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Contradicción por Hiroto_love_yaoi

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Notas del fanfic:

Este fanfic, puede que tarde bastante en actualizar, y lo más seguro, es que contenga muchas parejas raras, pero todas las historias tendran algo en común, son contadas en primera persona del presente y por uno de los protagonistas, aparte, que todo gira entorno a una contradicción.

 

Disclaimer: ninguno de los personajes me pertenece, sino que pertenecen a sus respectivas compañías.

Notas del capitulo:

He aquí el primer one-shot.

La pareja Shou x Uruha, quie narra es Shou.

Espero que os guste.

 

Besos, bye bye.

 

Contradicción I: Seme y Uke

 

            Estamos en la cafetería, con nuestros compañeros y amigos, apunto de irnos.

-         Cariño, vámonos ya, quiero descansar -me sujetas posesivamente de la cintura, como queriendo recalcar que soy tuyo y tu mío.

-          Uruha, no nos canses mucho a Shou, que mañana tenemos un largo y duro ensayo -dice de modo pervertido Nao, y Tora asiente con la cabeza.

-          Ey, no digáis esas cosas -protestas tu con tu cara sonrojada.

-          Anda, dejemos a estos pervertidos y marchémonos -digo, y no marchamos.

 

            Sus piernas, algo que tanto vuelve locas a las fans, y a mi, completamente a mis disposición, las toco, acarició beso y lamo a mi completo antojo, y su portador gime ante mis acciones.

            Sus labios, aquellos que se parecen a los de un pato, son tomados bruscamente por los míos. Lo beso, salvaje y apasionadamente y el gime en este beso que compartimos.

            Mis manos traviesas, se pierden entre sus ropas, una acaricia sus pezones teniéndolos erectos, la otra, acaricia su miembro, y él gime ante cada roce.

            Con intención, me restriego contra su miembro, y el solo gime y suspira. Mi piel acalorada pide poder tener más contacto con la suya, así que en rápidos movimientos, las ropas desaparecen. Me vuelvo a restregar mi trasero contra su miembro, ya no gime, grita de placer.

            Su miembro, palpitante, me ruega atención, así, que como el niño bueno que finjo ser, me deslizo hasta hacía este. Una lamida, gime, dos, tres lamidas, me pierdo entre sus gemidos pero se, que son a causa de mis lamidas.

            Su voz me vuelve loco, lo quiero oír gritar, de sopetón, su miembro se encuentra en mi boca, lo lamo, muerdo succiono y juego con él a mi completo gusto. Él solo grita por el enorme placer que le proporciono.

            Siento, que su orgasmo esta a punto de llegar, y le dejo que se corra en mi boca, después de todo, ya lo he torturado bastante, al menos por hoy.

            Agitado, sonrojado y sobretodo a mi completa disposición, la visión más excitante, esta ante mis narices, recordándome porque estoy con él.

            Mi miembro me reclama atención, ya duele, y la imagen que tengo frente a mi no ayuda mucho, yo lo se, él lo sabe.

-          Hazlo -pide entrecortado.

-          Te dolerá -afirmó.

-         No soy ninguna princesita -frunce el ceño, a pesar, de su apariencia femenina, odia que le traten así.

-          Claro que si, eres mi princesa -le sonrió de medio lado, mientras acarició su muslo.

-          Cállate conejo y hazlo -se sonroja en extremo.

            Alargo la mano hacía la mesita de noche, de donde saco un bote de lubricante y lo aplico en mis dedos, para después aplicarlo en ni miembro.

            Él me mira ansioso, sabe que estoy dispuesto a hacerlo, sabe, que le dolerá, pero también sabe, que esperare hasta que se acostumbre.

            Lo penetro de una sola estocada, llegando lo más hondo que puedo, él gime de dolor.

            Espero, a que se acostumbre, mientras mis manos se pasean por todo su cuerpo, el no hace más que suspirar.

            Tímidamente, mueve sus caderas y yo empiezo el vaivén, que empieza siendo lento, y en instantes se vuelve frenético, como a él le gusta, como a mi me gusta.

            Rápidamente, encuentro el punto que le hace delirar, y el grita de puro placer.

            Mis envestidas, se concentran en ese punto, haciéndose cada vez más rápidas.

            Él solo gime, deleitándose con su voz, para intentar acallar sus gemidos me besa, pero aun así, en el beso gime.

            El momento clave llega, haciendo que me corra en su interior, él gime al sentir mi semilla en su interior.

            Salgo de él, lo más despacio posible de su interior no quiero dañarlo, y él vuelve a gemir, me lanzo a su lado, y el se apoya en mi pecho.

-          Ai shiteru, Kohara -pronuncia con algo de cansancio.

-          Ai shiteru, Shima -contesto yo.

            Rápidamente, los dos nos dejamos arrastrar al mundo de los sueños.

 

            Un nuevo día llega despertándonos a ambos con el sonido de los pájaros y el sol de la mañana.

            Con pereza, nos levantamos de la cama y nos metimos en la ducha.

            Habíamos llegado a la compañía, en la cafetería nos esperaban Hiroto, Kai, Ruki y Nao.

-          Uruha, espero que no nos hayas cansado mucho a Shou -nos dice para picar Nao.

Uruha y yo nos dedicamos una mirada cómplice, nada es como ellos creen, todo es al revés. Todo es contradictorio, para ellos es blanco, para nosotros es negro, y es que todo forma parte del mundo que nos hemos creado para despistarlos y ser nosotros   misma y no las personas que creen que somos.

Notas finales:

No se cuando vuelva a actualizar, ahora que ando si tiempo, tengo muchisima inspiración.

Si quereis alguna pareja en concreto, mirare si puedo hacerla, pero aviso, que no estoy muy familiarizada con las parejas típicas.

Hasta la proxiama.

 

Muchos besos, bye bye.


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