Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Search In H M por Vampire White Du Schiffer

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 la versión de Ulquiorra!!

 

Pensé que realmente algo malo iba a pasar. Lo sabía en el fondo de mi razón. Pero desde que lo conocí, lentamente he comenzado a perder la cabeza. Recuerdo perfectamente la primera vez que lo vi. Y es que es demasiado vistoso como para olvidarlo. Cabellos azules, y ojos de color relámpago llegó a “Las Noches”

Reclamó una audiencia con mi padre con un aire de exigencia que no creí nunca escuchar. De verdad su altanería nos logró sorprender a todos. Tan seguro de sí mismo. Tan impulsivo. Incoherente.

Venía acompañado por una pequeña criatura de ojos azules y piel extraña.

Cuando habló con mi padre, nuestras miradas se cruzaron, no me cabe la menor duda de que es alguien irracional. Me pidieron cuidar de él, o guiarlo mejor dicho a su habitación, sentí que la pequeña criatura me seguía con extraño aire de confianza. Nuestra conexión fue sencilla, el altanero yo inexpresivo. Así es siempre.

Pero intentaba regresar a su mundo con todas las ganas del universo. Yammi le dio un golpe cuando intentó pasarse de listo. Se enteró de que era hijo de Aizen-sama, de nuevo todos tienen que estar al tanto de esa situación.

Cuando lo llevé de nuevo con mi padre, no sé porqué razones dudé en el mandato de dejarles solos. Sentía que mi padre podía hacer cosas innecesarias con este sujeto. Pero obedecí y lo dejé, ignoro lo que habrán hablado. Sólo supe que se encargaría de hacer el mismo trabajo que Gin.

En cuanto llegué de la tarea que me encomendaron, me encontré con Aizen-sama.

-¿Y bien, Ulquiorra?

-Están bordeando las murallas. –Contesté. Nuestro país está en estado de guerra, este lugar es el centro de nuestro “universo” por así decirlo, por gruesas murallas está protegido todo este lugar. Mi padre necesita encontrar una poderosa fuente de energía que lograría crear una coraza tan fuerte que nadie se atrevería a desafiar. Son pocos los que intentan oponerse al reino de Aizen-sama, pero son fuertes y problemáticos.

-Por el momento deja a Yammi en la frontera norte. Szayel casi termina con sus investigaciones.

-… la criatura de pelo azul. –Comencé a decir, el se acercó y me abrazó.

-Ve a vigilar a ese sujeto, siento que traerá algo bueno. –Me dijo sonriéndome. –Talves ese niño que viene con él pueda sernos útil.

Sin más cosas que aclarar, llegué a donde estaba él. Como siempre se mostró molesto por mi presencia, y me di cuenta de que me gusta analizarlo para hacerle enojar. Fue hasta donde estaba el árbol y le seguí, de nuevo se enfrentó a mí, con esa seguridad que no tenía nadie frente al hijo del Rey.

En menos de un segundo, me atrapó con sus brazos. Y en breve momento juntó su boca a la mía. Eso… me sorprendió. Jamás esperé recibir una caricia de ese tipo, menor que proviniera de este sujeto. Me sentí extraño, y… molesto. Le amenacé con matarlo si lo hacía de nuevo. Y estaba a punto de hacerlo, pero besó mi dedo.

Me ofreció diversión. Me alejé de él y fui abajo. Me puse a pensar miles de cosas en lo que el hacía el trabajo. Después de un par actos imprudentes por parte suya, me dijo algo que me dejó ciertamente sorprendido, me exigió que lo convirtiese en alguien como nosotros. Vi la sed de sangre y pelea que siempre he visto en Aizen-sama, la misma determinación que hace que Szayel sea alguien de confianza.

Y entonces se confesó. Me dijo que anhelaba ser más fuerte que todos. Sostuvimos una discusión en la que él siempre gritó.

-¿Acaso no quieres que me acerque a tu querido padre? –Me preguntó con ese usual tono sarcástico.

-… Si, es eso. No quiero que te le acerques. –Respondí. No quiero que se inmiscuya más en nuestras vidas. Siento que ocurrirá algo malo en mí si sigo estando cerca de este sujeto. Esta persona que siempre logra sacar emociones que me molesta expresar. Quiero que se aleje, y él en un arranque me lanzó al suelo.

Quiero alejarlo, pero al mismo tiempo no. Sentirme seguro debajo de él es algo momentáneo, unas cosquillas que provenían de lugares desconocidos emergieron en mí cuando me volvió a besar, cuando me tenía contra la yerba. Cuando estaba apunto de hacerme cosas que él quería y que yo inconscientemente pedía.

Y el pequeño azul se interpuso. Me defendió de esa bestia. Estaba gruñéndole a su propio amo, le llamó por un nombre suave “Bastet” lo tomé entre mis manos y el pequeño ronroneó. Me pareció intrigante. Y después Szayel vino por nosotros. Hoy era el último día donde brillaría el sol. Después vendría la Luna y se regiría sobre todo el reino. Por eso la colecta de esta vez tenía que ser cuantiosa.

Szayel fue más rápido de lo que pensé, encontró el mundo de donde venía Grimmjow. Era diferente, muy diferente al de nosotros. Tres cuartas partes eran agua, Hueco Mundo es lo mismo pero en tierra. Nuestro investigador proclamó su interés sin pensarlo dos veces. Agua… necesitamos eso más que cualquier otra cosa ahora mismo. Y allí debe haber cosas que nos puedan servir, fue por eso que mi padre permitió el regreso de Grimmjow, junto conmigo para vigilarlo.

Yo sería el encargado de buscar cosas que sirviesen. Grimmjow hizo un trato. Volvería a su dimensión me llevaba con él a cambio de que al regresar él se convirtiese en “hueco” como nosotros. Szayel junto con el pequeño azul lograron crear un portal y así fue como llegué al mundo de Grimmjow.

Totalmente diferente. Inadecuado y salvaje, a mi manera de ver las cosas. Y… quise aprovecharme de la oportunidad. Estaría solo con mi “tutor” por una temporada y pensé en saber más de él… para tener por seguro que no nos traicionaría. Quise ser curioso, pensé que eso era lo que le gustaba.

Pasaron muchas cosas.

Me vi en problemas con un par de sujetos que intentaron jugar con el niño. Yo lo defendí y salí golpeado, descubrí que aquí no tengo habilidad alguna, y eso me desesperó. En el momento en que fui separado del niño y después de hacerme cargo de aquellos sujetos, pues era débil más no indefenso, me fui a investigar por mi cuenta. Aprendí cosas y obtuve información valiosa.

Estaba absorto en mi tarea, pero detuve mi andar al saber que Grimmjow no tendría forma de encontrarme, eso me asustó por un momento. Porque estaba prácticamente solo. Me sentí así. Y fue una frustración que duró mucho.

Talves no debimos de haber salido, pero yo tengo trabajo al igual que él. Recordé la casita donde vive y, no sé, me parecía de juguete, extrañamente acogedora. Y fue entonces que quise regresar.

Y el me encontró poco después. Me sentí aliviado, pero me empezó a regañar. Eso me sacó de mis casillas. Conocí a nuevas personas. Se veían cercanos a Grimmjow.

Cuando volvimos a su casa, de nuevo levantó una ola de reclamos.

-No eres mi padre. –Le dije en murmuros. Quise evadirlo.

Discutimos más de una hora.

-¡¿Y por qué carajos no lo haces?! ¡De seguro porque a tu estúpido padre no le conviene!

 -Ni siquiera mereces mi atención. Y Retira lo dicho. –Dije con el mismo tono de siempre.

 -¡Yo le digo como quiera! ¿Quieres ver cómo podré llamar tu atención? –Estuvo apunto de golpearme, pero se detuvo por un palmo. -¡Arg!

-¿Por qué no te atreves?

-¡¡Silencio!!

-No eres más que un cobarde. –Aseguré. Jamás había hablado de esa manera.

-¡¡¡Ya cállate!!!

-¿Qué le pasa al grandioso Rey de las Bestias? ¿Querías que siguiera curioseando? Te haré tantas preguntas que terminarás volviéndote loco. –Y esa noche, después de saber que el se sentía débil como niño, me entregué a él. No pude evitarlo, llevaba tiempo deseándolo. Me mordía y marcaba como quería. Sacó de mi boca los primeros gemidos y jadeos sinceros. Me estremecía. Me hacía sentir cosquillas. Me hacía sentir bien. Yo me presté para aquel juego. Le di fogosos besos.

Mi cuerpo y el de él se unieron en uno solo. Fue una noche que difícilmente podré olvidar. Y no quiero ni intentarlo. A partir de ello, las cosas fueron transcurriendo tranquilamente.

El niño enfermó y lo cuidamos hasta que se repuso. Inconscientemente le declaré a Grimmjow mi interés, cosa que también le sorprendió a él. Me gusta verlo tan indefenso, pero sobre todo: callado. No mentiré sobre que me encanta… si, me encanta provocarle la furia, pero me gusta mucho más verlo tranquilo.

Jugamos a ser una familia de tres. Yo seguía buscando, sin que Grimmjow se diera cuenta, información. Y todo iba bien, y podría haber marchado mejor, me dijo que el “fin de semana” me ayudaría a investigar, pero tuvo que pasar algo inesperado. Grimmjow se alteró cuando supo que alguien lo buscaba, y ahora que estaba con nosotros no se podía dar el lujo de apartarse. Me preocupé, lo vi estresado y desesperado. Quise apoyarle, pero en esos momentos el volvió a ser extrañamente frío, lo único que le importaba era verse fuerte para no preocuparnos más. el niño y yo no planeábamos apartarnos de su lado.

Pero llegaron a la casa de su amigo.

-¡Raziel! ¡Ya váyanse! –Era de las primeras veces que le llamaba por ese nombre y él ni cuenta se dio. -¡No podré protegerlos a los dos! –Su ira radicaba en eso. Me sentí peor que estorbo y se lo hice saber. Me enojé bastante, como nunca lo había hecho. Y entonces nos dejó solos en la casa.

Fruncí los labios y rechiné los dientes. Raziel estaba llorando incontrolablemente.

Entonces, escuché que los sujetos rodeaban la casa. Sentí algo en mi pecho oprimirse cuando escuché un alarido proveniente de Gimmjow. Quise ir por él, pero una mano con manga negra me detuvo. Me volví y me sorprendí con lo que vi. Raziel había abierto el portal

***Afuera***

-¡No se atrevan! –Bramé enojado. Me levanté y le di un golpe en la cara a Byakuya, cosa que realmente los sacó de su seguridad fanfarrona. Ichigo sonrió.

-Parece que ya estás listo. –Dijo limpiándose la sangre del mentón.

-Claro. –Dije escupiendo a un lado. -¡Anden! ¡Vengan todos! –Dije retándolos, interponiéndome entre la puerta y esos sujetos de negro. Toushirou permaneció detrás de su principal guardián.

Dimos rondas de golpes, por suerte eran principiantes, mis habilidades estaban oxidadas, todos lo sabíamos, pero no me iba a dar el lujo de dárselos por sentado. El mocoso de cabello blanco se echó a reír.

-Hey, Grimmjow, ¿Sabías que esta casa tiene más de una puerta? –Ensanchó una enorme sonrisa. Eso me distrajo lo suficiente como para dejar una enorme brecha, Byakuya aparecía de nuevo y me golpeó varias veces. Ichigo se interpuso y terminó escudándome un momento. Lo quité de encima, el estaba peor que yo. Malditos sean. Entonces escuché que en la casa se comenzaban a romper cosas, y para que mi desesperación se desbordara… escuché los gritos de Raziel. ¡No se habían ido!

-Maldita sea. –Mascullé levantándome, tomé un tubo que había dejado un gorila de negro y me lancé a Toushirou. Pero me detuvo Renji dándome una patada enorme en el estomago, y de nuevo termine siendo estampado con fuerza estrepitosa sobre la pared cercana a la puerta.

Creí que esto estaba acabando. Iban a traer a Ulquiorra y a Raziel frente a mí, iban a hacerles cosas imperdonables si no les obedecía y volvía con ellos. Mordí mi labio hasta que sangró.

-Vaya, estás peor que furioso. Esa es la cara que deseo ver, Grimmjow. –Decía el mocoso riéndose.

Tengo que acabar con él, eso acabaría a mi favor las cosas. ¡Tenía que hacer algo! Segundos, en segundos vería a ellos torturando a las únicas personas que simbolizan algo importante para mi. Ichigo está metido en esto por mi culpa. No estoy solo, al parecer nunca he estado destinado a estarlo. Y eso me da una felicidad que no deseo que sea efímera. ¡Todo por ser tan débil! ¡Deseo poder! ¡Quiero derrotar a estos tipos! ¡Eso es lo que importa! ¿Qué debo hacer para conseguirlo?

-Venderé mi alma al diablo para sólo derrotarte. –Toushirou se volvió a reír de mí. Levanté a Ichigo y lo llevé a una orilla. –Déjame lo demás. –Le dije. Y entonces me encargué de todos ellos. Me moví rápidamente, estaba furioso e iba a enfocar ese dolor en ellos. Les iba a hacer pagar por todo. Quedaban algunos de pie, los demás ya adornaban el piso.

El peli blanco suspiró.

-Creo que entonces haremos las cosas a mi modo. –Sacó un pequeño revolver de su saco negro. Abrí los ojos, absorto, había olvidado la clase de tipos que eran. Y apuntó a la puerta, con eso me dio a entender que ya traían a la carnada, yo sólo pude voltear e intentar correr para detener que Ulquiorra saliese por la puerta. En eso el estruendo del disparo se escuchó, sentí mi carne desgarrarse. Me dio en el costado, caí abruptamente al suelo que parecía tan contento de recibirme. Mascullé mil maldiciones, había sido una trampa, no había nadie en la puerta.

Escuché pasos y sentí la sangre manando de mi herida. Zapatos negros. Los sujetos se acercaban. Una enorme opresión en mi pecho me dificultaba respirar. Jadee lastimado. Iba a perder todo. Lo estaba perdiendo. Y todo… por mi culpa.

-Jo~, no sabía que en tu mundo se pudiera ver a un humano en tan patético estado. –Esa voz…

-Silencio. –Otra voz que casi reconozco –Creí haberte confiando la custodia de mi hijo. Fallaste, Grimmjow Jeaguerjaques. -¡¿Aizen?! –Szayel, Stark, acaben con esto ahora.

-Como ordene, Aizen-sama. 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).