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1+5=6 por sleeping god

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Notas del capitulo:

Disfrútenlo y espero sea de su agrado.

Se entretuvo durante casi toda la noche en ver la luna y las estrellas, localizando constelaciones, creando propias, jugando con el cabello anaranjado de su novio, viendo a este, estrujándolo más contra su cuerpo, pero sobre todo, culpándose internamente.

¿Por qué Ichigo no se despierta? Lo único que debo hacer es decirle todo en cuanto se despierte…así es, en cuanto se despierte.

Dio un suspiro lo más bajo que pudo.

Con que el vivorón y eterno solterón de Grimmjow Jaegerjaquez se ha enamorado. Pensar que hace unos días no me habría imaginado suplicando misericordia…

El sol hizo su aparición dejándole camino libre a levantarse y comenzar a ponerse en acción sin verse tan raro. Se sentó en la orilla de la cama, sintiendo el frio de la mañana y la maldad de su propia existencia dañando a alguien que no quería herir sin importar que.

No hay remedio… en cuanto se despierte… todo esto se acabará.

Se acomodó la ropa interior para subir el cierre de su pantalón, después se quitó la playera y la cambió por el chaleco negro que aún conservaba. Regresó los ojos a su adorado Ichigo que dormía sin ninguna preocupación, tomando en cuenta las cobijas hizo el favor de quitarlas, con el cuidado de no despertar al pelinaranja, y bajarlas para lavarlas junto con su camisa.

En la planta baja la actividad ya existía, con las pequeñas niñas desayunando y su “suegro” preparando algunos medicamentos.

-buenos días- le dijo una de las hermanas, Yuzu.

-buenas- respondió por obligación.

-estaba por lavar- le agregaron al ver que bajaba ropa- dámelas y yo lo haré.

No creo que sea sano para una niña tan pequeña ver para que se inventaron en realidad las noches.

-no… mejor yo las meto.

-pero…

-nada, yo lo hago- estoy sonando amable, que no se queje.

-si, pero…

-mierda.

-está…está bien. Sígueme.

Ya después de asegurarse de que estuvieran mojadas y semi limpias se devolvió a la habitación.

Se le veía en la cara que quería preguntar de qué se ensuciaron pero creo que ese “mierda” le hizo entender que no estoy para aguantar pendejadas de hermanas que no saben que su hermano ya coge.

-oye, tú- le habló con voz ronca el padre de su novio.

-¿Qué quieres?- a Ichigo le dije que no lo odiaría más no que me llevaría de las 6 mil maravillas.

- hablar contigo.

-lo estoy escuchando así que hable.

- mis hijas dijeron que oyeron mucho ruido en la habitación anoche.

-si ¿y?

- pues que…-¿a poco en serio me va a decir que me tire a su hijo en silencio?... ¿me va dejar tirar a su hijo?...a huevo que soy un encanto- ….no se golpeen tan noche.

-¿que?- ahí voy, pendejo, a cagarla con el estúpido “¿que?”

-¿no era eso lo que hacían? Es lo que dijeron mis hijas.

- ah, si, golpearnos. Trataremos.

- muy bien. Respecto a cuándo te march….

-no le importa- calló secamente y se alejó por las escaleras.

Lavó su cara y se remojó el cabello antes de volver a la habitación, odiando su propia reflejo en el espejo.

Para no despertarlo se sentó en la silla del escritorio, viéndolo durante unos segundos.

¿Se despertará con un beso? Ya quisiera que yo sólo le diera un beso para despertarlo.

Dejó que el tiempo se escurriera pero no había ningún cambio en su pareja.

 Ya llevo como 6 minutos a su lado y ni se mueve, el muy gato no sabe como me corroe lo que le quiero decir… bueno, en lo mientras pongamos en orden cómo le voy a decir las cosas…podría empezar con un…

 -Ichigo, ¿tú te crees tan buenote cómo para sólo me acueste contigo?- interpretaba al aire imaginándose dentro de la situación.

Sí, creo que empezaría así si…no quisiera que me perdone. No, quizá… directo al grano.

-quiero que sepas que soy un completo imbécil.  Ya que me responda con el maricón “¿por qué?” ya le diría que me tiré a Ulquiorra, luego le doy la razón…

Que después de todo es sólo una razón no una excusa, después de que halle la manera de que me perdone, le digo lo menos importante, no creo que el me salga con un “te voy a dejar por ser negro…”….ah, no, se me olvida que esto no es racismo, sería un “te voy a dejar por ser mi enemigo” no, me saldría con un “eres un golfo, mentiroso, hijo de gata, no tenías porque mentirme” y por último la explicación de mi misión. Si, de esa manera será……

-¿a quién engaño? Va a ser más difícil que hacerme acariciar un perro. Necesito más tiempo….

Las fuerzas lo abandonaron y dejó caer fuertemente su frente en el escritorio, pronto se dio cuenta que el dolor físico amainaba el dolor espiritual, por lo que siguió castigando su frente.

-¿por…- decía interrumpiendo entre cada palabra un cabezazo- qué… no… pude… contenerme?

Respiró hondo y continuó.

-me…quiero… morir… ya…

-eh… Grimmjow- ya se despertó… ya valió madres.

- buenos días…- respondió más muerto que vivo.

-¿Qué tienes?

-…tengo… tengo…- si lo pierdo… ya no tengo nada.

Se levantó de un brinco para encararlo. La fuerza de la culpa era tan fuerte que ni siquiera podía pesar en excitarse con un novio aun desnudo.

- te diré lo que no tengo, no tengo madre, no tengo vergüenza, no tengo razones para creerme tanto, no tengo…

No tengo la fuerza para perderlo.

-Grimmjow.

-no tengo ganas de saber ni decir nada… tengo ganas de morirme- volvió a golpearse contra la superficie suave de la cómoda.

Con suerte… con un putero de suerte… no me odiara… no pasaría nada si no le cuento pero…

La forma en que le acariciaban el cabello era agradable y los ojos que lo miraban estaban llenos de preocupación y amor.

… lo amo tanto como para mentirle.

-Ichigo.

-mande.

-quiero aclarar algo… y posiblemente hasta aquí llegue todo- dijo sincerándose con el mismo.

-¡¿qué?!

Cerró los puños y maldijo el sentirse tan débil. No quería terminarlo sin antes tener un recuerdo alegre de él antes de partir de su lado.

-me gustaría… - un día más-…me encantaría pasar el día contigo, sin pensar en… nada.

-bien- lo abrazó pues se sentía culpable por crear ese día más de mentiras, sin embargo esas mentiras eran las únicas que en toda su larga vida le hicieron feliz.

-me vas a odiar pero yo te amo…- le susurró al oído le esencia de la verdad. Antes de oír el reclamo lo calló como era su costumbre… hasta que entendió que ya no tenía el derecho de tocarlo de aquella forma- bueno- olvidemos… por un día esta culpa- báñate, vístete y vámonos o te haré el amor por andar de ofrecido- le dijo naturalmente, adsorbiendo cada segundo de la libertad que le quedaba.

-¡que ofrecido ni que mis calzones!

-besuqueándome mientras estás desnudo y en la cama, yo a eso le llamo andar de ofrecido- lo dijo sin realmente sentirse excitado. Su falsa sonrisa no evitaba que su corazón aun se acongojara.

-sacaste la cobija. La van a ver mis hermanas, pendejo.

-tranquilo, las lavé yo-las eché en la lavado. Eso es lavar ¿no

-menos mal… vete.

-¿Por qué?

-no dudo que apenas me pare me sigas.

-buena idea.

-¡Grimmjow!

-ya, ya…- tras la cabellera anaranjada divisó algo que logró ocultar hasta que abandonó el cuarto.

-¿Qué putas hace aquí, Starck?- preguntó solo en la planta baja, aun conmocionado por haber visto a este sobre el techo de la casa que daba a enfrente- oye- llamó la atención de Yuzu- ¿podrías decirle a Ichigo que… tengo algo que hacer pero que regreso por él?

-claro- dicho eso salió a la calle donde lo esperaba el primer espada.

-Grimmjow, necesitamos hablar.

-¿Qué?- respondió neutral, aunque espantado por la posibilidad de que haya descubierto a Ichigo.

-Ulquiorra no quiso venir así que me mandó a mí para que me des tu adelanto del reporte.

Mierda… eso es peor.

-si… el reporte… un adelanto…

-no has hecho nada- le confirmaron secamente.

-si… pero lo tengo en hojas sueltas y no en las hojas que nos dan- inventó, seguro que en algún lado tendría guardados esos papeles.

-bueno, espero- no pude venir al rato, cuando me haya escapado.

Cuando entendió que lo esperarían comenzó a caminar, seguido por el otro. Pensando en que hacer.

Durante el trayecto terminó en la biblioteca, donde quizá su flojo compañero pudiera quedarse dormido por la tranquilidad.

Entró y fingió escribir en unas hojas mientras el otro colocaba un sombrero tejano en su cara. Esperó por un par de horas para acercarse y escuchar un suave respirar.

-dormido… por fin- tiró los garabatos de su nombre y de un seis.

Guardó el gigai en un almacén solitario de una empresa para ir a Las Noches por los papeles y volver a buscar a aquel muchacho con el mismo nombre de su enemigo shinigami.

-son un chingo… seguro que un adelanto es una hoja…nombre… ¿el mío o el de él?- a punto de poner el suyo vio que en la parte superior decía  “nombre de quien reporta” así que escribió el suyo y en el otro el de Ichigo Otonashi.

Seguido la información de sexo, edad, nacionalidad, ocupación, nivel, número de integrantes en su familia… en ese se detuvo pues no tenía idea.

-mierda, a buscar a este pendejo- regresó a su gigai y a la escuela para volver a infiltrarse en los documentos, donde sólo encontró su dirección.

Esas vueltas lo estaban fastidiando, no encontraba el distrito y era la sexta vez que pasaba por ese jardín con el perro salchicha ladrándole como si pudiera hacerle algo.

-nada mas no lo mató porque me tengo que apurar- arrastrando los pies y mirando el cielo escuchó los pasos de alguien al otro lado de la calle, al verla dio con aquel que buscaba.

El chico de cabello oscuro venía entretenido en su celular hasta que sintió su miraba pesada, lo miraron y como forma de entablar una conversación le sonrió y saludo con la mano. No pasó por alto que el pobre chico no pudo evitar apenarse y temblar al reconocerlo. Cruzó la calle y comenzó con su fabricada historia.

-hola ¿te acuerdas de mí?

-eh… si… fuiste sin ninguna razón a mi clase preguntando por mí.

-oye, estoy seguro que no te debí dar una muy buena impresión en ese momento, así que qué te parece si iniciamos de nuevo, soy Grimmjow- le comentó amablemente e impidiéndole irse.

-soy Ichigo.

-un gusto ¿vas a algún lado?

 

Fue como conquistar a una mujer… mejor para mi… lo único malo es que consumen tiempo como derrochan dinero.

Se hizo amigo fácilmente de su falso enemigo, preguntando  por su familia, nombres, edades y ocupaciones con mucha naturalidad y sin parecer entrevista. Hasta llegar a parecer un poco más interesado cuando quiso saber los lugares que frecuentaba, si tenía actividades extracurriculares, trabajo y, en especial, relación sentimental.

-me tengo que ir-le dijo tajante cuando quisieron saber sobre el.

-pero…

-tengo trabajo.

-Bueno… no quieres acompañarme al festival- le invitaron a esa feria de la que platicaron unos momentos.

-no, estoy ocupado.

-nos vemos -se despidió con la mano y en cuanto dio la vuelta a la esquina dejó de caminar con calma para correr a la biblioteca y llenar las partes faltantes de su trabajo.

Seguro ya se despertó.

Una cuadra antes de llegar dio con este, alentó el paso y calmó su agitación.

-¿Dónde fuiste?- le preguntaron con enojo pues le vio la cara nuevamente y ésta vez no en un juego de póker.

-a comer- sacó las hojas de su bolsillo y le entregó la primera y única contestada.

-¿una?

-es un adelanto.

-es que… pues…- se desesperaba el propio Coyote por tratar de encontrar palabras que atrajeran la atención de la pantera, así que decidió ponerle un ultimátum- necesito la mitad para mañana, no me hagas obligarte.

-nadie me obliga a nada- rebuznó petulante.

-tiraré todas tus revistas y videos porno.

-igual pensaba tener la mitad para mañana- contestó ante la amenaza, para no quedar tan mal.

-aja, mañana- se marchó dejándolo agotado y aun tenía que lidiar con su pareja.

Me tocara trabajar en esta misión todo lo que no he hecho en varias vidas.

 

Al regresar tuvo que pasar antes al padre de su novio, que volvió a insistir con el tema de cuando se macharía, regresando nuevamente a contestar algo y no escuchar la respuesta.

-¡no sé! ¡No sé! ¡No sé! ¡No sé!- entre sus gritos escuchó la voz de su pareja que ya lo esperaba.

-Grimmjow.

-Ichigo, perdón por la demora… un… - lo pensó y prefirió no contestar, sería otra mentira o abordar el tema que menos deseaba-…es…

-vámonos. Y por llegar tarde, tú pagaras.

-sólo me invitas una comida y ya crees que te debo mantener, vieja tenías que ser.

-¡¿Cómo me llamaste, mandilón?!

Hasta ese preciso momento no pensó a dónde irían de no ser por la plática que tuvo con el otro Ichigo. Era lejano el lugar pero aun tenía dinero suficiente, y pese a las quejas del otro pagó el taxi hasta el festival.

 

Se divirtió al punto que olvido el horrible dolor que le pensionaba el corazón, nunca fue acompañado a una feria y mucho menos se había metido a las exposiciones para niños por vergüenza, pero al ir con Ichigo podía parecer que acompañaba a su hijo a esas cosas.

- aguántame- le dieron a sostener el gato azul que de alguna manera le hizo pensar que lo conocían más de lo que esperaba.

-casi, casi…uhhh, no, estás muy bestia- le hacía burla para desconcentrarlo en el intento de atrapar un pez con una red de papel.

-cállate, me distraes.

-bueno- guardó silencio pero continuó cuando volvieron al intento- más abajo, más abajo, a la derecha, la otra derecha… se cae, se cae… no, no sirves para sostener peses, nada más anguilas- le albureó aunque la muchacha que los atendía no comprendiera.

-Grimm…- le pronunciaron con enojo.

-perdón… se me olvidaba que sólo de las grandes - le arrojaran agua a la cara y siguió.

Finalmente se aburrió de burlarse. Dejándole en claro que mejor abandonaran eso, más cuando no le hicieron caso se agachó y atrapó uno para comerlo.

-¡¿Qué estás loco o sólo no puedes controlar tu hambre?!

-ejeje- se lo sacó de la boca y dio su motivo- es igual que el sushi.

-¡no, no es igual! ¿Te lo iba a regalar para que te lo tragaras?

-¿me lo ibas a regalar?

-señor- interrumpió la muchacha- el pez se ahoga- lo regresó al estanque artificial.

Ahí va mi cena.

 

Todo iba muy bien hasta que le recordaron su situación.

-¿Qué tiene de malo que te regale algo?

-… nada… sería algo que me recuerde a ti- para… recordar que alguna vez tuve una razón para vivir… para sufrir por la eternidad.

-pues… supongo- el gesto era tiernísimo, la ocasión perfecta y es sentimiento mutuo. Quiso aprovecharlo y besarlo, trayéndolo a el y verlo que igualmente lo deseaban.

Besarlo me calmaría… y a él sólo lo lastimará más cuando le diga la verdad.

- no me regales nada- respondió y lo liberó. Siguió caminando después de amenazar con la miraba a un sujeto que se les quedo viendo.

-quedamos en eso hasta regresar- le dijeron cuando entendieron sus sentimientos marcados en sus fracciones.

-cierto- unas horas más de felicidad- ¡vamos a comer!

 

Acabó de comer su hot dog para seguir a Ichigo al siguiente juego. La rueda de la fortuna. Inicialmente se acopló a su lado, rodeándole los hombros con un brazo, pensando en una buena oportunidad para tocar obscenamente al bien formado cuerpo de su fresa. Pero regresó su culpa que le impedía sentirse bien aprovechándose del amor y algo de inocencia de aquel como para ni siquiera permitirle besarlo.

Ya se dio cuenta.

Quiso que la situación dejara de ser tan seria así que bajando lo llevó a la casa del terror aunque conociera su maña de golpear cualquier cosa que tratara de asustarlo en la oscuridad.

Antes de entrar le advirtió a su acompañante que,  si bien inicio burlándose y diciéndole miedoso, no encontró problema e ingresaron.

La situación lo tenso como ya esperaba y el muchacho que llevaba de la mano dejo de quejarse después de que golpeo al tercero. Volvió a hablar cuando soltó un puñetazo, el sexto en ese corto plazo.

-ya no… tienes que salir conmigo si no quieres.

-lo mismo te digo- se burló de sí mismo en la oscuridad cuando se escuchó tan seguro pues por otro lado su mente le repetía a gritos que le rogara permanecer con el, que nunca lo abandonara, que le perdona esa idiotez y la propia forma de ser que tendría para con él si jamás se despejaba de su costado.

-bueno… ¿Por qué no me besas?… no es que quiera… es que… parece que lo evitas.

Lo abrazó, era lo único que se permitiría hacerle hasta que volviera la confianza perdida.

-porque está mal que yo lo haga…- acarició por última vez el cabello anaranjado. Sonriendo en la oscura habitación por ese delicioso calor que era tenerlo en su pecho- no preguntes, espera un poco más.

 

Partieron después de aquello en un taxi, en un silencio pesado y necesario.

Llegaremos en poco tiempo…

Controló con su mano izquierda la derecha, que tembló involuntariamente.

No quiero… que esto acabe mal… que acabe…

Repentinamente le voltearon la cabeza y recibió un beso, no tan lindo ni tan fogoso, con la mezcla exacta que le hubiera encendido… en otro escenario.

Deseaba explicarle porque no le correspondió en todo el día, porque la distancia que le mantenía…

Unos segundos más… no exactamente alegres pero si juntos.

No respondió y prefirió ver la ciudad y sentir el frio aire de la noche que parecía llevarse su preocupación, aunque fuera una ilusión.

¿Por qué desgarré nuestro mundo, Ichigo?  Si me perdona no me permitiré fabricar nuevamente una mentira en su contra.

 

No pospuso la conversación ni un segundo más, pagó lo justo al taxista, no perdió el tiempo en la alacena ni fingió tener que ir al baño. Apenas lo tuvo en frente se sintió con la seguridad de ser capaz de contarle.

-ayer no te dije algo que…bueno, debí decirte y…quiero que me dejes explicarte todo a detalle porque… no tiene perdón, pero es que… te amo y…

Tengo los huevos para contarle esto pero no los sesos para acomodar mis palabras.

-no te entiendo.

- ayer con…

-¡Ichi-nii, ayúdanos con un paciente!- ¡perfecto el puto momento!

-espérame un momento- claro, claro, ve, deja que las ansias hagan que los jugos gástricos deshagan mi… ¿estomago?...esto es una mierda.

Miró por la ventana, recargando su cabeza en el frio marco de metal, hasta volver a golpearse contra lo que fuere que estuviera enfrente.

… agrr… ya me dolió pegarme con la cabeza………

Se recostó en sus brazos, viendo a los pocos autos en circulación a la distancia y la aun menor cantidad de gente; una mujer mayor, un hombre con portafolio, un perro Akita, Ulquiorra, un grupo de adolecentes…

¡¿Ulquiorra?! ¿Qué me falta? Que lleguen todas mis exs… ¡está tocando la puerta! ¡Hijo de su transexual padre!

Puso ambos pies en la ventana en un impulso nada de lógico de saltar… hasta recordar que el gigai podría romperse  y hacer ruido al caer. Se salió y lo dejó botado importándole poco si en ese momento si subían y lo encontraban “muerto”.

-oye… Ulquiorra. Por aquí- lo llamó a un costado de casa, donde no los vieran.

Esta esquina estará bien para que lo mande a la chingada…yo al rato lo alcanzo cuando Ichigo se enoje.

- ¿Qué quieres?

- venía para decirte que lamento no haber venido personalmente y…

-a lo que vienes- corto su discurso.

- los informes de todos están en su mayor parte completados. Pensamos terminar mañana por lo cual… deberías darte prisa para partir pronto.

¡¿Partir?! No puedo demostrar que no quiero irme o se preguntara el por qué.

- bueno.

-y… quería saber…- está sonrojado…éste cabrón piensa que somos novios ¿verdad? Que no me joda-…si querías salir conmigo a…

- eres una golfa ofrecida.

-… pero…

- Ulquiorra ¿Qué crees que fue lo que hicimos en la escuela?- quizá sabía que lo que contestaba era cruel pero ahora sólo pensaba en que no le gustaba lo mal parado que se encontraba y se quería desquitar o, al menos, quitarse un problema de encima fácilmente.

-…pues… tu… me…

-tuvimos sexo, nada más- no es como si le hubiera demostrado mi afecto.

-sólo… sólo… sólo sexo…

-no quiero, ni voy a querer de ti nada más.

-entiendo… me voy- parece que va a llorar, pero…no lo creo, debería ser mas duro para hacerlo  derramar lagrimas. Regreso al cuarto.

-es un hollow-…esa….voz…

No ocultó su sorpresa, lo peor que pudo suceder estaba pasando.

¿Cuánto lleva ahí?

-…Ichigo- esto no me lo esperaba…quizá esperaba que se enojara pero…..no que llorara…

-te atrapé… ¿verdad?- se paralizó, un sentimiento tan extraño como el amor se le remolinó en el cuerpo, no entendía como cada una de esas gotas saladas que caían de los ojos castaños le provocaban tanto sufrimiento.

Maldición, tengo que explicarle.

Su instinto le advertía que no lo tocara pero quería protegerlo del dolor, aun sabiendo que el mismo lo provocaba. Puso su mano en el hombro, sin esperar que lo abandonaran corriendo.

-… ¡espera!- puta madre, no importa desde donde haya empezado a oír, todo lo que dije es malo…

A unos pocos metros de alcanzarlo casi tropieza con el cuerpo que el shinigami dejo atrás sin cuidado. Con el tiempo haciéndole factura cogió el cuerpo y lo colocó en un callejón para reanudar la persecución.

- ¡detente, Ichigo! ¡Por favor!-  dio un brinco y de manera violenta lo atrapó-¡Ichigo… sólo un momento!-se sentía mal sosteniéndolo a la fuerza, pero necesitaba una oportunidad de decir que, si no fue un mal entendido, se equivocó y lo lamentaba con el alma.

- Ichi…- lo encerró entre su cuerpo y la pared, un sólo descuido y se le escaparía entre las manos.

-¡aléjate!- lo admitió para sí mismo, esa palabra le entró como daga al corazón.

Mucha gente me dijo eso, pero…por favor, no tú. Eres la única persona que de verdad deseo cerca.

-déjame explicarlo…-claro que el golpe en su abdomen hizo daño y su cuerpo reaccionó tosiendo. Sin embargo ese dolor no lo procesaba.

Me duele el pecho… siento el corazón tan pesado.

-bankai- el reiatsu que desprendía Kurosaki era impresionante, todo un digno contrincantes hubiera pensado si no fuera que especulaba en que la liberación de su zampakutou era una muestra de la cantidad de dolor que le causó.

-perdo… - no completo su disculpa  cuando su cuerpo recibió un leve empujón hacían atrás para después ser atravesado en el hombro-…name- sigue llorando… ¿Cómo hago que se detenga? ¿Cómo diablos se me pasó por la mente el lastimarlo?

Jaló su cuerpo contra la katana, atravesando por completo el hueso y los músculos, pudiendo abrazar a su pareja.

Duele… realmente es fuerte.

-¿Grimmjow?- ¿Qué le puedo decir? Tiene que haber algo que pueda hacer por su perdón…-Grimm…-no sé en qué momento……- …jow- me hice tan dependiente… sin él…no es que muera…es que la vida ya no se llamaría vida- ¡Grimmjow!

-no llores…- fue lo único que quería en ese instante, que dejase de sufrir.

-no… me toques- perdóname…pero necesito sentirte seguro en mis brazos.

-lo siento. Jamás debí mentirte. No puedo negarlo, si, tuve sexo con Ulquiorra, pero…- ¿de verdad le daré esa razón? Es estúpida…por ningún motivo es una excusa-…fue porque tenía mucha calentura de cómo me dejaste en la mañana.

-¡sólo por…!

-¡ya lo sé!...ya sé, no es razón para lo que te hice. La verdad es que fui un imbécil, un pendejo, un perro sarnoso o como quieras llamarme. Lo peor de esto es verte llorando…- no, lo peor sería no tenerte-…y creo que al seguir contigo te continúo lastimando. Más no quiero renunciar a ti, aunque sepa que estarás mejor sin mi, disculpa que sea tan egoísta y posesivo.

-te vale madres lo que yo quiero ¿Es lo que quieres decir?

-no, te daré todo lo que quieras y haré lo que sea por tu perdón. Sólo quiero seguirte  diciendo… gracias por amarme… lo siento, perdona por mentir.

-¡¿qué esperas con esto?!- no sería fácil obtener el perdón por lo cual no le sorprendió esa reacción-Aunque te perdonara eso… ¿Cómo se supone que vas a arreglar el otro problema?

-haré lo que sea.

-¿vas a disculparte por siempre?

- si, si es lo que hará que me perdones, lo haré por siempre.

- ¿y como vas a disculpar lo que eres?-… ¿de qué hablas?

-… ¿lo que soy?- fue una punzada débil en el pecho.

-¿de verdad creíste que… podríamos ser… pareja un shinigami…- te esta temblando la voz…no estas pensando eso…tú no…crees eso de verdad-  …y un monstruo, un hollow?- la punzada aumento en proporción de dolor- ¿Creíste que continuaría besando un ser…no, una cosa como tú sin sentir nauseas?- hasta que creyó entender que sintió su compañero- … Algo como tú que ni sentimientos posee-… o incluso algo un poco más fuerte.

-¿de…de qué hablas?- preguntó miedoso, no aceptaba que esa fuese la realidad.

- que no sientes nada, ni por mi ni por nadie. Eres sólo un cascaron vacio, igual al que mató a mi madre, igual… igual a todos.

-¿eso es lo que crees?- mi media naranja…que idea tan estúpida…tan infantil…tan…fantasiosa como para ser realidad…como creí que alguien me haría sentir enamorado…sentir…ganas de llorar.

Se alejó pues eso reducía la mala sensación de estar cayendo un vacio sin fondo y en una confusión inaudita.

Sostuvo firmemente el mango del arma y la sacó de golpe, cerró los ojos ante la primera oleada de dolor, al pasar arrojó la espada a los pies del muchacho de ropas negras.

-…toma… shinigami.

Me apendejo en un 100% , pero no un shinigami, no mi enemigo… sólo un muchacho que esperé  fuera diferente y que me creyera igualmente diferente.

Notas finales:

Gracias por leer.


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