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Like Pierrot the clown por Mad Alice

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Notas del capitulo:

Aaaah! x3 Muchas gracias a quienes leen y a quienes además se dan el tiempito de comentar :3 me hicieron muy feliz sus reviews, son muy importantes.

Bueno, este capitulo, personalmente, me gusta mucho. Desde que comencé con el prólogo quería llegar a esta parte! Espero les guste tanto como a mí, apesar de que está más corto en comparación al anterior, pero no podía alargarlo más, era lo preciso. Ojalá no sea confuso, que tengan en cuenta los líos y enredos en la mente de Ruki, y que a partir de eso puedan entender la narración.

Muchas gracias hermosas <3 disfruten!

 

Solo nuevamente. Le parecía que en esa cama jamás había existido nadie más. La figura de Aoi a su lado, un recuerdo fantasmal; ahora le parecía un absurdo. Absurdo amarlo y ser su amado. A su entender, solo había algo que tenía sentido, que lo devolvía a la vida y le regresaba el aliento. Una dosis, un sueño tangible durante un par de horas…

Hasta que la realidad se abría paso a golpes entre sus solitarias risas.

Habían transcurrido 2 días desde la última vez. Luego de un tiempo, el último episodio parecía ser el primero. Se sentía tan enfermo, todo se le escapaba, se le olvidaba, y en su mente solo chispazos daban cuenta de lo que había pasado en los últimos días.

 

Estaba solo, en caída libre

Dando lo mejor de mí por no olvidar…

 

Recordó a alguien.

Aquel que aparecía solo en sus sueños, de cabello oscuro y mirada profunda, antes de despertar siempre cubierto de marcas. ¿Y él? ¿Era real? ¿Alucinaba? ¿Y dónde se hallaría ahora?... Estaba confundido. ¿Cuándo lo había visto por última vez? ¿Y por qué sentía que moriría si se lo encontraba de nuevo o si no lo hacía nunca más?

 

¿Qué nos pasó?

¿Qué me pasó a mí?

¿Qué sucedió en cuanto se me escapó de las manos?

 

Comenzó a sollozar dolorosamente desde lo más profundo de su alma. Una esperanza creciente. Un sufrimiento latente. Aferró sus manos con desesperación a su pecho y su mirada erró en todas direcciones tratando de hallar una prueba de la existencia de aquel sujeto, que obsesionaba sus sueños y sus trances.

 

Estaba confundido por toda aquella energía,

Olvidando nombres y rostros.

 

Se sujetó del marco de la ventana, y sus ojos recorrieron con frenesí todo lo largo de la calle, unos seis pisos allá abajo. Cada persona era igual a la otra. Tenían rostros monstruosos mientras él deseaba hallar un ángel.

 

Transeúntes me miraban, como si pudieran borrarlo todo.

“Mi amor, ¿olvidaste tomar tus medicamentos?”

 

Cerró los ojos y resonaron risas. Risas tiernas, caricias suaves, labios carnosos rozando sus manos, su cuello y su frente.

Le faltaba el aire. Se le escapó una sonrisa sincera, llena de angustia, y lloró como si fuese a morir.

 

Estaba solo,

Observando la habitación,

Dando lo mejor de mí por no olvidar…

 

“Mi amor…te prometo que…” 

Gimió. Estaba encerrado en su mente. Llegando a ese punto, sintió como un estallido dentro de su corazón.

 

Toda forma de alegría.

Toda forma de júbilo.

Y nuestra única y heroica promesa…

 

Salió de esa habitación y sus pasos torpes lo llevaron hasta la sala. Ese lugar que siempre lo recibía y se llenaba de colores alucinantes y fantasmas…

Cayó al sofá, riendo y llorando sin poder parar, mientras imágenes y gritos se agolpaban unos tras otros en su pecho y su cabeza dolorida.

Cerró los ojos con más fuerza y fue cuando lo vio llorar frente a él. Lo había hecho muchas veces.

 

¿Cómo nos afectó?

¿Cómo me afectó a mí?

Y las consecuencias.

 

-Aoi…

Jadeó.

Sus manos se estiraron intentando alcanzar esa forma volátil e inexistente que lloraba frente a él.

Gritó.

La habitación se hizo alta como un castillo y se estiró hacia donde ya no podía divisar murallas. Llevando sus manos a su cabeza intento concentrarse y volver al lugar donde debía estar…

 

Y el sexo, y las drogas, y las complicaciones…

El sexo, las drogas y las complicaciones.

 

Gritó desgarradoramente.

La puerta se abrió de golpe. Su corazón se detuvo y se aceleró. Como un elastico que es soltado en el aire, todo volvió a sus medidas.

-Hola…

¡Era él! Si, no cabía duda. ¡Incluso lo había mirado y saludado! Y ahora el mundo volvía a girar, porque él existía. Él. Hermoso y vívido como un espejismo. Más absurdo y perfecto que el efecto de la más afrodisíaca droga en su cuerpo. Añorado como nunca. Tan dolorosamente amado y temido. Se encogió y arrinconó en una esquina del sofá porque algo dentro de si se lo ordenaba aunque él no quería.

-Ruki…

Y así fue como se liberó de la desesperada advertencia que su cuerpo le imponía y le impedía el haber salido corriendo a su encuentro. Ahora se levantaba con el rostro empapado en lágrimas y una eterna sonrisa en el rostro demacrado. Se aferró a ese cuerpo notoriamente más alto que el suyo, poniendo todo su empeño en que no se separaran ni un solo centímetro. Sintiendo su corazón golpear frenético contra su pecho y teniendo la certeza de que el otro también lo sentía.

-Aoi…hola…  

Lo rodeó también y el rubio no podía más que desear, con toda la cordura que le quedaba, que aquel contacto no acabara nunca…

-Aoi…lo prometo… -sonreía-

 Él sonrió también.

-¿Qué prometes, mi amor?

El menor alzó el rostro lo suficiente para quedar a la vista de la pequeña camarita que sostenía el otro con una mano, abrazándolo aún con la otra.

-Prometo…jamás defraudarte otra vez… -la mirada fija, convincente hacia ese aparato que capturaba cada una de sus palabras, como era habitual-

-Lo sé… -lo guardó, de vuelta en el bolsillo de su saco-

-Créelo.

-Lo creo.

Tomó esa cara con cuidado entre sus manos y limpió con sus dedos el maquillaje corrido sobre uno de los pómulos amoratados

-Lo lamento… ¿oíste?

Poniendo su esfuerzo en calmar ese cuerpo jadeante, besó con sus labios carnosos su frente, que llegaba a la altura de su mentón. Besó también esas manos y besó ese cuello, mientras ahora caían sus propias lágrimas sobre el cabello dorado.

Mientras, el más bajo escuchaba las disculpas que se le eran ofrecidas, completamente seguro de que nada podría arrebatarle la felicidad que sentía estando en esos brazos.

Notas finales:

Nos vemos en el próx. capitulo :3

Diganme qué creen!


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