Son las tres de la mañana y no puedo dormir, he estado pensando en Near. Me Siento estúpido, no tengo porque pensar en el, la persona que siempre me ha ganado en todo y que a pesar de esto, no muestra felicidad u orgullo, de hecho no muestra ningún sentimiento. No lo he visto llorar, ni reír o enojar, ni siquiera sonreír, es tan frio con todos. Bueno, al único para el cual lo he visto sonreír es Matt, mi mejor amigo, y eso me molesta, me molesta que a ese perro le sonría mientras que a mi ni me dirija la palabra, LO ODIO ¿entienden? LO ODIO, detesto que Near se la pase todo el día jugando con sus tontas piezas lego y con todos esos mugreros inútiles al igual que el, que aun que yo vaya a la sala de juegos y lo mire, no me toma la mas mínima atención, detesto la forma en la que me ignora.
Hoy durante las clases, por alguna extraña razón no pude dejar de mirarlo, mirar como tenia una pierna sobre la silla mientras que la otra colgaba, mirar como enroscaba su blanco cabello con su dedo mientras armaba sobre su escritorio una torre de naipes. A la hora de la cena, tire "accidentalmente" mi bebida sobre su ropa, el tuvo que ir a su cuarto a cambiarse, yo estaba risa y risa, pero no funciono como yo deseaba, quería que la expresión de Near cambiara, que al menos me mirara con enojo. Pero no pude. Solo se levanto y se fue directo a su cuarto, tenía aún aquella mirada tan fría. Matt se dio cuenta que yo fui el culpable del "accidente", así que me llevo del brazo hasta la puerta del cuarto de Near para que me disculpara, yo no quise, no me iba a disculpar con ese tonto. El perro y yo estábamos ya afuera de su cuarto, el pidiéndome que me disculpara, que Near no era mala persona como para que yo lo molestara de esa forma
-Tal ves tu pienses eso, pero ese mocoso a mi me cae mal, siempre me ignora y eso me molesta -le mencione mientras estaba recargado en la pared y comiendo una barra de chocolate
-Ya Mello, entra y discúlpate -Matt abrió la puerta del cuarto sin pedir permiso
-¿Qué rayos haces, perro? -trate de cerrar la puerta antes de que Near se diera cuenta, si tenía suerte el estaría dormido y no tendría que disculparme
Desde adentro se escucho un ligero quejido proveniente de los labios de Near, fue por la sorpresa de seguro y debo admitir que yo también me sorprendí al verlo. Mire que tan solo traía una pequeña y blanca ropa interior, no entiendo porque me sonroje al verlo así, ver ese delgado y pálido torso. Sus ojos y rostro que esta vez mostraban algo más que indiferencia. Me encanto.
-¿pasa algo? -preguntó, pero esta vez no lo hizo fríamente, no se como describirlo, pero esa voz me dejo como hipnotizado
-Mello se viene a disculpar por tirarte la bebida -menciono Matt- vamos Mello, discúlpate -me insistió, pero yo seguía viendo atentamente a Near. En ese instante sentí como el perro me daba un codazo, lo mire enojado. Luego me las va a pagar por hacerme eso, esta haciéndolo que un perro nunca debe hacer: morder la mano de su dueño
-Bueno yo... -tartamudee por un rato. Recibiendo miradas curiosas de los otros dos presentes.
-no te tienes porque disculpar, Mello
-¿ah?
-¿me pueden dejar solo?, necesito terminar de cambiarme y luego quisiera ir a dormir, si no les importa
-bien Near -el perro sonrió, yo no dije nada mas. Ambos salimos de la habitación y cada quien comenzó a caminar a la suya, pero por una extraña y tal ves grotesca razón, tuve la necesidad de regresar a la habitación de Near y abrir un poco la puerta para ver lo que hacia, observe como se deshacía de su pequeña ropa interior, dejando su cuerpo completamente desnudo, pude ver aquel delicado, pálido y frágil cuerpo iluminado por una tenue cortina de luz de luna. No se porque, pero al igual que antes sentí una necesidad, la necesidad de entrar y hacer presión contra sus labios, esos labios que desde donde yo estaba, se veían suaves y dulces, observe como se volvía a poner aquella blanca pijama y se acostaba entre las sabanas de su cama, abrazando la almohada.
Sin darme cuenta, ya había abierto la puerta completamente y me estaba acercando a su cama, "me estoy volviendo loco" pensé, me hinque a un costado de su cama mirándolo atentamente, el me daba la espalda, estuve mirándolo durante bastante tiempo, tiempo que tal ves fueron minutos o quizás horas. El ya estaba profundamente dormido, repentinamente giro permitiéndome ver su rostro, ver aquel rostro tan infantil, tan lindo, era le primera vez que lo veo de esa forma y debo de admitir que me encanto. Con una de mis manos acaricie su mejilla, me acerque lentamente hasta que mis labios estuvieron a escasos centímetros de los suyos, dude un poco en besarlo, pero lo hice, lo bese, disfrute tanto ese sabor, tenia razón, esos labios eran suaves y dulces. El estaba despertando, me separe de el, acaricie sus cabellos, lo bese en la frente y Salí de la habitación cerrando la puerta detrás de mi. Al estar afuera mire con atención los vacios y oscuros pasillos del orfanato, me sonroje. Sintiéndome estúpido de mis mismo. ¿Cómo que posible que lo haya besado? Me recargue en la puerta de su cuarto pensando en lo que había hecho, repentinamente la puerta se abrió y yo caí de espaldas.
-¿Qué haces aquí, Mello? -con uno de sus dedos retorcía su blanco cabello
-este yo... -me levante sonrojándome todo, ¿Qué le podría decir?
-¿hay algún problema, Mello?-insistió con aquella mirada fría
-me vine a disculpar, lo siento por mancharte con mi bebida -preferí mil veces disculparme a admitir que entre a su cuarto
-ya te lo dije Mello, no tenias porque hacerlo
-bueno, me iré a dormir -mencione comenzando a caminar por los pasillos para dirigirme a mi cuarto
-buenas noches -me dijo, lo voltee a ver y note que el estaba sonriéndome, esa era la primera sonrisa que me dedicaba, le respondí a la sonrisa y solo le dije "noches" para luego irme a mi habitación
Al llegar a mi cuarto, me acosté boca arriba, miraba en techo mientras nuevamente tomaba una barra de chocolate de entre mis bolsillos, la abría y comenzaba a comerla. Extrañamente estaba feliz, feliz de poder ver por primera vez una sonrisa de Near, especialmente porque esta estaba dedicada a m.
-en verdad me estoy volviendo loco -mencione en voz baja mientras sonreía entre la oscuridad, sin darme cuenta me quede profundamente dormido
Al día siguiente, un rayo de sol me despertó, me dirigí a darme una ducha, tome los libros de la primera clase que me tocaba y después camine por los pasillos que ya se encontraban llenos de niños que corrían de un lado a otro para ir a sus clases, yo, como siempre, iba comiendo una barra de chocolate.
-¡hey, Mello -voltee y el perro venia caminando detrás de mi mientras jugaba con su psp, algún día le voy a venir rompiendo esa cosa, se la pasa jugando
-perro deja eso-le di otra mordida a mi chocolate
-pero ya voy en el nivel 50 -se excusó sin dejar de apretar repetidamente los botones del aparato
-hm, como quieras, ese aparato te vendrá dañando la vista-entre el salón, me senté en mi lugar mirando con fastidio el pizarrón, en ese instante Near entro, yo me le acerque y me le senté a su lado
-Buenos días, Mello -me sonrió de nuevo
-Días -le mencione, me daban ganas de volver a besarlo, a saborear esos labios, pero, no podía, seria muy vergonzoso que me vieran haciendo eso, bueno, creo que me tenia que conformar con solo hablar, quería estar a su lado, de hecho, quería permanecer toda mi vida con el, estaba dispuesto a pedirle que fuera mi novio al termino de todas las clases, lo llevaría al patio en donde hay hermosas arboles de cerezo y le declararía mi amor, se que todos en el orfanato se burlaran de mi, pero que mas da, acabo de descubrir a el amor de mi vida y no voy a dejar que unas simples burlas me impidan estar con el, además, pobre del que se burle de mi o de Near, por que juro que lo mato en ese instante
Después de unos minutos el profesor entro al salón y yo me regrese a mi lugar sin decir nada, en medio de la clase, Roger, el director de esta institución entro a dar un anuncio
-Near, necesito que hagas tus maletas y después me acompañes a la dirección
-bien -se levanto de la silla, me pregunto para que lo querrán
Ambos salieron del salón, corrieron minutos, largos minutos en los cuales yo me los pase mirando la puerta, esperando a que en cualquier momento Near entrara, pero no lo hizo, pasaron horas, el profesor nos dio todas las clases, y salimos del salón, inmediatamente fui a la dirección, encontré a Roger sentado tranquilamente
-¿y Near?-mencione alterado golpeando con fuerza el escritorio
-el se fue, L decidió llevárselo para comenzarle a enseñar como ser un buen detective
-¿Cuándo regresara? -tome a Roger del cuello de la camisa
-no lo se, L no lo menciono, pero Mello tranquilízate -se soltó de mi agarre, yo no dije nada, Salí de la dirección en total silencio, como sabrán este orfanato es para súper dotados, L es el mejor detective de todo el mundo y el iba a escoger entre Near, el perro y yo para ser su sucesor, obviamente Near es el que encabeza la lista, bueno, para no hacer la historia larga, pasaron los años, yo me fui del orfanato un año después de la ida de Near, tenia 15 años en ese entonces, me entere de que L regreso por Matt y por mi, quería enseñarnos a ser buenos detectives al igual que como lo estaba haciendo con Near, pero yo ya no vivía en el orfanato, creo que aun así se llevo al perro, ya tengo 23 años y no e visto a alguno de los 2 nuevamente, los he estado buscando, pero es seguro que L se los ha llevado a viajar por todo el mundo resolviendo los casos que aparecen, ya no me importa ser detective, seque eso es algo que desee desde que mis padres murieron, pero ahora lo que mas deseo en mi vida, es estar de nuevo con Near, declararle mi amor y no me rendiré hasta encontrarlo...