El sol ya casi oculto entre las montañas despedía un color rojo amarillento en ese atardecer, yo sentado en mi balcón gris y un poco quebrado pensaba en el tedioso día que me esperaba a la mañana siguiente. Después de pasar una vida tan monótona viviendo con mis padres en un pequeño pueblo, me había ido a vivir solo a un apartamento de alquiler asequible para un estudiante de universidad como yo.
Mañana seria mi primer día en esa prestigiosa universidad de la que todo el mundo habla, y no me extraña me había costado lo suyo entrar con mis notas de corte, no le di más vueltas a la cabeza y me fui a dormir .Esa noche me di muchas vueltas en la cama estaba muy nervioso por lo que podía pasar el día siguiente ya que no conocía a nadie y todo era nuevo para mí. La mañana siguiente me desperté más tranquilo, me vestí y ni siquiera desayuné fui directo hacia la presentación, allí vi a mucha gente que aunque no me conocían me saludaban como si me conocieran de toda la vida y eso me gustó. La profesora nos deseó mucha suerte y que no nos desanimáramos con este nuevo curso, yo encantado con todo gocé del momento y no pensé en nada más que en lo bien que me lo iba a pasar.
Me dirigí a la salida y yo como siempre de despistado fui a cruzar la calle hasta que el corazón me dio un vuelco, un 4x4 rojo con unas pegatinas de llamas había dado un frenazo repentino.
-Oye ¿estás loco o que ?,¿no te han enseñado a mirar por donde vas? –me dijo el chico moreno que conducía, llevaba una camiseta verde con una cadena de plata al cuello, además del típico pelo pincho.
-lo siento –me disculpé,- iba en mi mundo –le respondí casi apagado
-Vamos Nick déjale es un novato de la zona –le dijo un chico sentado a su lado riéndose-
El coche se alejó poco a poco por la calle cerca de la grandiosa universidad y yo no le di más vueltas y volví a casa para terminar el día con una ducha bien fría que me despejara las ideas. Todo ese mundo me parecía nuevo para mí, yo en toda mi vida no había vivido tan en sociedad, mi pueblo solo era una pequeña porción de lo que era aquella ciudad. Al día siguiente pensé que las cosas irían mejor y me levanté animado y bien tempano para hacer las tareas del hogar, bajé por el ascensor hacia el piso inferior del edificio para llevar la ropa al lavadero, cuando lo vi, allí estaba el chico que iba de copiloto de aquel día tan vergonzoso, me miró al entrar y yo le miré luego aparte la mirada. El ambiente era tenso solo estábamos nosotros dos en aquella concurrida habitación. Me limité a concentrarme en mi tarea pero me ponía nervioso, cada minuto o poco tiempo me miraba y yo me exaltaba .Tenia lo que se podía decir un cuerpo bien trabajado con unos pectorales bien marcados con aquella camisilla bien ajustada unos pantalones pirata azules marinos y unas cholas blancas, su pelo era cortito y rubio a decir verdad daba la típica imagen de heterosexual con leyes. Me las apañé por apresurarme e irme lo más rápido posible ,mi vista ya no podía intentar no mirarle. Saque la ropa y me apresuré a irme al ascensor, toqué todas las veces que pude y después de un momento la puerta se abrió ,pulse el 5 y las puertas comenzaron a cerrarse.
-¡Espera que yo también subo!-dijo el chico. Al oír esto el corazón me dio un vuelco pero puse el pie en medio de las puertas para que no se cerraran.
-Gracias chaval voy al 5 si no te importa –dejó caer
Dios ,no podía creerme que encima que me ponía de los nervios viviera en el mismo piso que yo, aunque por lo menos no tenia que convivir con él. Fijándome más en el ,tenia una cara que era realmente una cara especial y unos brazos que ¡madre mía!, pero no podía creer en lo que mi mente estaba pensando, ¡fijándome en un chico y encima heterosexual! ¡Dios! a que extremos había llegado, por fin el piso numero 5 había llegado y la puerta se abrió de par en par, el me miró furtivamente y luego se fue sin decir nada, entré en el piso y puse mi repertorio de música mientras me duchaba. El día transcurría sin mayor emoción, lo de siempre, aburrido en el piso, me puse a observar el folleto que había en la mesa de la cocina sobre un centro comercial cerca de donde yo vivía y me dispuse a pasearme por allí.La verdad estaba bien, las tiendas el ambiente, la música pero yo realmente me aburría hubiera preferido tener un compi de piso o algo pero no había encontrado a nadie decente la verdad. Las semanas pasaron y me encontraba solo y desamparado, nadie se acercaba a hablar conmigo así que yo me quedé distante. En una de esas tardes, Cansado de la universidad me arrastraba al ascensor subí y abrí la puerta, me desnudé y entré en la ducha cuando oí que tocaban en la puerta me cubrí con la toalla y abrí la puerta… Me quedé paralizado en el momento, ¡allí estaba curiosamente él! con una camisa negra bastante apretada y con unos bañadores que le llegaban a la rodilla.
-perdona por casualidad no te quedará algo de sal, es que me he olvidado por completo de comprar- me respondió mirándome con aquellos ojazos azules.Dios me derrito pensé...
-si... creo... que tengo… puedes esperar en el salón es que me disponía a ducharme.
-¡Claro! no tengo prisa...- me respondió
Me encerré en el cuarto de baño histérico Dios mio tenia al musculitos sentado en MI sofá, en MI salón, en MI piso... no podía creerlo. Me duche con la llave del agua en fría al tope, nesesitaba despejarme intenté que saliera helada pero la llave no daba más, dios me cago en la puta llave…pensé , tranquilo, tranquilo ,me dije, es el típico vecino que solo te pide sal…NADA MÁS.
Salí de la ducha me vestí y fui en busca de la sal cuando me dispuse a llevársela se había quedado dormido en el sofá. Yo ,ya no podía creer lo que veían mis ojos. Estaba completamente histérico, bueno, me dije le despertaré y le daré la sal, eso haré, no, no y si se enfada, Dios… por que yo…
Como ya era un poco tarde no quise despertarle y lo tapé con una manta que tenía en el armario me fui a mi cuarto y me dispuse a dormir. A la mañana siguiente me desperté temprano caminé hasta el salón y lo vi allí sin pantalones, en calzoncillos y con la manta en el piso... estaba dudando entre ir a darme una ducha o tirarme del balcon abajo..., empecé a cocinar algo para el mediodía ya que tenía que irme a la universidad y luego no me daba tiempo. Después de un rato en la cocina oí ruidos y me imaginé que ya se había levantado, y en efecto , ya se había levantado. Cuando yo vi, a ese macho caminando hacia mí en calzoncillos, con el pelo revuelto y marcándolo todo, supe que Dios existia pero me había castigado haciéndome pasar por algo tan irresistible e intocable para mi...
-Lo siento ayer me quedé dormido aquí y no me di ni cuenta estaba super cansado y cerré los ojos un momento y terminé así-me dijo mientras entraba en la cocina medio desnudo mientras que yo me contentaba la vista y removía la comida de una manera rápida e involuntaria mirandole fijamente.