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.::KOKORO::. por kaleido_dance

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Hola hola holaaa!!!!! traigo aqui mi primer songfic sin !!! 

   este fic cuenta la triste historia de naruto y su padre minato en un universo alternativo basado en la cancion kokoro de rin kagamine : http://www.youtube.com/watch?v=q8-p745Zpeo

 es un video tan pero tan bonito....si he llorado con esta cancion....es tan pero tan triste, que quise hacer un fic con ella!!!!

 aqui esta pues!!

Notas del capitulo:

Tal vez hayais visto otra version por ahi con gaara y el kasekage pero la mia es muy distinta y esta basada en la cancion originalmente no es plagio!!!

 espero que os gusteee!!!

 

KOKORO.


 


 


-Abre los ojos…buenos días.-


 -Buenos días.-


-¿Sabes quien soy?-


-Eres mi creador.-


 -¿Detectas algún error en tu sistema?-


-No se detectan  errores.-


-Entonces dime tu nombre…-


-Naruto.-


   Así se llamaba el pequeño y adorable cyborg creado por el enormemente famoso científico Minato Namikaze. Lo había diseñado con sumo cuidado, dándole el aspecto de un niño sano y hermoso, de ojos azules y cabellos rubios como el sol, en sus sonrientes mejillas se veían unas marcas muy extrañas. Era tan perfecto que muchos le conocían como el milagro del Dr. Namikaze. Sin embargo el científico no estaba del todo contento con su trabajo, le faltaba la pieza mas importante de todas, y por mucho que se esforzara no conseguía finalizarlo.


 Naruto no crecía, no bebía ni comía nada, era un ser de metal que no se estropeaba nunca, de vez en tanto Minato le hacía ajustes y le agregaba programas para que fuera mas independiente y mas útil. El niño robot aprendía a una velocidad sorprendente, su cerebro era como una esponja absorbiendo todo lo que el científico le daba. Incluso le ayudaba en montones de trabajos y experimentos, estaban siempre juntos, siempre…


  Pero la curiosidad de Naruto también crecía, Minato se la había instalado como una prueba para intentar hacer de su preciada máquina un ser un poco mas humano.  Y esa curiosidad le torturaba al no entender infinidad de cosas sobre su creador, infinitamente mas complejo y misterioso.


 Día y noche Naruto le veía trabajar incansable en un proyecto secreto que parecía no avanzar en absoluto, le veía llorar muchas veces, le veía enojarse y frustrarse, sin comprender nada de él. A veces le espiaba en su habitación. Lo observaba con detenimiento, cómo se quedaba horas contemplando unas fotografías de gente que no estaba allí, olía apasionadamente unas preciosas flores amarillas que cada día ponía nuevas en su mesa de noche. Sonreía de una forma especial, mejor dicho de varias formas, su sonrisa podía ser tan diferente cada vez, a veces con lagrimas incluso…y Naruto no lo entendía, no entendía lo que significaban aquellos gestos, aquellas miradas. El mismo se miraba al espejo intentando imitar sus sonrisas, el seño fruncido, las miradas tristes del científico pero era imposible, aunque le salieran muy parecidas no tenían la misma magia, parecían tan artificiales…


 Un día se echó agua en los ojos para intentar emular lágrimas, pero sólo consiguió quedarse ciego.


 -¿Naruto, que has hecho para estropearte asi los ojos?- se sorprendió Minato al arreglárselos cuidadosamente.


 -Perdona, Minato-sama, introduje agua en mis cuencas oculares sin reparar en las consecuencias.- se disculpó el inocente cyborg.


  -Has tenido suerte de que no fuera demasiada, sino tal vez habrías sufrido daños en el sistema.-


 -Yo sólo intentaba mejorarme para parecer mas humano.-


 -Sé que ése es el propósito de nuestro trabajo, Naruto, pero hay cosas que no debes hacer bajo ninguna circunstancia, ya sabes que el agua no debe penetrar bajo tu recubrimiento plástico…-


  Minato era consciente de la forma de pensar del niño, sabía que le había visto llorar muchas veces, y se sentía culpable, pero realmente le costaba muchísimo contenerse en su presencia. Luego de colocarle las orbes en sus cuencas nuevamente, el robot parpadeó ligeramente y clavó su mirada en los ojos azules de su creador. Y allí estaba otra vez el agua, siempre en sus ojos, se acumulaba de la nada y luego desbordaba mejilla abajo, incluso diminutas gotitas transparentes se quedaban muchas veces enganchadas en los finos pelos de sus pestañas rubias.


 Pero aquel día el científico no ocultó su mirada, yéndose al lavabo rápidamente, sino que acercó su rostro un poco más, estaban tan cerca que Naruto podía ver sus ojos secos reflejados en las lágrimas de Minato. Y sin esperarlo en absoluto sus labios temblorosos depositaron sobre su frente un beso tierno y dulce. Luego se fue otra vez a su habitación a llorar y oler las flores.


  Naruto se quedó sentado sobre la mesa de reparaciones, tocándose con los dedos el sitio donde lo había besado, y por mucho que lo intentó esta vez tampoco pudo entender nada.


 Los años pasaban a una velocidad asombrosa para el pequeño, su cuerpo inmortal  permanecía intacto, era cada vez mas y mas perfecto, y sin embargo el científico que lo había creado seguía sin estar satisfecho. Se consumía en su soledad y tristeza, trabajando sin descanso. Había creado máquinas increíbles para el resto del mundo, pero la mejor y mas bella de todas, la guardaba en su casa, la contemplaba cada día como a una obra de arte, a veces acariciaba su piel artificial y besaba su frente humanoide. Había conseguido que emitiera el dulce calor de un niño, lo sentía a través de los innumerables poros de su membrana plástica, tan suave como la de un bebé. S cuerpo casi humano podía sangrar, podía sudar y sentir escalofríos.  Sus ojos no se dañaban ya cuando les entraba agua, podían bañarse juntos en las aguas termales de su casa laboratorio donde ambos compartían días y noches de arduo trabajo.


  Sin embargo el pequeño Naruto nunca se atrevió a preguntar a su creador todas las cosas que no conseguía entender aun con su cerebro superior.¿ Porque estaba tan solo y triste? ¿Porqué lo trataba siempre con tanta amabilidad? Lo había visto trabajar en otros robots pero en ninguno con tanto esmero y calidad como él. Y sobretodo nunca se atrevió a preguntar qué era ese proyecto secreto en el que se le estaba yendo la vida sin conseguir nada…


  El cuerpo de Minato Namikaze se iba deteriorando poco a poco, su hermoso cabello rubio se volvió blanco con los años, su piel tersa se curtió de arrugas y manchas, los dientes se le cayeron, y su espalda se encorvaba  bajo el peso de toda una vida. Los huesos frágiles y desgastados se le rompían cada dos por tres, y en sus últimos días era Naruto quien debía reparar cada vez el cuerpo de su creador. Incluso él sabía que aquel cuerpo no duraría mucho mas, le propuso muchas veces cambiar partes humanas por otras artificiales para intentar alargar su esperanza. Pero el científico se negaba, sentía su fin cerca pero no se esforzaba por mejorarse a si mismo, como había estado haciendo con Naruto durante toda su vida.


  -Minato-sama…No entiendo porqué no quieres prolongar tu existencia, con lo que me has enseñado podrías vivir tal vez 50 años mas si quisieras…Podrías tener un cuerpo perfecto como el mío.-


  El viejo Namikaze ya ni siquiera se podía mover, en su lecho de muerte había abandonado hacía tiempo sus trabajos, incluso el mas importante, el que había llevado su salud hasta aquel extremo.


 -Naruto, tu inteligencia superior es aun ignorante en algunas cuestiones…la esencia de la vida escapa a tu entendimiento, los sentimientos y emociones que los humanos padecemos y disfrutamos son algo que jamás has llegado a experimentar…tu propósito ha sido siempre subsistir por encima de todo y de la forma mas perfecta posible. Pero las personas tenemos nuestro tiempo de caducidad, cuando nuestro cuerpo se deteriora de esta forma, no hay manera de repararlo, pero no es que no pueda hacerse, sino que nuestro corazón no podría resistirlo tampoco…-


 -¿Corazón…?-


 -Naruto, ya no quiero seguir viviendo…después de la muerte me espera una nueva vida que quiero descubrir…será un nuevo amanecer, y tal vez allí encuentre lo que llevo buscando desde que te creé, hijo mío…-


 -¡Minato-sama! ¡Sus funciones se están disminuyendo de forma alarmante…!-


  El científico en un último suspiro, aferró con sus temblorosas manos la muñeca mecánica del robot.


 -Naruto, gracias por haber estado a mi lado…mi pequeño Naruto…-


 Con una sonrisa en sus demacrados labios, Minato cerró sus ojos vidriosos por última vez, y una útlima lágrima corrió mejilla abajo, abriéndose camino entre las arrugas de su piel, fue a estrellarse sobre la piel artificial de la mano del cyborg, quien sin expresar sentimiento alguno, desprendió su mano de la del cuerpo sin vida de su amo, y lo cubrió con las sabanas.


       Pero el pequeño robot ahora tenía algo en su mente cibernética, que carcomía su curiosidad de una forma que nunca antes había experimentado, Minato había hablado sobre un corazón que poseían los humanos, algo que él no tenía.


 Tal vez aquella fuera la clave para entender a su creador, y descubrir por fin el significado de su vida.


  Corrió hacia el laboratorio y volvió a iniciar todos los sistemas y ordenadores, llevaban un tiempo apagados por la debilidad del científico. Los conectó todos al sistema central y buscó el programa en el cual Minato había estado trabajando en secreto, se llamaba KOKORO. Pero en cuanto lo inició saltó una ventana de alerta:


  ‘Naruto, si has abierto este programa es porque ya estoy muerto. Lo mantuve en secreto para no tentar tu curiosidad. Por favor,  no lo utilices bajo ningún concepto, tu CPU no tiene suficiente capacidad como para soportarlo y se dañarían todos tus sistemas. No hace falta que sigas con el proyecto. Eres libre de vivir como te plazca de ahora en más. Adiós.’


   La curiosidad y determinación de Naruto eran demasiado fuertes, y ya no atendían a las ordenes de su amo, incluso después de muerto.


  -Lo siento, Minato-sama, yo tampoco tengo motivos para seguir viviendo ahora que tu no estas.-


  Y sin pensarlo más, cerró la ventana de advertencia y conectó su puerto USB para ejecutar el programa KOKORO directamente en su sistema.


  Por fin descubriría lo que era un corazón.


 Pero de pronto el enorme peso de miles de archivos reproduciéndose y entrando en su servidor, le hizo caer de rodillas sobre el suelo del laboratorio. La última parte acababa de adherirse a su sistema y funcionaba correctamente dentro de su cerebro, era algo que nunca hubiera podido imaginar. Un estallido de sensaciones recorrió su medula y nervios de todo el cuerpo, haciéndole temblar de pies a cabeza sin poder controlarse. Enormes lagrimas afloraron a sus ojos artificiales emborronándole la vista, por un momento pensó que había vuelto a averiarse, pero ante su sorpresa no se estaba quedando ciego, al pestañear las lagrimas caían por sus mejillas, recuperando la vista. Recordó como su padre lloraba de aquella misma manera y al verlo en sus recuerdos su llanto se intensificó. ¡Su padre! Acababa de reconocer a Minato como su progenitor, nunca lo había sentido, pero ahora podía recordar las incontables muestras de amor que le había estado dando durante todos aquellos años juntos, cada beso, caricia, palabra amable y sonrisa que le había dedicado estaba cargada de amor. Un amor tan grande y fuerte que solo el recordarlo hacía desmoronar toda su perfección artificial.


  Pero entonces mas recuerdos comenzaron a invadir su mente. Momentos que no había vivido nunca pero que sintió desde lo mas profundo de su corazón. Podía sentir la voz de su padre Minato llamándole con cariño.


 -Naruto, mi dulce Naruto…-


 Y no solo la de Minato, sintió también la voz de una mujer, a quien no pudo reconocer de inmediato…pero ¡era su madre! ¡Mama! Una sonrisa hermosa asomó a su rostro cubierto de lágrimas.


 -¡Mamá! ¡Papá! ¡Aquí estoy, soy yo, Naruto!-


  Sin embargo mas recuerdos se fueron sucediendo. Los veía como imágenes que pasaban por sus ojos a gran velocidad, mesclados con voces que resonaban algo lejanas, ¿porqué iban tan rápido? Su sistema no era capaz de seguirlas.


 Vió a su madre, una hermosa mujer de cabellos rojos, lo abrazaba con ternura, sonreía…pero estaba en un hospital, en una cama, estaba enferma… ¡estaba muriéndose!


 -¡No mamá! ¡No me dejes mamá! ¡Mamá…!-


 Pero más recuerdos le invadían. Su padre lloraba en silencio, sobre la cama de su madre, él lo estaba espiando, no entendía porque lloraba así…


 -Papá…-


 Luego solo estaban ellos dos, su padre estaba muy triste, lloraba tanto… Naruto iba a dormir a su cama cada noche sin que él lo supiera.


 -Papá no llores…-


 Le traía flores cada mañana, margaritas amarillas que recogía del prado que había junto a la casa, eran tan hermosas y frescas, aun conservaban las gotas de rocío de aquella misma mañana. Minato era un padre tan cariñoso y entregado,  cargaba él solo con el peso de toda la familia, cuidaba a su único hijo con esfuerzos sobrehumanos, siempre encontraba tiempo en medio de su trabajo para abrazarlo y jugar con él.


 Pero aquellos días de felicidad no duraron tanto, Naruto comenzó a recordar otras cosas, se veía  a sí mismo en el mismo hospital que su madre, en la cama, estaba enfermo…


 -Naruto, mi pequeño Naruto…te pondrás bien, ya lo verás…- Susurraba su padre abrazandolo en la cama, las sabanas se humedecían con las lágrimas que derramaba el adulto. Sentía todo su cuerpo temblar débilmente mientras le abrazaba. Cada noche le leía cuentos y lo arropaba dulcemente, pero a veces no podía leer bien, su voz se quebraba y tenía que irse al lavabo. Los ojos de su padre habían cambiado, seguían siendo azules y hermoso, pero estaban hundidos y demacrados, rodeados de rojeces y ojeras…


 -Papá…¿papá que te pasa…? ¿Por qué lloras tanto…?-


 Cada mañana le traía aquellas flores amarillas tan bonitas, al hospital donde estuvo tanto tiempo…


 Pero sus siguientes recuerdos ya no eran del hospital, ahora estaba en el laboratorio otra vez, Minato era mas viejo, y estaba siempre solo, y siempre triste…


  Su padre, nunca lo había sentido asi, no sabía nada sobre su creador, pero ahora lo sabía todo, sabía lo solo que estaba en su enorme casa vacía, compartiendo su vida con una maquina insensible que no correspondía su amor.


 Se levantó con decisión, sintiendo tantas cosas a la vez…no tenía tiempo para culparse por sus defectos. Corrió con todas sus fuerzas, sentía como su sistema poco a poco comenzaba a fallar, el corazón lo estaba destruyendo todo en su interior.


 Regresó a duras penas a la habitación de su padre donde yacía su cuerpo sin vida, había traído tantas margaritas como le cupieron entre los brazos, pero a pocos centímetros de la cama sus controles motores dejaron de funcionar y se calló pesadamente sobre las sabanas. Las flores se esparcieron por todos lados, llenando la habitación con su fresco perfume.


 Con un último esfuerzo Naruto desconectó numerosas de funciones para moverse una vez más, en un intento por abrazar a su padre, cogió sus manos frías ya entre las suyas.


  -Papá…lo siento papá…si hubiera conseguido este corazón mientras aun estabas vivo, te habría demostrado cuanto te he amado siempre…a ti y  a mama…-


  Los sentidos dejaron de funcionarle ya, gran parte de su cerebro estaba destrozada, ya no podía moverse de ninguna forma, pero antes de apagarse para siempre  sonrió sinceramente desde el fondo de su corazón. E incluso cuando este ultimo dejó de funcionar también, sus labios dejaron escapar dos palabras:


 -Gracias…Papá..-


 


  Su cuerpo sin vida ya nunca más volvió a moverse pero en su rostro permanecería aquella sonrisa para toda la eternidad. Y realmente parecía…parecía un ángel.


 


 


 


 

Notas finales:

GRACIAS por haber leido mi fic!!! espero que te haya gustado y llores un poco por naru-chan ajajajaja

 os agradeceria unos reviews para saber si os ha gustado!!! y que escucheis la cancion que es increible!!

 http://www.youtube.com/watch?v=q8-p745Zpeo

 

 nos vemosss!!!


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