Hay estaban de nuevo en esa oscura sala iluminada por una débil luz roja. Aun que la luz era escasa nadie podía desmentir que ese fino cuerpo estaba herido, tanto física y mentalmente. Pero su mentalidad ingenua juraba que nadie notaba las marcas incrustadas en su cuello y espalda. Sin mencionar sus brazos.
-Himeko
-que pasa Chikane?
-que hiciste ayer en la noche? -Esa fría voz resonaba por sus oídos poniéndola nerviosa. Mientras que la dueña de esas palabras se le aproximaba por la espalda
-luego de irme de aquí, me fui a casa a descansar para pasar un buen rato con mi esposo
La mentira se pació por el aire que inundaba la habitación
-y que son estas llagas? – su fría mano hizo contacto con el cuello delineando suavemente las heridas mencionadas – tan bien la pasaron?…
-eso solo son
-no me mientras
-no estoy mintiendo
-tu voz insegura dice lo contrario -apego su cuerpo lentamente al de la otra mientras su respiración chocaba en su cuello.- siempre me has contado, de ti desde que decidí venirte a ayudar con este trabajo. Pero nunca de tu matrimonio y no creas que no me e dado cuenta de esas cicatrices en todo tu cuerpo
-donde tengo cicatrices?
-aquí- delineo con la yema del dedo cada herida que tenia en el cuello. Luego bajo la mano hasta el abdomen de la otra
-que haces.
-no te pongas nerviosa, solo te estoy mostrando tus cicatrices – poso el dedo arriba del ombligo al tiempo que colaba la mano debajo de la blusa. Toco arriba del ombligo la marca para luego viajar a su cintura totalmente arañada- el no debería tratarte así.
-Chikane…
La susodicha tomo firmemente los dos pechos de la rubio haciéndola suspirar
-que… que haces?
-aquí también esta herido yo lo se. No es necesario correr tu brasier para poder notarlo
La oji azul la giro y desabrocho lentamente la blanca blusa. Finalmente la corrió y se agacho para depositar un beso en el ombligo continuando con la cintura herida.
-mira- se puso a la altura de la rubia y soltó los breteles del brasier para bajarlo dejando al aire los senos de la oji violeta que se encontraba totalmente roja ante los actos de su jefa- aquí también esta herido. Hay al lado de tu pezón derecho y al centro hay una marca como si te hubiesen enterrado las uñas
-el me golpea cada vez que quiere… y nunca me toca tan suave como lo haces tu
Trasparentes lagrimas rodaron por cada poro de su rostro.
-de seguro hirió aya abajo
-siempre lo hace.
-porque sigues viviendo con el?
-yo me quiero ir de hay, pero mi padre esta empeñado en que me quede con el. Y estoy intentando juntar el dinero suficiente para comprarme un departamento e irme a vivir pero aun me quedan 5 meses de trabajo para que suceda eso
-quiere ir a dormir a mi departamento hoy?
-pero tu eres mi jefa
-y tu amiga.
-de acuerdo.
-me dejas curarte un poco?
-a de que hablas?
La blanca mano bajo a la intimidad cubierta por un jeans.
-pero…
-no quieres que siga?
-si quiero… pero bueno es que- las mejillas se tornaron a un lindo color carmesí
-aquí no?
-exacto.
-entonces nos iremos
-pero aun no termina mi turno
-recuerdo que yo soy la jefa y dueña de este lugar, puedo hacer lo que quiera