-¿Porque no vas a venir?- Jjong me miró lleno de sospechas, un minuto más y acabaría exponiéndome a un interrogatorio. Taemin se veía menos interesado -Te vas a arrepentir- amenazó mientras subía el zip de su abrigo.
–De una vez déjenme solo- Seguí con mi celular aún encogido en el sofá.
Podía ser sospechoso que me negase a explorar el lugar y probablemente malgastar el dinero, aunque no podían culparme, la idea de la empresa de enviarnos al medio de la nada para que nadie nos molestase era justamente para que nos aburriésemos a muerte y regresáramos con unas ganas locas de ponernos a trabajar sin haber gastado dinero y sin haber creado un escándalo. En estas condiciones lo único que deseaba era tener un rato para mí. Lo dije en voz alta mientras me dejaban solo y mis amigos por fin comenzaban a responder mis mensajes.
Disfruté de su envidia mientras me estiraba en el sofá. Era bueno estar tranquilo y solo cuando todos parecían estar encerrados en algún estudio o cumpliendo una agenda, supuse que así debía sentirse uno cuando sus padres salen y uno se queda en casa por unas horas. Apenas había disfrutado esas cosas antes de convertirme en alguien siempre sujeto a obligaciones que cada vez me hacían menos feliz. Cuando el cansancio y la frustración aparecían, y solía ser cada vez más regularmente, una parte de mí se preguntaba cuanto más soportaría vivir así, nunca siendo libre. ‘Mi sueño’ en algún momento hasta eso que repetía como un mantra comenzaba a perder sentido. Un nuevo mensaje interrumpió mis cavilaciones y lo agradecí, lo que menos deseaba era mal humor que empañase el tiempo que pudiese ser yo mismo.
No limitaría la música a mis oídos y conectándola al equipo la dejé retumbar en la habitación entera mientras mi cuerpo se dejaba llevar. Debía ser una persona bastante simple si con tan poco era feliz. ¿Feliz?, la felicidad duraba hasta que pensaba, me limitaría a no hacerlo.
-Parece que está divirtiéndose- Minho retrocedió pisándome.
-¿Es tan perturbador que debes irte?...no interrumpamos- Ambos lo observamos un instante antes de dejarlo solo. La música estaba tan alta que podíamos sentir las vibraciones en nuestro pecho y era absurdamente divertido.
-Hyung…¿Y si alguien se queja?- Minho aún recostado como yo contra el muro me miró preocupado -La gente se molesta por este tipo de cosas-
-Sí, ya sé, pero Key parece no considerarlo, seguramente ni recordó preocuparse-
–Tal vez vino alguien antes y no lo escuchó- el más alto tocó su pecho antes de reír...una vez había hecho algo así en un automóvil, había sido mucho peor porque el respaldo estaba pegado a las bocinas.
Con el paso de los minutos el asunto perdió su gracia y nos sentamos a comer sin hablar demasiado, el volumen exagerado no ayudaba a que nos entendiésemos del todo.
La canción de Key se fue convirtiendo en gritos que repitió una y otra vez, los ojos de Minho me observaban enormes y con sorpresa.
-Tal vez le duela la garganta luego- Pero también debía ser algo liberador, seguro todos disfrutaríamos un momento así -Se molestará cuando sepa que no estaba solo-
-Es lo más probable-
–Me iré entonces- A eso se le llamaba cobardía.
No tenía ganas de acompañarlo, de seguro su idea de diversión incluía correr o algo peor. Lavé los platos mientras Minho saltaba por la ventana de la cocina.
Oía esas canciones casi a diario, involuntariamente las cantaba mientras trataba de darle a Key unos momentos más de soledad, pero podía imaginármelo bailando y la curiosidad me llevaba a la puerta de la cocina antes de que pudiese decirle a mis pies que se quedasen quietos.
Sin importar como lo analizase él me gustaba, había debido enterrar mis propias excusas cuando comencé a desear estar a su lado y no me rechazó. Mi aparente simpatía por Key se había convertido en atracción. Una atracción bastante poderosa. Tragué ruidosamente mientras su cadera trazaba un círculo y su expresión se volvía más perturbadora con cada frase dibujada con esos labios suaves que de vez en cuando podía mordisquear.
-¡Sigue como si un estuviese aquí!- Key se sobresaltó lo suficiente como para mirarme por varios segundos con las manos en el pecho. Me senté a verlo.
-¡Pero estás aquí!- Y quería verlo bailar. Solo debía cerrar los ojos e imaginar que no estaba. Rió sobradamente.
-Me gusta cuando bailas- Su sonrisa se relajó completamente y me dio al espalda un segundo buscando algo en su reproductor. ¿Bailaría una canción de chicas?, le sonreí en silencio mientras sus ojos se fijaban en los míos.
Key POV:
Mi corazón completamente agitado se detuvo cuando vi a Onew atravesar la habitación con los brazos en alto y gritando para que lo oyese:
-¡Sigue como si no estuviese aquí!- Ridículo.
-¡Pero estás aquí!- Y había arruinado el clima.
–Solo imagina que no estoy y si no puedes…cierra los ojos, quiero mirarte-
-¿Sabes que suenas como un viejo pervertido?-
-No…solo me gusta cuando bailas- Al blanco, iba a darle un buen momento.
Su sonrisa comenzó a desaparecer a medida que entendía que no le daría un show sin tener otras intensiones, mi intensión era clara, no iba a permitirle que se olvidase de esto, no le daría chance de que olvide este baile exclusivo. Bailaba para él, un baile privado, y mi mirada estaba tan fija en la suya que incluso la desvió un par de veces. ¿Estaba siendo demasiado atrevido? Él y yo éramos casi nada.
-Solo mírame- Ordené, y lo descubrí presionando su labio inferior en ese segundo, el mismo en que deseé acercarme y robar ese beso que estaba reprimiendo.
La música se extinguió con la batería y me perdí, podía seguir bailando como siempre pero de momento no pensaba en que pasos debía seguir, solo quería provocarlo…inexplicablemente su expresión nerviosa y posición tensa en el sofá me tentaban. Me sentía libre todavía, todavía era yo.
-JinKi-ah- Me senté a horcajadas sobre sus piernas muy juntas en el borde del sofá y pasé mis brazos sobre sus hombros. Su mirada podía ser muy inocente, lo descubrí allí mismo mientras lo forzaba a mirarme -¿Te gustó lo que hice?- Tragó tan ruidosamente que tuve que reír. No había terminado, dejé un baile a la mitad por lo tanto no lo calificaría -¿Porque eres tan malo conmigo?- Fruncí los labios y descubrí mi propio tono mañoso…por fin puso sus manos sobre mi cintura.
-¿Donde está Minho?- ¿explorando tal vez?...tal vez se hallaría con Jjong y Taem entonces. Me pegué a su pecho hasta apoyarlo en el respaldo mientras dibujaba con los dedos en su nuca y se atrevió a explorar mi espalda baja imitándome.
Besarlo siempre era diferente, parecía costarle tanto amoldarse a mi boca que probaba diferentes ángulos, era bastante tierno si lo pensaba fríamente, aunque no pensaba mucho una vez que escogía el modo y se compenetraba en su tarea hasta deshacerme las ideas.
Sus manos eran muy tibias y reconocían mi cuerpo apretándome contra el suyo a medida que el beso se hacia más demandante. Me aferré a él sorprendido mientras me volteaba bajo suyo.
-¿Te di permiso para algo como esto?- Solo me miró en respuesta cuando esperaba una sonrisa avergonzada que jamás llegó.
Por varios minutos me abandoné a adivinar que haría conmigo, o si debía guiarlo para no frustrarnos los dos, aunque supe que no debería hacer nada mientras mi camiseta hecha un bollo descansaba a un lado de mi cabeza…su expresión era desconocida, y aunque quería grabarla en mi memoria mis ojos acabaron por cerrarse a medida que sus labios hallaban y se apoderaban de nuevos territorios lejos de los míos. Yo también quería probarlo, benditos clips a presión, su camisa se abrió casi inmediatamente y amé su piel al primer contacto, disfruté el poco tiempo que pude aprisionar aquel botón rosado entre mis labios antes de comprender que aquel sonido alentador había salido de su boca…y lo busqué lamiendo y chupándolo como a mi golosina favorita hasta sentir el violento cambio en su respiración…me dejé sumisamente recostar sin que tuviese que hacer más que sugerirlo con un leve empujón.
No estaba seguro si él tenía una remota idea de lo que pasaría si no dejábamos de besarnos y restregarnos el uno contra el otro, pero sus movimientos hacían evidente que aunque fuese por instinto sabría que hacer conmigo, y enredé otra vez mi lengua con la suya mientras hacía lo mismo con los dedos en su cabello.
–Me gustas- Aquello sonó inesperadamente maravilloso y quise responderle…lo hubiese hecho de no ser por el ligero gemido de sorpresa que se me escapó al notar que estaba mordisqueando mi cuello bastante indecentemente.
-¡No puedes dejar marcas!- Aleccioné sentándome y empujándolo. Su mirada fue fiera y llena de picardía….¿ese era el modo?....me recostó de un solo tirón antes de continuar con su tarea.
–Sin marcas- repitió mordiendo mi cintura y haciendo que buscase con que cubrirme la boca para no seguir exponiéndome más, estaba jodidamente caliente, y solo observando la nueva expresión en su rostro la situación empeoraba, definitivamente había un hombre escondido en él y estaba teniendo el placer de que estuviese entreteniéndose conmigo –Hagámoslo antes de que regresen- Esa faceta me gustaba y traté de hacérselo saber mientras notaba lo abultado de su entrepierna restregándose contra la mía.
Quería. Quería. Podía hacérmelo allí mismo…pero no era el lugar.
-Onew- El juego había acabado. Suspiró audiblemente.
-Ya sé-
Hablábamos el mismo idioma. Recogí mi camiseta mientras lo dejaba desplomarse en el sofá cubriendo los resultados de nuestro jugueteo. Tomaría una ducha y él también necesitaría una así que tardaría muy poco.
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No había modo de dormirse cuando nos sentíamos tan libres, no manager, ni horarios por dos días y nada de madrugones, la cena se extendió sin darnos cuenta hasta cercana la medianoche, Taemin rogaba por decimoquinta vez en media hora que le permitiese beber, Jonghyun lo avalaba pero Minho y Key realmente podían ser protectores. ¿Quién iba a enterarse si ninguno decía nada? Tae no dejaba de rogar.
-Comete el pastel…mira cuantas frutas tiene- Minho hacía su intento -Está mal porque eres menor aún…no puedes beber alcohol será malo para tu desarrollo- Jonghyun y yo considerábamos que Taemin ya estaba lo suficientemente desarrollado pero había personas que nunca en la vida habían roto una regla y debíamos enfrentarlo, había cosas que debían ser normales y no podíamos siquiera disfrutar gracias a nuestro estricto modo de vida. Minho nos miraba como si fuésemos de alguna raza diferente.
-Particularmente no siento mucha atracción por hacer tonterías-
-Probablemente porque todo lo diluyes sudando anormal- ¿Que había de una cerveza robada?, ¿chicas?, ¿besuqueo?, ¿toqueteo?, Key dejó su vaso ruidosamente ante las preguntas de Jjong -¿Nada?...el deporte trastorna-
Era imposible no caer en ese juego de preguntas y respuestas, Taemin realmente era más inocente de lo que creíamos y Key se veía de lo más orgulloso.
-Yo incluso he fumado un par de veces- La mandíbula del menor pareció caer ante mi confesión mientras Jjong asentía en complicidad.
-¿No es eso malísimo para la voz y la salud?-
-y repugnante- Key sabia como hacer sentir mal a alguien.
-Todo fue por la emoción del momento- no fumaría otra vez y le convenía a Taem no hacerlo tampoco –Es asqueroso- agregué antes de llevarme la botella a la boca dándole a Jjong chance de continuar su cuestionario.
-¿Besos?- Taemin levantó las manos de modo protector…¡no aún!, nada…eso era deprimente, Jjong se compadeció de modo instantáneo poniéndole su botella en los labios.
-Ahí lo tienes…un beso indirecto- De repente esas estupideces daban risa. Taemin volvió a probar, esta vez de mi botella, era amargo.
–Con esto te quitarás el sabor- de un segundo al otro estaba luchando por abrir la boca de Taem con una cereza muy brillante.
-¿Sabes cual quiero?- Jjong ofreció su botella mientras el menor jugaba aún con la fruta en la boca –Esa fresa grande-
-No, esa es de Key- todos sabían que si alguien ponía un dedo sobre la fruta más bonita de un pastel seria repudiado. Pero era una noche especial, Taem bebía su primer cerveza, tenía sus primeros besos indirectos y merecía un poco de caridad de Key, que se negó terminantemente mientras trataba de rescatarla con la cuchara.
–¡Te daré un beso de cereza a cambio!- Jjong se acercó peligrosamente con la fruta entre los labios mientras Tae se apropiaba de la botella.
Chillido.
Alerta.
Jjong era rápido, Key vulnerable.
Celos.
No pude pensar, Jjong se quejó mientras Minho se descostillaba.
-Ahora puedes acompañar la cereza con la crema que hyung te untó en la cara- Key rió estruendosamente.
-¿Quieres este beso de cereza con crema Minho?, lo estás pidiendo a gritos-El juego y el forcejeo viró lejos y Key golpeó mi mano.
-Esa es mi fruta- anunció egoístamente. Taemin rió a mis espaldas captando mi atención…¿esa era mi botella? -Dámela- Key exigía lo suyo y realmente quería complacerlo cuando me miraba así…
-¿Cuánto la quieres?- sus labios pedían por ella, pero no por eso iba a ceder fácilmente.
Fui consciente que no había un solo sonido además de los gemiditos suplicantes de Key. Lamió la crema con rapidez mientras acercaba la fresa a su boca y trataba de atraparla…una…dos veces…esto iba a convertirse en una desgracia.
–Dásela hyung- Minho buscaba acortar el bochorno que evidentemente no solo yo estaba padeciendo.
-¿Beso de fresa con crema? Muéstranos como Bummie- Pero Jjong estaba entusiasmado…tanto como yo. Taemin se apoyó en mi hombro y su tono me sonó bastante perturbador.
–Muéstranos como- Key logró aprisionar la fresa ante mi descuido -¡No puedes comerla…solo besarla!- la advertencia de Taemin había sido tan clara que las mejillas de Key se colorearon tanto como las mías y mi sangre comenzó a irse a sitios que no debía. No tuve voluntad para volver a robársela una vez que sostuvo mi muñeca para perder la fresa ya totalmente limpia y cada vez más brillante entre sus labios dos…tres veces…mis dedos fueron rozados también….Taemin soltó un pequeño gemido de sorpresa aún pegado a mi -¡Hyung eso es sucio!- risas…risas abochornadas…no podía despegar los ojos de los labios que unas horas atrás habían hecho algo similar en mi pecho. Tragué ruidosamente mientras Jjong se incorporaba violentamente…
-¿Alguien quiere ver porno?- Minho trató de retenerlo por la ropa mientras le pasaba por encima sin concesiones y Taemin levantaba la mano sin pensarlo. Le dí un mordisquito a la fresa con todos los besos mientras Key corría tras Jjong amenazándolo de lo que ocurriría si se atrevía a corromper a alguien poniendo ese material en sus manos.
-Si Key lo borra mataré a Jjong por idiota- Minho se lamió los dedos llenos de crema antes de levantarse.
-hyung…¿me das la fresa?- Taemin no era resistente al alcohol, lo supe mientras trataba de imitar a Key y se reía cada vez que estampaba la fruta en sus labios entreabiertos tratando de borrar de su cabeza la indecente visión de un minuto atrás.
-mua…mua…mua...eso es un beso de fresa….no lo que viste antes-
Con los ojos cerrados Taemin se volvió a recargar sobre mí una vez que desapareció la fresa.
–Creo que una cerveza era suficiente...¿te tomaste más que lo que te dí?- Asintió restregándose en mi hombro como un gato.
-hyung…déjame dormir contigo- Se quejó apretándose el estómago.
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