RECOGIDO
By Dark
Capitulo II
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– Entonces, ¿como empleado harás todo lo que yo quiera?- lo apoyó contra la pared.
– S-si señor, pero…- empezó a tartamudear, pero el Uchiha lo interrumpió.
– Cállate- le susurró muy cerca del oído –Tú dijiste que me obedecerías.
– Pero...
– Sh- besó sus labios de forma salvaje sin dejarlo siquiera protestar y presionó su cuerpo contra el de Naruto, éste trató de apartarlo pero no podía ó más bien Sasuke se lo impedía. El Uchiha tomó las manos del otro y las sostuvo sobre su cabeza, y con su mano libre acarició el pecho del rubio por debajo de la camiseta que llevaba.
– Mmh… nh…
– Aún no- murmuró el pelinegro separándose violentamente de los labios de Naruto –A Itachi se le pudo haber olvidado algo y podría volver en cualquier momento.
El otro muchacho lo miraba atónito, no asimilaba muy bien lo que acababa de ocurrir. Sintió miedo, tenía ganas de correr, correr lo más lejos posible, pero a la vez quería permanecer en el lugar "¿Y ahora qué hago? ¿Por qué me hizo esto? Conociéndolo se que lo intentará otra vez ¿Qué debo hacer? El señor Itachi no volverá hasta dentro de un mes" pensó desesperado. Iba a pedir una explicación pero, tanto el nerviosismo como el miedo no le permitían ordenar sus pensamientos.
– Señor Sa-Sasuke- tartamudeó con un hilo de voz, pero dejó de hablar casi al instante que la intensa mirada de Sasuke se posó sobre él.
– No me hables así- le dijo al oído logrando que se estremeciera y luego agregó –No ves que me provocas…- dicho esto procedió a besar delicadamente el cuello del rubio, éste último permaneció estático en su lugar y ni siquiera notó cuando Sasuke volvió a hablarle –Dejémoslo para más tarde porque puede llegar alguien- y sin más, se separó del rubio para salió de la casa.
Cuando se vio solo, Naruto se dejó caer quedando sentado en el suelo; no quería ni pensar como sería el resto del mes sin la vigilancia del mayor de los Uchiha, ya que Sasuke, no habiendo ni pasado diez minutos desde que su hermano había dejado la casa, ya se le había "lanzado encima" y le había dicho que él lo provocaba "pero no he hecho nada para provocarlo, ni que me anduviera ofreciéndomele, además el tiene novia, no puede andar besándose así con la gente ¡y mucho menos con un chico! ¿Por qué me pasan estas cosas a mí? Tendré que tener más cuidado de ahora en adelante". Se levantó algo aturdido y se iba a retirar de su habitación cuando el teléfono sonó, algo desanimado fue a contestar.
– Residencia Uchiha, buenas tardes.
– Hola Naruto- saludó una voz femenina muy alegre tras el auricular.
– Hola señorita Iris, ¿qué desea?
– ¿Está Sasuke por allí?
– Me temo que acaba de salir. ¿Desea dejarle algún recado?
– Hum, dile que su queridísima novia irá a visitarlo hoy por la tarde.
– De acuerdo señorita Iris.
– Deja de llamarme señorita, ya te he dicho que me llames Iris, bueno, adiós.
– Que esté bien- dijo y cortó. Soltó un suspiro frustrado, pensaba en escabullirse de Sasuke por el resto del día, pero ahora debía comunicarle que su novia iría a verlo. Miró la hora y decidió ir a la cocina a preparar la comida por que ya era pasado el medio día.
Una hora después Sasuke estuvo de vuelta en casa, había salido tan sólo para dejar más confundido al chico rubio. Se sonrió al recordar que estarían todo un mes a solas. Buscó a Naruto por la casa y lo encontró en la cocina buscando algo en la despensa, suspiró hondo para suprimir las ganas de poseerlo allí mismo, sentía una atracción extraña por ese chico, algo que no había sentido nunca por otra persona o por una chica; le atraía todo de él, su forma de hablar, su forma de ser dulce y sumiso, su cuerpo, su piel, su aroma.
Caminó hasta él silenciosamente tratando de que no notara su presencia y posó sus manos en las caderas del rubio y apoyó su cabeza en la curva del hombro.
– ¿Qué haces?- le susurró al oído provocándole un sobresalto.
– L-la comida- dijo en un tono apenas audible, tratando de concentrarse sólo en rebanar esas zanahorias que tenía en sus manos.
– Preferiría que la comida seas tú- dijo antes de empezar a juguetear con el lóbulo de su oreja.
Naruto trató de relajarse y no pensar en lo que le estaba haciendo, pero era tan difícil hacerlo cuando estaba tan cerca de su cuerpo –Su novia dijo que vendría a visitarlo… hoy por la tarde…
– Mierda- murmuró alejándose un poco. La había olvidado por completo. Se acercó nuevamente a Naruto y le susurró sugerente – ¿Y por qué no le dijiste que no viniera, que estaríamos muy ocupados?
"¿Por qué tengo que hacer todo lo que él me dice? ¡Por qué debo soportarlo!" –Ttal vez tú estarás muy ocupado, ¡pero yo no!- exclamó enfadado apartando al Uchiha de un codazo, éste sólo sonrió y se le acercó lo más posible, pero manteniendo una ínfima distancia.
– ¿Te estás rebelando?- preguntó con sarcasmo y antes de que el muchacho de ojos azules pudiera decir algo continuó – ¿Recuerdas que tú mismo me dijiste que me obedecerías en todo?
– Si señor…- contestó muy a su pesar.
– Además, sí no me obedeces puedo hacer que regreses a la calle… recogido, tal cómo cuando eras pequeño, aunque ahora podrías ganarte la vida como…- se detuvo, él mismo se dio cuenta de que estaba entrando en terreno peligroso, además el otro chico estaba a punto de echarse a llorar –Ya lo sabes- dijo y se retiró de la cocina.
Naruto secó torpemente las lágrimas que habían empezado a rodar por sus mejillas y continuó lo que estaba haciendo como si nada hubiese sucedido. Cuando hubo terminado de preparar el almuerzo ordenó la mesa y dejó servida la comida para luego irse a encerrar a su cuarto; no quería toparse con Sasuke, aunque la idea de escabullirse no le agradaba tampoco podía pasar todo el mes huyendo de él. Jamás se le había pasado por la mente que el Uchiha se pudiera comportar de esa forma.
Recordó cuando eran pequeños y hacían todo juntos, como si fueran hermanos, desde jugar hasta bañarse, pero a los doce años la actitud de Sasuke cambió totalmente, lo trataba de forma muy cruel y distante, nada de lo que hacía parecía agradarle a quien fuese su mejor amigo, Sasuke lo regañaba por todo y a partir de los trece años, como pago el propio Naruto había decidido hacerse cargo de las labores del hogar.
Se tendió en su cama no sin antes cerrar con llave su puerta, sintiéndose así momentáneamente seguro y decidió dormir para relajarse, total ya no debía hacer nada más ya que después Sasuke desearía estar a solas con su novia, así que podría pasar una tarde tranquila.
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Sintió que acariciaban lentamente su pecho, con mucha suavidad por lo que no pudo reprimir un jadeo. Abrió los ojos espantado para ver a Sasuke sentado al borde de su cama paseando con delicadeza su mano sobre su pecho desnudo. Lo único que hizo fue sentarse lo más rápido y apartarse lo que más pudiese de él.
– ¿Qué sucede?- le preguntó tranquilamente el pelinegro.
No sabía que responderle. Se abotonó su camisa mirando a cualquier lado que no fuesen aquellos ojos negros.
– No lo hagas- dijo acercándosele y apartando las manos de rubio.
– ¿C-cómo entró?- preguntó mientras veía como el Uchiha le iba desabotonando la camisa otra vez.
– Todas las llaves tienen copia menos la de Itachi- susurró antes de besarlo en los labios para después ir bajando lentamente por su cuello y deslizarse hacia el pecho.
– S-su novia va a venir pron…ah…- gimió cuando sintió los labios de Sasuke rodeando uno de sus pezones.
– Siempre llega después de las cinco- se apartó para contemplarlo un momento.
Naruto no sabía que hacer, estaba hecho un manojo de nervios y confusiones, además Sasuke lo había amenazado anteriormente si se oponía ¿Qué es lo que debía hacer? Comenzó a asustarse al notar que la mirada del Uchiha estaba ligeramente nublada, casi veía esos ojos cargados de deseo.
– ¡No!- gritó cuando Sasuke estaba a punto de bajarle la cremallera del pantalón y alejó las manos de este.
– Vamos Naruto ¿por qué no?
– No me toque… - pidió con los ojos llorosos –Por favor no me toque, usted tiene novia…- expuso a modo de escusa para que no continuara acercándosele –Usted no puede estar así con un chico- agregó cubriéndose el rostro con una almohada, pero esa acción le pareció a Sasuke tan irresistible que se movió hasta casi quedar pegado con Naruto.
– Yo sé lo que hago- trató de besarlo otra vez pero Naruto lo empujó.
– ¡No!- gritó más fuerte aún.
– No te haré nada malo- lo tomó de ambas manos para sujetarlo e impedir que se moviera
– ¡Déjame!- cómo pudo se soltó del agarre del pelinegro – ¡Yo no quiero!- Sasuke se levantó claramente molesto.
– Ah no quieres eh ¡Y cómo con Itachi sí!- exclamo furioso – ¡Cómo si puedes acostarte con él!
– ¿Q-qué?- preguntó sorprendido.
– Me escuchaste perfectamente bien, ya llevo más de cinco años desde que me he dado cuenta de todo, no soy ningún ingenuo.
– Yo… yo nunca he hecho eso.
– ¿Esperas que te crea?- preguntó irónico, ignorando la expresión que tenía el otro muchacho – ¿Crees que no los escucho? ¿Crees que no los he visto?
– Yo no…- "¿cuándo? No puede ser cierto, yo jamás lo he hecho… jamás haría algo así ¿por qué lo dice?" –Eso… eso es mentira- dijo sin poder contener las lágrimas de frustración.
– Los he visto con mis propios ojos, ¿así es cómo le demuestras tu agradecimiento a tu señor Itachi?
– No, te juro que nunca he hecho nada de lo que dices- se sentía desesperado, estaba siendo acusado injustamente de algo que él nunca había hecho.
– Mentiroso...
– Yo no mentiría con algo así- susurró tratando de comprender porque le hablaba de esa forma.
– Por eso actúas de esa forma, ¿verdad?- continuó atacando, haciendo caso omiso a las explicaciones que trataba de dar Naruto.
– ¿De qué hablas?
– ¡Deja de hacerte el que no entiende nada!
¡Pero es qué no estaba mintiendo! De verdad que no entendía nada, no comprendía por que Sasuke le decía cosas como esas ¿por qué lo trataba de esa forma?
– Es que prefieres a Itachi, ¿verdad?- dijo con rencor contenido – ¿Te gusta esa forma en que te trata? ¿Te gusta cómo te amarra a tu propia cama para después violarte?
– ¿Q-qué?
– Por favor, sé honesto y deja de hacerte la victima de todo.
– Yo no he hecho eso- repitió desesperado secando sus lágrimas.
– ¡Deja de mentir!
– Pero…
– No cambiarás- murmuró antes de salir dando un portazo.
Naruto se quedó en su cuarto, más confundido que antes. No entendía, no le cabía en su cabeza como Sasuke lo había tratado de ese modo y le había dicho esa cosas, él nunca había estado de esa forma con Itachi, tampoco dejaría que pasara algo así, tal vez Sasuke lo había dicho solo por que se había resistido; sólo por que estaba molesto por no haber podido conseguir lo que quería, pero aún así se preocupó. Se quedó en su habitación y pronto escuchó la voz de la novia de Sasuke que saludaba y preguntaba por él mismo, pero prefirió no salir y esperar, esperar cualquier cosa que fuera a pasar después.
Supuso que Sasuke con su novia estarían "ocupados" pues no se escuchaban que hablaran y de vez en cuando ella soltaba unas risas estridentes, por lo que no pudo evitar sentir una sensación extraña en su pecho, deseaba con todas sus fuerzas que ella se fuera para poder hablar con el Uchiha. Se volvió a dormir, no quería pensar en nada.
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Insistentes golpes en su puerta lo hicieron despertar, miró la hora, ya eran las 23:30, siguieron tocando a su puerta, sabía quien era y no quería abrir, le daba miedo lo que pudiera hacer Sasuke, pero sabía que habría entrado si hubiese querido.
– Naruto, abre.
¿Qué podría hacer ahora?
– Abre la puerta- le ordenó desde el otro lado, su voz comenzaba a escucharse más autoritaria.
Se acercó a la manilla, titubeante de lo que tenía que hacer.
– Naruto…
Tomó la manilla dispuesto a girarla, suspiró lentamente y abrió.
– Vaya, por fin abres, sabes lo que te conviene…
Continuará…
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