Capítulo 14: Noche Buena.
Habían pasado cinco días desde que Sirius hablara con Harry, este no lo miraba, no le hablaba, lo ignoraba por completo, como si Sirius fuera un ornamento más de la casa.
El día 23 de Diciembre Harry le pidió prestada su lechuza a Billy (Hedwig había salido de caza hace unos días) para enviarle el regalo a Derek, aunque no tenía alguna dirección la lechuza gris de Billy era tan buena como su lechuza, así que confiaba en que sería capaz de encontrar al joven.
Durante la tarde del día 24 llegaron los padres de Hermione, quienes se pusieron radiantes con la noticia de que su hija tuviera novio, los padres de Dora, Andrómeda y Ted Tonks; el resto de los Weasley y algunos miembros de la Orden.
Molly y la señora Granger hicieron la cena más maravillosa que Harry había visto en su vida, incluso más que los banquetes del Gran Comedor, Harry logro no percibir a ratos las miradas que le lanzaba Sirius, estaba muy entretenido con los gemelos que hablaban sin parar de los cambios que harían cuando compraran Zonco. Molly, Dora, Fleur y Jane (la madre de Hermione) comentaban cosas típicas femeninas, todo el mundo reía y disfrutaba en familia.
Ya pasada la media noche algunos invitados se retiraron los chicos subieron al cuarto de Ron y Harry y en el salón solo quedaron los dos matrimonios Weasley, los Granger, los Lupin y los Tonks acompañados por Sirius.
-“Creo que ya va siendo hora de irse a la cama”- Dijo Dora, quien se levanto ayudada por su esposo.
-“Vamos cariño, no te apures”- Dijo Remus.
Todos se dieron las buenas noches con todos y salieron a sus respectivas cuartos, Molly daba gracias a Merlín que aquella casa era más grande y con mas cuartos que la Madriguera. Todos salieron, menos Sirius, quien tomo otra botella de Whiskey y se sentó frente a la chimenea. Bebió un gran contenido del licor, eso mas el calor que emanaba el fuego de la chimenea hizo que Sirius lentamente se durmiera allí mismo.
***
Harry despertó un par de horas de haberse dormido, en la cama de al lado Ron y Hermione se habían dormido sobre las tapas. Sintió la garganta seca y decidió bajar a la cocina rogando a Merlín que a Sirius no se le hubiera ocurrido ponerse a beber solo en el salón de nuevo. Cuando paso por el salón, la chimenea a penas iluminaba, la madera se acabaría pronto, pero eso no le importo cuando vio una figura tendida en la alfombra.
Se acerco aunque sabía perfectamente de quien se trataba. Sirius se encontraba boca arriba con una mano sobre su pecho y la otra extendida a un costado. Harry tuvo que reconocer que se veía realmente estupendo ahí tirado, su respiración era lenta, su rostro estaba totalmente relajado y sus facciones… ay sus facciones le acentuaban la hermosura que debió haber sido antes de entrar a Azkaban. Harry pensó en invocar una manta, pero luego recordó su rabia, no podía ser tan gentil, así que…
-“¿Sirius? ¡Sirius! ¡Sirius despierta!”
-“¡¿Qué?!” – Sirius se incorporo de un sopetón cuando sintió que alguien decía su nombre. –“¿Harry?”
-“¿Pretendes resfriarte?”
Sirius recordó que estaba bebiendo y un malestar en su cabeza y estomago lo invadieron.
-“¿Te tomaste todo esto tu solo?”- Dijo Harry inspeccionando la botella que estaba a un lado de la chimenea.
-“Creo que sí, ¿me ayudas a pararme?, creo que me voy a caer”- Sirius intentaba pararse por sí solo, pero sus piernas le fallaban. Harry se acerco y lo ayudo, Sirius puso un brazo por encima del hombre del menor y este lo guio hacia el sofá.
-“No creo que seas capaz de subir las escaleras y tanto peso no lo aguanto solo”
-“¡No me digas gordo!”
-“Eres un adulto de treinta y tantos años, pesas más que yo”
Sirius cayó como un saco de papas en el sofá, Harry invoco una manta y se sentó junto a Sirius, quien le recibió la manta, pero la puso a un lado.
-“Debería irme, debería salir de aquí ¿Por qué no lo hago? ¡Ah sí, porque soy idiota!”- Harry pensaba mientras intentaba salir, pero le era imposible, su cuerpo no reaccionaba, él se quería ir, su cuerpo quería quedarse y al parecer esa batalla la ganaría su cuerpo.
-“Debiste dejarme ahí, no merezco tanta generosidad tuya después de lo que te hice”- Dijo de pronto Sirius acercándose más a Harry, este se tenso.
-“¿Y que quedara en mi conciencia tu muerte por un resfriado?”- Dijo irónicamente Harry
-“Al menos sabrías que ya no te molestaría más, que ya no tendrías que aguantarme” – Sirius estaba peligrosamente cerca, Harry podía sentir sus brazos rozándose.
-“Sirius, mejor duérmete” – Harry ya estaba bastante incomodo, pero su cuerpo aun no reaccionaba.
-“Es la verdad ¿te molesta que diga la verdad?”
-“Sirius estas pasado de copas y no es el mejor momento para hablar, ni siquiera sé si quiera hablar de eso”
-“Peque los niños y los borrachos siempre dicen la verdad” – Harry se voltio a encarar al menor por llamarlo así, ahí recién se fijo bien que tan cerca estaban sus rostros.
-“No me digas peque”- Sirius lo ignoro y lo beso.
Lo tomo totalmente por sorpresa, estaba totalmente enrabiado, pero Sirius lo seguía besando hasta que logro que su rabia se esfumara y diera paso al deseo contenido por tanto tiempo. Se besaron con ansias, con furia, con pasión, con más pasión que en el verano, porque que era añoranza, era demostrarse que extrañaron sus labios. Harry osadamente y en un movimiento rápido se puso sobre Sirius con una pierna en cada lado, sus manos estaban enredadas en el pelo del mayor, mientras que este sujetaba fuertemente la cintura de Harry.
***
En el segundo piso Ron y Hermione se habían despertado, notaron la ausencia de Harry pero supusieron que había bajado a la cocina. Ron acompaño a su novia hasta su cuarto, pero un ruido seco los alarmo.
-“Debe ser Harry”- Dijo Ron en un susurro.
-“¿Y si no es él?”- Dijo Hermione de igual forma, instintivamente la chica saco su varita.
-“Accio Capa, vamos a ver, pero no ilumines”
Caminaron despacio, siete años bajo la capa les había ayudado bastante para no hacerse escuchar. Al bajar las escaleras escucharon una voz desde el salón, la voz de Harry. Se asomaron justo en el momento en que este se precipitaba hacia Sirius mientras ambos se besaban.
Hermione ahogo un gemido y Ron se puso pálido. Unos segundos después Harry se separo de Sirius y lo miraba desconcertado.
-“Harry…” – Sirius no alcanzo a terminar la frase, Harry salió disparado y paso junto a sus amigos que se hicieron a un lado justo a tiempo. Volvieron a ver al salón, Sirius se estaba acomodando en el sofá y se ponía sobra las piernas una manta. Caminaron lo mas silenciosamente aun y fueron hacia la cocina.
-“Muffliato”
-“¡Yo pensé que le gustaba Derek!”- Dijo Ron mientras servía un poco de jugo para ambos.
-“Yo también, pero ¿Harry y…Sirius? ¿Cuándo paso esto?”- Dijo Hermione.
-“Tuvo que ser durante este verano, tuvo que ser”
-“¿Tú crees?”- Dijo Hermione.
-“Mione, por eso no le hablaba durante el inicio de las clases, por eso estuvo raro… ¡tenían algo y luego él se fue!”
.”Bueno admito que yo misma le pregunte si estaba enojado con Sirius, pero jamás lo pensé en sentido romántico y el mismo me dijo que si lo había estado, pero que ya había pasado”
-“¿Tú crees que sea así realmente?”
-“Si Sirius y Harry tuvieron algo durante el verano y se fue dejándolo destrozado imagínate lo mal que debió pasarlo, sin poder hablar con nadie del tema”
-“¿Y Derek?”
-“Bueno nosotros no sabemos cuáles son los gustos de él, pero si a Harry le estaba comenzando a gustar esto le complica mucho las cosas”
-“Sin mencionar que ahora Sirius es nuestro maestro”
Los chicos volvieron a meterse debajo de la capa, Ron dejo a Hermione en su habitación y volvió a su cuarto, Harry ya estaba dormido.