Llovía... otra vez...
Las suaves gotas de agua rozaban su piel mientras sus pies se deslizaban solos por las calles, una a una desaparecían bajo su caminar sin siquiera saber a donde se dirigía...
Llego hasta el parque, el mismo donde lo había visto por primera vez... Sus ojos brillaron con tristeza, azules, profundos con un toque de violeta... Pestañas largas enmarcándolos, largas, rizadas, acentuando mas aun la belleza extraña de su rostro...
A simple vista parecía el de un joven aniñado... pero que había madurado en tan poco tiempo que ni el mismo lo entendía...
Su corazón le dolía, mucho... Tanto tiempo separados y ahora lo había echado de su lado otra vez...
-- “Yuki”... -- El nombre vino a sus labios sin quererlo, como si estuviera en ellos, siempre dispuesto a salir cuando más lo necesitaba
No entendía bien lo que había pasado ahora... Si tan solo... A ver... repaso cada una de las cosas que le habían pasado en el rato que llevaba de vuelta en Tokio...
Acababa de volver de la gira y se moría de ganas de verle. El no había podido acompañarlo así que lo había extrañado horrores... El teléfono frío no le llevaba la calidez que él necesitaba... hablaban si, pero esto solo llenaba mas de tristura a Shuichi... Varias veces había intentado escapar pero K lo traía de las orejas so excusa de dispararle con la mágnum si hacia una cosa así... El pobre Shu-chan había contado uno a uno los días hasta volver a encontrarlo... Casi cuatro meses... una eternidad que paso lentamente torturando su dulce corazón...
Solo deseaba verle, abrazarle, sentirse rodeado por aquel toque cálido de sus manos y, sin embargo, no fue...
Al llegar al aeropuerto además de la multitud de Fanáticos de Bad Luck esperándolos también los esperaban para saludarlos los integrantes de Nitlle Grasper...
Los ojos de Shuichi vagaron en la multitud en busca de la cabellera rubia de su Koi, lo hubiera encontrado ante muchas personas, no le importaban los demás... pero no estaba, no se lo veía.
Lo que el no sabia era que su rubio compañero estaba atascado en el trafico, con la cara fría en un gesto de fastidio, a decir verdad Yuki Eiri tenia muchas ganas de ver a su ruidoso Koibito...
Los trasladaron a un hotel de inmediato y a pesar de que estaba muy feliz de volver a Tokio, a decir verdad en su mente solo pensaba en Yuki.
La habitación le parecía enorme, lujosa, pero vacía... no estaba el, lo demás no le importaba...
Unos golpes lo llevaron a la puerta con la rapidez del rayo, pero se sorprendió cuando al abrir solo encontró a Ryuichi Sakuma que lo saludaba contento con su eterno conejito en la mano...
Shuichi sonrió contento, no podía negar que ese hombre que estaba delante de sus ojos seguía siendo su ídolo... Lo invito a pasar para charlar un rato y ver unos videos... Se acomodo la camisa que llevaba mientras, su cabello de un extraño tono rosado lucia mas desarreglado que lo de costumbre... Paso su mano a través de el mientras intentaba animarse.
Los demás se habían marchado y aunque Hiro quiso llevarlo con el, se negó dejándolo a solas con su novia... entendía muy bien la necesidad de querer estar con la persona que amaba...
Ryu-chan estaba dando vueltas por la habitación mas hiperactivo que de costumbre mientras Shuichi, dominado por las tristeza, se acerco a la ventana apoyándose contra los vidrios...
Tenia ganas de llorar pero retenía las lagrimas... Yuki... solo Yuki... quería verlo, abrazarlo pero parecía que a el no le había importado su regreso...
Cuando peor se sentía el pequeño conejito se recostó sobre su cabeza, entonces cuando se volteo se encontró con los ojos intrigantes de Ryu-chan que en vez de tener la postura infantil, lo miraba con cierto jugueteo intentando encontrar algo mas en los suyos propios... Casi pudo reconocer la misma mirada que su amigo desplegaba en el escenario... entonces tembló...
Ryu se acerco peligrosamente a Shuichi, descansando su brazo contra la ventana y en es momento, donde los separaban apenas unos centímetros, la puerta se abrió...
Unos ojos dorados se entrecerraron con sorpresa, las facciones del joven mas alto se fruncieron lentamente en un mustio seño de enojo... El cabello rubio cubrió su rostro ligeramente, ocultando esos ojos que quedaban grabados en cuanta persona lo conocía... Sin embargo, los ojos azul violáceos se agrandaron con sorpresa y alegría... y un Shuichi feliz se colgó de su cuello.
Yuki lo aparato ligeramente... Estaba enojado y creía haber visto una situación que no le había gustado nada... Confiaba en el, pero el tiempo sin verlo había hecho mella en su corazón... Había planeado tantas cosas para decirle, tantas cosas para hacer... quería tenerlo otra vez en sus brazos, compartir el calor que había extrañado todo ese tiempo desde que se había ido... Y ahora, sin embargo...
Lo miro con fastidio y solo le echo una fría mirada que lo helo, antes de volver a salir por la puerta nuevamente. Shuichi lo corrió por unos metros hasta que logro con dificultad detenerlo... Usando prácticamente todo su cuerpo en ello. Jadeando lo increpo con grandes ojos tristes
-- “¿Yuki??... ¿¿¿Por qué... ???” -Demando saber mientras su compañero se calzaba los lentes evitando mirarlo a los ojos
-- “Parece que ya no me necesitas” --
-- “¿De que?... No Yuki... yo te nesesi... to” -Apenas pudo terminar de hablar cuando Yuki se libero del agarre posesivo y escapo por la puerta - “Te quiero”... -- Murmuro con desesperación al verlo alejarse
Ahora si los vencieron las lagrimas y con su nombre pronunciado en un grito severo cayo de rodillas mientras sentía el poderoso motor del auto Mercedes Benz que se retiraba de allí, alejando el posible reencuentro.
Ryuichi se disculpo con el, no tenia intenciones de fomentar un mal entendido, sin embargo, el daño estaba hecho y ya no había vuelta atrás.
Luego fue hasta la casa de su compañero pero se notaba que el no había vuelto por allí... Se decepciono...
La incipiente lluvia devenida en llovizna mojo nuevamente su piel... Deambulo por la cuidad hasta encontrar aquel parque una vez mas. Camino hasta dejarse caer en una banca... Sus ojos violáceos bañados en lagrimas, su corazón estrujado en pena...
Su memoria le jugaba una mala pasada y lo hacia recordar las veces que habían intimado, habían sido hermosas, dulces, inolvidables, pero luego de saber de la gira, el ya no había vuelto a tocarlo y para cuando la gira comenzó, los termino de separar... Creyó que tal vez el reencuentro podría traerlo de vuelta a sus brazos y ahora entendía lo equivocado que estaba.
Se sentó sobre la banca, dejando caer sus brazos sobre las rodillas... abrazándolos... Sus labios partidos recogían una a una las lagrimas que descendían por su piel...
- “Yuki... Yuki.”... - Solo un llamado... un ruego en su corazón...
Luego de un buen rato unos zapatos negros se posaron frente a sus ojos... Recorrió la figura lentamente siguiendo por el pantalón de vestir, luego la camisa de seda bordeaux que estaba cubierto por un saco sport color negro hasta llegar a su rostro. Un cabello rubio revuelto, húmedo también por la lluvia, y los ojos dorados que tanto amaba que seguían fríos y secos mirándolo sin hacer el menor gesto.
Sin mediar palabra lo arrastro por el brazo. El protesto, pero su compañero no le hizo el menor caso, solo caminaba delante arrastrándolo casi como si fuera un saco de papas... Ya lo conocía lo suficiente para saber que todos sus berrinches no le servían de nada, iba a hacer lo que el deseaba.
Entraron al departamento de Yuki y allí lo soltó dejándolo caer pesadamente en el sillón. El rubio desapareció tras el pasillo...
Shuichi se quedo allí, mojado como un patito, goteando agua por su cabello y su ropa... Aun con angustia en el corazón...
Recorrió aquel lugar con la mirada, ese que tanto había extrañado, ese que tenia el olor a hogar que reconocería en cualquier lado... Si ser cantante había sido su única obsesión, ciertamente Eiri Yuki era la otra...
Alzo un momento la vista para ver a su Koi secándose el cabello con una toalla mientras vestía una seca camisa blanca completamente desprendida y un pantalón negro que se ceñía a su cuerpo... Los ojos dorados lo miraron con impaciencia a la vez que una toalla seca caía en su cabeza cubriéndola.
Sin embargo, el joven cantante no se movió, su vista fija en el piso y la toalla en el mismo lugar... Un movimiento seco en el sillón lo saco de sus pensamientos solo para observar a Yuki quien se dejaba caer en el encendiendo un cigarrillo segundos después...
-- “Sécate” - Le dijo casi como una orden
-- ................. -Shuichi obedeció por un momento y se detuvo segundos mas tarde entonces sintió las manos de Yuki mover la toalla frenéticamente sobre su cabeza. Luego la toalla fue retirada dejando su caer su cabello rosado en su lugar. Solo para sentir el mismo movimiento frenético sobre su piel. Levanto la vista y lo vio mirándolo... el calor de sus ojos lo envolvió un momento entonces de su boca solo salió como un llamado su nombre -- “Yuki... ¿Porque no viniste a verme Yuki?” --
-- “Me atasque en el transito por una hora... Y cuando por fin llego te encontró muy acaramelado con Ryuichi Sakuma”... - La voz del rubio se oía tranquila pero también había un dejo de reclamo en ella ¿Serian acaso celos?
-- “¿¿¿¿NANI???? ¿Qué dices?... ¿Acaramelado?... Si lo único que he hecho estos meses es extrañarte, idiota... Soñaba con este reencuentro, con verte, con sentir tus manos sobre mi y con Hmmpppp” -- No pudo seguir porque la boca de Yuki cubrió la suya repentinamente en un beso desesperado
-- “Ahora se porque me gustan tantos tus besos”... -- Le susurro aun cerca de sus labios -- “Evitan que hables tonterías” --
Yuki sonrió levemente viendo como los ojos azul violáceos de su compañero se llenaban de gruesas lagrimas volviéndose vidriosos, con su mano limpio las lagrimas para luego besar cada ojo con suma ternura.
Entrelazo sus dedos con los suyos mientras lo tumbaba sobre el sillón poniéndose encima de el...
Con voz sensual le murmuró al oído.
-- “Ven, vamos a quitarte la ropa mojada”... --
Lo guió hacia la habitación donde desabotono uno a no los botones que aun sostenían la camisa de Shuichi, liberándolo así de parte de la ropa húmeda, luego desprendió su pantalón dejándolo en ropa interior...
El cuerpo tostado de Shuichi brillo en la oscuridad de la noche. El rubio estaba maravillado, no sabia cuanto lo había extrañado hasta que lo vio... en realidad mas de una vez había tenido que reprimir las ganas de salir corriendo tras el y traerlo de regreso a su lado
¿Tan así de posesivo se había vuelto su amor? Si... tan así
Lo volteo sobre la cama... El cantante seguía asombrosamente mudo y se dejaba hacer... solo quería sentir.
Lo tumbo lentamente sobre el mullido colchón, acomodándose sobre sus caderas para besarlo a gusto... Las lagrimas del pequeño mojaron su piel antes de que pudiera probar sus labios
-- “¿Shu-chan?” -- Pregunto sin entender a que venían esas lagrimas
-- “Yo... yo creí que estabas enojado conmigo Yuki”... -- Admitió avergonzado
-- “¿Enojado porque?... No... no estoy enojado, pero no vuelvas a acercarte de esa forma a Ryuichi o si me voy a enojar”... -- Dijo frunciendo el seño - “Y lo digo enserio”... - (no es celoso Yuki ne? ^_^)
-- “Ahhhhh ¡¡¡¡Estas celoso!!!!” -- Rió el joven de cabellos rosados - “Eiri esta celoso”... --
-- “Hmmmmmfffff” -- Gruño por lo bajo el rubio poniéndose de pie visiblemente molesto, quizás porque el pequeño lo había descubierto, pero Shuichi lo siguió y se pego a su espalda deslizando las manos suaves por la piel de su estomago para luego desabrocharle el botón del pantalón en una clara insinuación de deseo
-- “Ai shiteru Eiri-San” -- Suspiro suavemente contra su piel
El rubio cerro los ojos a la sensación infinita que le producían esas palabras con las manos tibias de su Koibito. Se giro para tenerlo de frente y besarlo como mas le gustaba, con hambre contenida...
Una vez mas lo tumbo en la cama sintiendo el cuerpo de su pequeño retorcerse de placer, su propio cuerpo evidenciaba un deseo que venia guardando desde aquella ultima noche de lujuria.
Hubiera podido apagar ese ardor, la sed que le provocaba necesitarlo, pero no... No podía pensar en compartir intimidad con nadie mas... Shuichi era su vida hasta ese momento...
La piel de Shuichi estaba bañada de un sudor suave que la cubría, sus ojos entrecerrados de placer, las mejillas suavemente rosadas... ¡Como amaba verlo así! Tan frágil, tan deseoso tan... Suyo...
Esa sensación exquisita de posesión que tenia con el no había tenido con nadie... El mismo descubría cada día el poder que tenia Shuichi sobre el...
¿Celoso? Claro que estaba celoso, no podía siquiera soportar el perderle, eso seria como una pesadilla que no pensaba asumir...
Un gemido fuerte de Shuichi lleno la habitación cuando empezó a acariciar su sexo de forma suave, su propio pantalón había volado lejos y solo llevaba puesta aun, la camisa de seda blanca que estaba apretujada de forma despareja en su espalda a la espera que liberara una de sus manos para poder quitársela. Lo beso... si había algo que le había gustado de el desde el principio era su boca... Sabia tan bien...
Shuichi seguía siendo la misma criatura inocente desde el primer día, capaz de sacarlo de quicio con sus cosas o de hacerlo sentir el mayor de los placeres... Simplemente estaba enamorado de su ruidoso compañero.
Deslizo la lengua ávida sobre su piel, sintiendo como se contraía al tacto... Sintió las manos de Shu-chan enterrarse en su cabello en un gesto desesperado... conocía bien ese lenguaje corporal, por lo que se deslizo hacia abajo lentamente a complacerlo... Su boca se cerro sobre su sexo a la vez que un fuerte temblor en su compañero los movió a ambos
-- “Yuki”... -Exhalo placenteramente temblando... - “Awwnnn Eiri”... --
Se sorprendió que el lo llamara así, por lo general no se atrevía a hacerlo, así que imaginó que ni siquiera se había dado cuenta... Sintió como poco a poco el cuerpo de el se tensaba hasta hacerlo explotar en fuertes espasmos musculares acompañado de un coro de roncos gemidos...
El corazón de su pequeño batía como loco en un golpeteo desesperado, mientras suaves gemiditos imperceptibles burbujeaban de sus labios como una dulce canción... ¿Sabría el lo delicioso que era oírlo gemir así?
Manoteo una botellita pequeña del costado de la cama y se embadurno los dedos con ella, entrelazo las piernas de su amante en su cintura mientras utilizaba los dedos para prepararlo... Shuichi se tenso levemente de dolor pero se relajo al sentir nuevamente la boca de Yuki sobre la suya... Rápidamente reemplazo los dedos con su sexo dejándose llevar... Una vez dentro detuvo las embestidas dejando a su compañero acostumbrarse a la invasión, pero la urgencia lo gano segundos después cuando empezó a moverse dentro de el.
No duro mucho, estaba demasiado al borde para ello... Cayo sobre él cubriéndolo con su cuerpo... jadeando, sintiendo como el corazón se volvía uno con el del cantante... Si moverse, aun dentro de el, satisfaciéndose aun mas de sentir aquella piel al fin pegada a la suya...
Luego se movió un momento liberando al pequeño por fin... Las mejillas ardientes de Shuichi se apoyaron en su piel
-- “Te extrañe Shu-chan” - Le confeso sonriendo
-- “Eiri... yo también te extrañe... mucho” -Gimió perdiéndose en los ojos dorados de su compañero y preguntándose si siempre habían sido tan lindos...
-- “Ven, quiero mostrarte algo” - Le susurro
Shuichi lo siguió mientras caminaban hacia el estudio, aun completamente desnudos... se detuvieron frente a un paquete prolijamente atado y que en la primer pagina ostentaba los kanjis que formaban su nombre
“Melodía de amor” Por Yuki, Eiri
Y abajo, al pie del titulo solo unas palabras garabateadas con cariño...
“Para Shu-chan, gracias por enseñarme a sonreír otra vez”
Las lagrimas corrieron por las mejillas de Shuichi al momento que se daba vuelta para abrazarse con fuerza a su compañero... Yuki cerro el abrazo sobre los dos mientras las bocas se unían nuevamente... entonces un sonido mágico escapo de aquella boca y los ojos dorados chispearon de alegría
-- “Desde que te fuiste solo he podido pensar en ti, te extrañe horrores, la casa no parece la misma sin ti” -- Le dijo sosteniéndolo por la barbilla y haciendo que lo mirara a los ojos - “Ai shiteru Shu-chan” --
El corazón de Shuichi parecía salirse de su cuerpo... eran las palabras por las que mas había esperado... estaba tan feliz que ni el podía creerlo... Entonces todo el pasado se diluyo ante sus ojos y el deseo de un futuro con el tomo forma... Ahora sabia que nada podría opacar este momento. Se acerco a el de puntas de pie para robarle un beso de sus labios, mientras la lluvia había dejado de caer por fin en la ciudad...
The end…