*…*…*…*…*…*…*…*…*…*MATTHEAW *…*…*…*…*…*…*…*…*…*
Un día más en esta rutina sin fin, en la que tengo que vivir, o mejor dicho, en la que tenemos que vivir y soportar.
Desde que sale el sol, hasta que se oculta. Doce horas en las que puedo vivir, doce horas de relevante normalidad, doce horas de luz diurna para mí y sueño para ti.
Pero todo eso cambia al acercarse las horas nocturnas, esas horas en las que el Sol se va retirando, dando un espectáculo de diversas tonalidades que se degradan según transcurre el tiempo, para dar paso a su eterna compañera, la Luna y con ella la noche.
En esas horas de la tarde son las más confusas del día, son en las que no se, en las que no logro distinguir cual de los dos tiene más control. A ratos siento que soy yo, pero luego me doy cuenta que actuó de formas que no son de mi persona, sino, de la forma en que te comportarías tú. Y me pregunto… ¿será que en el ocaso tomas más control? ¿Casi tanto como yo? ¿Y al mismo momento en que estoy yo, estas tu también? Será, acaso que… ¿es el momento en que somos un solo ser?
De momento lo único que puedo hacer para conocerte más y que me conozcas, es comunicarnos de esta forma que llevamos haciendo desde hace ya mucho tiempo, casi desde que nos dimos cuenta la uno del otro. Sé que es raro escribir una carta que yo mismo leeré, pero que a la vez no seré yo quien la lea.
Creo que pronto tendré las respuestas a estas interrogantes, pero no se que tan pronto, tenemos que seguir con la investigación…
*…*…*…*…*…*…*…*…*…* VIKTOR *…*…*…*…*…*…*…*…*…*
Un último beso a las estrellas antes de que los primeros rallos de sol hagan presencia, antes de que mi otro yo tome el control. No me odies por lo que soy.
Soy un ser inestable, cambiante. Es algo con lo que debo vivir. Desearía ser el mismo ser cada día y cada noche, pero es mi condena que me obliga a morir y nacer cada noche, a cambio de poder vivir…
He vagado tanto tiempo en estas sombras y al fin he encontrado una luz, tu luz. Pero hoy temo que tu floreciente vida termine por mi culpa…
No quiero lastimarte… y quitarte tu hermoso brillo…
Quedarme con tu luz y alejarme de ti para siempre, es lo que menos deseo. Con ello solo conseguiría quedar en la penumbra eterna, de la que no podre salir si no es con la ayuda de tu luz…
¿Pero qué hare?... ¿Qué haremos?... ¿Cómo encontrar una solución beneficiosa y no perjudicial para ninguno?
¿Pero si robo tu luz?... ¿Qué pasaría?... ¿Y si no la robo?... ¿Cómo are para sobrevivir?... ¿Podre dormir en paz, mientras no sé si voy a despertar a la noche siguiente siendo yo mismo o siendo distinto?... ¿Dime cómo... cómo hago para saber que vas a estar bien?
¿Cómo proteges a alguien que no puedes ver, tocar, hablarle, ni sentirle? Y se puede decir que de alguna forma puedo ser yo mismo, pero… que ni yo mismo puedo controlar o si acaso del todo comprender… ¿Cómo?
Ahí esta, el brillo que me indica que es tiempo de volver a la sombra si no quiero morir. ¿Podre ver la luz del día?... Me tengo que conformar con sus primeros rayos.
Comienza el caos, mi apariencia comienza a modificarse, el brillo es cada vez mayor y la oscuridad se pierde. Se hace notorio el día y mis ojos duelen, es mejor que me duerma…