Sintió que unos brazos le apresaron por la espalda, no entendía quien podía ser si se había asegurado que nadie le siguiera hasta el vestíbulo de hombres.
- siempre te quedas de ultimo para cambiarte ¿?- le preguntaron sin soltarlo, quedando paralizado.
-y si es así que?!- pregunto forcejeando para que lo soltasen pero no lo suficiente.
-nada…- le volteo el rostro con una de sus manos quedando a centímetros uno del otro, el rubio sostuvo la mirada. –Eres demasiado reservado- dijo sincero.
-a ver… tienes 3 semanas en esto. Que es lo que pretendes?- pregunto directo.
-aun no lo has notado?- pregunto.
-si lo que buscas es abochornarme, no lo conseguirás- aseguro.
-je… si quisiera eso. No sería de esta manera- contesto perdiéndose en los ojos contrarios que le veían con frustración.
-seamos sinceros- se soltó fácilmente esta vez. –Pareciese que quieres ligarme- la mirada del otro le dejo saber que daba en el punto. – Eso no será posible; solo eres un niño mimado encaprichado- dijo con “lastima”. –A demás- le miro lo mas frio que pudo. –no me interesas ni para hacerte el favor- dejo plasmado al otro. –Porque no te consuelas con tu mano y dejas el acoso- dijo antes de salir.
Cada día tenía que cuidarse la espalda, ya había entendido como funcionaba, cuando estaban solos Sasuke lo trataba de engatusar, y cuando no lo trataba como escoria, sin pensarlo mucho y sin ser psicólogo lo diagnostico con trastorno de “personalidades múltiples”, definitivamente. Y el por su lado no cedía a los deseos del otro, internamente por momentos pensamientos impuros le llegaban, no podía negar que el otro era un bombón, pero eso era todo, su forma de ser hacia que su físico se fuese a pique. Prohibiéndose internamente ceder ante sus seducciones. El no sería otro más y menos con la persona que mas detestaba. Tubo que colarse al baño de los profesores para cambiarse; a penúltima hora abrieron la puerta del aula la secretaria de la directora Shizune.
-Naruto-kun- llamo sofocada.
-si ¿?- pregunto.
-e-es tu abuelo… tienes que ir- este se paro inmediatamente.
-que ¿?- grito sin entender.
-está en el hospital central!!- este tomo su mochila y salió corriendo.
Corrió como nunca lo pensó, no tomo el bus ni taxi, ¿Qué habría pasado? ¿Estaría bien? Sentía sus ojos aguarse, entro lo más rápido que pudo llegando hasta llegar a la recepción donde pidió el numero de habitación y llego hasta allí.
-oji-san!!-
-Naruto- le sonrió y este soltó un suspiro pesado al verlo enterito.
-q-que su-susto- trataba de clamarse. –que paso ¿?- pregunto una vez sentado y calmado.
-debo hacerme un trasplanté de hígado… el mío no sirve para nada- explico.
-a que es por el alcohol- el silencio del mayor le respondió. –entonces… cuando se hará ¿?-
-aunque no es mucho con el seguro… no contamos con el dinero-
-cuanto ¿?- pregunto rígidamente.
-unos 150 mil yens- el menor se paro. –que vas hacer?-
-ayudarte-
-que dices enano… no te preocupes-
-por favor… sirve para algo y mantente con vida un poco mas- dijo saliendo.
Comenzó a buscar su celular y no lo encontraba por parte, maldijo en el aire y se dirigió al trabajo de su tío, agradeciendo que no quedara tan lejos.
-y como está el viejo ¿?- pregunto.
-debemos operarlo… sé que no te debería pedir esto a ti… ya has hecho demasiado- dijo apenado.
-oye…- le levanto la cara. – Eres el hijo de mi hermana… y Jiraya es parte de nuestra familia, solo nos tenemos a nosotros cinco- le sonrió dulcemente. –veré que puedo hacer… cuanto se necesita?-
-70 mil yens- el mayor se sorprendió.
-es menos de lo que imagine- el menor solo asintió.
-bueno… creo que podemos hacer unos arreglos, también tengo unos ahorros de emergencia- el menor se paro y le abrazo. –Estará bien-
-sip… ahora me voy, tengo algo que hacer-
-le dirás a la abuela??- quiso saber.
-ya lo debe de saber- dijo seguro. – me voy-
Fue hasta su casa donde saco de un bulto que tenia escondido el dinero que llevaba dándole su abuela todos esos años, sabía que algún día lo necesitaría para algo así, agradecía nunca haber tocado ni un solo centavo, los conto y para su sorpresa había más de lo esperado, eso le ayudaría a pagar las medicinas, salió de su casa directo al hospital, donde dio el inicio para poder procesar, en 3 días pudieron hacer la operación, donde el rubio no asistió al instituto, y se la pasaba trabajando. Todo fue con éxito, pero ahora tenían un problema mayor, no tenían ni un solo ingreso ese mes, y la despensa estaba vacía, pronto cortarían el agua y la luz… trataban de buscar una solución, pero los dos universitarios no podían tomar un trabajo por sus horarios y lo que el rubio ganaba si acaso les podría dar para comprar algo de pan y leche, sin nada mas, esa fue la única salida.
*~+~*
-trasnochado ¿?- preguntaron tras él, ni se tomo la molestia de voltear. –estuviste en un funeral?- volvió a hablar.
-ey no te pases Karin- intervino el Nara.
-no tienes porque defender a la mocosa- dijo Sakura.
-la impertinente debe estar de luto- apoyo Suigetsu.
El de ojos azules se hizo de oídos sordos y siguió completando sus tareas. Escucho el sonido de su celular, sorprendido volteo, viendo que el azabache pálido lo tenía en mano, fijándose que lo revisaba.
-“Naruto-kun espero que tengas un buen día… a la noche nos vemos; un beso, Sai”- leyó en voz alta.
-que haces con eso ¿?- pregunto viéndolo mal.
-me lo encontré hace unos días- respondió.
-así que si es un puta- rio Jugo.
-es zorra, ZORRA, porque se los tengo que recordar cada vez ¿?!- dijo Karin hastiada.
-tal vez el dolor en el trasero fue lo que en realidad no lo dejo venir- comento Neji.
-kyaa, eres un pervertido- señaló. –Pero debes de tener razón- dijo Sakura seria de repente.
-tsk- alzo la mano frente al azabache (Naru se sentaba adelante y tras de él, Sasuke). –Devuélvelo- pidió.
-y si me niego muñeca ¿? - quiso saber burlón.
-“tu pelo realmente huele bien, Naruto… tus ojos me parecen lo m… thusikdj”- no pudo seguir porque le taparon la boca viéndolo con el seño fruncido, todos le miraban sin entender; y es que Naruto simplemente narraba todas las babosadas con las que le había saltado el azabache cuando estaban solos.
-nadie te creería- le murmuro dándole el celular y quitándole la mano.
-entonces porque reaccionaste así ¿?- sonrió como solo él sabe antes de voltearse, sacando el mayor un bufido mientras unos le preguntaban porque cedió tan fácil y este le dedico la peor mirada que les quito el interés.
Estaba cansado de todo, del exceso de clases solo por ser becado, de los estudiantes que se divertían con su físico, de tener que pasar tanta lucha cuando no siempre ha estado acostumbrado a eso, la preocupación que tenia por su familia, sentía su estrés en su máximo nivel, explotaría en algún momento, y eso era lo que quería evitar.
*~+~*
Al último timbre sonar se escondió sigilosamente, y siguió al rubio secretamente, se preocupo de sobre manera cuando vio a donde entro, se sentó en un banco cerca del lugar y espero.
*~+~*
-a qué hora te vas hoy ¿?- pregunto el gerente.
-hoy vine más temprano para poder irme a eso de las 11- contesto.
-bien, entonces nos vamos juntos- le sonrió.
-okey- accedió.
-oye, y q tal sigue tu abuelo ¿?-
-aun no sale del hospital, pero estará mejor- aseguro.
Horas pasaron y llego la hora de retirarse. El rubio se estiro y dejo al que limpia a cargo de las cámaras, recogió sus cosas y espero unos minutos por su superior.
-te vez cansado- comento mientras salían.
-que dices… si te vez peor que yo- rio el rubio. Y el mayor se le recargo del cuello.
-eso es porque me lo tengo que pasar metido hay!, y Kimimaro se cree el jefazo mandando por aquí y por halla- dijo dramático.
-jajaja, serás idiota, el ES el jefe- un jalón lo alejo del azabache casi cayendo. –Que demon…- volteo para dar un golpe pero le detuvieron la mano encontrándose con una mirada furiosa.
-Naruto!- llego hasta el. –que crees que haces ¿?- le pregunto al que sostenía al rubio contra si con propiedad.
-Sasuke déjame- dijo molesto.
-le conoces ¿?- preguntaron.
-lamentablemente- dijo moviéndose algo brusco. – Suéltame- volvió a decir.
-eres Sai?- pregunto viéndolo mal.
-sí, y que pasa con eso ¿?- contesto.
-no le vuelvas a mandar esos mensajes a Naruto- el rubio se quedo en shock.
-eso no lo decides tu- dijo burlón.
-es cierto!- apoyo el de ojos azules que en un segundo fue sostenido por Sasuke y sus labios fueron aprisionados, sus ojos ni pestañaban y algo cálido parecía masajear su cavidad bucal, su mirada se suavizó y por unos segundos se dejo llevar, hasta que pensó que el otro era buen besador, mordiéndole para que lo dejara. –que crees que haces ¿!?-
-nee Naruto- escucho a Sai hablar sintiendo que el mundo se le vino abajo. –No tienes que negar que es tu novio por nuestra relación… mejor, nos vemos mañana- dijo retirándose y dejándole la palabra en la boca al menor.
-qué coño crees?!. Si esto me trae problemas te mato- dijo como un demonio.
-cuál es tu relación con ese tío?!- pregunto ignorando lo de antes. – llevaban horas jodiendo en ese motel, es eso no ¿!?- dijo apretándole los hombros. –porque te me pones tan difícil a mi ¿?- quiso saber.
-lo que tenga que ver con Sai no es de tu incumbencia, con qué derecho te crees de andar indagando en mi vida y besándome delante de otros!, deja de ser tan metiche! Además… NO TIENES NI CON QUE PAGAR EL PRESIO DE MI TRASERO!- termino gritando molesto; no lo decía en el sentido que parecía, fue solo un impulso y lo que se le ocurrió.
-así que es eso?- dijo más tranquilo. –Al fin y al cabo sí que eres una puta- le agarro la cara sin cuidado. –cuanto ¿?-
-m-me haces daño- le golpeo el antebrazo para que le soltara. –me vendería a quien sea menos a ti… no quiero NADA contigo- dijo volteando.
-quinientos mil- dijo paralizando cualquier movimiento que podría hacer el otro pero se golpeo mentalmente y comenzó a dejarlo atrás. –bien, UN MILLON!- le grito.
-maldición- murmuro… realmente lo necesitaba, necesitaba algo de dinero y una vez no estaría mal ¿no?, es cierto que él no quería ser uno más y menos comprado… pero sería lo mismo, el tambien lo estaría utilizando ¿verdad?, pensó en rechazarlo nuevamente pero el recuerdo de ver a su primo y hermano pasando hambre como en un pasado le rompió el corazón. –no tienes en que gastar el dinero ¿?- pregunto simulando lujuria hasta llegar al azabache.
-exacto- concordó. –Entonces vamos- le tomo de la mano.
-que una cosa te quede clara- dijo deteniéndose antes de entrar al motel, el mayor se volteo viéndole con una ceja alzada. –Es mi primera vez siendo pasivo- el otro sonrió lascivamente. –solo porque diste un alto precio, así que no esperes mucho de mí-
-no te preocupes, yo hare todo- dijo volteando y entrando al lugar, los compañeros del rubio se sorprendieron pero antes de que le preguntaran algo este les hizo una seña de que guardaran silencio lo cual todos entendieron.
El azabache pidió una habitación y subieron en silencio, el Uzumaki se metió rápidamente al baño y se dio un largo baño, salió encontrándose a su compañero sentado en la cama esperando por él.
Estaba con el largo pelo recogido en una moña y el cuerpo cubierto con una bata blanca de baño, el azabache alargo su brazo pidiendo la mano del otro, que bajando la mirada hacia un lado la tomo, llegando hasta el otro, sintió como se la soltaban y el amarre que tenía en la cintura fue aflojado y como con un poco de ayuda la bata cayó al piso.
-etto…- dijo apenado.
-esto es… inesperado- escucho al otro decir viéndolo con “apetito” haciéndolo estremecer.
Nunca se hubiera imaginado que bajo aquellas holgadas ropas ese esbelto cuerpo se escondía, con los pectorales y músculos ligeramente marcados, lo justo, estaba comenzando a pensar que lo que pagaría por él, valía la pena, lo quería probar YA.
Unos dedos tomaron los suyos acercándolos a los labios del contrario que los besaron varias veces, su piel se erizo al tiempo que le lamieron el abdomen, subiendo hasta su cuello degustando de él con experiencia mientras se despojaba de su ropa, quedando completamente desnudo no pudiendo el rubio quitar los ojos de él.
-Dobe…- dijo antes de unir sus labios en lo que se volvió un beso “francés”, soltando en el proceso el pelo del menor que sentía su cuerpo arder con cada rose. –quiero que me la chupes- dijo secamente en el oído del menor que lo hizo coger algo de pánico, pero debía alejar cualquier pensamiento.
Bajo hasta quedar arrodillado frente al otro, donde tomo con duda la virilidad media erecta de este, le dio un beso a la punta, y a partir de ahí como si hubiese descubierto lo mas fantástico no pudo aguantarse las repentinas ganas de querer probarlo por completo, lamiéndolo por desde la raíz hasta la punta, engullendo el glande dándole el placer suficiente como para escuchar los suspiros del mayor, provocando que mirara hacia arriba encontrándose con ese frio rostro vuelto una llama caliente, asiéndolo querer ver más, atraganto lo que pudo de aquel exabrupto pene, haciendo movimientos de vaivén, sintiendo el liquido pre-seminal en su paladar. Masajeo con amabas manos siguiendo un patrón con su boca, alejándose en el momento justo como para que de la semilla del otro le callera una pequeña parte en la cara. Fue levantado por el mentón y los restos limpiados por la lengua del azabache, que al finalizar lo beso haciéndolo saborear lo que quedaba.
El menor término recostado en la cama con su largo pelo esparcido por doquier, el mayor se posiciono entre sus piernas, viéndolo detalladamente una y otra vez mientras le toqueteaba, y dejaba marcas por donde su boca cruzaba.
Su cuerpo ardía al sentir aquello, le estaba entregando todo a ese engreído, desde su primer beso, hasta esto (algo q Sasu no sabía) y disfrutaba de ello, no sabía que el placer podía ser tal, que su temperatura podía llegar tan alta, que su lujuria fuera tan fuerte, que el otro podía sacar del esos pensamientos desvergonzados a flote.
-umm…- su palo era atendido por el musculo bucal del azabache, no dándose cuenta el rubio en el momento en que este había cogido un sobrecito de lubricante, pero ya se encontraba untándolo, y sorprendentemente, al notarlo no sintió miedo, sus ojos estaban cegados por el pecaminoso placer que presenciaba.
Dos dedos se adentraron sin problemas, como si esa parte lo estaba esperando, movimientos circulares y de tijera le ensanchaban para evitar daño, acostumbrándose a la extraña sensación, cuando el otro lo creyó conveniente adentro uno más, entrándolos y sacándolos.
-estás listo ¿?- pregunto viendo con satisfacción el sonrojado rostro contrario que se limito a asentir.
Se reincorporo y levanto las piernas del rubio una hasta su hombro y la derecha con su antebrazo, posiciono la punta en el anillo y poco a poco fue entrando viendo como los azules ojos parecía querer dejar salir unas cuantas lagrimas. Era tan ajustado, mejor de lo que se esperaba, sabía que aquel chico tendría que tener algo para llamar su atención de aquella manera.
Realmente dolía que aquel trozo de carne se hiciera paso en su interior, lo sentía como si miles de agujas le puyasen, apretaba la sabana con sus manos, mientras veía como el otro se cercioraba de entrar sin problema y se relamía los labios, se detuvo sintiéndose el menor agradecido.
Dos minutos después, comenzó a moverse lentamente, sintiéndose de maravilla, las embestidas comenzaron a tomar un poco de velocidad.
-aah… e-esp… AH- gemía el rubio que comenzaba a sentir un placer doloroso.
-unh hm- se acerco hasta el cuello del chico donde besaba mientras se adentraba lo más que podía.
-AAHHH!- ese grito le saco una sonrisa al mayor. –ha… e-eso- dijo sin entender.
-qué?- se reincorporo un poco el azabache para verle mejor. –esto?- dijo dando en el mismo punto haciendo temblar al Uke.
-aah, s-sii, Sasu…ke ah- decía lleno de placer.
-ah… eres maravilloso- dijo aumentando lo mas que pudo las penetraciones mientras le besaba, se alejo un poco ya que sentía que iba a llegar al clímax.
-y-yo… - sus manos fueron entrelazadas por la contraria, y viendo los oscuros ojos sin fin del Uchiha se vino sin poderlo aguantar más, sintiendo como algo caliente se esparcía por su interior.
-ah- se tumbo sobre el rubio. Saliendo de él y volteándolo. –Quiero mas- le susurro al oído para luego de halarlo sin brusquedad por el pelo, el menor sentir los suaves labios de Sasuke apoderarse de los suyos, volviéndose a excitar por un placentero beso, no siendo el único al sentir la virilidad del otro volver a adentrarse a él.
-Ah… - se apoyo de sus antebrazos mientras mantenía la cadera alzada ya que el otro estaba tras de él arrodillado embistiéndole. –c-caliente- sus cuerpos sudaban por el ejercicio.
-e-estas muy apretado… ung- decía mientras era un poco dificultoso moverse.
-m-más… fuerte- pedía moviendo sus caderas para ayudar a las embestidas.
Tuvieron en total 3 secciones de sexo, el rubio descanso media hora, viendo al azabache salir del baño listo. Pasándole a él una tarjeta.
-su límite es un millón, úsala hasta que quieras-
El rubio sintiéndose mal consigo mismo, la tomo, después de todo ese era el trato.
-que te quede una cosa clara… primero esto no se repetirá y segundo ni se te ocurra si quiera mencionar algo- dijo amenazante.
-porque no?, si la pasamos muy bien!, y no te inquietes que no lo diré… pero piensa lo de que pase de nuevo- el rubio bufo y con dificultad se paro poniéndose la bata, la puerta sonó, ya eran las 3 de la madrugada el mismo fue a abrir.
-k-Kimimaro- dijo nervioso.
-de empleado pasaste a cliente ¿?- pregunto sin inmutarse.
-y-yo lo puedo explicar…- dijo apenado.
-pensé que tu hora de trabajo la terminaste a las 11… si querías quedarte más tiempo pudiste simplemente hacerlo pero haciendo para lo que te pago-
-pasa algo ¿?- pregunto Sasuke llegando tras el rubio abrazándolo.
-no es lo que piensas… s-Sasuke es m-mi ex novio- dijo como excusa. –solo nos encontramos… y quisimos recordar viejos tiempos-
-seguro ¿?- quería cerciorarse.
-si- contesto rápidamente.
-no es conveniente que si quieres usar un lugar para tus necesidades vallas al lugar donde trabajas… no te sancionare esto porque no lo sabías- dijo antes de irse. El rubio cerró la puerta, se soltó del abrazo, y suspiro pesadamente.
-No pensabas decirme que trabajabas aquí y que en realidad no te vendes ¿?- pregunto el mayor viéndole interrogante.
-lo acabo de hacer… ambas cosas- dijo viéndolo fingiendo que no le importaba realmente lo que el otro pensase. –Cuando salga… no te quiero ver- se tranco en el baño.
-eres muy frio…- dijo mas para sí ante esto.
Al terminar se encontraba completamente solo, tomo sus cosas una vez listo y se retiro a su casa, encontrándose con su hermano esperándolo despierto, le mintió diciéndole que trabajo más porque le ofrecieron un dinero extra y que con ello podría comprar al otro día para comer, el mayor no muy convencido no le critico y se acostaron.
*~+~*
Se despertó bien temprano antes que nadie y salió, llegando a la escuela en a las 10 de la mañana. Solo había dormido unas dos horas, y estaba aun más horrible que el día anterior.
-chica, te has vuelto muy irresponsable- comento Jugo.
-jee, miren eso, son chupones lo que veo ¿?- dijo Sakura al notar marcas rojas en el cuello del rubio.
-les dije que era una zorra- se ajusto los lentes Karin.
-no creo que fueran de una pareja… sabia que se vendía- rio Suigetsu.
-yo no daría ni 500 yens por el- dijo seguro el Hyuuga.
-pero que dices ¿?- pregunto Sasuke. –está claro que eso es DEMASIADO- dijo altanero.
El rubio que apenas se había sentado se paro nuevamente volteando a darle la cara. Le miraba con el seño fruncido al tiempo que sacaba su billetera y de ahí una tarjeta de crédito color platino que eran de un mínimo de 500 mil yens. Se lo puso sobre la mesa dando un fuerte golpe.
-te contradices mucho- hablaba tan tranquilamente. – claramente no alardeas de lo sucedido… y sabes que- le miro con más severidad mientras todos le escuchaban sorprendidos. –mi respuesta seria la misma, NO se repetirá-
-que dic…- trato de hablar pero no le dejaron.
-porque apestas en el sexo- mintió. -ni que me dieras 2 millones lo haría, que desencanto- tomo su mochila saliendo del aula dejando a todos viendo a Sasuke entre sorprendidos y con burla, fijándose en que la tarjeta si llevaba su nombre grabado.
-jajajaja, Sasuke, se acaban de burlar de ti- reía Suigetsu. –en verdad te lo tiraste ¿?-
-no seas ridículo- su vos sonó grave provocando que los murmullos se detuvieran. – tenía unos días con mi tarjeta perdida… pensar que ese inútil la tomo y mira que querer hacerme pasar por estúpido- trataba de controlar la molestia para que le creyeran. – me importa una mierda lo que ustedes digan, pero saben cómo soy… saquen la conclusión más sabia sino quieren verse afectados- muchos tragaron es seco.
-es imposible… Sasuke no haría tal cosa- decían por aquí y por allí.
-yo no estaría muy seguro- le dijo bajito Neji al sentarse en su puesto junto al azabache que le miro por sobre el hombro. –no soy tan idiota como ellos… y yo si se cómo puedes ser de codicioso- sonrió.
-ya veo… lo dices porque eres así también?- alzo una ceja el de ojos negros.
-pues claro… note que Naruto tiene algo mas, y gracias a ti sé lo que es- le miro con superioridad.
-por dios, tu sabrás que tan bajo caes… no me involucres- dijo mostrándose desinteresado.
*~+~*
El rubio llego a su casa y se tranco en su cuarto, realmente se sentía usado… sabia que el azabache iba a comentar algo, pero definitivamente el mismo por boca suelta revelo todo, era un estúpido. Lagrimas cayeron de sus ojos sorprendiéndolo.
-Naru…- escucho a su hermano decir apenas entro al cuarto.
-d-Dei… que haces aquí ¿?- pregunto tratando de detenerlas.
-eso no importa… porque lloras?- quiso saber llegando hasta donde su hermanito abrazándolo.
-n-no es nada… es que me molestan en el colegio ya sabes- dijo tratando de no preocuparlo de mas.
-pero nunca habías llorado- dijo preocupado.
-e-es solo que llegue a mi limite… solo lo estoy sniff dejando emerger- dijo acurrucándose en el pecho contrario.
-fue el grupito del Uchiha de nuevo- mencionar ese apellido hizo al menor ponerse peor, por lo cual no le tuvo que confirmar nada más.
Llegada la noche Naruto aun seguía deprimido. Todos en su casa estaban preocupados por él.
-bien, me harte- dijo parándose el rubio mayor poniéndose su abrigo.
-que pretendes ¿?- quiso saber Sasori.
-solo iré a hablar con el mocoso ese… lo pondré en su puesto-
-no vayas a causar un alboroto- dijo tranquilamente.
-pues justo ESO voy a hacer, a ver si le enseñan modales- no espero respuesta y se dirigió a la mansión Uchiha, pues al ser de las más vistosas de la ciudad no había nadie que no la conociese.
Se coló por entre la rejas sin dificultad, camino un largo rato hasta poder llegar a la puerta principal donde boceo con toda su fuerza.
-UCHIHA ESTUPIDO SASUKE!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!- ni el mismo sabía que podía llegar tan alto. –MOCOSO!!!!!!!- seguía. La puerta se abrió dejando ver a un galante azabache que le dejo sin habla.