-Ya. ¿Qué haces aquí?
-¿Eh? -¿Lo vuelvo a repetir? –Es que, mi hermano estaba preocupado por ti. Además Urahara-San ha estado muy apurado con todo, y me ofrecí a ayudar. –Ahora que lo dice, la chica estaba con una falda negra que le llegaba hasta poco más arriba de la rodilla, y con una blusa de manga tres cuartos blanca cubierta por un chaleco fino negro y unas zapatillas del mismo color.
-Así que viniste a cuidar a Kurosaki. –Concluí. Esos dos hermanos tienen una relación que, en ocasiones, me enferma. Dan todo el uno por el otro, e Ichigo es sumamente sobreprotector con la niña. Creo que no lo culpo, comprándome, estoy casi en la misma situación, aunque el bien lo hace por esa estúpida razón llamada “amor”, yo lo hago por obligación. Y esa chica es tan ingenua, que parece siempre estar bailando en la boca del lobo. Ahora que recuerdo, deben haber pegado el grito en el cielo cuando la vieron entrar a trabajar.
-¡Si! –Contesto eufórica. Ese es su estado normal. –Oye, Grimmjow-san, me dijo mi Hermano que vinieron a buscarte de nuevo.
-Lo se. ¿Cuándo?
-Todos los días, bueno en cuanto se enteraron de tu ausencia, el tercer día arribaron más.
-¡¡¡Grimmjow!!! –Sentí como una enorme lata chocaba en mi cabeza.
-¡¿Que te pasa?! –Maldito mocoso.
-Eso debería preguntar yo. ¿Crees que mi Hermana debe encargarse de suplir tu lugar? -¿ven a lo que me refiero?
-Cállate, que yo no obligue a Orihime a nada.
-E-Esperen –Siempre es lo mismo. Cuando la niña esta con nosotros trata de detenernos, y lo logra… claro después de que nos dimos una buena golpiza. (xD)
-Hey~ -Me ignoro el estúpido puercoespín -¿Qué estuviste haciendo esta semana? –Se acerco y con su codo me pico las costillas en medio de una sonrisa burlona -¿Acaso conociste a una linda chica? ¿Eh? ¿EH? –Esto me tritura los nervios.
-Claro que no. –Bufe para después contestar.
-Ah~ -Dijo con sus pequeños ojos llenos de maldad. –Eso quiere decir que en tu ausencia te haz convertido en un peligroso pedófilo.
-¡¿Qué?! ¡REPITE ESO Y TE MUERES!
-¿Pedófilo? –Pregunto la niña que ahora estaba detrás de Ichigo.
-Si –El oji castaño asintió varias veces enérgico y me apunto acusadoramente. –Este hombre abusa de la inocencia de los niños. –La chica se comenzó a reír escandalosamente. ¿No capto la idea?
-¡Jamás creí que fuera un depravado, Grimmjow-san! –Ese maldito. –Ese pobre niño –Derramo varias lagrimas falsas en lo que apretaba sus manos hasta volverlas puños. –Serás condenado, nunca iras al cielo.
De acuerdo esta divagando bastante. Quiero pensar que el estúpido del mocoso de cabellos azules no hablo de más. De nuevo escuchaba a Orihime tener uno de sus ataques de risa.
-¿Se puede saber que es tan gracioso? –Detrás de mi apareció el dichoso dueño del lugar, retrocedí asustado, ese tipo nunca se sabe donde puede aparecer. –Ah, bienvenido fugitivo de la ley, Grimmjow-chan. –Un tipo de cabellos largo hacia los hombros, color capuchino, y ropas holgadas, siempre tiene su abanico para cubrir su boca que tiene barba desde, aparentes varios días, y un sombrero de dos colores, a rayas blanco-verde. Siempre anda con unas sandalias de madera.
-¡Yo no soy ningún fugitivo de la ley!
-Si, Si. –Ahora los dos, Ichigo y Urahara, movían la cabeza de arriba abajo como si la vida dependiera de ello. –Eres un depravado viola-niños –Dijeron en coro. Los voy a matar, de la manera más cruel que se me ocurra.
-Pero, Pero –La oji plata se limpiaba varias lágrimas provocadas por la risa –Grimmjow-san no es capaz de hacer algo como eso –Se cubría el estomago y seguía riendo. Al fin… un momento ¿La niña me entiende?
-No digas tonterías, Hime-(Manera en que Ichigo la llamaba ocasionalmente) la tomaba por los hombros –Ese depravado que ves ahí. Es capaz de eso y más.
-Tsk. –Solté de improviso.
-Pero Grimmjow-san esta enamorado, pero no de un niño… -Esas palabras penetraron mis oídos como si trataran de destruirlos. ¡¿QUÉ RAYOS ACABA DE DECIR?!
-
¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿¡¿EH?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?!?! –Esto esta sobrepasándose.
-¿Cómo dices eso Orihime-chan? –Pidió saber el dueño meneando su abanico de lado a lado. –Si Grimmjow-chan es simple, y no entiende de esas cosas.
-¿Eh? ¿No lo notan? –Después de unos minutos, en los que nadie dijo nada. La chica se golpeo levemente la cabeza mientras fingía morderse la lengua. –Talves me equivoque.
-Es que es imposible de creer. Grimmjow es una bestia, no se puede enamorar. Además si siempre estamos con el. –Eso se escucho como si fueran mis niñeras –Solo que en esta semana se hubiera encontrado con una persona muy interesante se podría… pero Naa, no lo creo –Ichigo cerro su ola de divagues.
-Si de bestia a bestia hablamos… -Por fin pude intervenir en la charla, me di la vuelta y me dirigí a la barra.
-¿Insinúas que soy una bestia? –Repuso sonriente y pegándome en el hombro.
-No lo insinuó. Lo declaro.
-Para ser una colegiada enamorada tratas muy mal a tus compañeros de trabajo. –Una enorme vena resalto en mi frente, ese maldito Kurosaki nació para hacerme perder los estribos. –Puede que estes enamorado, pero deberías empezar a tratarnos mejor... porque ¿sabes? Estas enamorado~
(N/A:- XDDDD!!!!!)
-¿Quieres callarte?
-Esta bien, joven enamorado. –Mi mirada furica solo le hizo reír más –Kuchiki vino de nuevo. –Declaro después de un largo suspiro y masajeaba su quijada –Ya sabes –Se encogió de hombros –Lo mismo de siempre.
Urahara se apoyo en la barra y me dedique a mirarlos de frente.
-¿Qué harás Grimmjow-chan? –Pregunto echándose aire, como si fuera necesario.
-Volver a negarme. –Simple respuesta. Pero recordé algo. –Quiero hablar contigo.
-¿Eh? Si es para un aumento, olvídalo. Te pierdes una semana, te enamoras de un niño y ¿Quieres que suba tu salario? Debes estar bromeando. –Agh, a veces olvido que para estas personas parezco libro abierto. Pero me sorprende su habilidad para leer mis ideas. La hermana menor ayudaba a un enorme monigote moreno de nombre Yasutora Sado, mejor conocido como “Chad”, a subir un par de velas a los candelabros.
-¿Para que necesitas el aumento, Grimmjow? –Sabía que seguiría esa respuesta, Ichigo es el segundo, después de Urahara, que mejor me conoce.
-Asuntos nuevos. –Conteste simple.
-Ah… tu enamorado es exigente ¿verdad? –rompí el vaso de vidrio. ¿Por qué carajos siempre que dicen enamorado, nunca pasa la imagen del mocoso, sino que pasa el remedo de Principito?
-Hey –Reclamo el amante de los sombreros –Eso se descuenta de tu pago. Jojojo. –No quise reclamar nada. Me hundí de nuevo en mi propio divague. Talves lo notaron, pues no dijeron nada y cada uno salió despedido a su lugar. Suspire aliviado de estar solo. Limpie el pequeño desorden que hice, y al levantarme me lleve una enorme sorpresa.
-Perdí a Ulquiorra. –Bastet estaba con su usual ropa de marinero. Y estaba preocupado.
-¿QUÉ? –grite como si dijeran “Grita o muere”.