Lo extrañaba muchísimo. Aunque el amor que sentía y profesaba por el menor cada vez se iba apaciguando. Quizás por la poa atención que recibía por parte de él, las pocas veces que podía visitarle. Quizás el estrés del trabajo. O quizás por esa amistad incondicional que estaba teniendo con uno de sus compañeros.
No podía negar que ese sentimiento tan grande que llegó a sentir por KangIn fue algo excepcional y saberse correspondido era algo aún mejor. Cuantas veces pudo saborear, sentir, probar ese cuerpo tan masculino, aquel que con solo verlo le llenaba de una excitación tan grande, algo que jamás imaginó.
Pero el tiempo hace cambiar las coas. Desde que él ingreso al regimiento, esas cosas, esos placeres se vieron interrumpidos. Acabados. Las pocas veces que se podían ver, solo era para conversaciones triviales acerca del grupo, y ante cualquier insinuación del mayor, él le rehuía… afortunadamente, YeSung llegó a su rescate. Cada vez que estás situaciones pasaban, se sentía mal, triste, deshecho… vacio. Pero el azabache estaba allí para sacarle una sonrisa, aconsejarlo y desde hace un tiempo, era el único que le transmitía tranquilidad y atracción, no física, era algo raro; quizás… deseo.
Había veces en que desde su habitación podía escuchar los gemidos de algunos de sus dongsaeng al concluir un encuentro. Pero sin lugar a dudas el escuchar a cierto pequeño bajo el cuerpo de YeSung, lo hacía querer ocupar ese lugar. Sentir que el azabache lo llenara… necesitaba sentirse deseado. LeeTeuk quería mucho a RyeoWook, era parte de su familia. Pero muchas otras veces lo odiaba. Lo odiaba por ser quien ocupaba ese lugar vacio en la cama de YeSung, lugar que deseaba fuera para él, aunque fuese solo por una noche.
Con un dolor en su en su entrepierna, que le pedía atención ante esa acumulación se sensaciones, se dirigió al baño del departamento. Sabía que debía hacer para calmar cierta parte de su anatomía, pero no quería hacerlo… ciertamente, eso era algo humillante, y por muy urgido que estuviese prefería una ducha helada. Aunque a las 2 de la madrugada no fuera esa la mejor opción.
Tan ensimismado iba en encontrar una solución a su problema, que no se percató de que alguien estaba en el baño, solo pudo darse cuenta de eso cuando frente a él estaba el azabache liberando sus necesidades. Se quedó estático, recargándose en el marco de la puerta, sintiendo como su entrepierna seguía creciendo. Miró las facciones del menor mientras liberaba ese líquido biológico. Y se lo imaginaba. Se imaginaba al menor con esas expresiones pidiéndole por más, que gritaba su nombre por más placer, placer que solo LeeTeuk podía darle.
YeSung, por otro lado, que ni en cuenta de daba de que era observad seguía en lo suyo. Sintiendo como su vejiga se vaciaba. Para él no había nada más placentero que eso y el sexo. Una vez acabada su tarea, prosiguió a retirarse, pero unos brazos lo rodearon por la cintura mientras unas traviesas manos se dirigían a su miembro. Sentía una lengua y labios húmedos bajar por su nuca hasta sus hombros.
-Por favor… no me rechaces…- al escuchar esa voz supo enseguida que se trataba de LeeTeuk.
- jamás le diría que no a mi líder- con una sonrisa lasciva le dio a entender que podía seguir.
El mayor comenzó a darle placer. Al escuchar los gemidos que salían de la garganta del menor, sintió que toda esa pasión que llevaba por dentro se desbordaba, queriendo ser dueño de estos y muchos más.
Sentía como el cuerpo del azabache comenzaba a estremecerse y arquearse, anticipando el próximo orgasmo. Pero no quería que esto aún sucediera, con una de sus manos volteo el rostro del menor para fundir sus labios en un beso profundo y salvaje. Reteniendo un quejido por parte del azabache al sentir como n dedo de su hyung entraba en su cuerpo. LeeTeuk, por su parte tenía muy claro donde quería llegar. Quería borrar de de ser a KangIn y para hacerlo quería sentirse ben consigo mismo. Demostrarse a si mismo que también habían otra manera para sentirse y hacer sentir bien a otros con ese pensamiento siguió dilatando la entrada de su dongsaeng acabada eta acción se quitó la parte de debajo de su pijama y recargo a YeSung n el lavado.
-Hyung… por favor… sé gentil…nunca- suplicó el menor
-lo sé… sólo relájate… si te pones tenso… te dolerá más…
Volvió una de sus manos a la entrepierna de otro, masturbándolo mientras se enterraba lentamente en su interior. Era su primera vez como actico con otro hombre, pero su experiencia como pasivo, le indicaba como actuar para que a su compañero no le doliera tanto. Una vez completamente dentro , espero a que YeSung se acostumbrara. Los minutos pasaban y el menor no daba señal de estar listo y el mayor ya no aguantaba más. Así que con mucho cuidado comenzó a moverse. Primer lento, pero al ver que su miembro entraba y salía con mayor facilidad, comenzó a aumentar el ritmo, sin dejarle de masturbar. En los frenéticos movimientos podía escuchar a YeSung, quien entre gemidos le pedía que fuera más rápido, más duro, más profundo… le pedía más. El clímax estaba por llegar y sus cuerpos se aperlaban por el sudor de aquella actividad y la adrenalina de sus cuerpos acrecentaba con cada golpe certero que LeeTeuk daba al interior de YeSung. Espasmos empezaron a hacerse presentes en ambos cuerpos y agarrando más velocidad en las embestidas y movimientos de su manso… Con un grito lleno de placer, el orgasmo se hizo presente.
Para YeSung sentir como el semen de su líder lo llenaba era algo nuevo. Incómodo pero perturbadoramente exquisito. No negaría que lo había disfrutado, pero prefería ser el que golpeaba.
-gracias- dijo por fin el mayor, saliendo del cuerpo de su compañero.
-¿Por qué?...
-por no rechazarme, en verdad necesitaba hacerlo
-Wow, pero para la próxima pídemelo, no llegues de la nada y me medio violas ¿De acuerdo?- le respondió sonriéndole.
-YeSung… ayúdame a olvidarlo… se que estas con Ryeo, pero…
-claro… lo haré… pero lo haremos a mi manera…
El mayor se quedó sin entender a que se refería YeSung. El menor simplemente lo besó llevándoselo hasta la habitación del primero. Una vez allí lo tiro a la cama y se posicionó entre sus piernas.
- este es el método YeSung… así es como lo haremos..
-Pues créeme… de la otra forma también te acostumbrarás…- le dijo l mayor.
-¡Shhh!... hyung… te hare olvidarte de él… combatiremos placer por placer… así se hacen las cosas a mi manera… te enseñaré porque me llaman “Anaconda”
“De eso ya me di cuenta”