Se preguntaba mentalmente que hacia allí, oh cierto, perdió jugando a piedra, papel y tijeras con el Teme y ahora estaba en aquel voluptuoso carro camino a quien sabe donde sin poder decir una palabra, si… había prometido que si perdía guardaría silencio, ¿Qué le había pasado a su mejor amigo para permitir aquello? Tuvo el descaro de responder que por “curiosidad” ¿PERO DE QUE? Algo le decía que mejor era no averiguarlo mientras en su cara varias venitas aparecían y se mordía la lengua.
-AAAH!! YA DIME A DONDE CARAJOS ME LLEVAS ¿?- exploto.
-solo vamos a ver el mar- dijo tranquilamente.
-A LA PLAYA ¿?- pregunto emocionado pero al reparar se sonrojo y se tranquilizo notando que el azabache curvo ligeramente el labio. –Eso está lejos- murmuro inflando los mofletes.
-llegaremos al atardecer- anuncio.
-igual estoy feliz dattebayo- dijo con una zorruna sonrisa dejando el enojo de lado, su celular pito y cuando lo reviso sonrió comenzó a responder cuando se lo quitaron de la mano y lo apagaron antes de lanzarlo hacia atrás. –OYEE!!-
-estás conmigo… no le prestes atención a mas nada-
-no soy tu tonta novia para que me quites mi celular o para estar pendiente a ti- le miro desafiante. Y el carro se fue parando en la carretera. Miro al conductor que se deshizo del cinturón de seguridad, el de ojos negros se comenzó a acercar peligrosamente provocando que su corazón saltara de nervios. - ¿Qué?- hablo simulando seriedad y molestia haciendo que el otro volviera a su lugar prendiera un cigarro antes de acelerar. –desde cuando fumas ¿?- pregunto algo incomodo.
-quien dijo que no lo hacía ¿?- respondió con otra pregunta.
-déjalo- dijo simplemente.
-no tengo razón para hacerlo- el menor se limito a poner la música alta e ignorar al bastardo que tenia al lado. –Llegamos- anunció parqueándose.
-siiii!!- grito y salió del auto, tiro dentro los zapatos, leva y corbata, se saco la camisa y se la remango igualmente los pantalones dejándolos capri. –Teme apresúrate- dijo entrando al restaurante e ignorando al hoster siguiendo derecho a la playa donde habían camas hechas para un buen ambiente tenían finas cortinas blancas, el rubio rápidamente se subió a la más cercana a la orilla emocionado.
-dobe- murmuro llegando junto ah él, el pelo del rubio bailaba con el viento y sus ojos al atardecer mostraban un brillo diferente, se quedo observándolo silenciosamente, hasta que el rubio reparo de su presencia.
-disculpen- hablo un mesero provocando que el contacto de sus ojos se rompiera, el rubio se sonrojo y el mayor le miro. –desean ordenar ¿?- pregunto.
-un refresco- pidió el menor.
-vino- pidió Sasuke.
-no- intervino el otro. –tráigale un refresco también- el hombre miro al Uchiha.
-vino- volvió a decir.
-REFRESCO!- frunció el entrecejo.
-lo que sea- concordó el azabache ya molesto, el mesero se retiro y este prendió un cigarro.
-que dejes eso- dijo el menor mientras el más alto se desasía de sus zapatos y se acomodaba en la cama playera.
-no tengo razón para hacerte caso- dijo sacando el humo de sus pulmones.
El otro inconforme con la respuesta le quito de la mano el protagonista apagando lo encendido, y en cuanto vio que el otro iba a reclamar se posiciono sobre el uniendo sus labios, un beso que comenzó no correspondido por la sorpresa, el azabache dejo pasar aquella lengua que lo pedía, bailando entre ellas, probándose… el chico alejo el tacto viendo sin vergüenza los oscuros ojos.
-ves… sabe asqueroso- saco la lengua para que entendiera. -¿no es esa una buena razón para dejarlo?- volvió a acomodarse como antes. Justo en el momento en que venía el mesero. –oh, gracias- dijo amablemente tomando ambas bebidas pasándole una a Sasuke que reponiéndose la tomo algo atontado.
-si son por besos así… los dejaría- el rubio se sonrojo y el tercero con una interrogante se retiro.
-b-baka!!- bufo bebiendo casi de inmediato todo. –No te acostumbres… yo preocup…- dejo la palabra en la boca pensándola internamente.
-¿estás preocupado por mi?- pregunto divertido el mayor que luego de beber algo dejo el vaso a un lado.
-jum… quien lo estaría ¿?- dijo evitando responder.
-ya sabes… no tenias porque demostrar nada si simplemente me lo podías decir- hablo tranquilamente y el rubio salió de la cama caminando hasta la orilla tratando de calmar su corazón.
-Usuratonkachi- escucho que le dijeron y antes de voltear unos brazos le envolvieron sintiendo que una cabeza se apoyaba de la suya.
-que paso con la mascara ¿? Hay publico sabes- dijo por molestar sabiendo que el mayor solo era así cuando estaban fuera de la vista de las personas.
-no creo que aquí alguien nos conozca- susurro en su oído antes de aspirar el olor del rubio que se estremeció. –Ya inspeccione los alrededores- dijo seguro depositando un beso en el cuello expuesto.
-imagine que esto era lo que querías en un principio- bufo soltándose del agarre caminando un poco hacia adelante dejando que sus pies se mojaran. Sostuvieron la mirada, el de ojos carbón quería replicar para decir que eso no era cierto, pero su orgullo no se lo permitía. –sabes que no hare nada contigo… porque no te rindes ¿?, tienes una linda novia, físicamente parecida a mí, si quieres mas rubios en otros países seguro y encuentras- estaba molesto pero porque se sentía mal consigo mismo de querer esperar más del otro inconscientemente.
-quiero besarte- murmuro ignorando el berrinche que hacían.
-¿Qué no me oyes?, quiero que me dejes en paz!!- le miraba algo frustrado mientras esos ojos sin fin no parecían mentir o estar alterados.
-quiero besarte- repitió caminando hacia el otro que le miraba esperando esa cercanía aunque su voz pidiera que no se acercara. -¿puedes… simplemente dejar el antifaz a un lado ahora?- curioseo acariciando el rostro canela y la lejanía era mínima.
-…- sus parpados como cansados iban tumbándose viendo esos labios chocar con su aliento. –um…- y ese simple sonido de aceptación fue suficiente para que el otro terminara de unir sus labios.
Suave, dulce, sin prisa… se iban ligando, fusionando sus sabores… sabían el ritmo a llevar aunque insuficientes a su ver hayan sido los besos que han compartido hasta el momento. Tomo el rostro del menor con propiedad, mientras su mano izquierda unía lentamente sus cuerpos hasta lograr efectivamente que el rubio le abrazara.
-ah- entre besos que no pasaban a una velocidad excesiva suspiraban, suaves y firmes así sentían los labios de los contrarios, y ese pensamiento le saco una sonrisa al mayor ya que los asimilo con el trasero del rubio.
Mechones rubios o negros se interponían en el beso, que llamando la atención de los pocos que habían no les importaba. Estaba bien no siempre aparentar pensaba el Uchiha mientras estaba más que feliz era diferente a los besos vacios que compartía con su “novia”, estos no carecían de amor. “amor”… pensar en esto hizo que el beso se detuviese, jadeo un poco recuperando el aliento mientras el rubio evitando mirarlo le abrazo apoyando su rostro en su cuello.
-sas…- sentir fuertes latidos provenientes del cuerpo contrario le hicieron callar. Preguntándose si el mayor estaba nervioso… si aquel órgano latía tan fuerte por el ¿?, eso quería decir que el hecho de que el suyo este de igual manera era por el mayor ¿no?... ¿le gustaba? Imposible. Un beso fue depositado en su oído provocando que se sonrojara, “como puede ser tan dulce?” se preguntaba.
-disculpen- les interrumpió un mesero y ambos le miraron incomodados. –Es que Hyōton-sama y Zabuza-sama les llaman un momento- el rubio al oír esos apellidos se tenso.
-les conoces ¿?- pregunto el azabache al Uzumaki que no sabía que decir.
-por favor acompáñenme- el mayor halo al rubio caminando este ultimo tras el otro hasta llegar a un segundo piso del restaurante en una sala privada que tenía grandes paneles de cristal con vista al mar.
-Naruto-kun… Sabía que eras tú- le sonrió un joven de finos rasgos que si no es por la manzana de Adam Sasuke juraría seria mujer.
-Haku- pronuncio algo nervioso y este se le acerco dándole un cálido abrazo.
-has crecido mocoso- una ronca y fuerte voz se escucho y un escalofriante hombre para los ojos del azabache se paro.
-Zabuza-san- el rubio sonrió.
-porque tan frio Naruto-kun ¿?- pregunto el de ojos marrones cenizos.
-es que últimamente me eh topado con algunos… del circulo- respondió un poco más suelto.
-¿el circulo?- curioseo el azabache.
-ah lo siento- el rubio sonrió. –el es Uchiha Sasuke- presento.
-um… ya se me parecía a Itachi-san, son hermanos ¿?- pregunto Haku y el susodicho asintió.
-ambos tienes esos ojos iguales a Fugaku, fríos- comento el mayor del grupo.
-como conocen a mi familia ¿?- quiso saber.
-si lo siento soy Hyōton Haku, rey del país de la nieve- este abrió amplio los ojos ante aquello, era muy joven para ser “rey” ¿no?. –y este es mi mano derecha y maestro, Zabuza Momochi- concluyo.
-sabes Naruto… muchos te buscamos- comento el más alto.
-gomen… creo que lo mejor sería irme- dijo con pena en los ojos.
-espera- le detuvo el más guapo tomándole de la mano. -¿Cómo están los demás?- pregunto refiriéndose a la familia.
-están bien, gracias- cerro el puño luego de sentir que Haku le paso algo.
-sabes que no eres el único de nosotros que ha pasado por una situación similar… ahora nosotros… esta generación podemos protegerte- el rubio le sonrió agradecido y sin decir mas salió del lugar con el pálido pisándole los talones.
-Naruto- le llamaba y este no se detenía. –Naruto!!- seguía siendo ignorado. –USURATONKACHI- esta vez llamo la atención del de ojos azules junto a la de un grupo de personas.
-vámonos- pidió débilmente. El mayor suspiro, pago la cuenta, dirigiéndose ambos al auto.
-como se conocen ¿?... como conoces a esas personas ¿?- quiso saber.
-hay cosas que es mejor no saber… raro en ti querer saber tanto- hablo acomodándose en su puesto.
-es porque tiene que ver contigo- dijo sin pensarlo. –tsk- el rubio le miro ante el comentario mientras el azabache molesto saco un cigarro terminando de prender el auto.
-desde cuando te interesas por mi ¿?- pregunto burlón.
-quien lo hace- saco un encendedor pero el cigarrillo fue arrebatado de sus labios. –oyee!- volteo a quejarse y el rubio divertido le dio un corto pero dulce beso naturalmente sorprendiéndolo por quien sabe cuántas veces en un día, rendido sonrió de lado saliendo del lugar y olvidándose de fumar. –hay algo que quieras hacer ¿?- pregunto.
-juntarme con Natsumi- dijo por molestar pero luego se sintió algo mal por tomarla de burla.
-quieres que te lleve a una prisión y no te saque ¿?- le miro de reojo y el menor soltó una carcajada sincera.
-si serás Teme jejeje- su risa fue cesando para cuando una mano se poso sobre la suya, con incertidumbre la sostuvo porque así lo quería, nervioso trato de seguir actuando como si nada todo el camino.
*~+~*
-y bien… que fue lo que paso con Kimimaro ¿?- pregunto una monocorde voz provocando que se atascara.
-a ver…- bebió un poco de vino antes de soltar un suspiro y acomodarse tras la oreja un largo mechón del rubio pelo. –Nunca te habías interesado por saber… ¿Por qué ahora?- curioseo.
-porque ahora eres mi novio y me concierne más- dijo lógico sacando un sonrojo en su pareja ya que aun no estaba acostumbrado a aquel mandato.
-no hay mucho que contar- se acomodo en el fino lugar mientras una suave brisa le dejaba una agradable vista al contrario. –nos conocimos en una fiesta de cumpleaños de alguien, para ese entonces yo tendría unos 12 y el 15, pero supe desde ese momento que era especial, vivíamos lejos… así que con la excusa de que quería jugar con aquel chico mis padres me mandaron a vivir con aquella familia por un tiempo. Nos enamoramos, nos escapamos- rio. –o un intento, pero apareció una chica… nos hicimos daño y blah blah- corto el tema ignorando la seriedad del otro y volviendo a comer el plato fuerte.
-pero el aun te ama…- dijo seguro.
-lo sé- concordó el otro.
-y tu aun le quieres- dijo con dolor.
-si- no lo negó y vio en aquellos ojos preocupación. –pero nuestro tiempo ya fue… desde mis 12 años hasta mis 21… es mucho tiempo sabes, yo ya no puedo más con ello-
-solo eso?- pregunto desilusionado.
-posiblemente- dijo por picar y el mayor hizo un dulce puchero.
-Dei… pasaras la noche conmigo ¿?-
-es algo incomodo quedarme en tu casa cuando allí están tus padres- dijo sincero.
-ellos no se meten en mi vida- le aseguro. –Pero si quieres vamos a un hotel-
-pervertido sexual suprimido obsesivo- comenzó a murmurar.
-solo contigo- le sonrió pícaramente tirándole un beso que el otro simulo esquivar. –moo eres malo- le miro con carita triste.
-prefiero que me los des- le sonrío sensual y el otro detuvo una hemorragia.
-abusador de mayores que le gusta provocar y andar quejándose- comenzó a murmurar, quien sea que los viera diría que son una pareja dispareja, pero eso era lo que más los hacía compatibles. El mayor cambio de asiento quedando junto al menor donde le abrazo y dio un beso frente todo el restaurante.
-bakaaa!- le reprimió. –que no piensas comer ¿?- dijo alzando una ceja ya que el plato del otro estaba algo intacto.
-demo- inflo las mejillas para el de ojos azules. –Prefiero comerte a ti- un fuerte golpe en la cara lo devolvió a su lugar.
-como puedes ser tan indiferente mira donde estamos baka desconsiderado- comenzó nuevamente a murmurar.
-mira que golpearme así frente a todos que vergüenza y lo fuerte que pegas y lo peor de todo- murmuraba igual.
-es que quien te ve te compra, solo tienes cara de muñeco pero eres-
-algún día seguro y te demandaran y tendré que ir a sacarte de la cárcel…-
-disculpen- un mesero llego junto a ellos que detuvieron sus murmullos. -¿mas vino?- pregunto amablemente.
*~+~*
El rubio hace unos segundos que había entrado en aquel viejo edificio, recordando que si acaso se despidieron salió del carro poniéndole seguro, corrió hacia adentro encontrándoselo a punto de subir, lo halo del brazo y sin rodeos le beso, sus manos se colaban como desesperadas por debajo de la camisa, y el rubio que también lo ansiaba también buscaba contacto.
-ah- los besos pasaron a su cuello mientras fue acorralado en una sucia pared y sus piernas fueron invitadas a dejar el piso enganchándose de las caderas contrarias.
-um- sus labios eran mordidos y succionados, no conocía esa fogosidad en el Uzumaki, lo necesitaba pero no estaban en el lugar adecuado y sin decir palabra lo adentro nuevamente al carro, y se alejaron del lugar hasta llegar a un vistoso hotel, no como el de la otra vez.
-t-teme…- dijo débilmente cuando los botones de su camisa desaparecían y mientras la piel que era expuesta era saboreada.
Desabrocho el pantalón desasiéndose de la correa sin terminar de la otra prenda, subió al sensible cuello escuchando pequeños jadeos, sus manos van jugando a reencontrase con la espalda del rubio, con calma se alarga… la delicia de una expedición hacia sus nalgas, donde metiendo la mano por el pantalón lo fue bajando hasta dejarlos bajo la rodilla del contrario que se erizo al sentir la pálida mano apoderarse de su hombría y friccionarlo con maestría.
-um- no se había dado cuenta en qué momento el rubio le había despojado de su ropa, pero le agradaba el poder frotar sus miembros juntos, mientras besos violentos le robaban el aliento.
-ah- el aire se hizo necesario por lo que se alejo, y unos dedos sustituyeron los encantadores labios, sin pensarlo mucho los lamio y succiono.
Con su mano libre separo las piernas canelas, y cuando sus dedos se encontraban suficientemente ensalivados los acerco a la pequeña entrada, donde antes de entrar el primer dedo acaricio suavemente el anillo, asiéndolo respingar al adentrar el primer intruso en mucho tiempo, sus pezones eran succionados mientras otro dedo ayudaba a abrir paso en su interior.
Al sentir que ambos botones estaban excitados, sus labios no pudieron evitar besar toda la piel, sorprendiendo un poco al otro que era dilatado por tres dedos, y gemía algo más cómodo, los besos llegaron a su boca donde lentamente se envolvían más en su papel.
-necesito que te vengas- pidió y el menor en un movimientos sacando los intrusos se acerco a la hombría del azabache.
Envolvió con la lengua la punta antes de besar la rozada cabeza y lamer la extremidad, lentamente fue metiéndose en su boca lo mas que pudo dándole vaivén no solo a su cabeza que le marcaban el ritmo, sino también a su hombría ya que se masturbaba a la vez, los suspiros del Uchiha le inspiraban mas haciéndole devorar aquel delicioso pene sin vergüenza, el pre semen invadió su paladar provocando que succionase con más fuerza no mucho después se vino en su mano seguido del de ojos negros que lo hizo en su boca.
El de ojos azules saco de su boca la semilla pegajosa ligándola a la suya donde comenzó a masturbar al mayor mientras le lubricaba con lo mismo ya que en ese momento carecían de algo mas, cuando estuvo suficiente erecto como para penetrarle el mayor agradecido recostó al rubio que abrió mas sus piernas sintiendo como a su entrada acercaban algo más emocionante.
-haya voy- dejo saber.
-si- susurro toqueteando el cuerpo contrario.
Con cada rose su cuerpo ardía de mas, algo desesperado “violo” lo permitido, sacando un gemido ronco de los labios contrarios y unas lagrimas del impacto, se quedo inmóvil y aun deseoso le limpio con los dedos lo húmedo en aquella cara, disculpándose en un susurro que pilló al menor que nunca se espero eso del mayor ni en esa situación.
-ah…- su corazón latía y no lo entendía, porque reaccionaba así, no lo quería… no quería que ese órgano estuviese feliz por lo que sucedía. –Sasuke- susurro y este comenzó a salir suavemente. –umm- le dolía, tal vez mas que la primera vez, joder que sí.
-d-duele ¿?- pregunto al ver la expresión del otro, el de por si se sentía bastante apretado allí.
-muévete- susurro, si no nunca llegarían a nada.
Volvió a entrar y a salir suavemente hasta notar que el otro se relajaba mas, los besos ayudaron y ni se diga contar las caricias, el dolor no desaparecía del todo pero el placer le iba venciendo, del tope al fondo iban las embestidas, el placer inundo el lugar y las limitaciones desaparecieron, los suaves y altos gemidos variaban de garganta, Sasuke le daba en el punto justo al rubio haciéndolo delirar en casa estocada, sus manos canelas viajaban por la nívea piel buscando el mayor contacto posible, mientras como podía devoraba ya sea los labios o el cuello ajeno sin importarle llenarle de marcas.
-mm… y-ya Ah- tomo su pene en mano masturbándolo sintiendo que llegaba al orgasmo. –umm- se vino entre ambos pectorales, y su carnal cavidad apretó la del azabache que no pudo evitar venirse allí mismo.
-Naruto- le llamo una vez calmo su respiración y este le miro atontado. –aun sigo siendo el único ¿?- pregunto.
-d-de que hablas?- quiso saber un poco sonrojado por el ejercicio.
-el único que te ha probado- unió sus labios en un corto contacto. –Tus besos- le abrazo. –tu cuerpo…- le volvió a besar un poco más pasional y alejándose un poco le miro a los ojos serio. –solo yo ¿?- el de ojos azules se sonrojo por completo ante aquellos actos y palabras, volteando el rostro.
-no te sientas especial por ello- murmuro y cuando miro de reojo al mayor realmente se impacto, tanto que sus labios se abrieron.
-qué?- pregunto y el rubio aun no lo creía, delante del estaba la sonrisa más hermosa y natural que jamás haya visto, como mariposas volar sintió su estomago desbordar, los azules ojos tomaron un brillo anormal. -…- la sonrisa se fue desvaneciendo pero ya había quedado grabada en su mente.
-m-me quiero ir- dijo asustado de sus propios pensamientos alejando al mayor y sentándose.
-pasemos la noche aquí- sugirió deslizando un dedo desde la nuca hasta la espalda baja asiéndolo erizar.
-me voy- se adentro al baño donde se aseo y al salir el mayor ya estaba cambiado.
-te llevare- dijo simplemente.
Se fueron en completo silencio todo el camino, y antes del rubio dejar el carro un tacto en su rostro hizo que se acorrucara en la cálida mano y al cerrar los ojos y voltear un poco unos labios se despidieron con suavidad. No abrió los ojos hasta salir del auto, con algo de dolor en la espalda baja llego al piso indicado, entro silencioso hasta llegar a su cuarto donde sigilosamente se quito la ropa quedando en bóxers y se subió a su parte de la cama a descansar.
*~+~*
-ne Dei- le llamo y este salió por el marco del baño secándose el pelo luego del “ejercicio”. –en serio todos los chicos que vi aquella vez eran tus amantes ¿?- pregunto.
-ah, sí parte de ellos- dijo tranquilamente.
-¿habían mas?!- pregunto sin poder creérselo.
-sí, pero ya sabes, son de esos que no pueden ir a un sitio publico a quejarse- explico.
-ósea hombre y mujeres de mayor edad?-
-um, ¿Qué paso con ello?- quiso saber, el mayor mordió su labio inferior y el de ojos azules soltó un suspiro acercándose a él. –Los deje a todos… lo sabes- se sentó a su lado y halándole del rostro unió sus frentes.
-no puedo evitar sentirme celoso y algo frustrado- dijo sincero.
-no te preocupes, no con todos me acosté, y muy rara vez fui pasivo, además ninguno tubo mi amor- el mayor le miro a los ojos.
-¿yo sí?- pregunto “esperanzado”.
-por supuesto que no- bromeo y rio a carcajadas al ver la cara del otro. –No me mires así- pidió dándole un casto beso. –Confórmate con saber que eres el único- le susurro contra los labios que luego de ello le dieron un dulce beso.
-no es suficiente- le abrazo cayendo ambos en la cama. –Quiero conocer a tu familia-
-eso… no creo que sea conveniente- dijo sin pensarlo mucho.
-¿Por qué?-quiso saber.
-ni siquiera supieron de mi relación con Kimimaro… soy muy reservados con ellos-
-pero… quiero que lo nuestro sea más que esto- soltó sincero.
-y yo estoy bien así- antes del otro poder decir algo el rubio le beso deslizando su lengua en la cavidad del otro que quiso alejarse pero su pareja se quito la toalla que tapaba su parte baja y se acomodo en su pelvis.
-p-porque eres así?- pregunto una vez se alejaron de sus labios para poderlo liberar de su bóxer.
-idiota…- masajeo un poco el gran pene del azabache una mano le detuvo y con una sonrisa en su rostro se auto penetro cambiando esta a una placentera, hace solo unos 20 minutos habían terminado de una gran sección de sexo así que no había nada que preparar. –ah… porque quiero- respondió relamiéndose los labios.
-ugh… e-estúpido- “insulto” enderezándose y abrazando a su novio y moviéndose para ayudar a las embestidas.
*~+~*
El lunes llego y como de costumbre en la escuela todo iba bien, aunque un rubio se encontraba extrañado que el Uchiha no le haya insultado ni una vez, al contrario sentía que le observaba como devorándolo y otras veces solo… tranquilo ¿?, eso no le gustaba… sentir aquella atracción, él deseaba poder mirarlo ver como esos oscuros ojos se centraban en él y no en nadie más. Su corazón se acelero de los nervios, agradeció que tocara el timbre para deporte, al llegar a los vestuarios y el azabache desnudarse muchos murmullos inundaron el lugar.
-jajaja, parece que estuviste con una fiera- se burlo uno, el de ojos azules que hasta el momento se abstenía de mirar ese tentador cuerpo volteo y se fijo de cómo tenia la espalda arañada y varios puntos rojos se repartían por todo su cuerpo.
Se sonrojo al recordar que él fue el causante de todo aquello, agradeciendo que él no se hubiera desnudado ya que también tenía varios chupones.
-solo es un Kitsune que empezare a cuidar- dijo tranquilo provocando un sonrojo en el menor tratando de parecer furioso.
-y tu novia?- pregunto Kiba.
-¿eso?- dijo terminando de ponerse el t-shirt. –Casi está soltera- el rubio sonrió ante esto y volteo para que nadie lo notase.
-sabía que no durarían… porque no compartes al Kitsune?- curioseo interesado uno.
-ni lo sueñen… es mío- sonrió como solo un Uchiha sabe antes de salir del lugar.
Estaba feliz y se culpaba de ello, Sasuke era a quien más despreciaba, entonces porque unas simples palabras egoístas le ponían nervioso, simplemente no lo entendía, o realmente si, solo que no quería admitir que el teme le gustaba, suspiro… ya lo pensó. Tomo su ropa decidido a cambiarse a otro lugar donde no le pudieran ver y para tratar de alejar esos pensamientos que le descontrolaban.