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1+5=6 por sleeping god

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Notas del capitulo:

Antes que nada, disculpen que subiera dos veces el mismo capítulo, fue un resbalón de dedo.

Sin más po decir espero que sea de su agrado.

Bostezó mientras estiraba los brazos y las piernas en su cama, hasta que un dolor intenso en todo su cuerpo y en especial en una parte especifica de este lo detuvo.

-… auh… mi…- no terminaré esa oración

Abriendo los ojos descubrió a su pareja con la ropa del día anterior pero con el chaleco que usaron en su cita, golpeándose repetidas veces la frente contra el escritorio y con una mueca neutral en su cara.

-me…- decía mientras entre cada palabra metía un golpe de frente-… quiero- otro-… morir…- y uno más-… ya…

-eh… Grimmjow- le habló preocupado y a la vez guardando una risa de burla.

Se azotó una vez más y dejó la cara recostada- buenos días…- le dijeron como obligación.

-¿Qué tienes?

Te cree un loco ¿O ya olvidaste que le dijiste que eres un shinigami?

Palideció ante el recuerdo. Podía ser que su pareja se arrepintiera ahora que creí estar saliendo con enfermo mental.

-…tengo… tengo…- después de unos segundos se levantaron y se le acercaron hasta el rostro- te diré lo que no tengo, no tengo madre, no tengo vergüenza, no tengo razones para creerme tanto, no tengo…

-Grimmjow- que raro…

-no tengo ganas de saber ni decir nada… tengo ganas de morirme- la energía que presenció todo ese tiempo pareció ser drenada esa mañana, con ese que se recostaba en la cama y volvía a golpearse contra esta.

Se sentó para acariciarle el cabello, si bien parecía un niño con esa actitud viéndolo bien en sus fracciones se leí la ansiedad, el miedo y la preocupación real.

Quiso empezar la charla, sin embargo las palabras parecían no querer salir.

Un shinigami es… sólo creerá que estoy más loco… ¿con que debería empezar?… con Rukia… ella podría corroborar… o pensará que ambos estas igual de dementes…

-Ichigo- llamó secamente su pareja.

-mande.

-quiero aclarar algo… y posiblemente hasta aquí llegue todo.

-¡¿qué?!

-me gustaría… me encantaría pasar el día contigo, sin pensar en… nada.

Lo escuchó con atención, podía salir algo bueno de ello. Antes de hablar con la verdad.

-bien- le sujetaron para abrazarlo y susurrarle al oído.

-me vas a odiar pero yo te amo…- y antes de cualquier reclamo lo besaron- bueno- le dijeron con la sonrisa que parecía de maniaco, la sonrisa normal- báñate, vístete y vámonos o te haré el amor por andar de ofrecido.

-¡que ofrecido ni que mis calzones!-¿Qué tiene?

-besuqueándome mientras estás desnudo y en la cama, yo a eso le llamo andar de ofrecido- bajó la mirada para verse cubierto por una sábana blanca, diferente a la de anoche.

-sacaste la cobija. La van a ver mis hermanas, pendejo.

-tranquilo, las lave yo-jaló la cobija más arriba y se relajó.

-menos mal… vete- le ordenó clavándole la mirada.

-¿Por qué?

-no dudo que apenas me pare me sigas.

-buena idea.

-¡Grimmjow!

-ya, ya…- estando solo siguió las instrucciones que le dieron, más no estaba calmado, esa última aclaración le hizo pensar que no era por su declaración sino que algo más y que molestaba la conciencia de su pareja.

-Ichi-nii- la voz tierna de su hermanita fuera del baño lo llamaba- te dejo la ropa limpia.

-ah, gracias Yuzu…-por si las dudas- mi sábana…

- la quise lavar pero tu amigo insistió en que lo haría el mismo.

-bueno-que alivio… ese cabrón era capaz de sacarla y listo.

-y además me dijo que regresaba por ti.

-¡¿qué?!

-si, que saldría un momento.

 

El sábado fue como pocos que recordara, siempre se salía a vagár y a ver con quien de sus amigos se encontraba, nunca quedándose en casa. Por eso era diferente, en su hogar, sentado en la cama leyendo una revista, esperando desde la mañana a su novio que actuaba extrañamente.

Debería salir a buscarlo.

Volvió nuevamente a ese tema para llegar a la misma resolución, dijo que volvería por el así que lo esperaría.

-puede… ser que ya no quiera verme…

No creo que deje pasar la oportunidad de salir con un shinigami.

Qué clase de persona quisiera salir con un loco que se cree un fantasma… que idea tan estúpida, nunca debí decírselo.

-¡no sé! ¡No sé! ¡No sé! ¡No sé!- por fin oyó la voz del peliazul, gritando mientras subía las escaleras. Cuando se asomó a ver que alegaba vio a su padre en la parte baja de las escaleras. Algo  debía haber preguntado y seguramente, para no mentarle la madre, prefirió hacerle al loco.

-Grimmjow- se quitaron las manos que cubrían los oídos para contestarle.

-Ichigo, perdón por la demora… un… es… - le pareció que buscaba palabras sin encontrar cuales decirle. Quiso preguntar pero le pareció que a eso se refería en la mañana y lo mejor era utilizar lo que les quedaba de día.

-vámonos. Y por llegar tarde, tu pagaras- pasó a su costada para comenzar abajar.

-sólo me invitas una comida y ya crees que te debo mantener, vieja tenías que ser.

-¡¿Cómo me llamaste, mandilón?!

 

Escuchaba placenteramente la risa sonora de Jaegerjaquez, después de una disputa por decidir que irían a un festival hasta el otro lado de la ciudad, donde el insistía que sería un enorme gasto pero que pareció no importarle mucho,  terminaron entrando en un show para niños, uno de marionetas, que parecía causarle mucha gracia al otro las acciones simples.

-Haz que todo lo que yo toque con mi cuerpo se convierta en resplandeciente oro- profería una marioneta disfrazada con ropa de arreglos dorados que hablaba con una de apariencia de genio. Se bajó el muñeco y le coloraron una mano en color dorado. Volvió a reír su pajera con el cambio obvio para dar a entender la historia.

 

La obra continuó con el mismo humor, aunque en pocas ocasiones a el le diera mucha gracia.

-el rey Midas tiene orejas de asno- repetían unos títeres disfrazados de cañas, causando una risita en los niños y una carcajada en su pareja.

Se ve contento… como si nunca hubiera venido a estos lugares.

 

Al salir, el otro controló su carácter pero aun bastante divertido.

-ah… pinche rey Midas, pendejo.

-Grimmjow, no te bastó con burlarte durante toda la función.

-no, fue divertido. Hay que volver en otra ocasión.

-claro.

-y tú que no querías venir. “Está bien pinche lejos” “el taxi nos va a cobrar como si fuéramos a la luna” .

-ya- le dijo fastidiado, la verdad se divertía también- igual tu pagas.

-vamos allá- antes de ver que señalaba ya lo tiraban del brazo para llevarlo a un tiro al blanco.

-déjame intentarlo- propuso pero no le dejaron tomar el arma.

-trataras en otro.

-¿Por qué?

-porque…- le contestaban mientras apuntaban al blanco, tenía todo el aire de un profesional-… el novio es quien gana el premio para la preciosa jovencita.

Sin querer se sonrojo enfrente de todos los que escucharon la declaración, para ya no dejar dudas.

Qué bueno que no vivo por aquí.

Y para empeorar las cosas cumplieron con el premio. El desgraciado era un excelente francotirador.

-¿Cuál quieres?

Vio todos los premios y le llamó la atención una enorme pantera negra.

Si fuera azul…

-deme aquel- pidió el mayor leyendo su mente.

-para eso tenía que pedir la escopeta- aclaró el vendedor.

Bueno, supongo que estará bien…

Revisó nuevamente hasta dar con una gatito azul.

Ese.

-¡escopeta ni que mis huevos! ¡Deme el que le ordené, hijo de su…!- lo descuidó un segundo y ya le estaba apuntando con una pistola de balines al hombre.

-¡Grimmjow! ¡Déjalo!- le sujetó el brazo y detuvo el disparo antes de que el ya petrificado hombre recibiera un balazo- ¡quiero el gato! ¡Quiero el gato!

- bueno- se calmó enseguida y lo agarró para dárselo- toma- le dijo con una tierna sonrisa.

-pinche bipolar.

-yo también te amo- para dejar de lado el incídete, le quitó el arma y la devolvió al puesto-aahh, yo la quería.

-no, Grimmjow- pasó por un estanque con peces, donde se le ocurrió devolverle el favor a su novio- aguántame- le dio el peluche y pago una red para atrapar uno.

Pronto se dio cuenta que lo suyo no era lo frágil, después de 15 intentos incluso la joven que atendía el puesto le propuso regalarle el pez.

-no, yo puedo- rechazó de inmediato.

-Ichigo, más fácil los atrapas con los pies. Ya deja. Ya hasta me canse de burlarme- se agacharon a su lado.

Fijó la mirada en uno de color blanco con manchas doradas, pero antes de meter la red de papel algo más se introdujo, atrapando a su pez. Giró para ver a la pantera con el pescado en sus manos, sin embargo para pronto lo tomó de la cola y empezó a llevárselo a la boca.

-¡¿Qué estás loco o sólo no puedes controlar tu hambre?!

-ejeje- le contestaron regresando el animal a su palma- es igual que el sushi.

-¡no, no es igual! ¿Te lo iba a regalar para que te lo tragaras?

-¿me lo ibas a regalar?

-señor- le interrumpió la muchacha- el pez se ahoga- lo devolvieron al agua.

Renunció a ese juego y buscó otro, no sin antes preguntar.

-¿Qué tiene de malo que te regale algo?

-… nada… sería algo que me recuerde a ti.

-pues… supongo- una mano lo sostuvo para atraerlo al fuerte cuerpo del otro. Aun entre tanta gente, al ver que pensaban besarlo lo olvidó y cerró los ojos, esperándolo.

- no me regales nada- le dijeron sin nunca juntar los labios. Incluso lo soltaron.

¡Me hizo quedar con un pendejo con el hocico parado!

Lo alcanzó y vio nuevamente melancolía en su expresión.

-quedamos en eso hasta regresar- le aclaró para borrar la expresión en su cara.

-cierto ¡vamos a comer!

 

Durante toda la tarde se la pasaron entre juego y postre, lo a que al final tuvo sus consecuencias clásicas, nunca dejando de ser divertido. Más algo lo molestaba y era que ni en la rueda de la fortuna, con su ya clásico romanticismo, no recibió un beso a pesar de que el mismo se acercó a hacerlo, sino que giraron la cara, le acariciaron el cabello y permaneció abrazado, sin más.

¿Le causaré asco?… ¿miedo?… ¿repulsión?… ¿Por qué no me besa como antes?

Entraron en la habitación oscura, en la casa de terror, donde lejos de asustarse estaba preocupado por el hombre que lo llevaba de la mano.

-Grimmjow- le habló aunque este le avisó que tendía a ponerse “muy extremo” cuando trataban de asustarlo.

-¿miedo?

-no…

-¡mierda!- espetaron a la vez que noqueaba a alguien disfrazado de oni- uno menos.

-deja de hacer eso- le regañó por ser el 6 golpeado.

-intento.

-ya no…- humedeció su garganta para poder terminar- …tienes que salir conmigo si no quieres.

Eres toda una chica, rey.

Cállate.

-lo mismo te digo-¿de qué habla?

-bueno… ¿Por qué no me besas?… no es que quiera… es que… parece que lo evitas.

En la oscuridad lo único perceptible eran los fuertes brazos que lo rodeaban y las manos que acariciaban la cara y el cabello. Relajó el cuerpo, recargándose en el pecho.

-porque está mal que yo lo haga…- y antes de poder hablar le cortaron- no preguntes, espera un poco más.

Al final salieron, siendo regañados por la seguridad del lugar pero sin mayores problemas.

Se quedaron unos minutos sentados en el pasto viendo el cielo oscuro y estrellado.

-creo… - rompió el silencio el hollow- que es hora de irnos.

Abordaron un taxi, yendo en silencio cada quien en una de las ventanas.

Aunque el me creyera un loco… no debería ser razón suficiente como para que me tenga asco… como para no besarme… o dejarme.

Acortó la distancia que los separaba, le obligó a dejar de ver por la ventana y, aun con el taxista mirándolos por el retrovisor, juntó su boca y no le permitió alejarse por unos segundos. Al separarse vio que su humor no cambio, seguía ausente y neutro. Por un momento pareció que lo abrazarían pero la mano la dirigió a su propia cabellera y después regresando a la ventana, bajando el cristal y dejando que el frio aire tensa más la situación.

No debí ser tan impulsivo.

Durante todo el trayecto no se dirigieron la palabra. Jugó con las orejas de su regalo y abrazándolo para mantener las lagrimas dentro.

Pararon en su hogar, se bajaron y subieron monótonamente hasta la habitación, se sentaron uno frente al otro en la cama, donde les daba el aire de la ventana abierta.

-ayer no te dije algo que…- empezaron sin realmente mirarlo-… bueno, debí decirte y…quiero que me dejes explicarte todo a detalle porque… no tiene perdón, pero es que… te amo y…

-no te entiendo.

- ayer con…

-¡Ichi-nii, ayúdanos con un paciente!- ¡perfecto el puto momento!

-espérame un momento- no quería bajar pero no tuvo de otra.

 

Cargó con hombre maduro, lo suficientemente pesado para que sus pequeñas hermanitas tuvieran razones para pedirle ayuda y su padre entendía a los demás; al parecer producto de un accidente vial.

En las escaleras escuchó que tocaban la puerta, siguió subiendo hasta recordar que nadie podría atender. Regresó y abrió, más no había nadie.

Pinche momento de hacer bromas.

Le pareció, antes de regresar, escuchar unas voces cuchicheando a un lado de su casa. Fue a ver quién o quienes le jugaron esa jugarreta y enseñarles que con Kurosaki Ichigo no se juega.

- bueno-¿Grimmjow?

No pudo continuar moviéndose cuando vio a su pareja hablando con aquel mimo, con Ulquiorra.

-y… quería saber…- no bastando que pareciera que charlaba con el en secreto, fue fácil darse cuenta de la ropa diferente, de “su pijama”, pero aun más era el hueco en su estomago y el fuerte reiatsu apenas contenido-… si querías salir conmigo a…

Un hollow.

Está saliendo con ese.

¿Rey?

- eres una golfa ofrecida- se pasmó tanto como el pálido. Por fin se acomodó lejos de la vista de ambos.

-…pero…

- Ulquiorra ¿Qué crees qué fue lo que hicimos en la escuela?- creyó saber que sería pero no lo razonó bien.

-…pues… tu… me…

-tuvimos sexo, nada más- tapó su boca con ambas manos, quiso gritar y a la vez guardó el llanto.

-sólo… sólo… sólo sexo…

-no quiero, ni voy a querer de ti nada más-¿en que soy diferente…? de eso quería hablar… iba a terminar conmigo.

-entiendo… me voy.

¿Esperabas más de un hollow? Recuerda que están vacios.

No tiene nada que ver lo sea…

Por supuesto que si, tiene mucho que ver que sea…

-es un hollow-reprochó en voz alta mientras las lagrimas deslizaban por su mejillas. Por fin entendió a que quería llegar ese ser interior, era imposible que algo así sintiera.

-…Ichigo-alzó la cara que bajo pues frente a el su novio lo miraba espantado

-te atrape… ¿verdad?- le dijo intentando reír pero no paró de llorar.

Esperó una respuesta que no llegó.

Soy un idiota… tan apendejado que seguramente acortando la distancia se debía sentir la presión espiritual.

Salió corriendo sin rumbo cuando la mano de su pareja se posó en su hombro.

-… ¡espera!- le pidió el arrancar que fácilmente lo alcanzaría. De su bolsillo sacó la placa y dejó su cuerpo sin importar donde callera, por ahora se dedicó a correr sin ver el camino por entre las lágrimas.

- ¡detente, Ichigo! ¡Por favor!- la voz se acerca cada vez más. Cerrando distancias hasta que lo atraparon en una tacleada que por poco lo tira-¡Ichigo… sólo un momento!- trató de liberarse pero sin mucho éxito, aun se sentía seguro junto a ese cuerpo, aun latía su corazón cuando parecía que era importante para ese

Aun lo amo.

Rey, no seas ingenuo.

- Ichi…

-¡aléjate!- ordenó intensificando su sufrimiento, le costaba creer que sólo por ser un hollow fuera así siempre. Lo obligaron a estar recargado en la pared de un callejón, con los brazos del otro cerrándole las salidas.

-déjame explicarlo…-le golpeó el abdomen, debajo del hueco, escuchando como tosió un poco pero no lo soltó.

-bankai- terminemos con esto.

Sin pensarlo estiró a zangetsu, cerrando los ojos y perdiéndose en la oscuridad.

-perdó… name- entreabrió los ojos, pareciendo que en realidad no atravesaba nada su espada, aunque claramente sentía estar clavada en algo.

La distancia que los separaba desapareció, lo abrazaron con fuerza, al mirar a la derecha pudo ver el mango de su zanpakutou, clavado completamente en el hombro del otro con  tal de tenerlo junto.

-¿Grimmjow?- no es malo… se equivocó… nada más.

Naturalmente es malo, rey, te lo ha demostrado.

-Grimm… jow- tocó por el lado de la espalda el resto del arma que salpicaba sangre- ¡Grimmjow!- no puede ser malo si se lastima con tal de…

-no llores…-de que yo deje de llorar.

Nunca entiendes, es una trampa, algo más para herirte… ¿o tú crees que algo como lo que mató a tu madre siente pena, lastima, cariño… amor?

-no… me toques- dijo al pensar en su madre, víctima de un cruel hollow.

-lo siento-aun tratando de alejarse y evitando a toda costar sentirse mal por esa sangre que lo empapaba, no lograba alejar las brazos del espada…- jamás debí mentirte. No puedo negarlo, si, tuve sexo con Ulquiorra, pero…fue porque tenía mucha calentura de cómo me dejaste en la mañana.

-¡sólo por…!

-¡ya lo sé!...ya sé, no es razón para lo que te hice. La verdad es que fui un imbécil, un pendejo, un perro sarnoso o como quieras llamarme. Lo peor de esto es verte llorando… y creo que al seguir contigo te continúo lastimando. Más no quiero renunciar a ti, aunque sepa que estarás mejor sin mí, disculpa que sea tan egoísta y posesivo.

-te vale madres lo que yo quiero ¿Es lo que quieres decir?- miente… mintió cuando nos conocimos, mintió en el cine, mintió en la escuela, mintió durante el sexo, mintió en el festival… es tan buen mentiroso que eran falsas esas risas… y ese sentimiento…

-no, te daré todo lo que quieras y haré lo que sea por tu perdón. Sólo quiero seguirte  diciendo… gracias por amarme… lo siento, perdona por mentir.

-¡¿qué esperas con esto?! Aunque te perdonara eso…

Jamás podrá cambiar el hecho que desde dentro es un ser cruel y sin sentimientos.

- …¿Cómo se supone que vas a arreglar el otro problema?- es un hollow… y eso no se puede disculpar.

-haré lo que sea.

-¿vas a disculparte por siempre?

- si, si es lo que hará que me perdones, lo haré por siempre.

¿Y cómo va a disculpar lo que es?

- ¿y cómo vas a disculpar lo que eres?- se alejaron lo suficiente para que viera la duda marcada en su rostro. Sin tener idea que le causaba molestias.

-… ¿lo qué soy?

Un hollow y un shinigami no pueden convivir.

-¿de verdad creíste qué… podríamos ser… pareja un shinigami…- trató de decir guiado por la voz de su interior, hasta que se quebró y no pudo continuar… mas eso no impidió que terminaran por el-  …y un monstruo, un hollow? ¿Creíste que continuaría besando un ser… no, una cosa como tú sin sentir nauseas? Algo como tú que ni sentimientos posee.

-¿de… de qué hablas?- no podía ni creer lo que decía y por eso no le sorprendía lo confundido que se encontraba el peliazul.

No debería decirle esto… sólo debería estar molesto por lo que hizo con ese paliducho.

¿Me estás diciendo que no te importa que esto tenga tanta compasión como la que tuvieron con tu madre…? No es diferente, si él hubiera podido le habría hecho lo mismo. Entiéndelo…

- que no sientes nada, ni por mi ni por nadie. Eres sólo un cascaron vacio, igual al que mató a mi madre, igual… igual a todos- descargó con el espíritu la culpa que nunca pudo echarle al alguien más, le liberó el corazón para colocarle una carga aun más pesada.

-¿eso es lo que crees?- retrocedieron hasta darle suficiente espacio personal.

 El sonido de la carne lacerada inundó el callejón por la espada siendo sacada del hombro como si no doliera.

-… toma…- le arrogaron el arma ensangrentada a sus pies -…shinigami- la mueca que observaba parecía tener odio y sobre todo decepción.

No dijo nada cuando le dieron la espada y se fueron. Poco después cayó al suelo y lloró como un loco.

Cálmate.

No quiero… yo no quería hacerle eso…

-no sé por qué fui tan cruel…- recogió la zanpakutou, manchándose las manos de rojo-… él me odiara pero yo lo amo.

Notas finales:

Gracias por leer.


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