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Amor Yaoi
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Contrólate.... por Anttara

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Notas del capitulo:

 

 

Hi a  todos…  Ya lo sé me había tardado con la conti de este fíc, pero tenía una razón muy fuerte para no actualizar.  Sin embargo, no les diré porque si no me voy a deprimir mucho más de lo que estoy… buhhh

 

 En fin dejo la continuación…  No sin antes decir que ¡¡¡¡FELIZ CUMPLE KIM USAGI!!!-

 

Si lo sé es muy tarde, jejejeje ya casi un mes Jejeje pero toma en cuenta que el día de tu cumple tristemente estaba internada en el hospital y cuando salí (4 días después) me deprimí por algo que me paso….

 

Pero toma en cuenta que lo importante es la acción ¿no?... Quiero pensar eso, así que te dedico  este cap. con mucho cariño y esperando que me disculpes por la tardanza… jejeje

 

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Semana 3

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Una noche antes de la tercera semana, Aikawa no pudo dormir pensando en lo que le haría pasar al peli-plata. Y no era por demás si tenía entre sus manos un secreto que por el bien del escritor nadie debía saberlo.

Y es que, si por alguna razón alguien se enteraba de que el Grandioso Akihiko Usami-sensei estaba en abstenimiento sexual, sería el acabose total.

Una, por que el era uno de los escritores de boy`s love más reconocidos de Japón por sus  textos con escenas  realmente eróticas  y el hecho de tenerlo en abstinencia sexual haría que todos los medios se estremecieran por pensar en la causante para que el pervertido escritor no pudiera “inspirarse”

 Dos, por que el peli-plata contaba más con enemigos que con amigos y el tener  información tan valiosa de él, haría que más de uno aprovechara eso para debutar con nuevos libros boy`s love relegando al escritor, a la editorial Marukawa y por supuesto a ella como editora.

Y  tres, solo Isaka-san y ella  sabían perfectamente que  uno de los dos  únicos puntos débiles del escritor era el  sexo, y eso sin duda era un poder especial que el Director de la editorial Marukawa estaría dispuesto a  utilizar para hacer que el oji-violeta cumpliera con todos sus encargos y por ende ella, al tener  tan ocupado al sensei no podría poner en práctica sus planes para vengarse del mayor.

Desde el comienzo como su editora, ella se enteró que el escritor poseía una imaginación muy pero muy extensa al imaginar relatos eróticos,  los cuales eran un escape hacia su realidad solitaria. Diez años se lo paso imaginando al hermano de Misaki y tres al menor, dibujando letra por letra los gestos, caricias sonidos y movimientos de su pequeño uke a la hora de estar juntos. Dándole a entender, con cada texto que ella revisaba que, por tener  intimidad,   el mayor no podía resistirse mucho y menos cuando se trataba de su pequeño  y adorado inquilino.

Casi 3 inviernos de relación con Misaki había sido suficiente para que el oji-violeta no pudiera separase de él, y la abstinencia obligada era un  duro golpe al orgullo de niño caprichoso que tenia el novelista, ya que no era un secreto para la editorial Marukawa, ni mucho menos a ella que lo conocía tanto como si fuera su mismísima hermana, que Usami Akihiko-sensei tenia una fuente de inspiración, que muy pocos le conocían el nombre y el cual era su todo para el mayor.

Pensando  esto Aikawa sonrío… 

La venganza era tan dulce… exquisitamente dulce. Sin duda lo torturaría, le haría pagar de una por todas todos los años que le hizo rabiar por las tardanzas de sus manuscritos y los regaños que se había hecho acreedora por estos.

Sabía perfectamente cómo hacerlo sufrir, como hacer que el mayor se sintiera dolido y experimentara exactamente lo mismo que le hizo  a ella, miles de veces por no respetar la fecha de entrega o por su ausencia a conferencias de suma importancia.

Y  es que después de todo servirían los años de fiel trabajo de su parte al  oji-violeta.

 Al paso de leer miles de historias boy´s love y ser quien decidiera cada una de las escenas eróticas del magistral trabajo de Akikawa Yayoi, ella conocía por punto y coma todas  cosas  que el escritor, por decirlo así, le excitaba no más  poder, y todas las poses que deseaba hacer con el castaño. Porque era tan obvio que solo las quería llevar a cabo con el menor.

Ya  lo tenia pensado… ¡Lo provocaría!, le haría saber que sin Misaki el escritor estaba perdido y que por más que pusiera su autocontrol para resistirse a no tocar a su amado uke, ¡no podría!

Todas las fantasías sexuales del oji-violeta alguna vez imagino, con sumo detalle  las pondría contra él. Todos los movimientos que alguna vez deseo que Misaki le hiciera, las palabras sensuales que escribía en sus cuentos eróticos, imaginando que el  pequeño las pronunciaba aferrado de su espalda mientras estaban teniendo intimidad y todas las poses eróticas que una y otra vez se ideo que tendría con su uke se harían realidad, solo y exclusivamente para hacerlo sufrir.

Aikawa, estaba decidida. ¡De ella se acordaría Usami Akihiko durante cuatro largas semanas!... De la única mujer que sabía cual era su debilidad.

Ya lo tenía todo pensado.

Primero empezarían con algo suave. Algunas insinuaciones sensuales del menor hacia el escritor, unas sonrisas coquetas y unas miradas intrigantes seria suficiente para empezar a seducirlo. Después  con el paso de los días, Misaki le proporcionaría unos besos fugaces, algunas caricias discretas y movimientos algo comprometedores. Y ya cuando menos se lo esperará…

En medio de la noche Misaki se levantaría de su cama para ir a buscar el calor de su seme, caminaría por el pasillo del departamento hasta llegar a la habitación del novelista lo vería profundamente dormido y sin hacer ruido entraría a su cama para acurrucarse a un lado de él.

Después de unos minutos de contemplarlo dormir, se acercaría sensualmente a los labios de su seme, le robaría un lindo beso y provocativamente le susurraría al oído que despertara…

Ante esto,  el sensei abriría sus ojos y vería como su pequeño niño lo besaba tiernamente sobre su cuello;  Intrigado por saber si se tratara de unos de sus sueño, Akihiko seguiría el juego de carias que su amado le provocaba pero cuando ya estuviera excitado y lleno de deseo por hacerle el amor a su uke. Misaki le daría un besito en la mejilla y se acurrucaría a un lado de el para dormir en su compañía, dejando al novelista totalmente confundido por la abrupta separación de sus cuerpos.

Akihiko trataría de continuar con la noche de pasión, pero Misaki le advertiría que aun faltaban muchos días para tener sexo y el confiaba que el sensei cumpliría su promesa como se lo había dicho a  la doctora.

 Por lo  tanto Usami-sensei se tendría que conformarse con tener a su menor durmiendo a un lado de él, sabiendo que no  podría hacerle nada a su niño durante toda una larga noche, mientras siente como su cuerpo le pide minuto a minuto que lo desvista y lo haga suyo una y otra vez como  lo  desea…

Pero eso solo sería el comienzo, cuando el escritor no soportara más, y se desesperara por  tener a Misaki y no tocarlo, ella le recordaría una y otra vez que sus deseos ante el menor era incontenible.

Al día siguiente de eso, ella se las arreglaría para que el escritor tuviera una conferencia en un lujoso hotel, lo convencería con la idea de que lejos de Misaki el novelista podría calmar un poco de sus ansias y ante esto Akihiko aceptaría. En la noche Akihiko  daría su conferencia como era el plan,  al término de esta se iría a su habitación previamente reservada y se arreglaría para dormir lejos de su niño, con la firme idea de que separado de él podría calmar sus ansias; Sin embargo, cuando menos se lo esperara una llamada de Misaki entraría a su  teléfono, contestaría como nada, pero al momento su niño le diría que lo extrañaba mucho y  se sentía muy solo  en la gran casa. Sabiendo esto Akihiko no dormiría toda la noche pensando que su adoración estaba lejos de él, suspirando por su presencia, extrañándolo a no más poder y él, aunque quisiera estar junto a su pequeño no podría consolarlo ni un poquito ya que su autocontrol no sería suficiente para calmarse y no tocarlo durante la noche.

Con esto Akihiko contaría los minutos uno a uno en completa agonía esperando que el periodo de abstenimiento pasara y al venganza de Aikawa se llevaría a cabo.

Si, eso era perfecto para vengarse del novelista. No podía esperar  para ver la cara de Akihiko. Sería realmente fantástico, ver como él por más que quisiera tendría que aguantar el abstenimiento, sin la mínima esperanza de probar a su amado antes de 42 días.

Sin embargo ante tan esplendidos pensamientos de la editora, uno llego a su ser…

Si, era verdad que Akihiko sufría por no tener intimidad con el menor y que poniéndole a Misaki en bandeja de plata sería suficiente para hacerlo sucumbir… ¡¿Cómo demonios le haría para provocarlo?! Si era obvio que el castaño se negaría rotundamente a sus planes…  

A pesar de tener en su mente tan valiosa información del mayor, el único que podría causar efecto en él, se opondría rotundamente a llevarlas a cabo. Misaki no haría realidad sus ideas.

El castaño era muy tímido para ir a media noche al cuarto de su casero para seducirlo o para llamarle a su teléfono y decirle que lo extrañaba mucho. Incluso aun no había podido confesarle abiertamente a ella, que Akihiko y el era novios; aunque  desde el comienzo lo supiera, Sin duda nunca haría que Misaki lo provocara.

Tristemente la editora se quedo pensando… Era una gran lastima tener tan buen  plan magistral para hacer sufrir a Akihiko y no poder llevarlo a cabo, por que su pareja era demasiado tímido para ponerse en su contra.

¿Por qué Misaki era así de tímido? ¡Le hubiera encantado ver la expresión del peli-plata cuando viera como su pareja le acariciaba sensualmente su cuerpo para provocarlo!

Durante unos minutos la editora se quedo pensando como le haría para convencer al menor; sin embargo, recapacitando, durante todo el tiempo que lo conocía muy pocas veces este cedía y hacia lo que ella quería…

Solo el único que podía convencerlo era Isaka-san, pero no podía contarle. Si se enteraba ¡una guerra estallaría poniéndola a ella como carnada!

 Así que por el bien de todos (y más por el suyo) buscaría otro plan...

Pasaron horas para que la pelirroja, pensara en una idea para torturar al escritor, sin que este  incluyera  al menor.

 Así  lo hizo… hasta que en punto de las 4am su mente se ilumino y visualizo la idea perfecta para hacerlo sufrir…

Si no podría convencer a Misaki que lo provocara para torturarlo, ella lo torturaría desde la mente,  hasta que Usami Akihiko  suplicara  y rogara  de rodillas por el amor de su pequeño.

 

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Semana 3

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A pesar de que el escritor, buena parte de las noches no podía dormir por observar la ternura que derrochaba su Misaki cuando dormía, las cosas aprecian estar  más o menos controladas. Y todo con la grandiosa ayuda de su mano derecha, que la utilizaba para deshacerse de sus deseos a mitad de la noche.

Todo iba   bien hasta que en el día 16 de abstenimiento, su editora de cabellos color rojos y mente perversa, mejor conocida como la bruja de Aikawa, llegó al departamento de Akihiko para torturarlo.

Muy tempranito en la mañana, Aikawa llegó a la residencia Usami, después de saludar al menor que estaba realizando  el desayuno, subió  a la habitación del mayor y sin tener delicadeza alguna, grito al filo de su puerta lo más fuerte que pudo para despertarlo de su tranquilo sueño.

-¡¡Buenos días Usami-sensei!!!  ¡¡Despierte!! ¡¡Tenemos que trabajar en un nuevo proyecto!! –

Con un cara de muy pocos amigos el mayor lentamente abrió los ojos… ¡¡Bendito el día que le había ofrecido las llaves de  su departamento a esa mujer!! ¡¡ ¿Cómo rayos osaba despertarlo tan temprano, cuando la noche anterior no pudo conciliar ni por tres horas su sueño?!!

-¡Vamos sensei! ¡No sea flojo! ¡Levántese!... Le prometo que no será en vano- Argumento la pelirroja ante la tétrica imagen del escritor, que solo le dedicaba una fulminante mirada por haberlo despertado.

Después de unos minutos de duro convencimiento, Akihiko acepto tomar su propuesta e ir a su estudio para saber lo que su editora traía entre manos. Sin embargo, cuando llegó a  su  destino pudo observar como su editora tenía una amplia sonrisa en su rostro la cual sin duda  significaba que  su propuesta era  una de “ese tipo de trabajos” que le gustaba escribir al mayor.

-¿Y bien de que se trata Aikawa?- Pregunto el mayor mientras tomaba asiento en  la silla de su escritorio.   

-Verá sensei, hace tres años que usted empezó a “Inspirase” con Misaki-kun,  y sacó la segunda versión de Junai Romántica. Ha conseguido muchas admiradoras y  las ventas han sido muy buenas.  Es por eso  que  para celebrar,  la editorial Marukawa ha decidido que  escriba un especial romántico entre “Misaki” y “Akihiko-san”  sin censura- Menciono la editora  emocionada con una gran sonrisa  en su rostro mientras veía como el escritor con firme mirara de odio lo veía intrigado.

-¿Qué quieres decir con “sin censura”?-

-Vera sensei, por ser el tercer aniversario de “Junai Romántica” he movido algunos contactos y hablado con Isaka-san acerca de esto y llegamos  un acuerdo que, el publicar un libro especial de erotismo puro y sin editarlo, sería de gran ayuda para las ventas de este mes. Así que se le dio el permiso para que escriba explícitamente una noche de encuentro amoroso entre los protagonistas, donde explique  con sumo detalle cada acción gesto y movimiento de los personajes  a la hora de tener sexo, como agradecimiento a  sus seguidoras… ¿Qué dice sensei? ¿Verdad que  lo escribirá? – Volvió a sonreír la editora esperando impaciente la positiva respuesta del novelista; No obstante, poco después de unos segundos la resplandeciente sonrisa de la pelirroja se disipo ante la obvia y  rotunda negativa del escritor a sus planes.

-No quiero-

-¡¿Eh?! Pero... ¿por qué sensei?… Si es un buen trabajo  ya que en este especial puede poner todo el lemon que usted siempre quiso poner de “Misaki” y “Akihiko-san” y cual nos censuraba la editorial-

-Ya te dije que no quiero-

-Si es un buen proyecto…. ¡Deme una buena razón para no hacerlo sensei!-

Ante esto Akihiko se quedo pensando.  Si, era verdad que una de  sus más grandes fantasías era escribir un gran y  completo de lemon sumamente explicito de su pequeño niño, y  el. Y muchas veces se había enojado con ella por la censura que le ponía a sus textos; No obstante, ya  eran muchos días en que su adoración y él no tenían sexo, lo había soportado bien, pero escribir un libro completo de perversiones y poner un lemon explicito de TODO lo que quería hacerle a su pequeño niño en la intimidad era mucho para él.

Si escribía lo que le pedía Aikawa, sería el acabose para él. No podría controlarse  y terminaría por romper  su promesa de no tocar a su Misaki.

Así que no lo haría, pero el negarse a escribir un proyecto tan tentador como este,  haría que Aikawa le preguntara el por qué de su negativa, cuando hacía tiempo que buscaba un pretexto para hacer un lemon tan explicito y tentador como el que se le ofrecía. Y el decirle de su problema sin duda no estaba entre los planes del oji-violeta.

Pensando en evadir las posibles respuestas de su editora por lo que le iba decir, el escritor negó la proposición de aquella mujer, diciendo que sufría una especie de lapso de falta de inspiración y no tenia mente para pensar en ese tipo de proposición.

No obstante la editora, ya sabía que por su problema, el novelista sería muy difícil de convencer  y desde hacia algunas horas había  afirmado en convencer a Akihiko fuera como fuera. Así que de inmediato le propuso mil y una formas para inspirase y que escribiera su petición.

Después de un gran rato, de insistirle a no más poder, de incitarle de varias formas a que utilizara al menor como solución para su falta de inspiración y que el mayor la evadiera muchas veces diciéndole que Misaki se opondría ayudarle en tal trabajo. Akihiko acepto su proporción de muy mala gana como su hubiera sido  un texto aburrido e innecesario como el que Aikawa lo obligaba a escribir para un periódico.

Sonriendo por haber hecho que el escritor accediera a sus deseos  la peli roja  le indico como seria el proceso para la creación del especial de aniversario entre los protagonistas de  su novela. Le aviso que por lo menos ella estaría una hora al día durante las siguientes tres semanas revisando el trabajo.

También le mencionó que para inspirarlo, ella se daría a la tarea de buscar cosas que lo ayudaran a que se enfocara más en su trabajo. Y que si fuera necesario ella convencería a Misaki para que  lo alentara  o inspirara, para que escribiera mejor (Aunque muy adentro la editora sabia que esto era casi imposible)

De esa forma comenzó la tortura mental del escritor.

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Día 20

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Después de que la editora lo convenciera para escribir algo que, sin duda seria el acabose de Usagi-san, este ideo una estrategia para hacer todo lo posible para contenerse. Incluso pensó en que, si fuera necesario por primera vez en su vida se encerraría  en su estudio a terminar su trabajo lo más rápidamente posible y no saldría de ahí hasta que Aikawa se alejara con el manuscrito.

Muy temprano en la mañana del día 20 de abstenimiento, la editora llego a su casa y junto con el malhumorado escritor, se puso a escribir su argumento inicial de la trama de la historia.

Como era costumbre del novelista, los dos empezaron a idear un encuentro casual donde “Misaki  Suzuki  y Akihiko-san”  justo antes de ir al parque de diversiones terminaban  atrapados  a dentro de la casa del hermano del menor, sin esperanza de salir durante varias horas o por lo menos no hasta que Takahiro regresara con un cerrajero para romper los candados de la puerta.

La idea era perfecta para crear un ambiente de puro romanticismo y erotismo, donde los protagonistas, se amaban prohibidamente dentro de la casa del mejor amigo del peli-plata; sin importarles nada más que el simple hecho de estar juntos demostrándose cuanto se querían y cuanto sus cuerpos se necesitaban.

No obstante y a pesar de tener buena argumento durante varias horas el escritor, sabiendo cual  sería su problema si  explotaba mucho su imaginación, se dedico a escribir  el relato lo más leve posible.

 5 hojas se la paso redactando caricias tenues e inocentes  entre los protagonista, los besos románticos que se proporcionaba,  uno que otro abrazo y algunas palabras subidas de tono pero que solo quedaban en eso, sin dar pie al lemon TAN ESPERADO.

-Sensei ¿No cree que ya es hora de pasar al lemon? Ya llevamos muchas hojas de introducción- Pregunto la editora viendo que el oji-violeta no tenia para cuando empezar a escribir la acción.

-No, así está bien- Contesto el mayor, anticipando a la editora de que más que un gran lemon escrito por él, sería una romántica novela de abrazos y besos con tal de que él se pudiera controlar de sus deseos.

No obstante, las cartas ya estaban sobre la mesa y Aikawa no iba  a permitir que el novelista se saliera con la suya, así que  sin que se diera cuenta el novelista la editora empezó a dictar algunas frases que harían  sin duda el peli-plata reaccionará.

 

-¿Qué le parece sensei?  Si empezamos con algo como…

“Y de repente cuando Misaki se dio la vuelta para buscar otro método para salir del lugar, el mayor lo sujeto de su cintura y provocativamente le susurro en su oído “No hay  por qué tener prisa. Misaki, podemos hacer otras cosas mientras estamos aquí” Ante esto con toda la inocencia del mundo Misaki le respondió a su novio “Ammm ¿Cosas como que?

Sabiendo de ante mano que, su aun pequeño amante no captaba bien sus insinuaciones el mayor adentro una de sus frías así traviesas manos debajo de su ropa y sin pudor alguno empezó a acariciar pervertidamente el suave y tibio botón de su acompañante  - Podría hacerte gritar de placer hasta que llegue Takahiro con la llave-  Expreso el mayor roncamente en uno de los oídos del castaño jugueteando sensualmente intentando que el  niño diera píe a lo sin duda seria una noche de amor intenso sin restricciones – “Aprovecha que tu hermano no está en este momento  y desnúdate para que te haga mío de una vez por todas” –

 

 Al escuchar como su editora empezaba a escribir su historia comenzando con un atractivo argumento sobre la noche de amor de su niño y él, Akihiko quiso cambiar la historia de esta y enfocarse más a la historia original de besos y abrazos que tenía contemplado; Sin embargo, la editora  por primera vez en su vida no le hizo caso y continuo con el relato de su historia al puro estilo Akikawa Yaoi….

 

-¡¡No interrumpa sensei y déjeme continuar!! ¿Dónde me quede? A si…

…No paso mucho para que el niño menor de 17 años entendiera las fuertes palabras de su amante 10 años mayor que él.

De inmediato se sonrojo, pero sin hacerle mucho caso a  la vergüenza que causaba dentro de él, accedió a llevar a cabo el pervertido juego de su novio, no sin antes  mencionarle que le preocupaba un poco el tiempo en que su hermano llegará con el cerrajero. No por que quisiera negar la relación que desde hace un par de meses llevaba con él, solo que no quería ser interrumpido tan abruptamente en sus planes…

Ante esto Akihiko-san sonrió pervertidamente. Tampoco no quería ser descubierto por Takahiro teniendo intimidad con su pequeño hermano en la casa de estos; Sin embargo, la idea no aprecia ser tan descabellada y podría poner un poco de intensidad a la hora de hacerle el amor a su amado; No obstante, para que  el niño se sintiera confiado, como siempre lo había hecho entre sus brazos, el peli-plata se acercó a su tibio cuerpo, lo abrazó y susurrándole sensualmente en su oído le pronunció… -“Está bien te hare mío, donde él no nos encuentre… Pero a cambio esta noche no te dejare descansar ¿de acuerdo?”-

Acto seguido le dio un lujurioso y hambriento  beso en sus labios y lo dirigió hacia el cuarto del menor, que estaba a pasos de él, para empezarlo a despojar de su ropa. -

 

Con el aumento de intensidad del relato de la editora, el novelista comenzó a imaginar algunas cosas por su cuenta…  Las cuales aun no hacia tantos estragos en su cuerpo para que esta se diera cuenta de su problemita, pero sin duda su mente se estaba poniendo a trabajar más  rápido con el relato que aquella mujer estaba contando de su pequeño y de él.

Pero y aunque  el relato de Aikawa aun no despertaba sus más bajos instintos, Akihiko tenía que aceptarlo, sabía perfectamente como su editora podría narrar ese tipo de historias para hacerlo imaginar y ponerlo al límite con todas las fantasías que algunas vez deseo hacerle a su amante.

Ya entretenida en la historia Aikawa volvió a relatar su perfecto lemon, sin considerar para nada a Usagi-san…

 

-… Cuando llegaron al cuarto del menor, el peli-plata no escatimo esfuerzos para tapar la luminosidad de la habitación. Aun eran las 4 de al tarde y el sol estaba en pleno apogeo, cosa que sin duda no le gustaba mucho a Akihiko-san… disfrutaba a no más de ver a su amante desnudo a la totalidad iluminado por los rayos de la luna en medio de sus cuerpos.

Por su parte Misaki al llegar a su cuarto, de inmediato acomodo un par de  cajones de la litera, un mueble que estaba a un lado de su puerta y los llevo hasta ella, para tapar todo el  acceso que se tuviera  a su habitación, por si su hermano lograba  entrar a su casa, no pudiera pasar  a hasta su cuarto y arruinarles la noche de pasión que pensaban llevar a cabo.

Cuanto por fin las cosas estaban en su lugar, Akihiko-san no pudo esperar más, de momento y sin ver que su uke se encontraba algo ya impaciente por estar con él, se le abalanzó para comérselo a besos. Y es que la propuesta de salir todos juntos  al parque de diversiones había sido del menor, no de él, que prefería quedarse en casa todo el día a hacer… lo que sin duda le gustaba hacer con  su amante.

 La adicción de juntar sus cuerpos noche tras noche, verse a los ojos y escuchar como Misaki gemía  como colegiada entre sus brazos se había vuelto una droga muy  adictiva para el mejor amigo del hermano de este.

Sin pudor alguno, importándole poco que estuvieran sobre la cama de su eterno amigo de años, Akihiko se dispuso a acariciar pervertidamente el cuerpo de su amado, mientras con una mano le deslizaba su  perfecta y planchada  camisa, para aventarla al suelo.

Apenas vieron  sus ojos  los erectos botones del adolescente, el mayor juntó  sus labios hacia el tibio botón derecho para presionarlo y saborearlo fuertemente mientras que el menor suspiraba sonoramente por esto.

-Ahhhh Akihiko-san Ahhhhhhh-

El primer gemido de placer salió de la boca del menor,  suspiraba al sentir como su amado novio, retorcía una y otra vez su lengua sobre la extensión de su botón. Podría sentir una y otra vez su ardiente lengua lubricando cada extensión de esa parte tan sensible para él, tan húmeda que jugueteaba una y otra vez con esa parte tan sensible, volviéndolo loco de placer por sentir como el mayor devoraba, sin delicadeza alguna y a su antojo, su pecho.

-Ahhh ahhh ahí Akihiko-san ahhh- Suspiro más que excitado el menor.  Sabía perfectamente que ante la experta y majestuosa forma de estimular  de su amado, él no podía resistirse y lo único que podría decir era que continuara con su esplendido trabajo hasta volverlo loco de placer y emoción.

Cuando escuchó el oji-violeta como su niño gemía  para que continuara, este se aparto abruptamente de el mientras observaba como un caminito de saliva seguía uniendo su boca y los pezones de su adoración.

-Ahhh ¿Qué pasa? ¿Por qué…? Ahh- Trató de preguntar el castaño al ver como su seme, cuando está haciendo tan magnífico trabajo, se detuvo de un solo golpe

-Desnúdate Misaki… quiero ver que tan excitado estas porque te toque…-

El sonrojó de Misaki, por estas palabras no se hicieron esperar. Estaba consciente de que amaba mucho al mayor y que lo que quisiera lo haría, pero sin duda tenía una muy especial forma de pedir las cosas.

Así que poco a  poco el oji-verde se levantó del lecho, se sentó a un lado del semi desnudo cuerpo de su novio y con sus manos temblando se le acercó a Akihiko–san para que este lo abrazara por detrás y lo ayudara a  quitar  la hebilla de su pantalón.

-¿Me ayudas?- Dijo sensualmente el oji-verde mientras tomaba las manos de su seme y las acercaba hacia su erecta hombría.

 Poco  a poco con la ayuda de estas fue desabrochando la hebilla de su cinturón, pero sin pensar lo que estaba haciendo, el menor adentro las manos frías del oji-violeta en su ropa interior hasta que notara cuan excitado y duro se encontraba su miembro por las anteriores  caricias proporcionadas.

Con esta acción, de inmediato el mayor sintió como su niño estaba muy pero muy erecto, así como sus gemiditos de placer, esos que cada noche le advertían la condición de pasión con la que se encontraba Misaki, se estaban intensificando y como su temperatura normal estaba subiendo por tener sus grandes manos ahí, donde su niño perdía toda su cordura.

Sabía perfectamente el mayor, que su amante estaba más que dispuesto para tener sexo con él; Sin embargo, aprovechando que así de excitado se encontraba el castaño, le susurró por detrás, las siguientes palabras haciendo que el oji-verde se estremeciera por la voz en que sugirió lo siguiente.

-Mastúrbate para mi Misaki… Sé que eres bueno para hacerlo, mientras yo no estoy contigo-

Ante esto de inmediato el menor se sonrojo ¡¿Cómo sabia Akihiko que él se tocaba  de esa forma cuando no estaba?! No era que lo negara, pero ¿Cómo lo había descubierto? si él había sido demasiado cuidadoso para que nadie  lo supiera... ¿o tal vez no tanto?

-Que pasa Misaki… ¡Estoy  esperando!- Ordenó el oji-violeta, ansioso de ver como Misaki, sentado en sus piernas y con sus grandes manos dentro de su ropa interior, empezaba a menearse para proporcionarse placer.

Con estas palabras, el adolescente regresó a la realidad… Si eso quería su amado no se lo negaría y lo complacería. Tímidamente adentro sus pequeñas manos a su pantalón y sintiendo como su miembro estaba tan erecto y caliente empezó a rozarse su hombría con una mano.

Al principio con movimientos suaves fue empezando a estimularse, pasando desde la base hasta la puntita su juguetona mano que obedecía al pie de la letra las indicaciones del mayor; Sin embargo, con el paso del tiempo los suaves movimientos del menor no fueron suficientes para calmar las grandes ansias que tenia por estar con su novio y que este lo hiciera suyo como quería.  Así que prontamente el castaño tomó la mano  derecha de su amante, la cual aún permanecía dentro del su ropa interior, la acercó a la puntita de su miembro y posicionado la suya arriba de esta, invitó a su amado a que también lo masturbara para calentar un poco las cosas. -

 

Ahora si las cosas se estaban calentando en el estudio del escritor. La editora era muy buena para narrar relatos eróticos. Y hacerlo imaginar cómo su niño sentado en sus piernas lo invitaba a tocarlo para provocarlo,  sin duda estaban llevando a Usagi-san a que se sintiera, con cada palabra,  más excitado y deseoso de tocar a su inquilino que estaba en la parte baja del edificio.

No obstante, la curiosidad lo estaba matando y no interrumpió a la pelirroja de su candente historia. Quería probar que su autocontrol era más fuerte que la novata historia de Aikawa… ¡El era el Grandioso Akikawa Yayoi! ¿Quién le podría ganar al imaginar historias eróticas?

 

 

-De inmediato Akihiko-san  acompañó  a su pequeño con la labor de estimularlo y sintiendo como el menor dejaba a su voluntad su delicada parte, el mayor empezó a mover su muñeca fuertemente para hacerlo gritar y gemir sonoramente.

-“Ahhh Akihiko-san ahhh ahhh-¿Como supiste que yo... ahhhhhhh?”-  Preguntó el castaño más que extasiado por tener a sumamente tocándolo sin pudor una y otra vez.

-“¿Crees que no me he dado  cuenta  de eso Misaki? Si cuando no nos vemos por más de un día, me llamas varias veces  como si fueras una colegiala enamorada; además te gusta mucho que te toque, que a la primera insinuación te excitas ¿Verdad?”- Susurró roncamente el mayor en uno de los oídos de su acompañante, mientras lo seguida estimulando fuertemente

Ante estas palabras, el menor se volvió a sonrojar pero sin contradecir sus palabras, Misaki empezó a suspirar una y otra vez el nombre de su amado diciéndole indirectamente que ante su última pregunta la respuesta era correcta; le encantaba que lo tocará como lo estaba haciendo.

“Ahhhh Akihiko-san… Akihiko-san Ahhhh”

Por su parte el mayor sentía como esa incitante escena estaba haciendo estragos en su hombría; ya que con cada minuto que pasaba los sonoros gemidos anunciando que estaba a punto de venirse, así como el sentir como Misaki repagaba una y otra vez su trasero hacia su miembro, lo excitaban a no más poder  provocando que se pusiera más duro a cada instante

“Misaki no me has respondido mi pregunta… ¿Te gusta que te toque?”

“Ahhhh ¡SI! Ahhhhhhh”

“¿Cuánto?”

“Ahhhh ¡MUCHO! Ahhhh”

Al sentir como su niño estaba a punto de terminar; Akihiko, detuvo sus acciones, sacó sus manos del pantalón, lentamente desabrochó el suyo y sacó su palpitante miembro de su agonía;  De inmediato, Misaki notó como este, se encontraba en las mismas condiciones que el suyo, deseoso de atención y placer; Sin embargo, no dijo nada hasta que oyó como su amante le pronunciaba lo siguiente.

“¡Demuéstramelo!”

 Al  instante Misaki se dio cuenta de lo que su amado novio quería. Deseaba sentir un poquito de placer en su hombría justo como los segundos atrás  él lo había sentido; No obstante, conocía muy bien al mayor, no se conformaría con superficiales roces de su mano, quería que le brindara amor con su boca y que lubricará a la perfección su hombría antes de adentrarse en él.

“Si… Akihiko-san “

Así que, con un gran sonrojó en sus mejillas pero con bastante lujuria en sus ojos, Misaki se hincó al pie de la cama quedando enfrente de su seme y del miembro de este. Abrió muy grande su boca, tomó el miembro del mayor y se dedicó a brindarle placer de la forma que quería el oji-violeta.

“Humedece antes tus labios Misaki… Quiero que corra bien tu lengua  por todos los lugares” Menciono el mayor justo antes que el castaño devorara su hombría.

Al momento pudo notar como obedientemente su novio, mojaba sus labios una y otra vez por sus indicaciones y como lentamente adentraba  su miembro, deteniéndose por algunos segundos a saborear su sabor -

 

 

 Ante esta parte Usagi-san no soportó más y su entrepierna era la prueba suficiente ante esto. Estaba más que excitado y si Aikawa continuaba describiendo como su adoración le practicaba sexo oral, serio el final para él. Así que sin esperar a que su editora terminara su historia el novelista interrumpió su narración

 La idea de tener a Misaki hincado sobre él brindándole  esa clase de sensaciones fue mucho para el escritor. Varios días de abstenimiento había sido difíciles de soportar, pero ahora  con ese relato era casi imposible ocultar que se encontraba más que ansioso de tocar a su pequeño niño y amarlo locamente durante horas.

-¡¡Basta Aikawa!! ¡¡Es suficiente!!- Gritó desesperado el peli-plata mientras trataba de ocultar lo evidente y de borrar de su mente la pervertida imagen de Misaki devorando con mucha lujuria su hombría.

-¿Eh? ¿Por qué sensei?...  Si ya viene la mejor parte-

Al escuchar como el novelista abruptamente le gritaba que detuviera su narración, la pelirroja se dio cuenta de la reacción  que había provocado sus palabras en él y mentalmente sonrió.

La primera parte del plan estaba hecha…

Sin duda sabía que Akihiko Usami no podía ocultar lo evidente. Y menos cuando se trataba de algo tan delicado como sus ansias de tener a su novio y hacerlo suyo.

Además  no es que quisiera  presumir pero… ¿Quién se podría resistir a ocultar sus deseos con tan magistral cuento erótico que ella, horas atrás, había  ideado? Ni el fabuloso Akikawa Yayoi lo había podido y menos cuando ella sabía que una de las más anheladas fantasías del mayor era que su inquilino  fuera más participativo y le brindara ese tipo de  “atención” a su hombría.

- ¡¡No me importa!! ¡¡Vete ahora mismo  Aikawa!!-

-¿Eh? ¿Por qué sensei? ¿Le pasa algo?-

-¡¡Sal de aquí Aikawa!!- Gritó nuevamente el mayor, mientras contenía con todas sus fuerzas las ganas de ir a buscar a su amado para deshacerse de los deseos que la bruja de su editora había puesto en él.

- ¡Sensei no sea grosero! Yo solo le estoy haciendo un favor  ya que usted es un irresponsable y no quiere imaginar la historia… Pero si eso quiere... Será mejor que se calme y mañana vendré a continuar el escrito ¿De acuerdo?-

-¡¡¡VETE!!!-

Sonriendo por haber ganado la primera batalla Aikawa se marchó del lugar, dejando al peli-plata totalmente excitado y desesperado por las palabras que minutos antes le había dicho.

Aún faltaba la mejor parte del plan, de ella se acordaría Akihiko… de ella se acordaría.

 

Por su parte el novelista estaba más que desesperado por  tocar a su adoración; Sin embargo, no podía hacerlo, en un día normal, importándole poco que estuviera Aikawa en su casa, lo había tomado a la fuerza lo habría arrastrado hacia su lecho de amor y, con o sin su permiso, le hubiera hecho el amor cuantas veces su cuerpo se  lo pidiera.  Más ese día, cuando estaba prácticamente a mitad de la tortura de no tocarlo, Akihiko buscaba ansioso cerrar con seguro la puerta de  su estudio para quitarse de la manera más práctica su erección.

Rápidamente la cerró con seguro y sin ponerse a pensar en otra cosa que no fuera su objetivo se sentó en su sofá, se desabrochó su pantalón y sintiendo como su hombría estaba más que erecta  y deseosa de Misaki, Usagi se dedicó a satisfacerse una y otra vez imaginando mentalmente que su mano derecha era la pequeña boquita de su lindo castaño que lubricaba y devoraba varias veces hasta hacerlo venirse dentro de ella.

Podía ver a su amado Misaki, con sus mejillas más que coloradas y sus hermosos ojos color verde viéndolo apenado mientras su boca lamia, besaba y chupaba a su antojo su miembro exigiéndole ansiosamente que dejara salir su esencia.

-Ahh ¡Misaki!-

Sin duda  era tan pervertida esa imagen ante los ojos del mayor, lo ponía en su límite a no más poder y hacia que se estremeciera, sobre todo  por pensar que su tímido niño, solo lo hacía para confortarlo por no poder tener sexo con él durante seis semanas.

¡Qué pena que solo fuera su juguetona mente, la que hacía que Misaki fuera tan cooperativo con él!… Y que el menor no se diera cuenta de cuánto empeño ponía Usagi-san  para cumplir su promesa…

 

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Día 21

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Después de ese pequeño incidente y sabiendo que  con otra historia de ese tipo sería más  que imposible el no  querer  buscar el amor de su pequeño. Akihiko evito todo contacto con la editora y sus desastrosos cuentos eróticos, le prohibió el acceso a su casa y se oculto el resto de la semana tres de ella.

No podía permitir que una historia de ese tipo le hiciera romper su promesa y menos cuando ya estaba  a la mitad de cumplirla.

 

Sin embargo, a pesar de que el sensei no dejo que  Aikawa volviera  a pasar a su casar para terminar su cuento; Aquella mujer estaba decidida de terminar el trabajo y aun tenía dos largas semanas para volver loco al peli-plata y hacerlo sucumbir en sus mas prohibidos deseos…

 

--------------CONTINUARA------------

 

Notas finales:

 

Pobre Usagi-san se le van a complicar más las cosas…. -.-

 

En fin me despido bye se cuidan ¿ok?

 

¡¡¡VIVA EL LEMON!!!... Aunque sea implícito o imaginario


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