Winter Love por Mimi_nuna

-También ésta, ésta y…¡ésta!- Taemin paseó acaparando prendas, todos estábamos más o menos concentrados en seleccionar que nos probaríamos. Me senté esperando por un vestidor, nunca me había gustado quitarme la ropa frente a nadie ‘exceptuándolo claro está’ mis propios pensamientos me traicionaron mientras Minho dejaba al descubierto su abdomen al quitarse una camiseta roja.

-¡Hyung déjame entrar!- apuró Taemin azotando la puerta que Jjong había cerrado hacía unos minutos. Por más que lo intenté no pude ignorar su risas y el modo en el que conversaban, casi podía verlos empujarse y rozarse en el pequeño cubículo.
 “dame esa”’, “pero es mía”, “¡quítatela!” Más risas. “te ajusta”, “ayúdame”, “envidio tus brazos”, “¿Te gusta lo que ves?”, “¡suéltame!”
Caminé con las prendas en los brazos tratando de hacer caso omiso al montón de recuerdos de Jjong sobre mí, su piel y el modo en que se marcaban sus músculos con el esfuerzo. Onew llegó tarde, como era usual cuando estaba en ensayos y se concentró en rescatar algunas prendas.

La puerta se azotó tres veces antes de que Taemin aún sin camiseta saliera luchando por quitarse de encima a Jjong también semidesnudo que lo abrazaba con fuerza.

–¡Si te resistes será peor!- Minho salió del paso rescatando sus prendas ante el vendaval humano que reía y besuqueaba al maknae que no dejaba de quejarse.

–Acaben de una vez, Key espera por el vestidor- Sentenció secamente y Taemin se vio libre de los brazos que hacía dos segundos lo aprisionaban.

–Vamos Key- Jjong perdió interés en su víctima señalándome la puerta abierta.

–Cuando termines- Aclaré.

–No te comeré- Claro que no, no iba a permitirlo….otra vez. Onew pasó por mi lado directamente hacía la puerta abierta.

-Esta podría quedarte- Comentó Jjong abollando algo sobre el abdomen del mayor  –No tiene gracia alguna- Onew agradeció mientras Taemin y Minho sin arriesgarse al vestidor intercambiaban prendas.

–En cinco minutos nos vamos- Me quejé con el manager que anunciaba semejante barbaridad…¡Siquiera me había probado la ropa!. -¿Que estás esperando entonces?-  Lo reconozco, lo miré horrorizado, tanto como vi a Jjong mirarme una vez que el manager me empujó al vestidor donde Onew se dio contra el espejo una vez que ingresé.

Tenía que acabar con esto pronto, no sé porque compartir el lugar me preocupaba siquiera, a menos que JinKi estuviese de un humor particular siquiera me molestaría con algún gag. Me dio la espalda y continúo como si no estuviese ahí. Debía concentrarme en la ropa y lo hice tal como él, incluso coincidimos en algún giro e hicimos alguna observación sobre la ropa del otro mientras nos mirábamos en el espejo. Eventualmente nos rozamos y a pesar de ser incómodo, no lo sentí terrible.

–¡Estamos saliendo!- Alertó el manager, a lo que Onew respondió a los gritos también, ya casi estábamos. Estábamos. Los dos. Sonreí.

La expresión de Jjong cuando abrí la puerta me hizo congelar en el sitio. Onew puso sus manos en mi cintura sacándome del paso y sentí que acababa de meterme en problemas, tal vez por eso me sostuve de su ropa y corrí tras él que me sonrió algo desconcertado.

Los días subsiguientes me sentí monitoreado, Jonghyun podía ser peor que un perro guardián, un rasgo que desconocía de su personalidad pero había estado exponiendo en los últimos días. No había dejado de toparme con su mirada reprobatoria como si mi incipiente acercamiento a Onew lo molestase particularmente y no una vez tuvimos que debatirnos por hacerle compañía solo para que el otro no lo hiciese, de repente parecíamos competir por su atención como si quisiéramos darle un escarmiento al otro.

El directo interesado había bromeado sobre ello y lo había golpeado frente a Minho que sonrió levemente antes de considerar que el maknae se sentiría celoso cuando supiese que ya no era mi punto focal.

-Taemin es más adulto que Jin Ki- Aseguré canturreando abriéndole la lata que le ofrecí como si fuese un pequeño inútil.

-¿Ahora es Jin Ki?- Jjong se desparramó a mi lado y aquello sonó burlón, incluso resentido. Minho rió.

–Jinki-yah-  Aclaró musicalizando su voz con una risa áspera y agradable. No sonaba mal, hice un baile con mis manos repitiendo el mote mientras sonreía.

-Gracias Minho-yah- concluí melosamente para dar un sorbo de mi bebida. Jjong me arrebató la lata consiguiendo que perdiese la calma -¡Puedes lastimarme haciendo algo así!- Minho se hartó de nuestros empujones y se levantó sin más mientras yo presionaba mi boca pataleando escandalosamente para alejar a Jjong intentando cerciorarse de que no había daño alguno. Onew que seguía a mi lado por fin nos prestó atención cuando nuestro forcejeo hubo hecho que se diese la lata contra los dientes.

-Jonghyun-ah no se peleen antes de una entrevista- Nunca me había percatado de lo burlón que podía sonar Onew hasta ese momento. –¿Te heriste Kibum-ah?- preguntó con el mismo tono haciendo que lo mirase con risa en los ojos.

-No lo sé- expuse mi labio inferior con un puchero buscando su atención. Demasiado para Jjong que se levantó no sin antes darme un codazo en medio de la espalda.

-Está perfecto- Corroboró volviendo a lo suyo y tuve tiempo de ver a quien había comenzado la situación azotar la lata vacía en el bote antes de que Taemin que ingresaba fuese el blanco de su ira solo por toparse con él en la puerta.  

No había más tedioso que una entrevista, siempre las mismas preguntas, casi siempre las mismas respuestas, sin importar cuanta creatividad quisiéramos imponerle al asunto acabábamos hartos pero con una sonrisa pintada por si acaso se les ocurriese insinuar que no éramos tan felices como aparentábamos. Cuando Jjong se aburría se volvía idiota, y su idiotez se duplicaba cuando Onew se le acoplaba y trataban de amenizar la situación. No quería ni mirarlos cuando multiplicaban los chistes y se reían solos mientras Taemin miraba incrédulo como sus hyungs decían estupideces sin escatimar en esfuerzos y Minho hacía grandes intentos por comprender la situación y de vez en cuando, acoplarse a ella con resultados desastrosos. Y no me pregunten porqué, siempre acababa siguiendo atento aquellos inútiles juegos que parecían ser su marca registrada, tanto como lo era mi gesto reprobatorio y era un festejado cuadro por las fans cada vez que teníamos una entrevista, o en este caso por nuestro entrevistador y fotógrafo que se veían de lo más entusiasmados. Montón de gente estúpida.

Estúpido yo que tardé en descubrir que aún cuando Jjong no estaba cerca mis ojos comenzaban a buscar a Onew entre los demás, y que algo parecido a la tranquilidad embargaba mi pecho cuando veía su mano asegurarme con un golpeteo el asiento a su lado, o su sonrisa buscando la mía antes de que mi cuerpo entero se aferrase a su brazo cubriendo mi propia carcajada. Y estúpidamente fui feliz por no sentirme tan solo y agradecí que en su idiotez no hubiese registrado mis odiosas actitudes pasadas como para haber arruinado su buena voluntad conmigo. Si su cerebro fallaba, si le preocupaba más mantener las apariencias que a mí mismo, si su memoria era selectiva, si era lerdo o solo idiota, lo agradecía enormemente.

Onew POV:

Conseguir la atención de Key atención había sido más fácil de lo que había imaginado en un principio, probablemente su amistad magullada había causado un conflicto mayor del que preveía, o por lo menos lo suficientemente incómoda como para que se esmerase en pasar más tiempo conmigo.
Aún así durante varios momentos quise renunciar a mi propio objetivo, sin importar cuanto desease volvernos cercanos no pocas de sus actitudes me generaban escozor, seguía echándome esas miradas que aborrecía secretamente consiguiendo que le respondiese de modo tal que se enfermase como me enfermaba a mí. Pero cuando menos lo esperaba una sensación cálida, hasta amigable nos envolvía y nos encontrábamos hablando como se puede hablar con alguien cercano dándome la pauta de que íbamos por buen camino.
En los últimos días había descubierto que la cercanía con Jonghyun le incomodaba aún cuando en un principio parecía forzar cada situación para acercársele, aquel par parecía estar más separado incluso en el mismo espacio físico y noté cuanto me preocupaba Key, su expresión dolida me revolvía el estómago eventualmente y más de una vez me sentí obligado a atraerlo a mi lado y distraerlo incluso recibiendo una mueca cínica en respuesta porque esas cosas ya no me molestaban tanto como antes, sin darme cuenta estaba conociendo esa parte suya que escondía desde el principio generándome sensaciones encontradas. Key podía soportarlo casi todo y nadie lo ignoraba, pero KiBum parecía herido y tímidamente se mostraba ante mis ojos. Sin poder evitarlo un desconcertante impulso de protección comenzaba a ganar terreno en mí.