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"Not Allowed To Love" by Kani por Kani_MissTakuya

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Notas del capitulo:

Segundo capítulo!!!

voy avanzando x3 jajaja porfin

la verdad es que es una historia que me gusta y en especial la pareja :3 por muchas razones.

bueno, disfrutenlo c: !!

Gracias a todas las que dejaron reviews, les prometo que cada capítulo será mejor ;D

Capítulo II

 

Llegaron al restaurante, muy reservado y codiciado, uno de los más costosos de Japón, solo para personas con altos ingresos. Por supuesto, estaba reservado para los Laruku, su manager, y esta vez, también para su invitado especial, quién se preguntaba si podría darse el lujo de comer bien ahí, ya que de verdad era costoso. No había da otra más que pagar lo que le correspondía. Suspiró resignado.

Las seis personas llegaron a acomodarse a su lugar habitual –nuevo para Takuya- en la bien decorada mesa de fina madera, con adornos colgantes en los bordes. La luz era algo tenue, y el ambiente olía a vainilla con ¿coco? Que importaba, solo deseaba que todo le saliera bien ese día, después de todo, ¡estaba al lado de L’arc en ciel! Cuantas personas desearían tener esa suerte, coincidencia, destino, lo que hubiera sido. El chico pensaba que solo fue cuestión de suerte, ya que no se sentía a la altura de tales estrellas, y tal vez era así, pero el daría su mejor esfuerzo por llevar a cabo todo y dar un buen trabajo.

 

Les fueron servidos grandes y majestuosos platillos de primera clase, ¿Cómo podía desaprovechar la oportunidad? Después de todo el manager dijo que todo corría por la cuenta de la compañía. Pronto vio como las botellas de alcohol comenzaban a fluir y de un momento a otro el líquido desaparecía en sus gargantas. Pero Takuya no podía darse el lujo de beber esa tarde. ¿Por qué? ¡Por qué gracias a Kami-sama no había cometido ninguna estupidez! ¡Estaba tan agradecido! Fue como volver a sentir los nervios al conocer a los integrantes de Antic Cafe, pero algo era muy distinto; los cafekko estaban sobrios.

-      ¡Salud! –exclamó Yukihiko alzando su copa, habiendo perdido totalmente la clase de cuando era sobrio.

-      ¿Y ahora por qué brindamos? –preguntó Tooru. Takuya solo les observaba fingiendo que bebía.

-      Hum… -se quedó ido por unos segundos- ¡Ah! Lo tengo. Por las dos bellezas que me permitieron deleitarme con su pasión. –movió la cabeza, hablando con algo de torpeza y con un tono leve melodramático.

-      Que te tiraste. –sentenció Hyde descaradamente, con una risa de la misma calidad. Se bebió otra copa.

-      Exacto. –respondió riendo y los demás, excepto el más pequeño, le acompañaron. -¡Salud por eso! ¡Y porque Hyde es tan culpable como yo!

-      Ja, por favor, no te atrevas a comparar. –alzó la ceja moviendo el líquido en su copa- Que yo complací a cuatro. –sonrió de medio lado.-

 

El menor alzó disimuladamente las cejas, incrédulo.

-      Eso es una mierda. Los chicos no cuentan, no los coges. Yo me quedo con las mujeres.

-      A los chicos también los follas, imbécil. A eso me refiero con que les complací. –bebió un trago y se limpió las gotas que se derramaron de sus labios. Miró al chico pequeño frente a él, quien estaba sumido en sus pensamientos.

-      “Okay, esto es muy incómodo. No quiero imaginarme cosas degeneradas en la cabeza. Ah, demasiado tarde. ¿Y si digo que me siento mal? Solo quiero irme de aquí, esto ya subió de tono.” –pensaba al saber cosas acerca de las vidas privadas e íntimas de los presentes en la mesa, que NO quería saber.

-      Solo imagínate, a un chico con el rostro como el que se carga Takuyita. –Dijo Hyde con la sonrisa ladina.

-      “Otra vez con lo de Takuyita…” – les miró confuso al no saber a qué se refería.

-      Sentado en tu cadera, con sus piernas largas apretándote, y moviéndose ah… deliciosamente mientras te grita y gime. –terminó de sorber la última gota de su copa, lamiendo suavemente la orilla.

El aludido no pudo disimular su desconcierto y su clara expresión despectiva. ¿Qué rayos le pasaba por la cabeza? Sabía que estaba ebrio pero esa no era una razón para ponerlo de ejemplo de homosexual y objeto sexual; aunque aparentemente, para Hyde si era una razón.

-      ¿no sería “lindo”? –le preguntó de vuelta a Yukihiro con la misma sonrisa. Claro que notó la expresión de Takuya, pero eso no le importaba mucho.

¿Lindo? ¡Qué asqueroso! ¡Qué indignación! Y que falta de respeto. Esos comentarios comenzaban a irritarle. Se levantó de la mesa y les fingió una sonrisa.

-      Voy a baño. – no esperó respuesta y se giró, borrando de inmediato la sonrisa hipócrita. Bufó algo molesto y se dirigió a su destino.

-      No gracias. Me gustan los senos grandes y sin nada extraño entre las piernas. –negó, volviendo a beber.- no me vas a convencer. –el más bajito se encogió de hombros.- pero igualmente te felicito, casi vuelves a alcanzar tu record. –le dio palmadas en la espalda y Tetsu y el manager también rieron.- Eran… ¿cinco, no?

-      Seis, en realidad. –rió por lo bajo.

-      ¡Vaya! Pero eso habla muy bien de ti. –respondió Tooru- ¡Salud por los sextetos! –rio llenándoles las copas.

-      ¡Salud! – exclamaron al unísono.

 

Después de un rato de no hacer nada, más que quedarse de pie en la puerta de los sanitarios, el joven guitarrista regresó. Afortunadamente la conversación ya era de otros temas que no le involucraban ni le aludían. En verdad Hyde-san era esa ¿clase de persona? ¿Lleno de excesos sin importarle nada? Al menos esa impresión le dio. Pero bueno, cada quién desperdicia su vida donde quiere y el no era la excepción.

-      Pensé que había huido.- dijo el ya demasiado ebrio Yukihiro, refiriéndose al menor.

-      N-no… solo… me demoré. –se acarició la nuca en señal de nervios. Vio hacia su derecha y notó que Tetsu no se encontraba ahí. – Disculpen, ¿Y Tetsu-san?

-      Tuvo que marcharse. – respondió sin más detalles el manager. Al joven le pareció demasiado cortante, cuando anteriormente le había tratado con tanta cordialidad. Tan solo asintió.

 

No supo si era su imaginación, pero de pronto los presentes estaban sumergidos en sus mundos, pensativos. De pronto, el de menor estatura, Hyde, los sacó de ese trance encendiendo un puro. Tooru y Yukihiro respondieron con sonrisas y comenzaron a platicar de nuevo. De pronto, el móvil del manager sonó y se paró pronto para alejarse y contestar la llamada. Yukihiru le miró con cierto interés y Hyde no prestó demasiada atención, mientras jugaba con el líquido el su copa, derramando un poco y alcanzando con eso a Takuya. Hyde rió burlesco al mirarle preocupado como se humedecían un poco su chamarra y luego como caían algunas gotas en su regazo. El pelirrojo no le miró y prefirió concentrarse en limpiarse con una servilleta de fina tela, que se humedeció del líquido rojo. El manager volvió y miró a Yukihiro.

-      Solicitan nuestra presencia. Tetsu me lo acaba de confirmar. –alzó las cejas y le indicó la entrada.

-      No sé porque no me extraña. – se encogió de hombros Yukihiro y se puso de pie pronto.

Takuya les miraba intentando descifrar que era lo que pasaba. De alguna forma le parecía algo misterioso. Aunque tal vez solo era un asunto de la compañía. Pero si era así, ¿no tendría que ir Hyde también? Hablando de el…

-      ¿eh? – Takuya volteó de inmediato al notar que una nueva servilleta de tela estaba siendo sobada en su pierna con mano ajena. Abrió mucho los ojos y retrocedió por inercia. El hombre causante de eso tan solo rió sin decir palabras y claro, sin dejar de frotar la zona. – Creo que ya es suficiente. – detuvo su movimiento, sosteniéndole la muñeca con mucha suavidad, para el punto de vista de Hyde.

-      Y yo que aún estás mojado, es una manera de disculparme. –sentenció con cierta sonrisa sospechosa. Dejó al lado la servilleta para papar un poco con sus dedos “verificando la humedad”.

-      Lo disculpo, Hyde-san. – le retiró la mano definitivamente y limpió lo restante en la mesa. Levantó la vista y de pronto se encontró que no estaban ni Yukihiro ni Tooru. Ni siquiera recordaba haber escuchado una despedida de ellos. - ¿A dónde fueron? – murmuró para sí mismo.

-      Tenían algunos asuntos de la compañía que arreglar. – absorbió el contenido de su puro.

-      ¿Y no debería ir usted también? – le volteó a ver mientras sus cabellos le caían de forma armoniosa alrededor del rostro.

-      No, yo me encuentro libre de eso. Hago muy bien mi trabajo, ¿sabes? –sonrió ladinamente. Estiró su brazo para acomodarlo en el respaldo del sillón donde se encontraban sentados.

-      Me imagino que sí, por eso está en el lugar donde está. No cualquiera llegaría a eso. –el pelirrojo sonrió amablemente. Una expresión que le pareció un tanto tierna al cantante. Pero a la vez torpe e ingenua. Quizás porque el chico no conocía de lo que verdaderamente estaba hablando. Le siguió el juego, después de todo le encantaba ver como la gente a su alrededor le admiraba y lo “alababa”.

-      Por supuesto. Cada quien debe esforzarse tanto como pueda. – sopló el humo a un costado mientras le miraba intensamente, pero con una expresión tranquila. – no puedes solo conformarte con una cara linda. –se acercó con calma, tomando su mentón levemente, pero sin llegar demasiado cerca. – aunque puede funcionar para ciertas cosas. –alzó la ceja con una sonrisa que al pelirrojo le pareció muy arrogante. ¿o era su imaginación?

-      Si fuera así entonces yo sería un fracaso. – rió un poco. – nunca he sido como usted con tanta popularidad. Solo soy un chico.

-      ¿Y yo que soy? – mantuvo esa sonrisa, esperando a recibir una respuesta que le subiera más el ego. ¿se podía?

-      Para el mundo un hombre famoso, adinerado, bien parecido, que puede tener a la mujer que quisiera. Envidiable, eso creo. No me malinterprete. –sonrió.

-      Sí, tengo mucha gente que me envidia, no lo niego. Es una costumbre. – se encogió de hombros.- Pero eso no fue lo que te pregunte. A mí me interesa lo que tú piensas, Takuya. –le sonrió con “amabilidad”, riendo por sus adentros al notarse tan hipócrita.

-      Ehm. – se quedó pensativo, tratando de conseguir las palabras. Su ingenuidad hasta el momento no le permitió captar la coquetería del cantante. – Para mí… Hyde-san… bueno… - por primera vez se mostró un poco más cohibido, dando a conocer una sonrisa tímida y en gran parte, tierna. Aunque el cantante no se conmovía por mucho tiempo.- para mí siempre fue una especia de modelo a seguir. Mi padre no me dejaba escuchar ese tipo de música, porque notaba que me gustaba demasiado. De hecho no me quiso enseñar a tocar la guitarra. Tuve que aprender solo. – se encogió- y L’arc en Ciel fue una de las bandas que me movió para luchar por lo que realmente me gustaba. La dedicación con la que usted, por ejemplo, trabaja, y la pasión y fuerza al verles en el escenario… es algo que me impacta mucho. –asintió- sí. Yo le encuentro una persona admirable, Hyde-san. Sinceramente, creo que detrás de cada nota y cada letra de las canciones que escribe, tiene muchísimo de usted. Es como… si pudiera percibir un mensaje oculto o algo así. – rió. – no me haga caso.

Hyde le escuchó la última frase con atención y frunció el ceño sin decir nada por algunos segundos.

-      Hay muchas cosas que nadie sabe de mí, es por eso. Eres demasiado sentimental, niño. – Apagó pronto el puro. Esas palabras le hicieron sentirse un poco avergonzado al menor. No contestó.

-      Ya es tarde. Debería irme. – dijo con una leve sonrisa, incómodo por cierto.

-      Vamos, entonces. – sacó efectivo, dejando una gran faja que cubriría los gastos, sobre la mesa.

-      ¿Perdón? No, es que ya voy a mi departamento. No a otro lugar.

-      Por eso. Yo no tengo problema. –se llevó el cabello hacia atrás con elegancia, haciendo lucir su rostro atractivo.

-      Ah, claro, claro. –le dirigió una sonrisa y después le dio la espalda para caminar, alzando las cejas de la presión.

El mayor sonrió con cierta malicia y le siguió a algunos centímetros detrás, observando con cautela la silueta de su cuerpo. Le miraba las piernas delgadas y no muy bruscas, su trasero cubierto a medias con la camisa blanca que llevaba puesta. Notó que su espalda era alargada y angosta, con una cintura ligeramente acentuada. Se preguntó si su pelo combinaría con el color de las sábanas de su cama. Hm, no. El color de las sábanas era un poco menos anaranjado, pero definitivamente le llenaría bien el espacio.

 

 

 

~~~~~~~

 

 

Que camino tan largo. Al menos eso le pareció al mayor de cabello castaño. ¿O tal vez eran los terribles síntomas que tenía? El alcohol era delicioso, pero como todo lo bueno en la vida, tenía precio y uno muy grande. A medida que subía los escalones pequeños para llegar al departamento de Takuya, se iba mareando un poco más, al punto de casi resbalar en uno de ellos. Pero esas sensaciones no le fueron suficientes para flaquear antes sus definidos deseos. Esperó a que el más pequeño abriera la puerta y le permitiera entrar. ¡Estaba desesperado por sentarse en un maldito sillón o de un momento a otro se caería!

-      Pase, Hyde-san, es usted bienvenido cuando guste. – estiró su brazo indicándole el interior del, por lo visto, pequeño departamento. El mayor entró pronto y se sentó sin si quiera preguntar, en el sofá color guinda. O más bien, se recostó plácidamente.

Takuya rió con algo de desconcierto mientras cerraba la puerta.

-      Es cómodo, ¿verdad? –sonrió, aun con nervios. ¡Continuaba sin creer que estaba con el vocalista más famoso del rock de su país! Se sentó en el sillón individual del otro lado.

No recibió respuesta alguna y notó como el más grande fruncía el ceño y le notó algo pálido.

-      Hyde-san… ¿se encuentra bien? ¿Q-que pasa? ¿puedo hacer algo por usted?

-      Hm, de hecho sí. ¿podrías traerme un poco de vino? Ya vi los estantes llenos y me pregunté por qué no bebiste en toda la noche. –“hubiese sido más fácil.”- sonrió de medio lado, mirándole de reojo.

-      ¡Ah! –rió- bueno, acepto que soy un fanático del alcohol, pero solo por esta noche decidí no beberlo. Aunque me cuesta mucho, créame.

-      ¿puedo saber el por qué, Takuya? –se incorporó, mientras se sacaba la gabardina delgada color café. Cruzó las piernas medio abiertas mientras apretaba los labios de manera sensual.

El menor había cruzado la estancia para llegar a la pequeña cocineta y abrir unos estantes pegados al muro, llenos de vinos de diferentes marcas. Cogió uno y buscó con dedicación la mejor copa que tenía.

-      Digamos que… se trata de… una especie de “promesa”. –titubeó al ponerle nombre. Comenzó a verter el líquido con nerviosismo, temiendo que se le derramaran gotas en cualquier instante.

-      ¿se lo prometiste a tu novia, eh? – preguntó sin mucho interés, mirando con detalle el lugar donde se encontraba.

-      Y sigue con eso. Le dije que no tengo novia. –sonrió dándole la copa.

Hyde sujetó la copa sin quitar sus ojos de encima del pequeño pelirrojo.

-      Es grandioso escuchar eso. –en su boca se formó una sonrisa segura y coqueta. Takuya alzó una ceja con sospecha.

-      No veo el por qué. – rogó a Dios no haber metido la pata. Y desvió la vista como si fuese una pregunta corriente. El mayor rió y después se llevó el vino a la boca. No pudo ingerir mucho ya que pronto comenzó a toser y el recipiente se le cayó de las manos. - ¡Hyde-san! – se levantó de inmediato y le palmeó la espalda para cesar su ahogo, mientras que el mayor manipuló la escena para mojarse “por accidente” toda la ropa. Takuya le arrebató el recipiente de inmediato y lo puso a un lado. - ¿Qué pasa? ¿Todo está bien? ¿se siente mejor? –preguntó mientras se le acercaba.

De un momento a otro, el mayor dejó caer la cabeza sobre el hombro de Takuya.

-      Creo que tendrás un huésped esta noche, Takuyita. –susurró gravemente, mientras pegaba los labios en el cuello del menor, quién pronto se apartó por instinto.

-      ¿cómo? ¿desea quedarse aquí? No creo que se sienta muy cómodo... verá, el espacio de mi cama es muy reducido, en realidad, es una cama individual, yo no creo poder tener lo suficiente para alguien como us… -Hyde le puso un par de dedos sobre la boca, mientras le miraba con unos ojos penetrantes y una sonrisa ligeramente ladina.

-      Eso deja que yo lo decida, pequeño. – el menor se encogió, alejándose con disimulo de sus dedos para no ser demasiado grosero.

-      Hm, está bien… lo mejor será que le lleve ahora mismo. Y… si usted gusta, le presto de mi ropa mientras lavo la suya.  

-      Sí, sí. – le restó importancia a ello.- ahora, ¿podrías guiarme? –le abrazó – es decir, no podré mantenerme mucho de pie. -Takuya tragó saliva al notar la cálida respiración del otro merodeando cerca de su oreja. No podía describirlo bien, solo sabía que su espacio personal corría peligro de ser violado demasiadas veces con ese huésped repentino e inoportuno.

Asintió y rodeó el cuerpo de Hyde con un brazo, mientras caminaba con dificultad hasta la pequeña habitación. Abrió la puerta y no tuvo más opción que tomar a Hyde casi por completo, y ayudarle a sentarse en la cama. Le parecía un tanto extraño que de un momento a otro le vinieran tan fuertes los mareos.

-      Es pequeña, se lo dije. –mencionó el pelirrojo avergonzado. – no tengo más… aún así, espero que pueda dormir a gusto. Iré por la ropa entonces. –le dirigió una sonrisa al mayor, quien le miraba con la expresión nada dolorosa ni mareada.

Hyde le vio caminar hacia el pequeño armario, y se comenzó a quitar la camisa mojada de vino, arrojándola en el suelo y dejando la mitad de su cuerpo desnudo. Ah, como deseó en ese momento poder despojar al pequeño de la suya. Pero sabía que éste no se lo permitiría, a cada momento le rechazaba, lo cual lo tomaba como un reto. Que divertida era la idea de corromperlo y después poder presumirse el triunfo. Después de todo, los triunfos los gozaba más si le costaba ganárselos, lo cual no sucedía muy a menudo.

-      Aquí tiene. – le dio una pijama a cuadros, en realidad era una que acababa de comprar. Claro, no podía darle una vieja y usada. Era Hyde y era un huésped. Al parecer, para no mucha gracia del mayor, verle sin camisa no le causó nada. Ni si quiera cuando Hyde le lanzaba esas naturales miradas coquetas. – así que lo dejaré descansar, Hyde-san. El baño está de éste lado-apuntó a la izquierda- si se le ofrece algo no dude en llamarme. Lo que sea, a la hora que sea. –le sonrió e hizo una pequeña reverencia.

-      Claro. Lo haré. Serás mi siervo esta noche. –le guiño el ojo con coquetería.

Takuya rio con gracia ante tal acción y salió de ahí. Las actitudes de Hyde, más que intimidarle le daban gracia. Es decir, le daba la impresión de que era así con todo mundo, no se lo tomaba personal, además ver a un hombre actuando así le parecía todavía más gracioso. No se burlaba, solo le parecía una forma de ser muy peculiar. Se recostó en un futon pequeño que tenía y cerró los ojos tratando de dormir. Pero antes de ello, pensó en que sería magnífico tener como amigos a los miembros de L’arc en Ciel.

 

-      Hyde-san está en casa. – le envió mensaje a Teruki.

-      ¡¿Qué?! ¿A estas horas? ¿están todos allí? –respondió.

-      No. Solo él. Los demás tuvieron una reunión y el estaba demasiado ebrio para irse a casa. Se quiso quedar.

-      ¿estás solo con él?

-      En casa sí. Pero lo dejé durmiendo en la habitación. No creo poder dormir. No puedo creer aún que vaya a trabajar con ellos.

-      Es una gran oportunidad, estoy orgulloso. (risa) Pero cuídate. Buenas noches. Mañana me cuentas como te fue.

El menor bloqueó el celular y cerró los ojos de nuevo.

 

 

 

 

No habían pasado muchos minutos cuando el móvil comenzó a vibrar. Giró los ojos con cansancio y cogió la llamada.

-      Sabes cuánto detesto que me llamen cuando trato de dormir. – carraspeó Hyde.

-      Es un milagro que duermas tan temprano, van a ser las cuatro.- dijo Tetsu del otro lado de la línea.- pensé que estarías en medio de un orgasmo. – rio con burla e hizo reír al cantante.- no sería la primera vez que sucede.

-      Siempre eres tan inoportuno. –rio por lo bajo- Creo que esta vez me costará más de una noche. – comenzó a jugar con los mechones de pelo que se le resbalaban por las mejillas.

-      ¿en dónde estás? – el de cabello castaño oscuro sonrió para sí mismo con esa pregunta.

-      En casa de mi futuro trofeo. –se mordió el labio con algo de malicia, mirando hacia la puerta, casi pudiendo imaginar al pequeño pelirrojo del otro lado.

-      Pensé que tus trofeos era instantáneos. No me digas que te han rechazado. –se mofó.

-      Por supuesto que no. Sólo que esta vez tengo que planearlo paso a paso cada movimiento, ¿no es entretenido? Así cuando lo tenga gimiendo en mi cama, me sentiré más complacido.

-      Uh, suena interesante. Me pregunto de quien se trata. –soltó la indirecta.

-      De Takuyita. –rio con gozo.

-      ¿Takuya? ¿Hablas en serio? Pero si es un crío a tu lado. Dudo mucho que pueda satisfacerte. Ya sabes, es de los que no fuman, no follan con cualquiera, se la pasan trabajando y le hablan a su mamá los fines de semana. –rió un poco más, contagiando al otro.

-      Si, es un mocoso. –respondió aún con la sonrisa en la boca- pero es de buen ver y hace tiempo que no me enrollaba con alguien así. Es muy grato quitarles la virginidad a niños como él.

-      ¡ah! No me jodas. ¿Acaso te lo dijo?

-      No. Pero dudo que haya estado jamás con un hombre. Intenté tentarlo como siempre lo hago y nada. – se escuchó una fuerte carcajada del otro lado de la línea, a lo cual Hyde hizo una mueca de molestia.

-      Me imagino cómo le afectó eso a tu ego.

-      Lo tomo como un reto.-respondió firme- se que va a caer tarde o temprano. Más temprano que tarde, por cierto.

-      Quién sabe. Apenas lo conozco, pero es evidente que es necio y muy correcto.

-      Eso le hace aún más interesante. Me provoca ansiar más la noche en que lo tenga.

-      Muy bien, te deseo suerte con eso. –rio levemente. – ahora, te hablaba para otra cosa. Es sobre Tatsurou…

-      ¿y ahora que sucedió? –se recostó sobre la almohada, mirando el techo.- ¿pasó algo con Ken?

-      No. Ken está a salvo, pero pensamos que nos están merodeando. Creemos que Tatsurou quiere extinguirnos para quedarse con las propiedades que no le quisiste dar.

-      Pero no se atreve a hacer nada. Menos ahora después de que acabamos con sus ayudantes y Kiro. Sabe que lo tenemos en las manos y que podemos matarlo en cualquier momento, ¿de qué te preocupas? Además, yo ya mandé a alguien a vigilarlos.

-      Creo que querrán tomar de nuevo a Kaori para amenazarnos. Saben que Ken no permitirá que la maten.

-      Si es así no podremos hacer nada más que dejar que se la lleven.

-      Hyde… es la hermana de Ken.

-      Es ella, o todo lo que hemos logrado. Si flaqueamos ahora van a aprovechar y todos comenzarán a creer que nos pueden manipular. No es así. – Tetsu suspiró.- de todas formas no hay de qué preocuparse. Kaori está protegida y son más los que nos siguen a nosotros. Tatsurou solo tiene a unos cuantos.

-      Sí. Pero creo que está aferrado con acabar con nosotros. ¿por qué no solo le das un par de las propiedades de Kiyomi?

-      No seas absurdo. La venta está mejor que nunca y Kiyomi era mi mejor socio. Sus propiedades me pertenecían por derecho. Tatsurou está por debajo de mí. Quizás le dé una, solo para que no esté jodiendo, me tiene hasta la coronilla en todas las reuniones.

-      Bueno, solo te advierto que tengas cuidado. De cualquier forma dispersamos a algunos para que nos verifican si hay alguien siguiéndonos o no. ¿alguna sugerencia para Kaori?

-      Solo que no salga y que ahora, más que nunca, cuiden a Ken. ¿Cómo va?

-      Va mejorando. La bala no le dañó ningún órgano. Solo le queda descansar y recuperarse. Pero eso toma tiempo.

-      Muy bien, eso es lo de menos. seguro se recupera pronto. Oye, ya te voy a cortar, quiero dormir. Si pasa algo me llamas. Mañana nos veremos y me dices si alguien nos vigila o no.

-      Claro. Hasta luego.

 

Cortó la llamada y cerró los ojos, relajándose por completo en la cama olorosa a la piel de pequeño.

¿Que le habría pasado a Ken? ¿La razón? Era un misterio.

 

 

 

 

Notas finales:

 

*musica de misterio*

bueno ahí lo tienen, bellas lectoras.

de neuvo muchas gracias a las que leen y dejan reviews, y a las que leen y no dejan, espero poder inspirarlas a dejarme uno c: por ahora no hay mucho yaoi xD lo se, pero es culpa del peque por ser tan difcil (?)

T :  Por supuesto (h)

jajaj como sea, espero que les hyaa gustado, cada vez saldrán más cosas. lo prometo

Dejen reviewe si pueden ;3

Sayonara!


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