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Winter Love por Mimi_nuna

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Notas del capitulo:

Muchas gracias como siempre por seguir leyendo, particularmente a quienes se toman el tiempo de dejarme siempre sus impresiones y su aliento por escrito porque lo valoro muchíiiisimo.

Este es uno de mis capítulos favoritos, aunque no sé porqué. Ojalá los disfruten como yo.

Regresé a mi habitación procurando normalidad aún con las rodillas doblándoseme, inexplicablemente mi cuerpo no se sostenía, Taemin cantaba en la ducha y me desplomé en la cama. Tenía sueño pero la sensación de incredulidad me había acompañado el corto trayecto entre las habitaciones. Apreté los ojos mientras me cubría con la sábana.

Lo había hecho con alguien más, había tenido mi segundo hombre aún cuando solía creer que nunca podría alejarme del primero. Onew me había rendido y lo deseé tanto como lo disfruté, mi cuerpo lo aceptó sin dudas aunque tuviese una sensación extraña cuando aún entre oleadas de placer sintiéndolo repartir besos por mi nuca me dijo Te quiero. No podía ser. Seguramente solo se dejó llevar por la emoción del momento. Tal vez yo era su primera vez, una estupidez semejante solo podía ser dicha por alguien inexperto, por eso me relajé bajo su cuerpo jugando con sus dedos un instante después, lo dejé guiar mis pasos temblorosos hacía la ducha y me sentí perdido hasta notarlo sosteniéndome, llenándome de espuma y besos hasta hacerme sonreír buscando reconocerlo un poco más acariciándolo también…su abdomen ligeramente marcado sin rastros de vello, tan diferente al de Jjong, al mío propio, el aroma de su piel, el sabor de su cuello, sus lunares, la forma en la que gemía…el modo en que me tomó….todo era nuevo para mí…nuevo y extrañamente familiar, como el sonido de mi nombre en sus labios que al acercarme a la puerta me obligó a girarme buscándolo para recibir aquello que acabó por desconcertarme; un beso de dulzura casi criminal, con sus manos sosteniendo mi rostro sin pedir permiso, haciendo que todo fuese aún más difícil de asimilar porque me había golpeado dos veces y no me dejaba reponer. Mi corazón se agitó otra vez al recordarlo y quise salir de la cama y regresar a su lado solo para golpearlo por hacerme sentir tan preocupado.

Día a día después de aquello vi a mi nuevo amante hacer gala de su cara de poker de modo tal que debía ahogar la risa hasta que conseguíamos unos segundos a solas. Los besos se habían multiplicado tanto como los roces que no pocas veces nos obligaron a ocultarnos donde hubiese una puerta que pudiésemos trabar. Este era un juego que conocía, nada nuevo, no había modo de confundir mis sentimientos, siquiera las palabras irracionales de Onew aquella tarde lograrían cambiar un ápice lo que había dentro de mí, podía parecer cariño, siquiera amor, pero no era más que una fantasía de mi mente que probablemente retenía en algún sitio de sus recuerdos aquello que solía oír de los mayores cuando niño. ‘Solo puedes estar con la persona que amas’, ‘Todo tendrá sentido cuando halles a la persona correcta’…en mi vida no existía cosa tal pero una parte de mí se obligaba a creerlo para sentirme menos reprobable, porque no me hacía sentir bien que mi cuerpo lo rechazase cuando no estábamos a solas, o descubrir su mirada sobre mí aún rodeados de gente. Escudado en actitudes lúdicas Onew reclamaba derechos sobre mí frente a cualquiera con un simple gesto, con una mano en mi cintura, con una leve caricia marcaba su terreno como recordándome que si había cometido un error no iba a sobrellevarlo solo.

Taemin que sostenía su vaso con las dos manos no nos sacaba los ojos de encima, Minho le aseguró que no había limite para el consumo por lo cual podría terminar de una maldita vez, llevaba más de 10 minutos sin dar un sorbo pero había destrozado la pajilla que retenía en la boca, sus ojos se hicieron grandes cuando retiré a Onew con un empujón de mi plato.

-¡Acaba con tu comida no con la mía!-

-Onew quiere comerse lo tuyo - canturreo Jjong consiguiendo una reacción que si no hubiese sido el involucrado hubiese sido cómica, y ambos siguieron riendo y cuchicheando en pleno almuerzo.

Las cosas no se me hacían fáciles cuando las pensaba, pero no sentí la necesidad de ponerle un nombre a lo que estaba ocurriendo hasta no notar a Jjong siguiendo mi mirada antes de soltar aquello sin ningún tipo de sutileza:

-¿Quieres cogértelo?- Lo que estaba bebiendo bajó inexplicablemente lento mientras rogaba a mis músculos no reaccionar de ningún modo, y ciertamente no respondieron pues me quedé en silencio el tiempo suficiente para que Jjong lo diese por sentado– Es evidente – Aclaró antes de mirarme –Si tienes ganas hagámoslo como siempre…¿o es que estás buscando algo nuevo para variar?- Buen momento para que mi cuerpo reaccionase, acabé riendo escandalosamente quedando muy desubicado,

-¿Que pasa?, ¿Ella aún no cede y me necesitas a mí?–

-¿Que pasa?, ¿a él si lo quieres?-

-No seas infantil-

–No puedes ir tras él…tener dos amantes en el mismo lugar sería estúpido-

Lo miré sin ánimos de responder, el modo en que lo dijo me hizo pensar que tal vez estaba celoso. En la maraña de ideas en mi cabeza solo podía creer, tal vez porque lo deseaba más que nada, que Jjong sentía algo por mí y estúpidamente retuve su mano una vez que lo vi incorporarse para irse.

-Me dijiste que lo dejáramos y lo dejé- Por un instante forcejeó  para luego retomar su posición frente a mí.

-Dijiste que nunca ibas a quererme- Dado lo tenso de la situación no me asombró verlo hacerme una mueca y soplé la risa entre los dientes mientras buscaba mis ojos –Y yo te quise desde el principio-
Nada supo bien después de aquello, nada iba a ser lo mismo después de oírlo.

Pasé la siguiente semana tratando de estar lo más solo posible para no sentir la mirada de Jjong ni la incipiente desconfianza de Taemin con sus constantes consideraciones acerca del modo en el que maltrataba a Onew a toda hora. Procurando no caer ante Jin Ki que parecía omnipresente y se divertía sorprendiéndome, podía estar en todos lados y especialmente frente a mí cuando más deseaba estar solo, pero aún deseando mandarlo al diablo terminaba cosiéndolo a mi cuerpo con abrazos. La tensión de todo un día desaparecía repentinamente cuando sentía sus labios calientes hacerse lugar entre los míos y me sentía realizado al verlos inflamados a causa de mis besos. Sea lo que fuese que sintiese cuando pensaba, cuando no lo hacía nada me daba tanta seguridad y satisfacción como tenerlo entre mis brazos y por eso buscaba alargar los segundos en que mis pensamientos se borraban y su compañía lo era todo. Cuando deseaba terminar con todo él doblegaba mi voluntad a fuerza de ternura, sabía como hallar a la estúpida criatura en mí y cuando la descubría simplemente la absorbía.

Jonghyun POV:
 
No podía creerlo porque Ki Bum era mío. Mío aunque dudase.
Onew; nisiquiera lo hubiese imaginado. De cualquier persona en el mundo no hubiese apostado ni de broma que atrajese a Key de ningún modo, y mucho menos como para que lo mirase como lo miraba, casi a escondidas, como si tuviese doce años y se lo hubiesen prohibido.
Pero había ocurrido y ocurría todo el tiempo, de repente se prestaban atención, empujándose, riéndose luego de discutir, siendo mi Key con otro. Y me sentí absurdamente desconcertado, dolido, confuso. Celoso.
¿Porque Onew?, ¿porqué él?....
¿Porque no yo como siempre?,
¿Porque no yo como antes?
¿Porque no yo?
Como un idiota me había tragado las ganas de retenerlo apenas unos meses atrás en la semipenumbra de mi habitación.

“Vete con ella entonces, porque nunca dije que iba a quererte” Nunca se giró a mirarme, de haberlo hecho hubiese descubierto cuanto me había herido con tan pocas palabras.

Él y yo era algo que daba por sentado porque era natural, tan natural como respirar que mi cuerpo fuese atraído por el suyo, tan fácil que ninguno dio explicaciones la primera vez que nuestro jugueteó terminó en un encuentro de labios, choque, colisión. Fuerza natural. Catástrofe.
Él y yo, simple y sincero, nisiquiera debíamos hablar, éramos las piezas de algo, de lo que fuese, que encajaban sin error. Pero las fuerzas naturales preocupan, dar por sentado las cosas da miedo, y me aterroricé en determinado punto del trayecto, me preocupó tanto sentirme suyo que debí protegerme antes que delatarme.

“No podemos seguir con esto” Key no dijo nada aunque siempre discutía por todo “Dejémoslo” no apartó los ojos de la ventana mientras procuraba explicarle como me sentía, sorpresivamente parecía no interesarle que se terminase y lo aceptó. “Entonces…¿Como si nada hubiese pasado?” No dijo nada, y mientras mis piernas me llevaban fuera de la habitación los últimos rastros del Jjong que daba por sentado que tenía a Key gritaron dentro de mí reclamándole por no responder, por no mirarme. Probablemente una mirada de sus ojos tristes hubiese conseguido que me riese antes de resguardarme entre sus brazos para ser golpeado por semejante broma.

Pero la realidad era esta: estaba solo con lo que sentía entonces había que dejarlo, porque sí, porque era lógico, porque él y yo no estaba bien aunque se sintiese bien, porque no debía ser homosexual y probablemente lo era pero no por eso iba a resignarme. Si Key fuese una mujer no estaría pasando por esto, si él hubiese sido una mujer…jamás le hubiese dado chance de alejarse.

Pero el amor es imprevisible, tanto que permití a un hombre tener dominio absoluto de mi corazón, y tan extraño que a pesar de ir y venir, ahora, al descubrir que Key se interesaba en alguien más, alguien que tal vez un día podría conocer su risa secreta o aquella forma de dibujar con caricias un rincón seguro para despojarse de miedos, una pesada carga comenzaba a aplastar mi pecho y los pensamientos horadaban mi usualmente despreocupada mente.

Ella no conseguía un cuarto de lo que Key lograba con una sugerencia, y no logró en varios meses hacerme desestabilizar como él lo hizo con un simple silencio que me aclaró las ideas. ¿Y qué si era homosexual?, tal vez era el destino, por eso simplemente seguiría amándolo como siempre, y como antes, iba a retenerlo a mi lado.

~~~~~~

-¡No puede ser que no comprendas algo tan simple!- Me senté junto a Minho que se esforzaba sobremanera por explicar algo que evidentemente no calaba en el cerebro de Taemin.

-Hablaré con Onew sino no podré seguir con el resto- Retuve su mano ya en el teléfono.

-No lo molestes por todo, nosotros estamos aquí y ya hemos superado este tipo de exámenes- El menor retiró la mano ofendido.

-No puedes ser bueno en todo Key, no eres bueno en esto- Minho inteligentemente quitó su trasero de la silla y desapareció de la habitación.
Odiaba que alguien jugase conmigo y el maknae estaba pisoteando mis ganas de ser útil, a pesar de las ganas de matarlo me senté a su lado y tomé el cuaderno repasando la fórmula problemática.

Taemin POV:

No lo quería cerca de mí, me molestaba, me molestaba oírlo respirar, el perfume que lo acompañaba, el tono de su voz, llevaba días procurando minimizar la molestia pero Key parecía esmerarse en arruinar mi esfuerzo manteniéndose en mi campo visual.  

-Entonces cuando multipliques esto…- ¿Porque Minho se había ido?, fije mi atención en la puerta tratando de llamarlo con la mente, pero no funcionaba, motivo por el cual lo buscaría de modo ortodoxo -¿Adónde vas?- Aborrecía su voz, ¡era tan chillona!

-Por Minho, estaba explicándolo mejor-

-Tampoco le entendiste…pon tu trasero aquí y concéntrate-

-Como si fuera hacer lo que me digas- Llamé por Minho con todas mis fuerzas, lo oí a lo lejos en la ducha y salí de la habitación ignorando el palabrerío a mis espaldas.

Realmente sonaba como una madre, una de esas insoportables, podía oírlo quejarse aún cuando llevaba cinco minutos fuera de la habitación. Me eché en la cama de Onew y no estuve feliz hasta que mi mensaje fue respondido. Literalmente corrí por los apuntes que aún estaban desparramados en la mesa.
No pude ignorar que Key me miraba de lado mientras copiaba todas mis dudas en un mensaje y me senté a esperar cantando deliberadamente por lo bajo mientras mis garabatos formaban palabras completas.
Antes que pasasen dos minutos la voz de Onew del otro lado me hizo sonreír tratando de explicarse.

-¿Lo copiaste entero?- Reí, podía imaginarlo en medio de todo buscando por un papel, y paso a paso, a pesar de que me distraía con preguntas fuera de tema conseguí tener el ejercicio resuelto frente a mi nariz. Repetí el paso a paso mientras Onew asentía del otro lado –Gracias hyung….nadie te supera en esto…enserio….seguiré solo….si, ahora sí…..¿llegarás tarde?...¡tráeme algo!- No pude dejar de sonreír, mi día acababa de ser finalizado con un moño rojo, grande y brillante. Repasé con tinta el fastidioso problema sin dejar de canturrear.

-Era exactamente lo que estaba diciéndote- La voz de Key a mis espaldas aniquiló mi nube feliz y cerré el cuaderno molesto –Solo querías que fuese él quien te lo explicase, no ibas a oír a nadie más ¿cierto?...no es que Onew sea el mejor en esto, es simplemente que no oyes a nadie más que a él, aún si Minho y yo nos esforzábamos no lo ibas a valorar-

-Minho estaba haciéndolo muy bien antes de que te metieras- Key bufó de aquel modo tan molesto justamente cuando se celular sonaba dejándome con la palabra en la boca.

-No quiere que lo ayude, de hecho te llamó a ti- No pude dejar de seguir a Key por toda la casa, era evidente que Onew estaba del otro lado y me sentí terrible. Horrible. Celoso. Radioso. Tanto que una vez que cerró la puerta dejándome fuera de nuestra habitación deseé entrar y destrozar su teléfono. Había comenzado a sentir por él algo que nunca había sentido por nadie y me estaba enloqueciendo.

Ya en mi sitio, observando mis propios garabatos me sentí desahuciado de todo y me costó tragar por varios segundos porque dolía, esto era doloroso, llevaba veinticuatro horas sin ver a Onew y él había llamado a Key no a mí, si no hubiese pedido ayuda no me hubiese contactado. Era tan estúpido sentirse así. Minho dejó una estela de perfume cuando pasó cerca de mí antes de echarse sobre la mesa a ver mis apuntes y quejarse

-debes estudiar para el examen, ¿y estás escribiendo canciones?-

Key se quejó con Minho una vez que regresó a la habitación, ¿que sentido tenía ayudar a alguien que no quería ser ayudado?

-Déjalo, déjalo hasta que su hyung regrese y le solucione la vida-

-Deja a Minho fuera de esto- en mi molestia el tono de Key sonó más insoportables que nunca, y en un minuto nos hallamos gritándonos el uno al otro bajo la mirada de quien evidentemente no sabía que hacer. Jjong apenas había puesto un pie en la casa y siguió todo con los ojos muy grandes -¿Y porque te metiste? Todo estaba muy bien antes de que llegases....¡nunca te necesite para nada!-

-Estabas frustrándolo y estabas hartándome con tu vocecita quejita, ¿crees que eso no vuelve loco a cualquiera?, ¡no quería ayudarte solo quería que terminases y te callases!-

-¡No me voy a callar porque me lo digas!, ¡yo nunca haré nada que quieras que haga!- Comprendí que estaba muy cerca de Key cuando Minho sostuvo mi brazo y su tono se elevó mas de lo normal

-Taemin, no le hables así- Mi enemigo se mantuvo en posición desafiante mientras los ojos de Minho me suplicaban porque cediese…¡pero estaba tan frustrado!.

-¡Hey!….ya déjenlo y vamos a comer, traje helado- Observe la bolsa con la que Jonghyun procuraba bajarnos los ánimos y el resto salió de mi boca sin que lo piense siquiera.

-¡Dáselo a esta puta a ver si se le bajan los humos!- Pude ver sus labios dibujar una enorme O antes de empujarlo para que me deje el corredor libre y dejar la habitación.

Me dejé caer en la cama que había revuelto media hora atrás y me percaté del tono de la discusión en la sala. Que la presión, que un mal día, que mi inmadurez. ¡Cualquier mierda!, nadie podía entender como me sentía. A desgano abrí mi celular que sonaba como recordatorio.

“Deja a los demás ayudarte, todos queremos que te vaya bien. Sé que estás cansado, pero esfuérzate y haremos una fiesta cuando acabes con todo. ¡Llevo snacks solo espera por mí! ^^”

Idiota…¡Idiota!, releí el mensaje hasta que se borró del todo y por reflejo alcé la vista a la puerta que se abría.

-¡Hey!- La reacción de Minho no se hizo esperar y como siempre ocurría me cubrió entero con su abrazo.
“Hyung, no me gusta llorar…si lo vuelvo a hacer, no dejes que nadie lo sepa…por favor….no quiero que nadie me diga que soy un niño….no quiero ser un llorón”
Minho era tan confiable, como siempre desde aquella vez en la que le rogué guardase silencio sobre mi tristeza me aplasté en su pecho hasta secar mis lágrimas con su ropa y luego, mientras aún me miraba con las cejas levantadas esbocé la sonrisa más grande y más falsa que hallé dentro de mí como agradecimiento.


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