Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Search In H M por Vampire White Du Schiffer

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Grimmjow nos muestra en día en su vida

 

-Date una idea –Le rete. Le mordí la oreja.

 

-No quiero. –Y alejo sus ojos de mi enfoque azul.

 

-¿Me acusarás? –me burle

 

-No.

 

-¿Qué?

 

-Yo rendiré el reporte como yo quiera. –Eso me sorprendió.

 

-Me aprovechare de ello –Dije acostándolo de nuevo en la cama y sin darle tiempo de nada me puse sobre el.  

 

-Quítate –Ordeno. –Yo no seré tu ruta de escape.

 

-No se de que me hablas. –Fingí demasiado mal.

 

-Solo quítate, me molestas.

 

-Menos…

 

-Si Grimmjow, quítate. –Tenía a un niño arriba de mi espalda. –Estas molestando a Ulquiorra.

 

-¿Tu que haces aquí Bastet?

 

-Escuche que habían despertado, oye ¿No será mejor que te apresures? –Dijo bajándose. Quedando sentado sobre la cama y se estiro. Maldito mocoso. ¿Dijo apresurar?

 

Vire mi vista hacia el reloj, puesto en la mesa de noche. Libere al príncipe de un salto viendo la hora. Tsk, es tarde. De seguro intentaran matarme. Que más da…

 

-No creas que nos vas a dejar –Dijo el gato caminando por las sabanas desarregladas. .Quiero ver en que trabajas. –Se agazapo y se lanzo contra una pequeña pelusa. Suspire hondamente, debo tranquilizarme. El mocoso tiene algo de razón, por lo menos en lo que pienso en que hacer, después de todo no creo que al principito de cuarta le pueda interesar mucho mi labor.

 

Voltee a verlo, estaba con la mirada fija en la nada, típico. Como era de esperar, su ropa totalmente desarreglada, diablos. Debo concentrarme en lo importante: soportar el plazo fijado. Ya después me podría librar de mi tarea de niñera. Me estire, lance mi camisa lejos, escuche como Bastet se quejaba.

 

-¿Ahora que?

 

-Vístete en el baño –Me miro con autoritarismo. ¿Qué diablos? –Esta es mi habitación, sal tú si te molesta. –Me estire de nuevo y lance mi brazo hacia atrás, los malditos rasguños estaban ahí, y el causante estaba tan campante. Note que Ulquiorra tomaba con aire ecuánime al tigre en sus manos y salía sin verme. Cerró la puerta sin inmutarse y escuche sus pasos alejarse. Tsk, es tan extraño. Tuve un calofrío. Cuando me metí al baño, hundí mi cabeza en el lavabo lleno de agua, mi “calentura” se había calmado. No puedo creer que siempre me termine poniendo en esa estúpida situación por culpa de ese principito de cuarta. Y Bastet siempre me detiene cuando caigo en ese precipicio. No se hasta cuando dejare de ser Salvado, pero estoy seguro de algo, levanto mi cara para encarar al espejo, la próxima vez no podré controlarme. Ese tipo tiene algo, y mientras más trato de averiguar que es, menos lo entiendo. No es como si hubiese caído bajo el embrujo de el ¿No? Quiero decir, no creo que el, siendo de “alto status” se fijase en un pobre diablo como su servidor. Ahora que lo pienso detenidamente, aún cuando supongo volver a ese mundo de locos, seguiría viendo a Ulquiorra, y lo pero de todo es que no se me puede garantizar ser más fuerte que el, maldición… ¿Para que deseo ser mas fuerte? …

 

Escuche el sonido del teléfono. Me apresure a darme un baño, la hora de irme a trabajar ya estaba encima. Y lo peor de todo, me había ausentado sin justificación, veré que lío le invento al tipejo que tengo por jefe, creo que no se los había mencionado, tengo un empleo de medio tiempo, la verdad me va demasiado bien para ser solo por la mitad de una jornada. Bueno digamos que el lugar esta en una de sus mejores épocas, así que no es difícil que sus empleados tengan buena remuneración por tan poco trabajo. Que mas da, tendré que medir mis alcances después de todo tendré dos bocas que alimentar por todo este tiempo. ¿Cuánto? Aizen dijo que su hijo me lo diría después, pero hasta el día de hoy no me ha comentado nada el imbécil…

 

Escuche que Bastet contesto el teléfono, yo salí con una toalla en mi cabeza. Odio tener que salir de esa manera en mi propia sala, es molesto tener a personas esperándome.

 

El minino estaba agazapado hablando tranquilamente por teléfono. Se lo quite sin pensar dos veces y lo coloque entre mi mejilla y hombro mientras jale del pellejo al tigre y lo lance lejos.

 

-¿Grimmjow? –Maldita sea tenía que ser el. -¿Qué no haz visto todos los mensajes que te deje?

 

-¿Qué quieres, fresa estúpida? –Es un Compañero de trabajo con el que siempre termino peleando. Su nombre es Kurosaki Ichigo. Un molesto tipejo de mi edad, cabellos puntiagudos naranjas y ojos color avellana.

 

-Hey, no seas grosero conmigo.

 

-Si es respecto a mi ausencia –Es mejor ir al grano.

 

-Claro. Urahara esta impaciente por saber donde rayos te metiste en esta semana. Pero hay algo más…

 

-Habla claro –Exigí. Creo saber a que se refiere.

 

-Vinieron a  buscarte de nuevo.

 

-Voy para allá.

 

-De acuerdo, por cierto ¿Quién era el niño que me…?

 

Colgué y me dirigí a tomar mi camisa de color beige.

 

-Saldré por unas horas. –Dije poniéndome una gabardina. Recuerdo haber perdido mi favorita hace una semana… siete días viví una ola de extraños sucesos, y los seguiré viviendo por un tiempo.

 

-Espera. Dijiste que nos llevarías contigo. –Protesto el tigre poniendo sus patitas sobre mi pantalón.

 

-Dije, pero no prometí nada. –Camine hacia la puerta.

 

-Aizen-san te matará si sabe que lo dejaste solo –Ronroneo burlón. Me congele en mi lugar. Y voltee a ver a Ulquiorra que estaba justo detrás de mí.

 

-No hay problema –Contesto normal. –Puedo quedarme solo. –No se porque, pero en cuanto lo dijo me convencí de que eso no iba a estar bien. ¡Agh! –Solo  serán seis horas. –Dije seguro. Hablaré con Urahara.

 

-Trata de no asesinar a muchos. –Escuche que dijo Bastet que estaba a los pies de Ulquiorra. Cerré la puerta, no sin antes ordenar al mocoso mantenerse a raya, no debían salir ni siquiera cuando alguien tocase la puerta. Y lo peor era que me sentía como una madre dando indicaciones a sus hijos, los peligros abundan en el mundo y debo ser cuidadoso, ¡Es lo que más detesto!

 

Me apresure a llegar a mi trabajo. Un bar. He omitido varias cosas, pero eso es lo que hago. Me da igual, siempre que pueda tener dinero, el atender a una ola de ebrios no es ningún problema. El barrio donde se encuentra Urahara´s Bar, es una del más alto nivel social,  un lugar para ricos, pero el dueño siempre se ha conocido por no ser “discriminador” tiene muchos amigos de rango medio, y de los barrios bajos, que es de donde vengo yo. O de donde era, mejor dicho. El lugar es terriblemente café, siempre esta oscuro, salvo por la iluminación de candelabros y lámparas modernas. Todas las mesas de madera, y hay una sala dedicada a aquellos que les encanta el estilo oriental. En fin, es un punto donde los bebedores encuentran descanso entretenido. Pero lo que podría llamar la atención, es que el público femenino es sumamente frecuente, se le puede comparar al masculino, que para mi sería más común recibir. Y creo saber la razón, desgraciadamente. Y de eso hablare con la estúpida fresita que no tarda en encontrarme.

 

Abrí la puerta y maldita campanilla sonó, siempre que lo hago taladra mis oídos. Dejo mi gabardina en el perchero de la derecha, y veo que están comenzando a abrir, un par de tipos que no vale la pena mencionar están colocando los manteles, y la mayoría no me dirige mirada. Llegué a cambiarme de ropas, el típico conjunto de ropas blancas y negras… ahg ya recordé porque los tipos de “Hueco Mundo” me traumaban con su vestimenta.

 

Como sea, me puse las ligas negras en mis brazos, el moño que jamás ato y salí campantemente.

 

-¡Grimmjow-san! –Esa voz. Solo voltee de reojo y me encontré con su dueña. Una joven de cercanos dieciséis años, cabello naranja oscuro y ojos color plata. De dimensiones pequeñas, hablando de su estatura, y exageradas refiriéndome a sus pechos.

 

-Hey. –Conteste virándome por completo para hablar con ella. -¿Dónde esta Ichigo?

 

-¿Mi Hermano mayor? –Es algo lenta y torpe pero no tengo nada en contra de ella. Los Kurosaki tienen dos hijos, Orihime e Ichigo. Su padre es un completo papanatas del cual no quiero hablar, y al parecer su madre falleció cuando la menor nació.  –Te fue a buscar. No debe tardar. –Me contesto sonriente y calmada.

 

(N/A: Si!, odio a Karin y a Yuzu, además siempre he dicho que esos dos son hermanos xD) 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).