta de lo que pasaba, Naruto, se maldijo internamente ¿por qué le había dicho eso? No debía haberlo hecho, tal vez ahora Sasuke se alejaría más de él, lo había arruinado todo otra vez. Pero ¿por qué Sasuke no le decía nada? ¿Sentiría algo por él?
Sólo había un modo de saberlo.
Debía arriesgarse.
O quedarse con la duda, aunque fuese doloroso prefería saberlo.
– Sasuke- se armó de valor, olvidándose un momento de lo que había pasado con Sai –Tú… ¿Tú sientes algo por mí? Dímelo ¿qué sientes?- murmuró tratando que la esperanza no entrará en su corazón al recordar como lo había tratado el día de su cumpleaños.
– ¿A eso venías?
– No, yo sólo…
– No eres lo que aparentas- se dirigió hasta la puerta y la abrió en clara señal de que abandonara su cuarto.
Naruto optó por el silencio, pero no se movió de allí.
– ¿Qué es lo que quieres?
– Descansar en paz- dijo el chico rubio poniéndose en pie y se aprestó a salir de la habitación. Sasuke le tomó del brazo y no le permitió salir.
– Si tanto quieres saberlo; no siento nada, tal vez lástima.
Las lágrimas se agolparon nuevamente en sus ojos y pudo formular sólo una pregunta. – ¿Por qué?
– Creo que por tu forma de ser- cerró, y aseguró, la puerta dejándolo dentro del cuarto.
– Yo...
– Si quieres puedes quedarte con Itachi o con quien tú decidas, pero…- lo apoyó contra la pared –No me apetece en lo más mínimo compartirte- lo besó hasta casi dejarlo sin aire –Quiero que tu cuerpo y tus labios sean sólo míos.
– Mh…- había estado a punto de responder que sí cuando sintió al Uchiha marcarlo en el cuello, como siempre lo hacía, y desabotonarle el pijama. Por un minuto se asustó; ¿qué pasaría si Sasuke llegase a ver todas las marcas que Sai le había dejado hace un rato atrás? Pero estos pensamientos se disiparon al momento de ser recostado sobre la cama.
– Si me entero que en este último tiempo, aparte de mí, alguien te ha tocado soy capaz de matarte- desnudó al rubio para recorrer libremente con sus manos y labios esa suave piel. Naruto comenzó a respirar más agitado cuando sintió la humedad de la boca de Sasuke en su ombligo, que detuvo un momento su trabajo y lo miró directamente a los ojos –De verdad soy capaz de matarte si lo descubro, ¿me oíste?
– Mmh…sí…- contestó totalmente excitado ante las amenazas de Sasuke. Con algo de nerviosismo lo jaló hacía arriba para besarlo. Sasuke sonrió contento; Naruto estaba respondiéndole; aunque aún se planteaba la idea de que su hermano lo había enviado a su alcoba.
Sasuke continuó besando y mordiendo los labios del chico rubio, en tanto sus manos bajaban para estimular el miembro de éste. Naruto gemía ante tales toques pero todo sonido moría en la boca del Uchiha. Sasuke dejó sus labios para susurrarle al oído.
– Sabes que eres mío, ¿verdad?- y a la vez aumento el movimiento de sus manos.
– Ah, sí… Sasuke, mmh…- y el mismo Naruto buscó los labios del pelinegro al terminar en su mano.
– ¿Ha estado bien?- preguntó sin esperar respuesta pues de inmediato buscó la entrada de Naruto. Todas sus sospechas fueron confirmadas al palpar aquella zona, aún así optó por no decirle nada y continuar –Sabes que conozco cada rincón de tu cuerpo como la palma de mi mano ¿cierto?
– Ah…- respondió con un gemido de dolor los dedos de Sasuke dilatándolo –Mmh, Sasuke...
– ¿Quieres más?- preguntó mordiéndole el lóbulo de su orejita y haciendo espacio para otro dedo en su interior – ¿O quieres que pare?
– Mmh, no...
– Lo siento, ya no quiero continuar- dijo apartándose del cuerpo de Naruto. En realidad, Sasuke tenía pocas ganas de parar pues, porque el rubio retorciéndose y gimiendo de placer sobre su cama era algo que no podía rechazar, sólo quería torturarlo.
– Sasuke…- murmuró suplicante. Necesitaba saberse del Uchiha, aunque éste no le correspondiera en lo más mínimo, quería olvidar lo que había ocurrido con Sai.
– Puedes irte...
Se acercó lo suficiente a Sasuke para rodearlo con sus brazos.
– Jeh- lo besó con poca delicadeza –Que te quede claro…- empezó una vez se hubieron separado –Nadie puede hacerse de tu cuerpo- lo arrojó sobre la cama mientras se desnudaba –Porque si me quieres tanto como dices, sólo yo tengo derechos sobre ti- se acomodó y puso las piernas de Naruto sobre sus hombros para dejar su entrada completamente expuesta –Pase lo que pase no te entregarás a nadie más- comenzó a embestirlo de forma rápida, Naruto cerró los ojos y mordió su labio inferior para tratar de no gritar. Las penetraciones de Sasuke se volvieron más violentas a la vez que estimulaba la erección del rubio, que después de unos segundos se vino con un gemido ahogado en sus propias manos. El Uchiha continuó embistiéndolo hasta acabar en un ronco gemido muerto en los labios de Naruto.
El rubio miró atentamente a Sasuke como esperando algo, pero ni el mismo sabía lo que esperaba.
– ¿Qué quieres?
– Nada- se abrazó a Sasuke apoyando la cabeza en su pecho. Se sentía extrañamente feliz, con certeza no lo sabía, pero esa sensación que lo recorría cada vez que lo hacía con Sasuke lo hacia sentirse de esa forma; "ni como compararle con Sai" pensó antes de que el sueño fuese venciéndolo.
Pudo ver como de a poco cerraba sus azules ojos para irse quedando dormido –Idiota- murmuró –No ves que debes regresar a tu cuarto- pero Naruto ya dormía profundamente.
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Abrió sus ojos lentamente. Estaba cansado, de verdad muy agotado, como si hubiese hecho ejercicio todo el día anterior. Miró a su alrededor preocupado y descubrió que estaba en su habitación, en su cama, pero la noche anterior se había quedado dormido en la cama de Sasuke.
– ¿Me trajo hasta acá?- se preguntó Naruto en voz alta. Giró su cabeza un poco, pues tenía la sensación de que estaba siendo observado, Y así era, el pelinegro estaba allí parado, afirmado en el umbral de la puerta con los brazos cruzados – ¿Qué ocurre?
– Anoche te lo advertí, ¿no es cierto?
Naruto abrió sus ojos al caer en cuanta de lo que se estaba refiriendo –Pero yo no quer...
– No hay pero que valga- una sonrisa un tanto macabra se extendió en su rostro y se acercó a la cama del rubio…
Continuará...
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