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Día 41
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El recuento de los daños, había sido grande para Akihiko y lo sabía perfectamente; Sin embargo, ya podría cantar victoria.
Tras recibir el mensaje de confirmación de parte de Misaki, el cansancio y mal humor del novelista fue remplazado por una gran sonrisa. Y es que los sacrificios como torturas, que pusieron a prueba en más de una ocasión su autocontrol y cordura, por fin habían terminado
¡Seis largas semanas, en las que el escritor demostró fielmente que podría cumplir su palabra y que por más que la lujuria le dominara, él se podría controlar!
Nadie hubiera creído que el novelista lo lograría, incluso el exceso de cariño por parte del oji-verde en una ocasión obligo a pensar a Akihiko en romper su palabra, pero sin duda había logrado vencer los obstáculos y terminar el periodo de abstención
¡Ya deseaba ver la cara esa doctora! Contemplarla de arriba abajo y reprocharle el haber puesto en duda su autocontrol y del amor que le tenía al castaño.
Sin embargo, a pesar de que el orgullo de escritor le pedía ir en ese momento a gritarle a esa doctora, como al estúpido enfermero del hospital por haberlo tratado de una forma desafiante, el novelista tenía una mayor prioridad y esa era estar con el único dueño de sus pensamientos
Desde antes de que empezara el suplicio del mayor, el deseo de estar con su inquilino lo había carcomido a cada segundo y la idea de nuevamente juntar sus cuerpos, tocarlo por horas y amarlo lentamente al compás de sus suspiros hasta que se saciaran el uno del otro, tenia totalmente hipnotizado al mayor y es que después de tantos días podría rehacer su vida sexual con Misaki.
Mientras ideaba lo anterior poco a poco el oji-violeta empezó a excitarse, imaginando la compañía del universitario; así que tratando de hacer un esfuerzo sobrenatural para no salir por Misaki, el mayor tuvo que buscar pensar en otra cosa.
Queriendo olvidar lo que su cuerpo, corazón y mente anhelaban, Usagi tomó un libro de literatura clásica y tratando de no pensar en nada sexual, se dispuso a leerlo, esperando que el reloj marcara la hora indicada para ir al hospital y terminar su agonía
Por su parte, nervioso el castaño miraba como iban trascurriendo las horas.
….11:00am…. 12:00pm… 1:00pm… 2:00pm…3pm…
Algo raro estaba pasando, los minutos pasaban muy rápidos, como si fueran más cortos de lo normal. Quizás era porque no había nadie en la casa y se sentía algo solo. Su hermano había salido muy temprano a trabajar y la esposa de este, había ido con Mahiro a fuera de la ciudad
O tal vez era por la falta de costumbre por la vida familiar y tranquila que Takahiro le proporcionaba; No obstante, hacia un par de días que vivía con su hermano y los días eran casi normales ¿Qué estaba pasando?
Por un momento el menor se quedo a determinar el por qué de su problema hasta que la verdad disipo sus falsas ideas.
Aunque quisiera negarlo, Misaki se encontraba algo alterado por la visita al doctor. No es como si hubiera pasado algo malo entre él y su casero, o tuviera remordimiento de algo que sucediera en las anteriores semanas, pero por alguna razón tenía nervios por lo que la doctora digiera…
…O mejor dicho por lo que podría pasar después de la revisión.
Ya que si no había ninguna complicación con su herida, lo más probable era es que su seme quisiera romper la abstención sexual que tuvo durante 41 días y toda la noche se la pasaría persiguiéndolo para llevarlo a la cama. Cosa que, para mala suerte del castaño, su cuerpo no se oponía.
No obstante, ¿Qué tal si la doctora no le daba de alta? El menor no creía que Usagi-san aguantara más, y menos cuando había hecho un gran esfuerzo para no tocarlo y cumplir su promesa.
Así mismo también Misaki tenía que aceptarlo. Después de haber vivido tantos años con el escritor, se había acostumbrado a su calor de este, a sus violentos abrazos y a que hiciera con él lo que le diera la gana. Y es que a pesar de que muchas veces se resistía al contacto del mayor, jamás pensó que llegaría el día que lo extrañaría.
Si la doctora no le daba de alta ¿Su cuerpo podría soportar tanto tiempo sin su seme?
El castaño se encontraba meditando lo anterior, cuando de repente el sonido del timbre de la casa lo saco de sus pensamientos regresando lo a la realidad.
-¿Quién es?-
-Misaki… ¿ya estás listo?- Contestó una ronca voz al otro al lado de la puerta, dándole saber al menor que el momento de la verdad había llegado.
Con algo de miedo el universitario se dirigió hacia la puerta de la casa de su hermano y lentamente movió la perilla para abrirle al mayor; Sin embargo, al momento de abrirle este se quedo sorprendido observando el rostro del escritor.
Parecía como si el peli-plata no hubiera dormido en varios días, sus ojos mostraban unas profundas ojeras color negro y su piel se veía muy pálida, justamente como si hubiera trabajado sin descanso durante días en un nuevo manuscrito. Cualquiera que hubiese visto al novelista en esa posición diría que él era el enfermo y no Misaki.
-¿Te encuentras bien Usagi-san?- Pregunto por inercia el universitario al ver como la apariencia del mayor había cambiado en los días que estuvo lejos de él; Más el peli-plata no le respondió, solo quedo viéndole atentamente como si no le hubiera visto en años. Más después de unos minutos, lo guio hasta su automóvil para continuar con lo planeado.
“Hacía cuatro días que no veía a Misaki, y le había parecido una eternidad. ¿Qué había hecho el menor durante su separación? ¿Habría pensado en él? ¿Lo había extrañado como él lo extrañaba?... ¿O solo había continuado su vida, como cuando vivía con Takahiro?” Se preguntó Akihiko mientras escoltaba al castaño hasta su automóvil.
Durante todo el camino, el silencio se hizo presente entre los dos, ninguno de los dos pronuncio nada, a pesar de tener tantos días de no verse y de tener la pura intensión de conversar, ninguno dijo nada. Solo la tensión del momento inundó el automóvil, quizás por la idea de que si alguno hablara, terminarían cambiando el destino del hospital por el hotel más cercano.
Apenas llegaron al lugar y de inmediato el castaño se dirigió a la recepción mientras el peli-plata silenciosamente lo acompañaba. Después de haberse formado en una fila para que lo atendieran, Misaki s dirigió a la recepcionista para preguntarle por su consulta.
-B-buenas tardes señorita, vengo a ver a la Dra. Kenji-
-¿Tiene cita?-
- Yo… bueno, me habían citado para mañana, pero hablaron diciéndome que la Dra. se va de viaje mañana y solo puede revisarme hoy- Contestó tímidamente el oji-verde, sabiendo que hablar de eso con algún desconocido era sumamente vergonzoso.
- En este momento la Dra. está indispuesta. Si gusta puedo programarle una cita para que después lo revise-
-Pero me dijeron que viniera a las 4pm- Respondió el menor tenso, viendo como por la plática Usagi-san se desesperaba. El peli-plata nunca había sido muy tolerante a las personas y con la lentitud de la atención, su mal humor aumentaba.
- Ah ya veo... ¿Usted es el joven que tuvo una herida por culpa del sexo salvajemente que le hizo su seme hace un mes y medio?-
Al escuchar esto casi le de un infarto al menor ¡¿Porqué rayos la recepcionista tenía que ser tan directa y decirlo en voz alta en un lugar público?!
Dispuesto estaba el castaño a salir corriendo del lugar ¡Al diablo todo! Después de eso no tenía ni la más mínima intensión de permanecer en ese sitio; Sin embargo, al intentar dar la vuelta y al ver la cara que tenía el mayor tuvo que resistir lo que la mujer le había dicho.
Muerto de la vergüenza y casi paralizado por el último comentario de la mujer, así como por escuchar las pequeñas risitas de un par de mujeres había atrás de él, el menor tuvo que responder ante esa pregunta tan penosa. Todo fuera porque lo atendieran y el mayor no se enojara.
-………………………………..….Si, soy yo-
-Lo siento mucho, la Dra. no lo va poder atender. Pero no se preocupe, le haré una cita para que será la primera persona que revisará dentro de dos meses.-
-¡¿Eh?!-
Ante esto el menor trato de persuadir a la recepcionista de que la revisión era de suma importancia; Sin embargo, después de 15 minutos de intentar hablar con aquella mujer, Misaki no obtuvo ninguna diferente respuesta. Al parecer tendrían que esperar más tiempo para que lo revisara, cosa que de inmediato altero al escritor.
Akihiko había soportado mucho durante los días anteriores, como un caballero había cumplido fielmente su promesa y no había tocado al menor para no causarle daño, incluso tuvo que resistir que Misaki se fuera de su lado durante varios días para no violarlo ¡¿Y AHORA ESA DOCTORA, SE PONIA DIGNA AL QUERER REVISAR A MISAKI?! ¡YA ERA EL COLMO!
Tomando rápidamente al menor de su brazo, el mayor empezó a caminar dirigiéndose hasta el consultorio de andrología…
¡Ya había llegado al límite de la cordura y esa doctora de tercera junto con medio hospital, lo iban a escuchar!
Al estar ahí, furiosamente tocó la puerta una y otra vez hasta que una enfermera le abrió, preguntándole el por qué de tanto escándalo. Sin hacerle caso, el peli-plata le esquivo y entró al consultorio ala fuerza, ante la atónita mirada de todos los pacientes que lo veían desde lejos.
-¡Oiga! ¡No pueden pasar!-
-¡¿Dónde demonios esta la Dra?! ¡Quiero ver en este momento a la Dra. Kenji! –Gritó enojado el escritor, al ver que nadie a excepción de la enfermera se encontraba en el lugar.
-Lo siento, está ocupada, no le puede atender- Respondió la enfermera ante el comentario del mayor; No obstante, este le volvió a gritar y a decir que no se iban a ir del hospital hasta que la susodicha los atendieran.
Durante varios minutos aquella mujer y el novelista discutieron, mientras los veía apenado el castaño sin meterse en el problema generado por oji-violeta, pero ante tanto alboroto una persona se acerco a ver el por qué de su discusión.
-Señor ¿En qué puedo ayudarlo?- Mencionó una mujer con bata blanca mientras entraba al consultorio y trataba de terminar la pelea.
-¡Quiero ver a la Dra. Kenji en este momento!- Contestó de mala gana el novelista al momento que veía altaneramente a esa mujer.
-Yo soy la Dra. Kenji ¿Qué necesita?-
- ¡Revise a Misaki!-
-¿Misaki?- Ante esto sorprendida la mujer volteó a ver al menor que, sonrojado y avergonzado por las acciones de su casero la evitaba. De inmediato, la Doctora lo recordó junto con la abstinencia sexual que le había puesto y al gruñón de su pareja.- ¡Ah ya! Lo siento, pasen y tomen asiento-
Después de esto, le indicó a la enfermera que no había ningún problema, ella los atendería, lo cual al paso de unos minutos hizo.
-Disculpen la tardanza, de un momento a otro me llamaron y no pude avisarles Jejeje-
-Si está muy ocupada Dra. nosotros podemos esperarla- Tímidamente pronuncio el menor tratando de suavizar las cosas, al saber que habían interrumpido abruptamente los labores de la especialista; Sin embargo, el mayor no pensaba lo mismo, quien miraba enojado y desafiante a la mujer ¡Ni se le ocurriera tomarle la palabra a su acompañante… o le prometía que todo Japón se enteraría su ineficiencia como medico!
-No hay problema… Supongo que no le importará al sobrino de mi jefa que lo deje esperando a mitad de su examen de próstata Jejeje… Y bien Misaki ¿Cómo estás? ¿Cómo te has sentido durante este tiempo?-
-B-bien. Ya no me duele nada- Respondió nerviosamente el castaño
-Perfecto ¿Te has tomado todo lo recetado?-
-Si-
-Muy bien, ¿Has hecho algún movimiento brusco?-
-No-
-¿Seguro? ¿Alguna actividad que requiera mucho esfuerzo?- Pregunto la Doctora mientras observaba atentamente al serio novelista, tratando de ver si este hacia un gesto ante esta pregunta, pues si no mal recordaba, él era muy activo y la herida que tenía el más joven había sido provocada por la intensa actividad sexual que este había tenido con él.
-No-
-Entonces ¿El señor Usami ha cumplido su palabra? ¿No has tenido sexo, Misaki?- Cuestionó nuevamente la Doctora al ver como el menor se sonrojaba profundamente y el más alto fruncía fuertemente su ceño por la pregunta.
-…………………………………………………………………………..No-
- Genial ¡Qué gusto es saber que usted es capaz de cumplir su promesa Señor Usami!...- Al escuchar esto, de inmediato el mayor se bufó mentalmente de la mujer “¡¿Acaso lo dudaba?! Si él era el todo poderoso Usami Akihiko-sensei, ¡Podría cumplir una petición como esa! ” -… Ahora solo queda revisar tu herida para confirmar que todo esté a la perfección y podrás irte a casa. Misaki pasa a la habitación de un lado para que pueda revisarte-
Concluyo la mujer con una gran sonrisa mientras veía tranquilamente, como el oji-violeta se levantaba rápidamente de su asiento y le discutía.
Y es que era de esperarse que le reclamara, pues ¿cómo se atrevía a pedir eso? Si el único que podía ver esa parte del castaño era el mismo novelista y ningún otro mortal podría observarlo, ni siquiera esa Doctora que pretendía revisarlo.
-¿Existe algún problema con eso Sr. Usami? ¿Acaso Misaki oculta algo que no quiera que sepa?- Pregunto desafiante al mujer al ver, como furioso el mayor tomaba a Misaki de la mano con la intensión de salir de ese lugar para buscar a alguien que le diera una segunda opinión y que por supuesto no quisiera desnudar a su niño; Sin embargo, al escuchar esto el peli-plata le contesto:
- No hay nada que ocultar. Cumplí mi palabra y no tuvimos sexo-
-Entonces ¿Porque la resistencia a la revisión? ¿Acaso nunca ha oído la frase “El que nada debe nada teme”-
-Yo no temo nada, pero no permitiré que se aproveche de él. ¡Vámonos Misaki!-
-¡Vaya! Que desconfianza me tiene Sr Usami. Pero no se preocupe, no pienso hacer algo que vaya en contra de mi ética profesional y mucho menos cuando el seme de mi paciente está presente. Así que esté tranquilo, he trabajado muchos años en este hospital y nunca me han demandado por ningún cargo sexual. Ah por cierto ¿No cree que el que debería quejarse es el paciente y no usted?
La Doctora tenía buenos puntos a su favor para ponerse en su contra. Además Akihiko tenía que aceptar, que alguien que quisiera hacerle algo indebido a su Misaki, jamás se lo hubiera dicho en presencia de él.
Así que no quedándole otra opción Akihiko de muy mala gana acepto; Más por si las dudas le menciono lo siguiente a aquella mujer….
-¡Si lo toca de manera inapropiada o Misaki se queja. Téngalo por seguro, haré que jamás vuelva a trabajar en algún hospital del mundo!- Sentenció fuertemente Akihiko mientras veía a los ojos a la mujer. Y es que pesar de que nunca quiso ejercer, no dudaría en utilizar las clases de Derecho que alguna vez vio en la universidad así como la influencia que tenía como uno de los más celebres escritores de Japón en contra de esa Doctora.
- ¡Vaya Señor Usami, usted si que tiene severos problemas de posesividad! Pero le aseguro que Misaki va estar bien. No lo voy a tocar, solo voy a revisar que todo esté normal para darlo de alta. Incluso si lo prefiere, dejare la puerta sin seguro para que cualquier cosa que le parezca rara entre por él-
Con esto nuevamente la médico invitó al menor a que pasara al cuarto de a un lado para que lo pudiera revisar, lo cual hizo tímidamente el castaño.
Después de unos segundos, y sin recibir queja de su argumento anterior, la Doctora fue hacia ese lugar para proseguir con la consulta.
Por su parte Usagi-san estaba que se lo llevaba la incertidumbre. Si tan solo escuchaba un leve grito o una pequeña molestia de su adoración, por mínima que fuera, no se lo perdonaría y entraría a defender a su niño.
Así que inquieto por lo que pudiera pasar, el mayor empezó a caminar a fuera de la puerta de la habitación de lado a otro para esperar que aquella mujer terminara de revisar a su pequeño y pudieran marcharse.
-¿El señor Usami es así siempre de obsesivo?-
-Ammm… solo algunas veces-
-¡Vaya! por un momento llegué a pensar que iba a salir por un policía e iba a hacer que me arrestara jejeje… Bueno Misaki es hora de la verdad- Mencionó la Doctora mientras se ponía un par de guantes de hule en sus manos y al ver que el universitario ya estaba vestido con una pequeña bata color azul claro que solo le cubría lo esencial; Sin embargo, antes de proceder al chequeo, vio algunas marcas en el cuerpo del oji-verde, las cuales le llamaron mucho la atención -Misaki ¿puedes descubrirte un poco tu cuello?-
Ante esto, con mucha delicadeza el universitario fue descubriendo la piel hasta que la especialista le dijo que era suficiente. Por unos segundos la Doctora le observo y luego le pregunto…
-¿Misaki has tenido sarampión o algún sarpullido en las últimas semanas?-
-No-
-Entonces ¿Sabes a qué se deben estas marcas rojas en tu piel? –
Escuchando esto, el universitario se estremeció y de inmediato su cara se volvió de un fuerte color rojizo… ¿Cómo explicarle a la doctora la procedencia de esas manchas y que esta no pensara mal de su casero?
Inmediatamente el menor puso nervioso, por tratarle de decirle lo que realmente eran; No obstante, al hablar su voz comenzó a titubear por recordar las imágenes que habían sucedido.
-Este… yo… bueno… es que cuando Usagi-san…está… muy excitado e-el me abraza y… y empieza a b-besar mi cuerpo muy fuerte hasta que quedan marcas y… este… también me dice cosas muy vergonzosas al oído- Apenado por lo que acababa de decir, Misaki trató de ocultar su rostro de la mujer para que no le siguiera cuestionando; No obstante, esto no sucedió.
-¿Qué cosas vergonzosas Misaki?-
-Bueno… es algo p-privado-
-No te preocupes, nada de lo que me digas saldrá de aquí; así que puedes decirlo ¿Qué cosas te dice el Sr. Usami? ¿Es algo malo?-
-Este… es que…- Poco a poco la cara del menor se fue poniendo más roja al igual que sus orejas; Así mismo poco a poco su cuerpo empezó a temblar y sus manos a sudar ¿Cómo decirlo… Si muchas veces el lo había negado con su alma? -… Bueno… él se acerca a mi oído y mientas me hace “eso” empieza a s-susurrar que soy muy l-lindo… que lo provoco mucho y q-que no puede resistirse a-a mí… también me dice una y otra vez que me ama mucho y m-me llama “Mi Misaki” varias veces… ¡Es vergonzoso!-
Después de decir eso el menor casi le da un infarto al ver como sonreía la Doctora… ¡De seguro estaba muerta de la risa pensando en todas las perversiones que le decía el mayor! ¡¿Por qué rayos le estaba pasando eso a él?!
Sin embargo, la Doctora pensaba algo diferente…
-Misaki las marcas que tienes son algo recientes. No tiene antigüedad de más de un mes y acabas de decir que el Sr. Usami te hace marcas solo cuando está muy excitado, lo cual supongo que es cuando te hace el amor, ¿Tuviste sexo con tu seme durante este tiempo?-Preguntó sin rodeos la mujer, mientras veía como el menor se alertaba y trataba de negarlo.
-¡No! ¡Usagi-san y yo no hicimos eso!-
-Entonces ¿Qué paso?-
-Bueno es que… yo tome vino… y bueno yo…- Tomó aire el menor, cerró fuertemente sus ojos y con mucha valentía pronunció lo siguiente lo más rápidamente posible para que acabara su suplicio- Hacía días que Usagi-san no había estado en casa y yo pensé que ya no me quería y cuando llegó yo le dije que quería estar con él, el trató de evitarme pero yo estaba muy tomado y le insistí que se quedará conmigo; así que me abrazo muy fuerte y empezó a besarme y a tocarme como cuando teníamos intimidad pero después el solo toco mi entrepierna hasta que me vine, pero no tuvimos sexo…. Al día siguiente, el me pidió que fuera a vivir con mi hermano, porque si me quedaba en su casa el no se controlaría y terminaría haciéndome “eso”. ¡Fue lo único que paso!…. Si quiere pu-puede revisar, a mí no me duele ahí… Ya no tengo la herida.-
Después de decir lo anterior Misaki con toda la pena del mundo, se acomodó para que la especialista pudiera revisarlo y confirmara sus palabras asi como la verdad.
Ante esto la mujer quedo impactada.
Tenía que reconocerlo, a pesar de que no había confiado en ninguna de las palabras del seme del castaño, este había cumplido su promesa bastante bien y había respetado a su uke todo este tiempo. Sin duda, todo un logró para una persona bastante “activa” como lo era el Sr. Usami; No obstante, la Doctora tenía que decirle la verdad al paralizado joven, que temblando, esperaba que lo revisara.
-Misaki voltéate, no hay necesidad que te revise. Sé que no tuvieron sexo ninguno de los dos-
-¿Eh? Pero…-
-Verás Misaki. Desde que me recibí como andróloga, he visto muchos casos de parejas homosexuales que sufren al misma situación que tu. Generalmente el uke es más joven que él seme y este es muy activo a la hora de tener intimidad, causándole severas lesiones a su pareja por practicarle continuo sexo salvaje. Por eso unos colegas y yo decidimos crear “El método de las seis semanas”
-¿Método de las seis semanas? ¿A qué se refiere?-
-Me explico. Está comprobado que un hombre no puede aguantar más de cinco semanas sin sexo, pues el cuerpo masculino, después de haber tenido su primer encuentro sexual, constantemente es atacado por impulsos que le pide saciar esa necesidad.
Cuando esta no se cubre, son más frecuentes, al tal grado que nublan el razonamiento lógico de las personas y algunas veces bloquean el libre albedrio. Es por eso que es muy difícil que un hombre se resista a cualquier insinuación en lo que refiere al sexo y más si ha pasado tiempo sin que lo practique.
Generalmente no causan muchos problemas ese impulso; pues es normal que un ser humano quiera tener placer de vez en cuando; Sin embargo, a veces hay algunas desviaciones con ciertas personas, las cuales buscan y aprovechan las oportunidades para tener sexo constantemente con sus parejas, sin preocuparles que resultan con severos daños en su cuerpo por el abuso.
Como cada vez es más frecuente estas desviaciones, nosotros los andrólogos practicamos este método que consiste en una abstención sexual de seis semanas a las parejas que cumplen con ciertas características. Esto es con el fin de que los afectados, los cuales son en la mayoría de las veces uke´s, se den cuenta del tipo de persona con la que viven y comparten una relación.
En el 99% de los casos funciona, ya que lamentablemente se dan cuenta de que sus seme´s solo están con ellos por sexo y al no conseguirlo, los abandonan en busca de otra persona que pueda complacerlos. También se han tenido casos de infidelidad en la relación o convencimiento para no llevar la abstinencia acabo y que ellos continúen su vida sexual. Cosa que puede ser muy devastadora, pues si se tiene sexo cuando la herida no se ha curado, puede infectarse e ir creciendo hasta convertirse en algo quirúrgico.
En tu caso Misaki, la herida que tenías era muy superficial. Solo afecto a la piel y no al musculo por lo que más o menos tardo en sanar una semana; Sin embargo, tu seme presento las características anteriores y decidí aplicarles la prueba de las seis semanas, pensando de antemano que el Sr. Usami no sería capaz de cumplir su promesa y terminaría dejándote.
Sé que suena muy drástico el método, ya que aparentemente la separación es inminente, pero se decidió que es mejor llevarlo a cabo, para prevenir reincidencia en este problema o peor múltiples violaciones. Pero contigo esto no fue así.
He de confesarte que me sorprendió mucho que te acompañara, por eso no los reconocí de inmediato. Nunca me había tocado que un seme siguiera con su uke hasta el final de la prueba; Sin embargo, aún decidí dudar de él, pues es muy probable que estuviera fingiendo, o que ya supiera del método y estuviera aparentando. Más al verlo sentado y de cerca, pude confirmar que a pesar de lo que yo creía él había cumplido su palabra de no tocarte y algunas cosas más.
-¿Eh? ¿Pero cómo puede saber eso con verlo? ¿A qué cosas más se refiere?-
-Mira, no es difícil saber que tu seme no ha tenido sexo. Te mostrare…-
Después de esto, la Doctora invito al menor a que mirada por una pequeña ventana secreta, lo que pasaba en el consultorio paralelo.
- ¿Qué es lo que observas Misaki?-
Durante algunos minutos el castaño miró el consultorio, pero nada se le hizo fuera de lo normal, solo el hecho de que su casero caminaba de un lado al otro, como si se tratara de un león enjaulado.
-Usagi-san está caminando de un lugar a otro…¿Pasa algo malo con él?-
-Observa más detenidamente, ¿No ves a tu seme desesperado?
-¿Eh? ¿A qué se refiere?-
-He notado desde la primera vez que tuve el placer de conocer al Sr. Usami que es algo impulsivo.
Es la típica persona que hace lo que quiere, cuando quiere y en donde quiere y la paciencia no es su virtud; Sin embargo, observa Misaki, en este momento se está controlando de no entrar a esta habitación, a pesar de que sabe que un desconocido puede estar viendo y tocando a su pareja. ¿Tú sabes por qué no ha entrado a este lugar-
-No-
-Mira, El Sr Usami es el típico seme posesivo que no le gusta, ni permite que alguien más toque lo que cree que es de su propiedad y es posible que este luchando en este instante con su mente, para no imaginar que alguien más a él esta profanando tu cuerpo con sus manos. Cosa que sin duda le está costando mucho y puedes verlo, porque está inquieto.
Las personas posesivas, no permiten bajo ninguna razón que esto pase; No obstante el lo está permitiendo, aparentemente tranquilamente.
Hay varias razones clínicamente comprobadas para que una persona obsesiva permita algo así. Una de ellas es que dejó de tener interés y no le importa en absoluto lo que pase con la cosa obsesionada; pero no es el caso de Usagi-san, pues desde el momento que se enteró que te iba a revisar hizo un escándalo. Esto significa que aún no ha perdido el interés, ni en tener sexo contigo lo cual es la prioridad más importante en su cuerpo que este lo manifiesta con las grandes ojeras que se le hicieron en sus ojos, las fuertes líneas de expresión marcadas en la frente y la palidez en su cara.
Y es que cuando una persona no complace sus deseos sexuales, se crea un fuerte estrés que refleja con algunos síntomas como marcas faciales, insomnio, falta de apetito o concentración ¿Entiendes Misaki?
-Creo que si… ¿Entonces cada vez que Usagi-san este estresado le aparecerán ojeras?-
-Es muy probable, incluso cada vez que el Sr Usagi sienta una carga muy fuerte de tensión hay un 99% de probabilidad de que buscará tu cuerpo para relajarse y regresar a la normalidad, pues con lo posesivo que es y con el fuerte apetito sexual que tiene hacia ti, su mejor y único desahogo es la intimidad contigo. – Ante esto Misaki sintió algo de temor… pero por lo menos ya sabía por qué Usagi-san quería “recargarse” de él cada vez que terminaba un manuscrito- Pero bueno, regresando al tema. Si la falta de interés hacia a ti, no es lo que está haciendo que se controle para no entrar aquí ¿Qué crees que sea Misaki?-
-Ammm ¿Puede ser que no quiera interrumpir su trabajo?-
-No creo que sea eso, pues si recuerdas Misaki antes de entrar me amenazó y dudo de mi profesionalismo, por lo tanto creo que le importa muy poco lo que yo diga con respecto de ti. Incluso si yo le digo que todo esto fue una mentira y tú estabas fingiendo, no me va a creer pues no me tiene confianza como persona ni como Doctora. Pero al contrario si tu le dices que yo te toqué, aunque no fuera así, el me tomaría como culpable y haría todo lo posible para meterme a la cárcel, por solo el hecho de que no va a dudar de tu palabra. Así que la respuesta, tiene que ver más contigo que conmigo, Misaki.-
-¿Conmigo? ¿Por qué?- Preguntó extrañado Misaki pues no entendía nada de lo que le decía la Doctora, ni sabía el por qué de eso.
-Siendo que Sr. Usami es muy desconfiado de la gente, obsesivo y hace lo que quiere con las personas, es muy fácil pensar que no ha de entender razones en nada y hará lo que él quiera hacer; Sin embargo, la única razón para que él este afuera de esta habitación es la misma razón por la que está en este hospital y por la que se ha aguantado tantos días sin tener intimidad, eres tu Misaki.
Te he de decir que no es muy común que un hombre acompañe a su pareja hombre a un hospital público.
Hay muchos tabús en la sociedad acerca de eso y la mayoría no se quieren exponer a eso, por el miedo del qué dirán; Sin embargo, tu seme lo hizo a pesar de que él fue quien te causo las heridas y de que podría haber sido acusado de violación por la gran diferencia de edad que hay entre ustedes.
Cuando le cuestione acerca de su amor y le puse en tela de juicio su autocontrol, respondió directamente y sin rodeos lo que siente hacia ti enfrente de una desconocida, e incluso prometió no hacerte el amor durante un tiempo para que te curaras, a pesar de que sabe que no puede “resistirse a ti”. No muchas personas lo hacen, pues con este mundo agitado ¿para que sacrificarse? Si eso se puede resolver cambiando de pareja.
El Sr. Usami podría decirse que es prácticamente un adicto al sexo y aún así te respeto, no te toco y por si fuera poco no busco un sustituto para calmar sus ansias y más cuando le pediste que estuviera contigo. Otra persona le hubiera importado poco y abusando de tu estado, te hubiera hecho el amor, al fin que no podrías poner resistencia y probablemente no recordarías nada al día siguiente.
Misaki cuando te revise por primera vez, tú me dijiste que él era tu primera y única pareja sexual. Yo no sé de su vida anterior, pero puedo asegurarte algo. Por lo que ha probado tu seme en estos días, sé que mientras ha salido contigo, tú eres y has sido su única pareja sexual, por qué si existiera alguien más para él, no me hubiera exigido de la forma como lo hizo para que te revisara antes de mi viaje.
Pero sobre todo Misaki, ¿Sabes por qué ha hecho todo lo que te conté?- Sonrió tiernamente la mujer- …Por qué tu seme, no miente cuando te dice que te ama y que no puede estar sin ti. En verdad que el Señor Usami está muy enamorado y haría todo lo que estuviera en sus manos para estar contigo…. Incluso romper con la naturaleza del hombre de no poder aguantar más de cinco semanas sin sexo. Y esto se debe a que tu seme solo concibe la idea de tener sexo con una persona ya que es el único en este mundo capaz de satisfacer y saciar todos los deseos que tiene, hasta el punto de no tener ojos para nadie más que para él.-
Al escuchar las dulces palabras de la mujer que le sonreía, el castaño se sonrojó fuertemente y se estremeció a no más poder, pensando en la gran labor que su novio había hecho, en las intensiones que le había llevado a hacer varias locuras a lo largo de 6 semanas pero sobre todo en la gran facilidad que tuvo la andróloga para descubrir lo que él en varios años no había hecho.
-Es probable que la herida que te provoco haya sido un descuido de parte de él, pues también el estar demasiado enamorado de una persona, provoca que no se razone bien, ni se midan las consecuencias. ¿Pero sabes? Te aseguro que con las seis semanas que tuvo de castigo sin ti, jamás va a descuidar cualquier gesto o mueca de dolor que tengas… Ahora te pido que observes nuevamente esa ventana, ve al señor Usami y comprueba todo lo que te digo con tus propios ojos.
¿Te das cuenta de la gran pareja que tienes a tu lado Misaki? Muchas personas desearían estar en tu situación, incluso es probable que ya te hayas encontrado con algunos que traten separarte de él; Sin embargo, no desaproveches la oportunidad… Hazle saber al Sr. Usami que sus esfuerzos no son en vano, quiérelo con la misma intensidad con la que te quiere, pues alguien como él, que sacrifique sus deseos por tu bienestar, no es tan fácil de encontrar y te lo digo yo, que más que nadie conoce a los hombres asi como las diferencias entre ellos.
Creo no hace falta decirte más Misaki, puedes cambiarte. Yo voy a informarle al Sr. Usami sobre tu alta y a darle algunas recomendaciones sobre su situación. Recuerda cualquier cosa que necesites estoy aquí para atenderte ¿De acuerdo?…- Volvió a sonreír ampliamente la Doctora- …Bueno siempre y cuando tu seme no me demande por acoso sexual Jejeje
Al escuchar lo anterior pronunciado, el castaño tímidamente le sonrío y le agradeció las atenciones brindadas. Después de esto, la Doctora se dispuso a salir de la habitación; No obstante, antes de esto le dijo lo siguiente al menor como último consejo para su vida sexual.
-Ah por cierto Misaki, lo de tener sexo cada tres días no es mentira. Tu cuerpo no está hecho biológicamente para ser penetrado. Si a tu seme s le olvida y quiere propasarse contigo, recuérdale las consecuencias de una herida en tan delicada parte –
Después de esto salió del lugar, encontrándose al momento la fuerte mirada del peli-plata.
-¡¿Qué le hizo a Misaki?!-
- Nada Señor Usami, ¡Tranquilo! Solo platicamos, pero quiero felicitarlo. No hay ningún problema con su uke y su herida está curada, por lo que la abstención sexual ya no será necesaria.- Mencionó alegremente la mujer, al paso que tomaba asiento en su lugar y escribía una receta.
Por su parte al escuchar esas maravillosas palabras, de nuevo el corazón del mayor volvió a latir ¡Todo volvería a ser normal y ya no habría porque estar separado de su amado!
-Sin embargo; quiero que ponga mucha atención en lo que voy a decirle pues si no lo hace Misaki regresará pronto a verme y las consecuencias van a ser más fuertes ¿de acuerdo? – La doctora no recibió respuesta sonora del mayor, solo una mirada más relajada de parte de este le confirmo su atención.- Bueno, a partir de hoy Misaki ya puede tener sexo, pero no sea muy brusco con él. Recuerde que ni la edad, ni la masa corporal de su uke son iguales a la suya. Nada de tener sexo desenfrenado por horas, ni mucho menos el penetrarlo sin preparación, porque la herida puede abrirse. Deje de descansar a su pareja mínimo 3 días para que se recupere de la actividad. Si al momento de tener relaciones sexuales, ve algún gesto de dolor en su uke o siente algo raro, no continúe y venga de inmediato al hospital. Lo más recomendable es que solo haya una penetración al día, pero puede haber dos, siempre y cuando su uke aún este dilatado y quiera. Evite tener sexo sin su consentimiento y recuerde Sr. Usami usted es el seme y el que debe llevar el control en intimidad. Si hay alguna complicación con su uke, la responsabilidad va ser suya, por lo que piense bien las cosas antes de hacerlas ¿Tiene dudas con lo anterior?-
Ante esto, el mayor nuevamente no respondió, pero por los gestos que hacía él estaba procesando la información a fin de que no se le pasara ningún detalle a la hora de tener intimidad.
-Ah se me olvidaba. Señor Usami yo sé que apenas salga del hospital, usted llevará a Misaki a un sitio más cómodo para estar con él. Recuerde él no ha tenido sexo por varios días, trátelo con mucha delicadeza para no causar desgarre anal ¿Correcto?-
-De acuerdo-
-Bueno, no creo que haya algo más que mencionar. Cuide mucho a Misaki y cualquier duda que tengan estoy aquí para ayudarlos -Sonrió la Doctora mientras veía como el menor salía de la habitación para incorporase a su seme- Me retiro, tengo que seguir con un examen de próstata que deje inconcluso… Jejeje… Espero que mi paciente no esté molesto. Fue un placer atenderlos y por cierto el recibo de la consulta llegará a su casa dentro de varios días ¡Hasta luego!- Acto seguido se levanto de su asiento y se retiro del lugar dejándolos solos.
Prontamente, al ver que no estaba nadie en el lugar, el mayor sonrió ampliamente descifrándole al castaño sus próximos planes y antes de que pudiera hacer algo lo tomó de su cintura, lo cargo apoyando su estomago contra uno de sus hombros y sin decir nada salió del hospital ante la vista de todas las personas que oían intrigados las quejas del oji-verde por tan repentina acción.
¡Lo mejor ya iba a comenzar!
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