Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Search In H M por Vampire White Du Schiffer

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Grimmjow consigue empleo

 

Deje eso para después, me termino de explicar que dado a la poca información que yo podía darles para propiciar un avance mas grande no era suficiente, debía quedarme mucho mas tiempo.

 

Eso me enfureció, pero era mejor tener “Algo” a absolutamente nada. Ya que no quería volver a estar dando vueltas en una selva cuyos atributos desconozco, o peor aun vagar por el interminable desierto que ahora me rodea.

 

-Me quedaré entonces. –Suspire derrotado, cosa que le causo gracia al castaño.

 

-Buena decisión, por cierto mientras estes aquí…

 

-Tendré que trabajar. Me lo comento Gin.

 

-Eso me facilita las cosas. –Camino dándome la espalda

 

-Entonces ¿De que puedo servir? –Me fastidiaba, pero tampoco puedo esperar un trato especial, ni quiero tenerlo, sin hacer nada.

 

-Primero, te reportarás con Kaname; ya le indique tus tareas. El te dirá como deberás moverte–Después de un par de recomendaciones, mezcladas con claras ordenes me retire de ahí. Creo ya saber el camino de regreso a mi habitación, pero no se donde rayos encontrar al dichoso Kaname.

 

Esto es más que un laberinto, pensé que estaría mi “cuidador” esperándome detrás de la puerta con la mirada fría y monótona, pero no había nadie. Decidí caminar, quería estirar las piernas y a pesar de la reciente advertencia de no vagar por donde no debo, eso causo más curiosidad en mí.

 

Voltee hacia atrás, me pareció escuchar algo. Di varias vueltas en esquinas prominentes, una persona choco conmigo, yo no me moví de mi lugar, pero esa persona termino en el piso. El estúpido de cabellos rubios. Dios, si existes quítale esa cara de idiota.

 

-¡Ah! –Se apresuro a tomarme de la mano y acarrearme sabrá el a donde. Su boca siempre abierta dejando ver el claro estado de estupidez en la que se vive.

 

-¿A dónde me llevas? –En un momento de divague mío, pensé que me llevaría con el tal Kaname… Cuan equivocado estaba.

 

Al poco caminar me encontré con la “nena” de cabellos rosas. Solté un evidente “Puaj” en son de evidente desapruebo, vi la vena en su frente resaltar. Como me encanta molestar a la gente. Se que ahora con estos, no me puedo estar con tentativas, pueden matarme. La verdad es algo que ahora que lo analizo me tiene sin ningún cuidado.

 

-En verdad te detesto –Comento caminando delante de mí

 

-Bastante mutuo el sentimiento. –Lo escuche gruñir. –No deberías estar por aquí –Me dijo con evidente burla y signo de “Te acusaré”. Como si me importara.

 

-No había nadie para guiarme–Le comente –Busco a Kaname.

 

-¿Kaname? –Se quedo pensativo un rato. –Casualmente iba con el ahora mismo, no pienses que es porque desee escoltarte.

 

-Claro –Le eche en cara que obviamente no me creí tal argumento. Pero ignoro el comentario. Ahora que recuerdo… mejor dicho no recuerdo su nombre. Bah, como si importara. Y el niño, cierto. No se si esa cosa, remedo de tigre tenga un nombre. Se lo preguntaré mas tarde.

 

-Yo que tu me andaba con cuidado –Comenzó a decir, no quería darle atención, pero por alguna razón se la dedique. –Aizen-sama podría aburrirse de ti de momento a otro.

 

-Para antes de eso ya me abre ido –No me agrada. Por supuesto que no es como si quisiera quedarme solo para ganarme el voto positivo del Rey.

 

-Ojala, no soportaría que tener que cuidarte mas tiempo –Decía ya hartado. Bien ya somos dos. No aguanto a este sujeto. Mire a mi costado, una habitación. En este palacio podrías pasar kilómetros sin ver alguna sala, habitación o algo así. Todo esta separado por construcciones amplias. Me desespera.

 

-Esa es la Alcoba del Príncipe. –me miraba don desdén –De verdad que no entiendo a Aizen-sama, ¿Cómo pudo dejarte a cargo de su hijo? –Podría decirse que estoy enloqueciendo pero juraría que lo escuche murmurar. “¿Acaso servirás?” sin aparentar interés por ese comentario llegamos a mi reciente destino encomendado. Esta era una habitación sin puerta, había una silueta morena dentro. En cuanto nos detecto se encamino a nosotros.

 

-Szayel. ¿Lo obtuviste? –La voz era nueva, o no había estado presente cuando yo llegue, o no hablo en lo más mínimo. El mencionado le dedico un leve asentimiento y salió en cuanto se le ordeno hacerlo. Entonces este tipo tiene mas “categoría”, no creo que S-Chan le guste ser mandado por alguien de su mismo nivel.

 

-Tú –Me Llamo en lo que caminaba más adentro. Lo seguí, con tal de librarme del estúpido de cabellos rosas. Cuando ya estábamos  solos, me indico que ahora yo seria el encargado de la labor de Gin. ¿Iré a recolectar frutas? ¿De que rayos tengo cara?

 

Me dijo que dado que no había alguien de los “10” para acompañarme, tendría que ir solo. Ahora, tendré que llevarme al cachorro conmigo, no porque me sienta solo. Es mil veces mejor que tener un acompañante estúpido, pero no quiero que intente dejarme a mi suerte. Aun tengo que salir de aquí, y que el mocoso se vaya antes no se lo iba a permitir.

 

Salí con las indicaciones casi memorizadas, se ve que al ser tipos de cuidado les encanta ser exigentes, bueno mejor a eso a que los controlen los formalismos. Tome al inconforme cachorro, ya afuera se digno a hablarme. Entonces, en definitiva. Dentro estamos mas que vigilados, nos acechan.

 

Eso me causo risa, veremos quien resulta al final ser el cazado. Me trepe de nuevo al deslizador…

 

-¿Sabes como manejar esto? –Se ponía a un lado de mí.

 

-No tiene dificultad. –Se parece al mecanismo clásico de un trasporte que en mi mundo se utiliza para navegar. Eso me hizo pensar que nunca he ido a pescar en toda mi vida. Talves la urbanización sea el problema.

 

Cuando arranque el motor, nos movíamos a gran velocidad. Odio ser considerado con ese asunto. De seguro todos han de haber escuchado “Los limites son para romperse” yo me críe bajo ese y otros mas dichos. Dado que había un mapa cómodamente visible para mi situación de conductor. Sabía que no faltaba mucho para llegar.

 

Claro, para mí… ¿Desgracia? No sabía que iba a ocurrir a lo largo de ese día. Bueno no tengo mucho tiempo aquí, ni quisiera estarlo más. Cualquier persona cuerda pensaría igual que yo, una persona capaz e independiente que no haría las estupideces a las que estaría obligado a cometer después de esta jornada sin Sol.

 

Pues ese Día Yo:

**********

 

Primero comencemos por lo básico. Me enviaron a recolectar la estúpida fruta, la misma que vi a Gin traer en una canasta. Al parecer esos frutos son de vital importancia, bueno no tengo porque inmiscuirme. Solo me dedicare a hacer lo que me pidieron. Cuando llegue a la misma coordenada indicada por el mapa… ni yo sabía que era tan bueno en eso de ubicarme. Quiero decir, todo es más fácil si se sabe a donde ir. Regresando a lo de mi tarea, el cachorro iba mas que divertido, insisto no se porque de tanta alegría.

 

No pudiendo aguantar la curiosidad que me causa ese hecho, decidí preguntarle. Me miro con ojos extraños. Muy abiertos y parecía como si quisiera llorar. Aunque, yo que supiera los animales no pueden, además es un “Hombre” debería comportarse como tal.

 

-¿Por qué siempre me dices gato? –Ya me había comenzado a desesperar que no hablara.

 

-Es mi problema como te llame –Baje del vehículo de un brinco, era todo igual. Parece como si este maldito lugar nunca pudiera cambiar en lo más mínimo.

 

-Tengo un nombre –Dijo en medio de un ligero bufido. Vaya el gatito me sorprende.

 

-No me interesa saber cual es –Repuse seguro, el gato se trepo a mi espalda y descendió rasgándome con sus pequeñas garras. Grite obviamente en signo de reprobación, el solo dio media vuelta satisfecho de su afanosa tarea. –Estúpido –Dije quitándome la camisa negra que traía desde que había salido de mi trabajo. –Ahora no sirve. –No iba a repararla, esas son cosas que a mi simplemente no se me dan. Era la única que tenia, y no creo que quieran abastecerme mis necesidades de vestido y calzado, solo de pensar que podría ser un traje parecido al de cabellos rosas, o como las ropas del rubio con cara de idiota, me causa nauseas.

 

-Eso te lo ganaste tú. –Me lanzo tierra con sus patas. Típico, jamás me lleve bien con ningún mocoso, el gato no iba a ser la excepción.

 

-Estas tramando algo –Lo asegure mientras me colocaba de nuevo la rasgada camisa.

 

-¿Yo? –Se hizo el inocente. –No se de que me hablas. –Caminaba sin problema alguno, ya estábamos introduciéndonos cerca de donde talves nos encontramos con Gin. Como me dieron indicaciones precisas, mejor apresuro el paso. Después de que derrumbara platas por mi paso, encontré lo que buscaba.

 

-Un árbol. –Declaro y salió despedido hacia el. Me le adelante. 

 

Notas finales:

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).